lunes, 12 de noviembre de 2012

35. Qué mal va El País

A mí, de pequeño, me enseñaron que la PRISA era mala consejera. No me lo creía hasta que lo he visto. El señor Cebrián declaró hace unos días: “Es una pena, pero no podemos seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades”. Los ingenuos, como yo, pensamos que iba a predicar con el ejemplo, reduciendo un poco su sueldo, que asciende a 13 millones de euros anuales. Pues no. Se refería a echar a la calle a 129 trabajadores, muchos de ellos excelentes profesionales que se han dejado media vida en el periódico.

Estos señores, van a tener un año de paro y, luego, a vivir de la beneficencia, en base a la nueva legislación laboral, que tanto se ha criticado desde El País, y que con tanto desahogo aplican ahora. En la lista de los despedidos, nombres ilustres: Ramón Lobo, Javier Valenzuela, Enric González, José Yoldi. Y el pobre Forges que, según me cuentan los que han liderado la lucha contra el ERE, no se sumó demasiado a las movilizaciones, supongo que un poco por edad (tiene 70, según la Wikipedia) y tal vez con la secreta esperanza de que su buen comportamiento en estos días le eximiera de aparecer en la lista de los defenestrados.

Su esperanza se ha convertido en Aguirre, por seguir con los juegos de palabras, que hoy estoy yo en esa vena, después de ver como doña Botella y su yerno el señor Agag firman a favor de los encerrados en el hospital de La Princesa. Esto es para los que creen que esta señora no se entera. Lo de este país (con minúscula) es “pa cAGAGse". Aquí tienen el link del diario fantasma Público, en donde se detallan las declaraciones de Cebrián el día que anunció el ERE y dijo la frase que se cita en el primer párrafo de esta entrada.

Se lo traigo para que Lisardo no me siga regañando por no haber puesto muchos links en los últimos días y también para que se fijen en una cifra: los 88.000 euros anuales que, según Cebrián, gana de media cada uno de los expulsados por viejos, analógicos y sobrepagados. Mis amigos defenestrados me dicen que es falso, que ellos no ganaban tanto, pero voy a creérmelo, sólo provisionalmente para hacer unos cálculos, que para eso soy de ciencias.

Bueeeeeeeeeeno, vaaaaaaaaale: tengo una calculadora, lo admito, y cualquiera de letras la podría manejar igual de bien que yo. 88.000 euros anuales, por 129 que los cobraban, sale a 11.352.000 euros, es decir, más de un millón y medio menos de lo que cobra Cebrián. Y digo yo: ¿podría seguir saliendo el periódico si el ERE se lo hicieran sólo a Cebrián? Pienso que sí. Desde luego yo lo seguiría leyendo, cosa que posiblemente deje de hacer, en cuanto compruebe que ya no sale el chiste de Forges, ni los reportajes de Enric González desde Israel. Si el ERE se le aplicase sólo a Cebrián, la empresa se ahorraría un millón seiscientos cuarenta y ocho mil euros, además del lucro cesante (preciosa expresión) derivado de los lectores que, como yo, les van a mandar a paseo.

Pero podemos hacer más cálculos. 13 millones entre 12 meses sale a 1.083.333,33 euros al mes. Es decir, entre 30 días, 36.111,11 euros diarios que se lleva de bóbilis nuestro querido amigo de la barba entrerrubia. Es un dinero proporcional a un trabajo tan agotador como el suyo. No habrá sido fácil empeño el proceso de arrinconar poco a poco a los herederos de la familia Polanco, dejando el pastel precocinado en el punto justo para que lo comprase el grupo Liberty, una compañía norteamericana con ánimo de lucro, especializada en hedge funds, que no sé lo que es, pero suena bastante mal. Esa venta tuvo lugar hace unos dos años, creo, y este ERE es uno de sus efectos. Pero, tranquilos. A Cebrián también le llegará su ERE, y si no al tiempo. Estos de los hedge funds no creo que se anden con tonterías.

Si piensan que bromeo con eso de las cosas que suenan mal, se equivocan. Es algo científicamente demostrado. Por ejemplo: ¿saben ustedes por qué el conocido banco HSBC Bank utiliza siglas y no pone nunca su nombre completo? Si entran en Internet y lo buscan, verán lo difícil que resulta averiguar qué significan esas siglas. Aquí les pongo el significado: nada menos que Hong Kong & Shanghay Banking Corporation. No sé a ustedes, pero a mí ese nombre me da mucho miedo. Por eso utilizan las siglas. Si le dieran más publicidad al nombre completo, captarían muchos menos clientes en el mundo occidental.

Mal día éste en el que se han terminado de cargar El País. Desde que salió en 1974, ha sido una referencia para todo un sector de la sociedad, aunque últimamente andaba bastante revirado y había entrado a la pugna con El Mundo a base de igualarse con ellos a la baja. En el fondo y en la forma. Unos y otros se están suicidando ellos solitos, en un mundo en el que la información fluye ya por otros canales.

Habrá que seguir adelante. La verdad es que desconozco si en la lista negra están El Roto, Peridis, Carlos Boyero, John Carlin y tantos otros que cada día nos acercan una visión de la realidad siempre interesante. Yo seguiré leyendo sus artículos y sus viñetas. Y no dudo de que Forges conseguirá otra tribuna, desde la que seguirá publicando sus maravillosas ideas, siempre llenas de ternura. Un colega bloguero (Javier Sanchez, a quien no tengo el gusto de conocer) ha recopilado algunas de las mejores viñetas de este buen hombre sobre la crisis que finalmente se lo ha llevado por delante. Les dejo el link de propina.
 

2 comentarios:

  1. El pollo Juanli creo que fue jefe de informativos de TVE con Farias Navarro al final del frankismo. Y del Pais...no te puedes fiar ni de la numeración de las páginas...(Paco Méndez).

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  2. De acuerdo, Paco, pero para mí es todavía peor El Mundo, que miente desde la propia cabecera (El nombre real es El Inmundo)

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