martes, 21 de julio de 2015

405. No reason to get excited

Eso, que no se pongan nerviosos, que no hay motivo para ello. Todos tranquilos. La situación no invita precisamente al optimismo, pero hay que mantener la calma. Para empezar, el calor sigue sin remitir. Uno consulta la prensa y todos los medios coinciden en anunciar que ahora llega la cuarta ola de calor, que el bochorno repunta después del alivio del fin de semana. Pero ¿de qué alivio hablan? Yo no he dejado de sentir un calor insufrible, ni el sábado ni el domingo. Ni un poquito de aire en movimiento. Esta es la ola de calor más larga e intensa que se ha visto por estos pagos, por mucho que traten de camuflarla con falsos alivios que nadie nota y repuntes igualmente ilusorios porque, si no ha habido alivio, cómo va a haber repunte. Trucos para no reconocer que el cambio climático ha llegado. El cambio está aquí, y nadie hace nada por invertir la tendencia de consumir por encima de las posibilidades del planeta. Pero no hay que ponerse nerviosos. Aquí el chiste de El Roto de hace unas cuantas semanas.


Tampoco nos debe preocupar el aumento continuo de población. Tranquilos, hombre. Hay mucho terreno libre todavía. Si dijo Esperanza Aguirre que en el territorio español hay hectáreas y hectáreas de eriales y terrenos baldíos, susceptibles de ser edificados, pues no vean lo que queda en Mongolia y en las extensiones desérticas que en el mundo abundan. Podríamos llenarlo todo de viviendas y cabría mucha población ahí. España podría exportar a Villar Mir, Florentino y otros emprendedores patrios, que rápidamente construirían ciudades sostenibles, con el informe de impacto ambiental de serie. A lo mejor hasta podemos mandarles al Pocero Bueno, a que haga otra vez el agosto.

El único problema es que el consumo de carne para esa población hipotética sería muy poco sostenible. Ya lo es el actual, como pueden ver en el reportaje al respecto publicado en El País la semana pasada, que pueden leer AQUÍ. Pero no hay motivo para asustarse ni para ponerse nerviosos. A lo mejor falla antes el asunto del agua, como le ha pasado a los de Ferrol. O se peta la electricidad como ya ha sucedido en California en varias ocasiones. ¿Se imaginan estos días sin aire acondicionado, ni frigorífico? Pero nada. Nosotros a lo nuestro. A tumbarnos a la playa y a bañarnos en el mar lleno de medusas. Y sin dejar de mandar polladas por el móvil todo el rato. Y luego, una paellita llena de arena y una buena siesta bajo un pino.

Hay amenazas más próximas y directas, pero tampoco tenemos que preocuparnos. Qué decir del ISIS. Ayer se produjo un atentado que supone un salto cualitativo importante, porque los terroristas entraron en territorio turco. Allí, en la ciudad fronteriza de Suruç se habían concentrado un montón de chavales turcos de grupos de izquierdas, que pretendían cruzar a Kobane, del lado sirio, para ayudar a la reconstrucción de esta ciudad, devastada tras cuatro meses de dominio islamista y reconquistada por los kurdos. En medio de los chavales se inmoló una pobre mujer, forrada de explosivos, con el resultado descrito. Cruzar de Kobane a Suruç es sencillo, lo sé de buena tinta, porque en Kobane está el hijo de un amigo mío, ayudando a que aquello se parezca a un mundo normal y justo. Yo le diría que saliera de allí cagando leches pero, como no creo que me haga caso, pues le mando desde aquí un abrazo muy fuerte. Todo ese horror transcurre en territorios superpoblados, no en desiertos de Mongolia. Allí hay familias y hay niños. La organización Save the Children ha publicado recientemente un vídeo que les pongo  para que lo vean.


