lunes, 26 de julio de 2021

1.071. ¡¡Ya semos Patrimonio de la Humanidad!!

Sí señor, lo digo con toda intención en primera persona de plural castizo, porque yo salgo a correr al Retiro dos o tres veces por semana y hago allí mis estiramientos y mi esfuerzo cotidiano de runner, en un parque maravilloso del que he sido usuario de soltero romántico y lector solitario, de juerguista noctívago que acababa durmiendo la mona en alguna pradera, de novio esperanzado, de paseante con niños pequeños, de paseador de perro, de ciclista, de asiduo de la Feria del Libro (en la que llegué a firmar ejemplares de mi novela corta premiada hace una eternidad), de instructor de corredores, de sprinter en la llegada del marathón y tantos otros recuerdos asociados. Mi momento favorito eran las mañanas de sábado o domingo, cuando me sentaba en un banco a leer la prensa del día, a la espera de la hora del vermú en cualquiera de sus terrazas. El Retiro es parte de mi historia y yo formo parte del Retiro. Así que yo también me considero reconocido como Patrimonio de la Humanidad. ¡¡¡Bravo!!!

A partir de este miércoles tendré que empezar a correr con más cuidado por el Paisaje de la Luz recién reconocido como tal. Lo cierto es que yo ya me referí a la candidatura de esta importante pieza de la ciudad, hace la friolera de seis años y medio, en un post al que les voy a poner el enlace, porque me parece que explica y pone en contexto el asunto. Les prevengo de dos errores. El link en el que podían escucharse íntegramente una serie de conferencias, entre ellas la extraordinaria de Carmen Añón, ya no funciona; no se molesten en buscarlo. Y, según leo ahora, el Paseo del Prado ya existía como tal antes del Retiro, desde tiempos de Felipe II, si bien fue Carlos III el que le dio la forma definitiva. Para leerlo ha de pinchar aquí: Post #335.

Como decía en ese texto, para proponer un paraje, edificio o conjunto edificado para Patrimonio de la UNESCO, se requiere un consenso de las administraciones local, regional y estatal, ya que esta última es la que elabora la llamada Lista Provisional y el único interlocutor que reconoce como tal la UNESCO. Ese tipo de consensos es rara avis en nuestro país, esto ha sido una excepción. La idea de la iniciativa fue de la señora Botella, imagino que se lo recomendó algún asesor, pero es de justicia reconocer que fue ella la primera impulsora. Durante los años de Carmena se dio el empujón definitivo, se montó el equipo técnico que tendría que elaborar la documentación a presentar y hacer todo el trabajo de investigación y de lanzamiento de la campaña. Y se consiguió que el Estado incluyera la propuesta en la Lista Provisional, paso necesario para postularse.

A Almeida le tocó recibir a finales de 2019 a los inspectores de la UNESCO, que han de puntuar todas las propuestas y que, por cierto, no se mostraron demasiado entusiasmados. Ahora dice la prensa que veían claro reconocer el Paseo del Prado, pero no tanto el Retiro. Mis informaciones decían lo contrario, que lo que les horrorizó fue que en el Paseo del Prado haya cinco carriles rodados por sentido (lo sé porque he de cruzarlo cuando salgo a correr y a veces hasta escucho a Mephisto animándome). Además del gran tráfico que discurre por la calle Alfonso XII. Esto hacía que el ámbito propuesto estuviera cruzado por un doble río de coches y autobuses. Pero finalmente, los miembros del Patronato votaron ayer y decidieron concedernos la categoría solicitada. Imagino que en la prensa podrán encontrar mucha información al respecto en los próximos días.

No las tenía yo todas conmigo, porque mantener el Paseo del Prado en las condiciones en las que está, transformado en una arteria de tráfico de diez carriles, demuestra que somos unos auténticos paletos en el tema de la movilidad. Yo espero llegar a ver cómo se reduce ese despropósito y se dulcifica la sección de la calle. El hecho de formar parte de un área declarada Patrimonio de la UNESCO probablemente facilite la concesión de ayudas para su cuidado, mantenimiento y reforma del modelo de tráfico hacia fórmulas menos agresivas. A mí lo que me gustaría destacar aquí es que las tres administraciones han trabajado de forma conjunta, algo muy insólito en este país de envidiosos y fraCasados, cuyo único programa es decir que el otro lo hace MUY MAL. La rareza se plasma en esta foto en la que varios de los implicados posan después de conocer el fallo, para lo que habían sido oportunamente convocados.  



