miércoles, 26 de diciembre de 2012

66. A mitad de travesía

¡Qué más quisiera yo, que se hubiera ya pasado la mitad de las navidades! Apenas hemos cumplido la mitad de la primera de las tres semanas de parada del mundo y yo ya estoy hasta los cataplines. En el Blog no entra ni Blas, imagino a todos tocando la zambomba, comiendo polvorones a dos manos y poniendo cara de arrobo con los villancicos. Especialmente han bajado las visitas desde el extranjero (USA y Alemania, sobre todo), lo que me confirma en mi idea de que mis seguidores son casi todos emigrantes nacionales, que han venido a pasar las vacaciones a casa, al olor del polvorón y el ternasco.

Los pocos que entran se van como cuervos a la entrada nº 58, “No me gustan las Navidades”. Ya sabía yo que la tristeza vende bien, por la cosa del morbo. Pero yo sigo erre que erre con mi reivindicación del optimismo y el sentido del humor, como salvavidas en los tiempos difíciles que nos tocan. Lo de la entrada 58 fue sólo un lapsus. Tengo en mente una serie de temas para escribirlos y colgarlos, pero voy a esperar a que se acaben las fiestas y suba la expectativa de lectores potenciales. Si se creen que estoy levantando el pie del acelerador por falta de temas que contar, están muy equivocados. Tengo cuerda para rato.

Me viene a la memoria un viejo chiste o historieta de posguerra. Aquella del niño pequeño que tiene un berrinche morrocotudo y está venga berrear y berrear desde hace horas, y toda la familia tiene ya un dolor de cabeza enorme, porque el niño no cede y han decidido dejarle llorar hasta que se canse, antes que ceder a lo que quiere. En un momento dado, el escándalo se interrumpe súbitamente y todos reciben el increíble silencio con una inefable sensación de alivio. Entonces entra la abuela y le dice ¡¡¡Ay mi niño, qué guapo, que ya ha parado de llorar!!! Y el niño, sobreponiéndose a esos suspiros triples de los bebés, que parece que les suben desde los pies, consigue decir de manera entrecortada: “Si no he parado, abuela, es que estoy descansando”.

Pues eso. No se crean que he parado de escribir entradas de este Blog. Como el bebé de la historia, sólo estoy descansando. En realidad son ustedes los que están descansando. Yo me adapto a esta costumbre católica de parar el mundo tres semanas y respeto su felicidad y sus villancicos.  Cuando hayan terminado con el roscón reanudaré mi ataque, que hay muchos temas pendientes.

El raca-raca de los catalanes no ha hecho más que empezar y es un asunto muy peligroso (están a punto de empezar a tirar piedras a las lunas de Cajamadrid, o de la Mutua Madrileña del Automóvil, por ejemplo). No saben cuánto me alegraría equivocarme en mis pronósticos. Estoy preparando entradas sobre Yugoslavia y Sri Lanka, donde cosas como ésta terminaron en estallidos muy violentos. Cierto que en ambos casos había diferencias de religión y eso si que es peligroso. Que si Artur Menos fuera simplemente mormón, las hostilidades ya se habrían desatado hace tiempo.

El amigo Monti ha dicho que estará encantado de seguir siendo presidente de Italia, pero no quiere presentarse a las elecciones. Natural, como que es el heredero de los antiguos condottieri, ya se lo contaba yo en la entrada 38. Europa espera expectante. Y Obama aun no ha logrado librar a su país del “abismo fiscal” al que le llevan los republicanos en su tozudez. Tiene sólo hasta el 1 de enero. Veremos qué pasa.

Y quiero contarles algo de Siria, un país que visité en 2004 y por eso me duele más su negro presente y su incierto futuro. De los países árabes que han pasado revoluciones, los que aparentemente están mejor son  Túnez y Egipto, y no parece que hayan avanzado mucho en el camino de la normalización democrática. Las  mujeres siguen subsistiendo en un escalón intermedio entre animales y personas. En ninguna parte están peor las mujeres que en el mundo musulmán.

Y aquí al lado, digamos que a la puerta de nuestra casa, los yihadistas han instaurado un régimen islámico radical que se ha apoderado de más de la mitad del territorio de Mali, el país de mi admirado Salif Keita. En la zona que controlan está la ciudad de Tombuctu, un lugar en el que había 16 mausoleos islámicos de la rama sufí, en donde se guardaban importantes manuscritos medievales, sobre temas como astronomía, medicina y filosofía. Los yihadistas los están destruyendo por considerarlos contrarios a su interpretación radical del Corán. Estaban declarados Patrimonio de la Humanidad, pero me temo que ya quedan pocos. En Youtube pueden encontrar vídeos de estos salvajes atacando los  monumentos con picos y azadones al grito de Allah Akbar.

Así que miren si hay cosas de que hablar. Aprovechando el parón de las fiestas, el Área municipal para la que llevo treinta años trabajando, está siendo trasladada, con navideñidad y alevosía, a una nueva sede en la que no cabe ni la mitad de la gente que vamos a ocuparla. Sí, sí, ya sé que no debo hablar de mi trabajo, perdonen, se me ha escapado. Lo cierto es que estoy viviendo el proceso como un verdadero desahucio. Después de treinta años de trabajar en un edificio, que te echen para derribarlo te hace sentir como los monos de las selvas amazónicas, ante el avance de los madereros.

Frente a esto voy a hacer dos cosas. Uno, volver a jugar a la lotería, a ver si me toca el premio de El Niño, y puedo mandar a ciertas personas a freír churros. También voy a informarme sobre la Bonoloto y el Euromillones, para probar otras alternativas. Dos, proponer una distribución de los puestos de trabajo como la que se ve en la foto de abajo, buscando una optimización del espacio laboral disponible, en aras a una mayor eficiencia y productividad, inducida también por el aprovechamiento de las sinergias, que sin duda se producirán, para potenciar el rendimiento laboral sobre la base del esfuerzo compartido.


Sean felices y no se pasen de comer perdices.
   

4 comentarios:

  1. Pues para mas "inri" y prolongar la tradicional fiesta navideña de la que, como ud. estoy hasta los cataplines, en Andalucía se les ha ocurrido la genial idea de festivear el lunes ya que Reyes cae en domingo...
    Muy cani y con mucho tronío...

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    1. En Madrid también es fiesta el 7. Que tengas una feliz entrada de año, querido Groucho (y familia)

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  2. Muy potente la imagen de los madereros avanzando en la selva, para desesperación de los monos. En fin, como no tenemos raíces, podremos adaptarnos al nuevo solar.

    Y no cuentes con el Niño para que te haga millonario. Lo único que vas a conseguir es aumentar las arcas del Estado; y si te toca, también: un 25% del premio te lo recogerá Montoro con su indescriptible sonrisa.

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