Siguiendo nuestro acercamiento a problemas más próximos, pues ahí tenemos la tragedia de la guerra civil de Ucrania. Despues de año y medio, las informaciones son precisas: seis mil muertos, la mayoría civiles, medio millón de desplazados, y la industria de las zonas de Donetsk y Lugansk funcionando a un 20%, agravando la asfixia económica de este desgraciado país, siempre en el centro de los conflictos. Putin es un elemento bastante peligroso, que no está dispuesto a que Ucrania se integre en Europa y en la OTAN, como ya hicieron los Países Bálticos y los demás estados soviéticos, tras la caída del telón de acero. Este hombre no se detiene en minucias. ¿Que la constitución rusa dice que no puede ser reelegido? Pues pone a un hombre de paja para un segundo mandato y así puede él volver para un tercero. ¿Que sale un opositor reuniendo datos de su implicación en Ucrania y convocando marchas anti-Putin? Solución fácil: cuatro tiros a bocajarro. AQUÍ  tienen la información.

Pero Europa se ha desentendido de este molesto conflicto. No hay tiempo para ayudar a Ucrania, centrados como estamos en el empecinamiento por machacar a Grecia, donde el amigo Tsipras ha resultado un bluff, que lo único que ha conseguido es retrasar y agravar la camisa de fuerza a un país que nunca debería haber entrado en la Unión Europea. Tsipras ha peleado contra un enemigo despiadado, con la misma ingenuidad que Don Quijote contra los molinos. Y ha salido igual de escaldado. Como siempre, la voz de mi amigo y tocayo Emilio de la Peña, precisa el asunto desde el punto de vista técnico. Véanlo AQUÍ. Pero tampoco por esto debemos de preocuparnos demasiado. No pasa nada. La Unión Europea nació para evitar que los alemanes provocaran una nueva guerra mundial (la tercera según las cuentas oficiales; la enésima si contamos la de los 100 años y todas las anteriores). Ahora, la señora Merkel ha entrado en una deriva autoritaria que en cierta forma pervierte el espíritu original. Pero no hay que ponerse nerviosos.

Nosotros a lo nuestro. Los catalanes siguen con su raca-raca. Todo lo que sume para llegar a la independencia, es bienvenido. Raül Romera, que ha sido durante años el azote de CiU (pueden comprobarlo AQUÍ), pues ahora se da besos en la boca con Artur Mas. Por cierto, eso de ponerle una diéresis al nombre, para que resulte menos español, es tan ridículo, como que en el País Vasco haya un político rebautizado como Pernando Barrena. Los vascos se están rearmando también y ahora gobiernan en Navarra. No sé cómo es posible que, en una comunidad en donde los abertxales son minoritarios, puedan llegar a hacerse con el poder. Debe de ser por el denostado sistema D’Hont. Volviendo a Cataluña, a mí me parece bien que voten. Yo creo que el pueblo ya tiene toda la información y confío en el tradicional seny de los ciudadanos de esas tierras. Pero allí se ha dejado que determinados sujetos (como Pujol) empollaran el huevo de la serpiente durante 30 años, y el resultado es ahora mismo muy incierto.

Pero, como les he repetido varias veces, no hay que ponerse nerviosos. A veces, un clavo saca a otro clavo. Me explico. A lo mejor, los catalanes se independizan. A lo mejor, España les manda los tanques y se arma una guerra localizada. Eso nos empobrecería al nivel de Grecia. La Unión Europea no nos echaría una mano, como no se la esta echando a Ucrania. Los países desertarían en masa del euro y la Unión se iría a la mierda. En ese momento, Putin aprovecharía para reconquistar los antiguos países soviéticos, empezando por los Bálticos y siguiendo por Polonia, Hungría y los demás. Aprovechando para pillarnos entretenidos en este conflicto, los Islámicos se aprestarían a organizar su cruzada contra Occidente y nos pondrían a todos mirando a La Meca, vestidos de naranja. Finalmente, la escabechina general terminaría por controlar la superpoblación de la Tierra, y dejaríamos de deteriorar el medio ambiente. Y ya no pasaríamos olas de calor como esta. Me refiero a los que quedásemos con vida.

Mientras llega este Armageddon, a mí me están entrando unas ganas enormes de ejercer el derecho a decidir, e independizarme de este mundo empeñado en volver a la primera mitad del Siglo XX, cuando no a la Edad Media. Para subrayar mi conversión en soberanista individual militante, por una Arcadia Unipersonal Efervescente, empezaré por cambiarme el nombre. A partir de ahora me voy a llamar Hëmîliõ Mårʧĵɳěż. A lo mejor es que estos sesenta años de paz y prosperidad (más o menos los que yo tengo), han sido sólo una ilusión. Just an illusion. Buenas tardes.