Por la izquierda vemos a Andrea Levy, concejala de Cultura, Begoña Villacís tan guapa como siempre, el enano Almeida y el no menos enano Iceta, nuevo y flamante ministro de Cultura. Del lado de la derecha sólo identifico a la señora Ayuso, no sé quiénes son los otros tres, aunque me consta que también estuvo presente el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores. Los reunieron a todos a la una, para presenciar por videoconferencia la votación de los miembros del Patronato de la UNESCO, que estaban reunidos en una ciudad china. Luego la cosa se fue retrasando y el fallo no se conoció hasta cerca de las cuatro. Digo yo que a los ilustres contertulios les sacarían unas cervecitas con unos pinchos, no sé, unos taquitos de jamón y queso, unas croquetas, que el hambre es muy mala cosa para los nervios.

Yo siempre he estado a favor de esta candidatura, desde el primer momento, como se puede ver en mi viejo post. Pero he de decir aquí que, en las diferentes etapas, me ha tocado escuchar toda clase de opiniones descalificantes, sobre una iniciativa que no trae a la ciudad más que beneficios. En concreto, en los primeros tiempos tuve que oír a muchos izquierdosos sin cerebro que criticaban la propuesta sólo porque venía de la señora Botella. Todo lo que proponía esta señora era malo por definición, antes incluso de que se le ocurriera. Y en los tiempos de Carmena, lo mismo: el facherío diciendo que si la abuelita de Podemos ya estaba demente, que nunca nos lo iban a dar, etc.

Digo esto porque, vale, los políticos que tenemos son unos impresentables y este país no se merece semejantes políticos, pero la banda de corifeos, tuiteros, enteradillos, cuñaos y otros especímenes que les ríen las gracias y los jalean (por no hablar de la prensa carroñera), tiene también mucho delito. Estoy hasta los huevos de la gente que lanza opiniones sólo dictadas por su previa adscripción ideológica, de uno y de otro signo. A mí me parece que el personal debería informarse de las cosas y luego opinar de forma sincera e imparcial. Lo contrario aúpa al poder a políticos tan nefastos como el fraCasado, que no es más que un indicativo del nivel de debate de este país de tertulianos de barra. Al fraCasado le estoy rumiando un post en exclusiva, porque creo que realmente España no se merece un jefe de la oposición como él.

Pero volviendo al tema este de Retiro/Paseo del Prado, hay un episodio que tal vez ustedes, queridos lectores, hayan olvidado y que está en el origen de todo este proceso. El Área llamada Recoletos-Prado fue definida en el Plan General de 1997 como ámbito a desarrollar con posterioridad. Y en el desarrollo de esta área de planeamiento remitido se pusieron en evidencia todos los vicios  y malas prácticas de la política local más bananera. El Ayuntamiento de Álvarez del Manzano se afanó en desarrollar el proyecto de ese eje, pero entonces el, a la sazón, presidente regional Ruiz Gallardón, sólo por joder, declaró la mayor parte de dicha área como BIC, Bien de Interés Cultural, con lo que el Ayuntamiento ya no podía hacer el proyecto él solo, sino que tenía que someterlo al dictamen de la Comisión Regional de Patrimonio.

Manzano lanzó un concurso internacional de ideas, organizado por el COAM, en donde se presentaron diversas propuestas. Los concursos que montaba el COAM en ese tiempo estaban muy mediatizados por los sesgos gremiales y endogámicos de la profesión. Según supe de buena fuente, en el jurado se significaron dos bandos, cuyo principal objetivo era negativo: el bando A estaba empeñado en que no ganara el protegido del bando B, y viceversa. Esa inquina desembocó en que finalmente ganase un tercero en discordia con el que nadie contaba: el equipo encabezado por el prestigioso arquitecto portugués Siza Vieira. Siza es un gran arquitecto (aunque a mí me gusta más Souto de Moura), pero como urbanista es bastante discutible, y no hay más que darse una vuelta por el barrio lisboeta del Chiado, reformado por este señor, que lo convirtió en una especie de decorado a la manera de los cuadros de Giorgio de Chirico, con una falta de jardines y arbolado clamorosa.

