miércoles, 7 de julio de 2021

1.065. Faster

¡¡¡¡AAAAAAYYYYYY QUÉ NERVIOSSSS!!!! que este viernes se publica el primer single del nuevo disco de Samantha Fish. Ya les conté que el otro día hicieron un party para una audición privada del álbum completo. Y ahora las noticias sobre el lanzamiento del disco salen como churros, cada día una nueva. Cuando se publicó el anterior disco de Sam, Kill or be kind, como en octubre de 2019, yo no la conocía todavía y no sé si la promoción fue como esta. Sea como sea, Sam lleva más de diez años en la carretera, dejándose la piel, grabando unos discos muy buenos y mejorando siempre su técnica guitarrera y vocal. Sin ningún gran resultado a nivel de listas de ventas, premios, etc, excepto en el mundillo del blues, donde ya no la pueden dar más premios. Tal vez ella quiera dar ya un paso hacia adelante y lanzarse a competir en la superliga del rock. Lo que no va a hacer es renunciar a su estilo, a su forma de cantar, tocar y componer.

Pero está en su derecho de hacer un gran lanzamiento comercial, guiada por el productor del disco, Martin Kierszenbaum, un tipo al que ella ha buscado y que de este negocio sabe un rato. Vayamos por partes. Lo primero que se anunció fue el lanzamiento mundial del primer single este viernes. El anuncio se produjo el domingo pasado en el medio digital The Pop Independent. Abajo pueden ver la imagen. La canción se llama Twisted Ambition, algo así como ambición torcida, o quizá frustrada. Verán que el superproductor se hace cargo también de los teclados y que, para la grabación, Sam ha reclutado al prestigioso y veterano batería Josh Freese y al bajo Diego Navaira, del grupo tejano The Last Bucaneros. Aquí el anuncio. 

Lo siguiente que se dio a conocer es el título del álbum: Faster, es decir, más rápido o, en una de mis traducciones libres, Deprisa, deprisa. Entonces se anunció que la canción del single se podría escuchar por primera vez en las ondas el miércoles (hoy) en la emisora de Kansas City The Bridge. Samantha tiene mucho arraigo en su ciudad natal y cuida mucho estos detalles. Además, está muy vinculada a esta emisora, para la que siempre que puede hace conciertos acústicos, alguno de los cuales les he traído al blog. La canción se escucharía junto con una entrevista con la diva, de unos diez minutos, y esto sería a las 8.30am, hora de Kansas. Trasladando a la hora de Madrid, las 15.00. Una putada, porque yo tenía hoy una cita para comer con una dama, como parte de esa vida que lleva el Emilio real y que en el blog se desvela lo justo.

El Emilio personaje del blog está coladito-coladito por Sam, pero en esta ocasión ha debido dejar su sitio al ego principal, que no estoy tan loco como para anular una cita galante por quince minutos de atender a mi alter-ego de fan incondicional de Sam. Bien es cierto que pensé que sería sencillo escucharlo todo después, pero estamos hablando de técnicas de promoción de alto nivel. Esta tarde, entrando en la Web de la emisora, he logrado escuchar los 11 minutos de entrevista. La canción no se puede oír ya hasta el viernes. El que se la haya perdido como yo, no puede hacer nada. En la entrevista le preguntan cuál es el mensaje de la canción y Sam habla de empoderamiento, de energía, de confianza, de cambiar las estructuras de poder y de que cada uno/a pueda ser responsable de sí mismo/a y hacerse cargo de su vida. Casi nada.  

Pero siguen saliendo imágenes y pequeños mensajes sobre el disco a punto de publicarse. Yo creo que Sam está pulsando el ambiente. Ella lo que quiere es vender muchos discos y que la llamen para los programas de radio y TV de las grandes cadenas. Veamos otra imagen. Parece que el single que se lanza este viernes irá acompañado de un vídeo promocional. Y para el anuncio de su emisión en la emisora The Bridge, han utilizado una imagen supuestamente de ese vídeo. Véanla.

