Hoy les voy a proponer un texto técnico, para que vean
que también domino otro tipo de relato además del bloguero. El pasado 5 de
diciembre, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó el Plan Estratégico
de Regeneración Urbana Madrid-Recupera. Es el trabajo al que se ha dedicado en cuerpo y alma la
Dirección General de Planificación Estratégica, a la que pertenezco. Cuando se
empezó a escribir la Memoria de este Plan, yo le pedí a mi jefa que me dejara
redactar el primer punto: "Contexto y antecedentes". Escribí un largo texto
y a mi jefa le encantó, me lo agradeció en público y dijo que ese discurso
ponía en contexto todo lo que estábamos haciendo. De eso hace más de un año,
tiempo en el que el Plan y su Memoria han sufrido el escrutinio menudo de
todas las instancias superiores, como es natural. Todos los jefes y jefazos, y hasta el
propio Concejal, lo consideraron correcto. Peeeeero ¡amigo! Faltaba por sortear
la Brunete Burocrática, también conocida como Frente Burocrático Leninista.
Mi texto cayó en manos de un leguleyo de tercera, de esos que son expertos en redactar providencias, elaborar diligencias-para-hacer-constar, confeccionar cláusulas suspensivas, unir expedientes por cuerda floja o poner correctamente pólizas sin torcerse, tareas todas ellas que requieren de serenidad, buen juicio y experiencia. El chupatintas, al parecer, puso el grito en el cielo, proclamó que eso no se podía llevar a aprobación y amenazó con chivarse de lo que habíamos escrito a la Máxima Autoridad Burocrática. Mi jefa me lo contó desolada, pero yo le dije que no se preocupara, que quitase ella lo que tuviera que quitar, que a mí me daba igual, que ya lo publicaría en el blog o escribiría un artículo al respecto si me apetecía. Es obvio que mi reino no es de "ese" mundo. Parece que lo que cabreaba al escandalizado plumilla era especialmente el apartado b en su conjunto (y me malicio que también los primeros párrafos del d). Lo más interesante en mi opinión.
He esperado pacientemente a que el Plan se aprobara y publicara para cargar esto en el blog. Ya saben que, en el mundo del urbanismo, lo que se aprueba es lo único que existe. Lo demás son sólo "flatus vocis", ruidos de voces. Así que aquí tienen estos ruidos de voces, fuego de virutas, espuma de champán, tal como yo los escribí. Les transcribo enteros los apartados a y b y los inicios del c y el d, para que sitúen lo que digo en el conjunto del relato (el resto de esos dos apartados resultaría tedioso para ustedes). Es obvio que la gente que no tolera ese tipo de argumentos y reflexiones es precisamente la que vive del mantenimiento de una situación absurda en la que se mueven con comodidad y se sienten importantes y necesarios, encargándose de solucionar todas las trabas que ese sistema comporta.
Por cierto, si no saben de urbanismo, o no les
interesa esta historia, son libres de dejarlo en este punto. Yo creo que incluso mi prosa administrativa es amena, aunque comprendo que haya lectores que no compartan tal creencia. Tranquis: en el próximo post volveremos a hablar de rock’n roll. He de añadir que lo que se dice en este texto, en especial el apartado b, es parte esencial del rollo que ahora mismo les cuento a todos los visitantes extranjeros y que todos consideran súper interesante y muy innovador. Es también el grueso de lo que le conté a Flavio Coppola en San Francisco, que le movió a invitarme corriendo a exponerlo en Chicago. Y lo que también, quizá, pueda un día ir a explicar a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Paris 8, si es que este sarao se confirma finalmente, que está por ver. Que lo disfruten.
1.
Contexto y antecedentes
a)
Elecciones locales 2015 y cambio
político
El
24 de mayo de 2015, se celebraron en toda España elecciones municipales. Como
resultado de esta cita electoral, en la ciudad de Madrid resultó elegida
alcaldesa Manuela Carmena Castrillo, cabeza de lista de la coalición Ahora
Madrid, candidatura ciudadana de amplia base, concebida como espacio de
confluencia ciudadana, en la que se integraban Podemos, Ganemos Madrid, Izquierda
Unida, Equo y personalidades independientes sin adscripción a ningún partido.
La coalición obtuvo la alcaldía a través del apoyo del Grupo Municipal del PSOE
en la sesión de investidura, e inmediatamente formó un Gobierno Municipal de
corte innovador, en línea con los constituidos en algunas de las mayores
ciudades españolas, en lo que dio en denominarse Ayuntamientos del Cambio.
Efectivamente,
desde sus primeras decisiones, el nuevo Gobierno empezó a poner en práctica los
principios sobre los que se basaba su programa electoral, un documento que ya
había sido elaborado de forma participada y colaborativa, mediante mesas y
foros de discusión, talleres, y consultas a los círculos sectoriales y
territoriales, a lo que se sumó la recogida, en la medida de lo posible, de las
aportaciones y sugerencias formuladas por los ciudadanos a través de los cauces
que se habilitaron para ello. Resultado de todo ello, se pusieron en marcha de
inmediato diversas medidas que se consideraron urgentes, mientras se empezaban
a elaborar otras políticas de corte estratégico, a medio y largo plazo,
destinadas a organizar la ciudad de forma más justa, cohesionada, sostenible y
participada, creando una nueva cultura urbana que permita a Madrid incluirse entre las metrópolis punteras de Occidente.