Pero, las vueltas que da la vida: cuando llegó la hora de desarrollar la propuesta ganadora, resulta que Gallardón había pasado a ser el nuevo alcalde, versión actualizada del alguacil alguacilado, y no podía desarrollar el proyecto sin la fiscalización de la Comunidad, en donde ahora reinaba Esperanza, que no perdió la ocasión de joder a su enemigo más odiado. Una forma de justicia poética. Pero ya saben que Gallardón era cabezota. Tiró para adelante y ahí se pudo ver que el proyecto de Siza se llevaba por delante la mayor parte del arbolado histórico del paseo. Cierto que plantaba otros nuevos en número superior, pero era un auténtico disparate, que incluso se intentó vender con mensajes mentirosos de que ese arbolado estaba muy mal y era peligroso porque se podía caer sobre los coches.

Eso derivó en infinitas reuniones con el equipo, en las que se le pedía que dulcificara la propuesta para salvar al arbolado. Pero se negaban. Es que los arbolitos que pretendían plantar en vez de los viejos quedaban de puta madre en los planos, tan alineaditos ellos. Ese era todo el problema: los árboles existentes estaban plantados de manera aleatoria. Los nuevos seguían un esquema compositivo. Pero, cuando llegaran a tener el porte de los anteriores, como suele decirse, todos calvos. Era un verdadero despropósito. Una tontuna de los arquitectos que, con perdón, a veces tienen más peligro que los políticos, que ya es decir, lo que se eleva al cubo cuando encima han ganado un premio internacional. Desde los servicios técnicos en los que yo me desempeñaba, se intentó que los premiados movieran un poquito sus líneas compositivas, para salvar el mayor número de árboles posible, lo que derivó en incontables reuniones maratonianas, invariablemente cerradas sin fruto alguno.

El dibujo que había ideado el señor Siza era intocable para los de su equipo, algo así como la doctrina de una iglesia inflexible. En las reuniones con ellos, llegaban a ejercer modalidades de chantaje sentimental: qué disgusto se va a llevar el maestro viendo cómo le tocan su maravillosa composición por motivos ajenos a la ortodoxia arquitectónica. En un par de ocasiones, cuando se vieron muy acorralados, recurrieron a traerse desde Lisboa al propio Siza, octogenario visiblemente molesto de que lo pasearan como un espantajo votivo a su edad, hasta el punto de que llegó a quedarse dormido en al menos una de estas reuniones (lo juro, yo lo vi). El viejo Siza acudía a estos saraos acompañado por su mujer, que era la que, cuando ya se hartaba, se ponía de pie y se llevaba fuera a su soñoliento marido, lo que clausuraba abruptamente la reunión sin haber llegado a ningún tipo de acuerdo.

Los del equipo habían ganado un premio internacional, escolti tú, y nosotros, pobres mindundis del Ayuntamiento, no éramos nadie para mover un milímetro las líneas de los planos de su maestro y gurú. Finalmente, lograron el apoyo del propio Gallardón, que era un kamikaze como ustedes saben, y ya parecía que nadie nos podría salvar de la tropelía que se preparaba. ¿Y cómo acabó la cosa? Pues con la intervención de la Baronesa Thyssen, de soltera Carmen Cervera, que no estaba muy contenta con la forma en que la propuesta de Siza trataba su museo. Esta señora, montó un auténtico motín frente al edificio, en el que amenazó con subirse al árbol más alto y encadenarse allí hasta que se desistiera del proyecto. Y consiguió numerosos apoyos, incluidos los de la presidenta regional Esperanza y la ministra de Cultura cuyo nombre he olvidado. Pueden leer una breve reseña de dicho motín pinchando AQUÍ.

Y así terminó aquel dislate. Así que quedémonos con las diversas moralejas de esta historia. A veces los personajes que menos nos gustan hacen cosas buenas. Y es justo que se las reconozcamos. Porque lo contrario es convertirnos en fraCasados. Tal como yo lo veo, aquí se produjeron una serie de hechos casuales encadenados. Por un concurso manipulado por la Oficina de Concursos del COAM, gana de chiripa un equipo encabezado por un gran santón de la arquitectura (que sigue siendo objeto de adoración en la Escuela). Los de dicho equipo se vienen arriba con el premio, convierten los diseños de Siza en dogma intocable y amagan con cometer una auténtica atrocidad, que se hubiera cargado este maravilloso paseo del que ahora gozamos y cuyos árboles no se caen sobre los coches, como auguraban torticeramente sus partidarios. 