6 comentarios:

  1. Arriba esos ánimos, hombre. La situación es tan peligrosa como nos dices, pero es así desde siempre. Piensa en la guerra de Corea, la crisis de los misiles de Cuba, Vietnam, el 11-S. Es un mundo ciertamente incierto, pero sólido. El dinero mueve el mundo y, por mucho que se diga, las guerras son globalmente malos negocios, aunque algunos listos aprovechan para hacer su agosto. Las cosas se irán encajando como sea, lo de que los catalanes se independicen tampoco es el fin del mundo, allá ellos, y lo que es importante es mantener el ánimo alto y no dejarse llevar por la tristeza. Tú tienes suficientes recursos para combatirla, sólo necesitas irte a Polonia, hacer mucho senderismo, olvidarte del calor y volver con ánimos renovados. Ya verás que los tiempos que vienen son peligrosos pero interesantísimos. Yo diría apasionantes. Un abrazo.

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    1. Supongo que tienes razón y que unos días por las montañas polacas me harán ver de forma más optimista este mundo "ciertamente incierto" (me encanta la definición). En general tiendo a creer que el mundo de confort minoritario en que habitamos es sólido y seguro (que no justo), pero hay momentos en que las cosas se ven más negras, supongo que en momentos de bajón anímico.
      Por otro lado, creo que lo que me tiene inquieto es la indefinición en mi posición en el Ayuntamiento y eso no creo que evolucione mucho mientras trisco y retozo por los Tatras y sus estribaciones. Espero que, al menos en enero, cuando he de decidir si pido el reenganche, las cosas se hayan aclarado.
      Gracias por tu empeño en darme ánimos. Y no te preocupes: tengo siete vidas, como los gatos.

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  2. La canción del final, supongo que está dedicada los que no se creyeron lo de su vena hortera y su amor por la música disco de los 80. Por lo demás, coincido con lo que dice el comentarista anterior. Las cosas acabarán por encajar de una forma que no podemos anticipar, pero encajarán. La deriva de la Historia da muchas sorpresas.
    Yo no le mando ánimos porque no creo que los necesite. Una abrazo sí. Eso nunca sobra.

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    1. Gracias por el abrazo y por su animo positivo. La canción Just an illusion es, efectivamente, una muestra de esa música que me gustaba y por la que muchos de mis amigos más puristas me consideraban un poco hortera (no me molestaba, era verdad). Además, sale al final (durante los títulos) de la película FX, Efectos Mortales, un film de serie Z, superentretenido, en el que el protagonista es el experto en efectos especiales de unos estudios de cine, al que quieren matar unos gangsters. Toda la película juega al despiste con el espectador, que al final tiene dificultades para discernir lo que es real de lo que es just an illusion.

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  3. Sólo un pero a su texto. Si a lo largo de él repite usted diez o doce veces "no hay que ponerse nervioso" ¿por qué no titula así el post? ¿Qué sentido tiene escribirlo en inglés? Ya sabemos que cada día domina usted mejor esa lengua, no hace falta que nos lo repase por la nariz. Es que nos obliga a buscar el diccionario, encontrar la expresión, etc... No se lo tome a mal, es por chinchar un poquito y también por defendernos de este nuevo esperanto que poco a poco nos invade.
    Un saludo.

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    1. Ese nuevo esperanto que usted dice, ya nos ha invadido y colonizado. Ante ello, sólo caben dos posturas: resistirse, como usted, o relajarse y gozar, que es lo que yo intento. Además, ya ha quedado acreditado que me gusta jugar con los idiomas y las lenguas. Por otro lado, el aprendizaje consiste sólo en practicar y repetir. El inglés está a su alcance, como al de cualquiera, de la edad que sea.
      Tal vez usted es de los que cree que yo explico todas las claves de lo que digo, pero no es así. No reason to get excited es un verso de Bob Dylan, en su excelente tema All along the watchtower. Lo puede usted encontrar en el post #330, junto con una versión fastuosa de Jimmy Hendrix. Ante mi ansiedad por salir de la calma chicha laboral en la que vivo, me vino a la cabeza esa estrofa en inglés, qué le vamos a hacer.
      Saludos cordiales.

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