miércoles, 5 de diciembre de 2012

52. Más sobre pedos

Ante el pequeño éxito doméstico de mi entrada nº 33 relativa a este maloliente asunto, les transcribo a continuación, tal como lo recibí y sin cambiar una coma, un texto al respecto que me mandaron hace varios años mis amigos de Tijuana, Baja California. En él se analiza en detalle un asunto del que no es correcto hablar en público, según los tabúes de esta sociedad hipócrita capaz de llamar “Punto Limpio” al lugar donde se acumula la mierda de la ciudad.

El texto está estructurado como un formulario de respuestas a las preguntas que todo el mundo se hace en su cabeza, pero nadie se atreve a plantear. Es toda una aproximación científica al tema, matizada por el humor antiguo de la gente del norte de México, donde llevan tirándose pedos desde los tiempos del gran líder azteca Cuauthemoc. Ahí les va.

CULTURA GENERAL

1.- ¿Qué es lo que hace que los pedos tengan olor?
El olor de los pedos proviene de pequeñas cantidades de Sulfuro de Hidrógeno y Azufre (Ácido Sulfhídrico), libre en el aire que se expulsa. Cuanto más rica en Azufre sea su dieta, más de esos gases van a ser producidos por las bacterias de su intestino, y más hediondos serán sus pedos. Alimentos como cebolla, coliflor, huevos, son notables por producir pedos apestosos. Por otro lado, por ejemplo, los frijoles producen grandes cantidades de pedos, aunque no necesariamente hediondos.

2.- ¿Por qué los pedos hacen ruido?
Los ruidos son producidos por la abertura anal. El ruido depende de la velocidad de expulsión del gas y de cuan estrecha sea la abertura de los músculos del esfínter anal. En términos populares, un culito bien apretado va a tronar más fuerte. De ahí aquello del pedo sorpresa, que a pesar de tratar de sacarlo "soplado" (silencioso), sale bien tronado ante las caras perplejas de los demás (como si ellos nunca se hubieran tirado uno y fueran "extrapedestres")

3.- ¿Cuánto gas produce una persona normal?
En valores promedio, una persona produce el equivalente a cerca de un litro de pedos por día (¡Vaya!, somos una cajita de sorpresas, más bien una caja de pedos, así que suéltenlos o van a explotar como globos), distribuidos en aproximadamente ¡14 pedos diarios!; así es, ni lo nieguen. A ver, haciendo cuentas, somos cerca de 7 mil millones de habitantes en la tierra, esto es 7 mil millones de litros de pedos POR DÍA, casi 100 mil millones de pedos por día. Que ya no lo busquen los científicos: ahí está el "pedo" del calentamiento global y el efecto invernadero.

Puede que le sea difícil determinar el volumen de sus pedos diarios, pero Ud. puede estimar cuántas veces al día pedorrea, si tiene curiosidad. Piense en ello como en un pequeño experimento científico: anote todo lo que come y cuente el número de veces que Ud. pedorrea. Además puede anotar ciertas consideraciones sobre el olor de sus pedos. Descubrirá una relación causal entre lo que come y el hedor de sus pedos.

4.- ¿Cuánto tarda un pedo en llegar a la nariz de alguien?
Depende de las condiciones atmosféricas, la humedad y la velocidad del viento, también de la distancia entre las personas. Los pedos también se dispersan; su potencial nauseabundo disminuye con la dilución. Hay quien presume de poderes sobrenaturales, como hacer "levitar" las sábanas de la cama. En realidad sólo es un pedorro potente y, muy posiblemente, próximo divorciado por intento de asfixia, piénsenlo, ¿acaso no son los peores? Los más difíciles de dispersar, parecen "pegajosos". Condiciones excepcionales existen cuando el pedo es liberado en un área pequeña y cerrada, como un ascensor, un cuarto pequeño o dentro de un automóvil, porque esas condiciones limitan la cantidad disponible del diluyente (aire) y el pedo va a permanecer en una concentración que permitirá su percepción por más tiempo, hasta que se condense en las paredes.

5.- ¿Algunas personas nunca pedorrean?
No. Si una persona está viva, se pedorrea, seguro, aquí no hay excepciones ni milagritos. Algunas personas, comprobado está, se siguen pedorreando horas después de fallecidas.

6.- ¿Los hombres pedorrean más que las mujeres?
¡Nada más falso! Las mujeres se pedorrean tanto como los hombres. Lo que pasa es que los hombres tienen menos vergüenza; incluso, bajo ciertas circunstancias, es un orgullo pedorrearse más sonoramente, más veces y más olorosamente que otros.