También se ha circulado esta otra imagen en la que Samantha posa como una señora. Ella es camaleónica como sabemos y sabe disfrazarse de joven señora de la clase media alta de Kansas, para tranquilidad de sus paisanos, aunque luego les cante las letras reivindicativas y rompedoras de Kill or be kind y se las tengan que tragar. Vean la imagen que les digo.

Y ahora vamos al quid de la cuestión. Porque, al lado de estas imágenes que se están difundiendo estos días (y no por casualidad), se ha publicado está otra que les voy a poner ahora y que podría ser la portada del álbum, aunque tampoco es seguro que lo vaya a ser, ya les digo que Sam está pulsando el ambiente. Y con esta imagen ya se ha armado una polémica importante entre los seguidores de las páginas de Facebook que gravitan en torno a Sam y de las que soy miembro. Vean la imagen y seguimos.

Ya ven: qué escándalo. No sé si lo han advertido pero, en casi todos los vídeos de conciertos de Sam que les he traído al blog, se puede observar que la mayor parte del público que la sigue y la adora es mayor, que abundan las calvas, las canas y las barbas del abuelo de Heidi. Y este tipo de personal, a veces es un poco puritano, qué le vamos a hacer. Parte de sus seguidores en Facebook se han puesto a decir que Sam es una mujer elegante, que esta imagen la degrada y la convierte en mujer objeto y que ella es grande por su manera de cantar y tocar la guitarra y no necesita rebajarse a hacer ese tipo de imágenes promocionales. Otra parte importante de sus fans, entre la que me cuento yo, piensa lo contrario, que es una imagen ciertamente provocativa, pero muy sugerente, que Sam adopta un look de malota para épater le bourgeois. Y parece que lo ha conseguido.

Ese mismo público yanqui que se escandaliza por estas cosas, luego se traga la final de la Super Bowl en cuyo intermedio salen Shakira y Jennifer Lopez medio en pelotas, moviendo el culo como posesas en posturas de stripper y en horario de máxima audiencia, sin que ningún garrulo de Arkansas diga nada en contra. Tengo que aclararles que en USA, eso de sacar la lengua está muy mal visto. Por eso, Miley Cyrus, cuando quería presumir de mala-malísima, además de confesarse bisexual, drogadicta y no sé cuantas cosas más, sacaba la lengua todo el rato. En España, como ya he dicho en el blog, eso de la lengua no nos escandaliza lo más mínimo, porque estamos curados de espanto desde que Mónica Naranjo nos mostró las amígdalas gritando aquello de SobrevivirEEEEEEEEE.  

En la polémica, alguna gente, sobre todo mujeres, dicen que no les parece bien esa portada, que es una imagen innecesaria para una artista cuya fama proviene de su forma de cantar, tocar y componer. Les responden algunos, con contestaciones realmente acertadas y ácidas. Por ejemplo, uno que dice: ꟷ¿Entonces tú crees que ella sale a escena con unos tacones imposibles y un pantalón de cuero ajustado, sólo porque así toca la guitarra y se mueve por el escenario más cómodamente? Me parece que la cosa está bien clara. Y alguna de las mujeres más críticas se defiende diciendo: ꟷNo, si a mí no me produce escándalo, si es que temo por ella, por que entre en una dinámica en la que la gran industria se la coma y creo que no se merece eso. Este es el rizo que habitualmente rizan los puritanos: no, si es por su bien. Otro tipo bastante harto del tema, llega a decir que lo que les pasa a algunas es que tienen envidia de no ser tan guapas.

¿Cuál es mi opinión? Pues yo creo que Sam quiere dar un paso adelante en su carrera, que está cansada de hacer unos discos y unos conciertos cojonudos, lleva diez años en ello, y sin embargo no acaba de ser reconocida como artista de primer nivel. Desde luego que es lo suficientemente lista como para no dejarse atrapar por el sistema; es ella quien ha llamado al productor del disco, lo ha elaborado con él, de forma colaborativa, y está también encima de toda la promoción y el marketing, porque esa es su personalidad. Creo que en el retrato que hice de ella en cuatro posts consecutivos, dibujé muy bien esa personalidad. Lo primero que dije es que es una mujer muy chochi, y lo segundo, que es una fenicia.