Frente a esta amenaza sobre la ciudad y sus árboles, originada por una banda de gente ilustrada y fanática, se erige en bastión del sentido común una persona a la que se suele tener por ignorante y poco formada, sólo porque su posición de privilegio le viene por matrimonio. Digámoslo claro: la señora Thyssen salvó a la ciudad de un arboricidio masivo que habría sido una catástrofe. Y aquí aparece otra señora a la que la posición le viene por matrimonio: la señora Botella era en esos momentos la concejala del área de Medio Ambiente. Y estoy seguro de que en su fuero interno se alegró de que las cosas terminaran como terminaron, a pesar de los deseos del cabezota de su jefe. 

Y, años después, esta misma señora, ya de alcaldesa, fue quien tuvo la brillante idea de presentar el Retiro y el Paseo del Prado a la UNESCO, para que fueran declarados Patrimonio de la Humanidad. La idea y la delimitación del ámbito, que no se ha variado desde la propuesta inicial. Lo demás vino después. Ya ven que nada es lo que parece. Yo estaré eternamente agradecido a estas dos señoras por lo que finalmente ha quedado de sus decisiones: un lugar reconocido internacionalmente, por el que yo me muevo habitualmente, con todo el gusto del mundo. Les dejo, que en un rato me voy a mi clase de yoga. En estos días de alivio térmico, Madrid está de lo más agradable. Este post lo he redactado en mi terraza, resguardado del sol por los toldos renovados y con una taza de té en la mano. Que tengan buena semana. Y sigan cuidándose, que el virus sigue suelto por ahí.

6 comentarios:

  1. Brillante narración, Emilio, como siempre que abordas el apasionante tema del urbanismo. Sólo un reproche, gigante: Ni Almeida ni Iceta son enanos; el primero mide 164 y el segundo 165 cm., están en la media mundial. O miden como todo el mundo, entre un metro y dos.
    Y un deseo: Que Mrs. Levy saque sus zarpitas de Medialab. Con esto, la alegría sería completa.

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    1. Desgraciadamente, el Medialab ya está cerrado a cal y canto. Esta señora es muy corta de perspectiva: es más lo que pierden en imagen a nivel internacional, que lo que podrían ganar poniendo ahí un museo más.
      Acuso recibo de tu amonestación; no se debe de insultar a los bajitos, aunque mi adjetivo era puramente descriptivo.
      Y un ejemplo patente de la importancia de las comas: no sería lo mismo decir "Sólo un reproche gigante" (así lo leí yo al principio), que "Sólo un reproche, gigante".
      Un abrazo fuerte, amiga.

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  2. Este blog debería ser reconocido también como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Así tendría usted doble reconocimiento.

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    1. Bueno, yo me conformo con ser parte de ese Patrimonio como usuario del Retiro. Lo demás forma parte de la coña permanente de esta tribuna.

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  3. Me uno a los comentarios anteriores respecto a lo brillante de esta entrada de tu blog. También admito que Almeida e Iceta no sean enanos. Se puede discrepar del que llame enano a nuestro alcalde, pero desde luego no hay discrepancia posible cuando se le aplica el otro nombre por el que es conocido.
    Otra cosa: ya estoy pendiente de tu post dedicado en exclusiva al señor fraMarried. Supongo que estaré de acuerdo con lo que cuentes, pero seguro me mostrarás puntos de vista nuevos para mí pues, como siempre, vas unos pasos por delante.
    Es que me tiene preocupado que el máximo exponente de la derecha española sea alguien así. A mí, por mi concepción del mundo, me gustaría que no gobernasen las derechas — privatizaciones, mercado como lo concibe Rato, competitividad contra colaboración, etc. — pero hay otras concepciones del mundo y en algunas cosas hasta pueden ser más acertadas que las mías (no lo creo, si lo creyese las adoptaría), y hay muchos que quieren que se funcione según ellas y si son más los que quieren eso, tengo que aceptarlo. Y ocurrirá y gobernarán las derechas. Pero si tienen que hacerlo, me pido alguien como la Merkel.
    Y no porque sepa de mecánica cuántica.

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    1. Totalmente de acuerdo en lo que dices. A mí me intranquiliza mucho que la derecha esté en manos de semejante petimetre, porque, llegado el momento de las elecciones, los votantes de derechas le van a votar obediente y masivamente: no tuvieron ningún problema para votar a un corrupto (Rajoy), un tío muy feo (Almeida) o una insustancial (Ayuso, cuando ganó; luego ha demostrado algo más de peso). Ellos votan siempre. A ver si encuentro el tiempo y el momento para dedicarle un post a este caballerete.

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