7.- ¿En qué momento se está más propenso a pedorrear?
Sin duda, durante las mañanas, cuando uno está en el baño. Este fenómeno es conocido como "Cantatta Matinal". Si es Ud. un "gentleman", puede conseguir una buena resonancia y ser oído en toda la casa. Acá, entre nosotros, con tantos problemas en la vida diaria: ¿acaso no es un inmenso placer reventarse una buena batería de pedos bien sonoros en la mañana? Sin duda se disfruta tanto o más que al estirarse.

8.- ¿Los Frijoles (también llamados habichuelas, porotos, beans, etc.), hacen que las personas pedorreen?
Los frijoles contienen azúcares que los humanos no pueden digerir. Cuando esos azúcares llegan a nuestros intestinos, las bacterias hacen una fiesta y producen mucho gas. Otros productores notables de pedos son: el maíz, la pimienta, el repollo y la leche.

9.- ¿El pedo es un eructo que salió por el lado equivocado?
No. La frase "El eructo es un pedo que tomó el ascensor" es puro folklore. El eructo viene del estómago y tiene una composición química diferente a la de un pedo. Los pedos tienen menos aire atmosférico y más gases producidos por bacterias.

10.- ¿A dónde van los pedos que aguantamos? ¿Cuántas veces uno se aguanta un pedo, pretendiendo soltarlo en la primera oportunidad apropiada y después descubre que ha desaparecido? ¿En realidad salió lentamente, sin que la persona se diera cuenta? ¿Fue absorbido por la corriente sanguínea? ¿O qué fue lo que pasó?
Los médicos están de acuerdo en que el pedo no es ni liberado ni absorbido. Simplemente vuelve a los intestinos y sale luego. Es una variante de la conocida primera ley de la termodinámica: los pedos ni se pierden ni se destruyen, sólo se "demoran".

11.- ¿Es posible "encender" los pedos?
La respuesta es sí. Normalmente los pedos incluyen Metano e Hidrógeno, ambos gases inflamables. Pero Ud. debe tener en cuenta que intentar la ignición de un pedo puede ser peligroso. A saber: no sólo la llama puede retroceder y subir nuevamente por su colon, sino que también su ropa o lo que estuviese cerca, puede prenderse. Las estadísticas confirman que cerca del 25% de las personas que lo intentaron, quemaron sus nalgas y los pelos del culo. Los pedos, curiosamente, tienden a producir llamas azules o amarillas.

12.- ¿Es normal que a uno le guste pedorrear?
Sí. No obstante, si una persona pedorrea en una cantidad que le trae problemas sociales, debe consultar con su médico de inmediato.

13.- ¿Los demás sienten más el olor que el propio autor?
El pedo debería -en teoría- oler tanto para el que lo emite como para las otras personas, pero quien se lo tira tiene una ventaja por el hecho de haberlo propulsado lejos de su cuerpo, en dirección opuesta a su nariz. Sin embargo, el que pedorrea contra el viento anula esa ventaja.

Si a Ud. le pareció interesante este estudio, reenvíelo, sino... ¡no hay pedo! Y recuerde que la verdadera confianza en la pareja, empieza con el primer pedo. ¡¡¡Salud!!!

Pues, qué mejor difusión que colgarlo en el Blog. El autor de este estudio es un tal Víctor M. a quien no tengo el gusto de conocer. Si les pareció interesante, les sugiero que le dediquen al menos una de sus próximas expansiones fisiológicas. Pero tengan cuidado: no levanten la pierna ni lo hagan delante de un policía. Ya saben que eso constituye una conducta socialmente reprobable.

4 comentarios:

  1. Ni tampoco delante de la santa esposa en plena bronca, que Su Señoría ha establecido que es violencia de género y te sale carísimo el cuesco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si la violencia de género se redujera a los pedos, mejor nos iría. Imagínate a una pareja solucionando sus diferencias a pedos.

      Eliminar
  2. Nada que añadir a lo dicho, que además está magníficamente expuesto. Pero en el punto 4º, al referirse a la dilución del olor, se dice que los difíciles de dispersar parecen "pegajosos". Yo en este punto añadiría que los hay que tienen patas: se liberan en un lugar convenientemente alejado, y cuando uno se aproxima de nuevo al grupo nota que el susodicho lo ha venido siguiendo. Vamos, que sólo le falta decir: ¡Papá! ¿No es cierto?.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Interesante puntualización, ésta de los pedos fieles a su creador, que acaban por convertirse en delatores. Ya te aviso de que el tema no está agotado; habrá más entradas al respecto, pero hay que darle tiempo, para que se despeje el mal olor. Un fuerte abrazo.

      Eliminar