Sam es una mujer que tiene mucho sex-appeal, le gustan los hombres, le gusta arreglarse y ponerse guapa para salir a escena, le gusta sentirse deseada. Pero es que, además, en la sociedad en la que vivimos, el sexo vende y Sam lo que quiere por encima de todo es que su disco se venda muchísimo. A lo largo de su carrera, Sam ya ha cultivado su lado sexi en diversos vídeos, como el de Chills and Fever en el que aparecía en una cama de la que brotaban muchas manos que la acariciaban, lo hemos visto en el blog. Pero creo que no les he traído este otro que les pongo más abajo. Es un vídeo muy del principio, creo que de 2014.

Sam se disfraza de malota (ciertamente sin demasiado éxito, porque a pesar del disfraz, sus gestos delatan que es una buena persona). La vemos jugando a las cartas en un garito y bebiendo ginebra, según manda la letra de la canción que ella misma ha compuesto y que es cojonuda. En otras escenas se la puede ver cavando una tumba y también tocando la guitarra sobre unas peñas de la costa, en un lugar de grandes recuerdos para mí, porque esa es la orilla del lago Michigan, la ciudad cuyas luces se ven al fondo es Chicago y yo salí a correr de noche por esa costa y vi amanecer sobre el lago, en uno de esos viajes mágicos que se han contado en el blog. Vean lo que les digo. La canción  se llama Lay it down.

Por otro lado, yo la portada (si es que finalmente es esa), la entiendo más en clave de homenaje a las grandes portadas de los 80, las que solían usar artistas como Prince, Roxi Music o los mismos Stones, artistas todos a los que Sam, que tiene una cultura rockera amplísima, conoce y admira. Vamos, que la imagen me parece cojonuda. Y, como dice un fan, tal vez no sea finalmente la portada, sino lo que se llama un teaser (joder, si no saben lo que es un teaser no es culpa mía, nosotros en el curre hacíamos teasers de Reinventing Cities todo el rato, para desplegarlos en los actos de difusión que organizábamos). Y dice este fan, entusiasta de la portada como yo, que se lo imagina en tamaño gigante en una medianera del Sunset Boulevard, o en Crescent Heights en LA (por cierto, lugares por donde se desarrolló otro de mis viajes blogueros inolvidables) y que no tiene duda de que, en poco tiempo, la llamarían para actuar con su grupo en las mayores cadenas de TV.

En fin, aparte de la portada, lo que todos queremos es oír la música. Dice uno de los que ha tenido la suerte de escucharlo a mediodía, que es puro rock’n roll desde la primera nota que toca Sam. Ya tengo la lista de los títulos de las doce canciones que componen el disco, pero para qué se la voy a contar. Algunas tienen títulos significativos (traducidos): todo el hielo sin whisky, mejor estar sola, guerra imaginaria, etc. Tiempo habrá de irlas escuchando. Han visto también que Sam usa unos músicos para sus grabaciones en estudio y otros diferentes para las giras. Lo ha hecho así toda la vida.

El otro día les decía que era imposible ver el concierto que dió en Portland hace unos días con su nuevo grupo. Un colega de la fan-page nos ha copiado del Vimeo de pago algunas de las canciones y yo las he guardado. Espero que funcione. Ustedes pinchan el link, y luego han de aumentar de tamaño el vídeo dos veces. Podrán comprobar lo que ya les he contado: que el teclista es muy bueno y le da mucho cuerpo al grupo y que la chica de la batería es espectacular, un fichaje acojonante, una de las percusionistas jóvenes con más proyección de América. Y la complicidad entre ellas es real. El link AQUÍ. Al acabar, han de cerrar la pestaña, si no quieren que se les cuelen otros vídeos. Que disfruten ustedes del jueves, que ya viene el calor otra vez.

2 comentarios:

  1. Eso de la portada es un debate rancio, propio de estos tiempos retrógrados que están volviendo. Cuando el auge del rock todo era diferente, pero todo cambió con la llegada del SIDA. Dichosos los que pudimos vivir aquellos tiempos tan fecundos.

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    1. Sí, como diría cualquier futbolista o famoso interrogado al respecto: pues la verda'j que sí. Pero los más jóvenes vienen apretando otra vez. Lo peor son las generaciones intermedias.

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