Bien, tras descansar una semana, ayer
reanudé mi escritura con un asunto de los que más gustan a mis lectores (según
las estadísticas) y ya toca empezar a dar caña. Porque, aunque uno se salga del
mundo una semana, los poderes que se están cargando el estado de bienestar que
hemos disfrutado en los últimos cincuenta años, no se detienen; continúan con
su raca-raca y hay que seguir denunciándolo. Porque este Blog no sería nada si nos
entretenemos haciendo chistes sobre el papel higiénico, mientras el Bundesbank,
el FMI y sus adláteres conspiran para que volvamos a limpiarnos el culo con
periódicos.
Así que vamos a empezar por
atizarle al de la foto. Creo que a lo largo de estos ocho meses he dejado clara
una postura, tal vez un poco escorada a la izquierda, pero bastante imparcial y
matizada por una distancia crítica sobre el repelente mundo de los políticos
actuales. Es mi postura natural. Yo no me caso con nadie y entiendo que la
gente como yo ocupamos un hueco propio entre los que observan la actualidad con
miradas condicionadas por prejuicios y visiones predeterminadas. ¿Qué decir de
este sujeto que ven aquí abajo, con cara de maquinista loco quemando los
vagones al grito de más madera? Vamos
allá.
1.- El de la foto llegó al poder
con un programa político, que la ciudadanía votó mayoritariamente, y que está siendo
incumplido de forma contumaz (Diccionario de la RAE: contumacia: persistencia
en el error).
2.- El de la foto dice que no
está haciendo lo que prometió, sino lo que hay que hacer. Mi opinión es que
está haciendo lo que le dicen que hay que hacer, que no es lo mismo.
3.- Podríamos admitir que hiciera
lo que le dicen que hay que hacer, si nos convence de que no se puede hacer
otra cosa, pero lo que es inadmisible es que no nos lo explique. Hollande se
tiró el otro día tres horas explicando cosas igual de difíciles de tragar. Y el
presidente de Portugal, sale todo el rato a dar explicaciones. Otra cosa es que
los portugueses se las traguen.
4.- El de la foto está
consintiendo que, al socaire de la crisis, los elementos más retrógrados de su
partido impongan a la sociedad española una serie de retrocesos impensables, que
ni sus mismos votantes apoyan, como el impedir el aborto en casos de
malformación del feto, o que la religión cuente como las matemáticas a la hora
de hacer currículum. Sólo le queda prohibir el divorcio.
5.- Estas indecencias vienen
promovidas por frikis como Wert (lo
que hay que Wert), y por el sedicente Gallardón, el tipo con cara de punta de
espárrago transgénico, tan obsesionado en adelantar a su jefe por cualquier
hueco que, harto de intentar pasarle por la izquierda, ha decidido buscar los
carriles de la derecha. Cualquier cosa con tal de mandar.
6.- La actitud del de la foto no
trasluce un gran fanatismo en relación con ese modelo ideológico arcaico que
nos están calzando a contrapelo. Más bien parece que le da igual. Se la suda. Una
actitud displicente que me parece todavía más insultante para los ciudadanos.
7.- Este ejemplar de pasota
gallego se expresa sobre todo en sus comentarios casuales
(y mañana el coñazo del desfile) y
algunas de sus actitudes (paseo por la quinta Avenida fumándose un Cohiba).
8.- El colmo de ese desprecio al
ciudadano son las ruedas de prensa en las que congrega a los periodistas en torno
a una pantalla de plasma. Ni en Corea del Norte hacen eso.
9.- En paralelo a ese
despropósito masivo, resulta que no hacen más que aparecer casos de corrupción,
gúrteles, urdangarines y bankias, revelando con qué desahogo se lo llevaban
crudo los gerifaltes del partido de este señor, sin que a él se le caiga la barba de vergüenza. Es que no se le mueve
un solo músculo facial al respecto.
10.- El colmo de este escándalo
está en los papeles de Bárcenas, certificados como auténticos por la policía, que
revelan que el de la foto y sus principales colegas han estado cobrando
sobresueldos ilegales durante once años.
11.- Contraponiendo esta
situación con la de decenas de miles de familias que se ven desahuciadas de sus
casas, o sufren la desgracia de que sus adultos se queden en el paro, o que sus hijos se vean condenados a la emigración,
es inevitable establecer una relación directa entre una cosa y la otra.
12.- Pero el de la foto se llama
andana. Niega la mayor. Niega la evidencia. No dice nada porque nada tiene que
decir.
Vistos estos doce puntos, tengo
que concluir que no me siento representado por este señor, cuyo nivel de
idiomas le lleva a decir cosas tan estrambóticas como “It’s very difficult todo esto” y que encabeza el peor gobierno de toda
la democracia. Que difícilmente pueden arreglar el desaguisado los mismos que
lo han generado. Que tienen que venir otros, porque estos impresentables no nos
valen. Que durante un tiempo se les ha dejado el beneficio de la duda, pensando
que su política podía ser una especie de medicina necesaria para empezar una
nueva época, pero que esa excusa ya no les vale, porque, suponiendo que
arranquemos algún día, vamos a salir de tan atrás que no nos va a valer de
nada.
Que se vaya el de la foto. Que se
vaya ya. Que lo devuelvan al corral y saquen al sobrero.
El caso, mi querido Emilio, es que nos hemos quedado sin sobrero.
ResponderEliminarMal vamos, sí.
Tienes razón, amigo Groucho. En realidad, Rajoy ya es el sobrero. Los españoles devolvimos al corral a Zapatero y nos ha salido un sobrero bastante deficiente. No sé quien es peor. Creo que ninguno de los dos sería capaz de negarse a hacer lo que les dicen (Merkel y los demás) que hay que hacer.
Eliminar