En
el terreno del urbanismo, el nuevo equipo de Gobierno se encontró con un
escenario en el que se había iniciado una Revisión del Planeamiento General que
se encontraba paralizada de hecho, mientras que en paralelo se preparaban una
serie de operaciones puntuales en diferentes grados de desarrollo y tramitación,
planteadas exclusivamente sobre criterios de rentabilidad económica, sin tener en cuenta otros
enfoques de tipo social, medioambiental o de movilidad, y sin una participación
real de la ciudadanía, que en muchos casos las observaba con desconfianza. Era
el momento de poner sobre el tapete una nueva perspectiva, acorde con las bases
ideológicas y programáticas de la corporación surgida de las urnas, de cara a
definir un nuevo modelo urbano. Acorde con ese cambio de perspectiva, el Área
de Urbanismo, que se ocupa de esta temática, pasó a denominarse Área de
Desarrollo Urbano Sostenible.
b)
El agotamiento del sistema de
planeamiento urbanístico
En
el momento presente, el modelo de planeamiento urbanístico instituido en la Ley
del Suelo de 1956 muestra síntomas de agotamiento y no parece disponer de la
eficacia y agilidad que se requiere para afrontar la realidad de las ciudades
en el siglo XXI. En Madrid, se está elaborando una nueva Ley del Suelo de ámbito
regional que sustituya a la 9/2001 todavía vigente. Pero es necesaria una
revisión más profunda. Parece indudable que la realidad urbana actual es muy
diferente de aquella en la que se estableció el corpus normativo vigente en el
urbanismo español.
Vivimos
una situación histórica peculiar, caracterizada por la velocidad de
transformación, los ritmos a los que se transforma la ciudad, nunca vistos con
anterioridad. La sociedad capitalista ha tomado una deriva que impone una
adaptación y una reutilización continua de los espacios y los volúmenes. La
situación ha adoptado algunas características como propias: la inestabilidad,
la imprevisibilidad y los cambios sucesivos, de forma que puede decirse que los
flujos predominan sobre los espacios. Y nuestra regulación normativa, elaborada en una situación de estabilidad urbana, está diseñada
para operar sobre espacios y resulta muy inadecuada para regular flujos. Para eso se
requiere un tipo de instrumento diferente.
En
segundo lugar, toda la regulación normativa vigente en el urbanismo está
enfocada a los crecimientos urbanos, descuidando completamente los medios de
actuación sobre la ciudad existente. Pero en Madrid, el Plan General de 1997,
todavía vigente, ha colmatado el término municipal, al considerar urbanizables
todos los terrenos no protegidos por planeamientos de ámbito regional, de
acuerdo con su declaración programática de hacer un planeamiento al límite de
capacidad del territorio.
Una
vez agotado el territorio, nos encontramos con que la ciudad existente requiere
una atención nueva, para poner al día las condiciones constructivas de los
edificios de viviendas, así como los espacios públicos, en unos barrios
construidos a partir de los años sesenta del siglo pasado en otro contexto
sociopolítico, que deben modernizar sus condiciones para afrontar los retos del
cambio climático y que, por puro envejecimiento de la construcción, necesitan
intervenciones de mantenimiento, para mejorar la calidad de vida de sus
habitantes y contribuir al reequilibrio urbano. La potente industria
inmobiliaria de la ciudad puede encontrar una nueva utilidad en la
rehabilitación de los barrios más vulnerables.
En
tercer lugar, los planes generales, herramienta estrella de la actual
regulación urbanística, se han convertido en instrumentos lentos, de una
tramitación cada vez más ardua y complicada, que requieren cuando menos cinco
años de elaboración, de forma que, si llegan a aprobarse, operan sobre una
información urbanística recolectada cinco años antes y probablemente obsoleta a
la velocidad a la que evolucionan los fenómenos urbanos en la actualidad.
Pero
además de lentos e ineficaces, los planes generales tienen un alto nivel de
incertidumbre en su desarrollo; es muy dudoso que consigan llegar a la
aprobación definitiva, porque dependen de acuerdos entre administraciones
frecuentemente difíciles cuando no imposibles y en cualquier momento su
tramitación puede colapsar, como sucedió con el último intento de Revisión en
Madrid, un proceso que ya estaba paralizado antes de la llegada del actual
Gobierno municipal. Y, tras su aprobación definitiva, pueden verse de nuevo
suspendidos por recursos judiciales que busquen únicamente esa paralización,
dadas las posibilidades que ofrece la acción ciudadana en un contexto
fuertemente judicializado. Por eso buena parte de las ciudades españolas han
decidido renunciar a la revisión de su planeamiento urbanístico y recurrir a
una vía alternativa: el planeamiento estratégico.
Finalmente,
si vamos a actuar sobre zonas o barrios habitados, es fundamental operar sobre
la base de un enfoque participativo, que busque el mayor grado posible de
consenso, de forma que todos los intereses que confluyan en un ámbito
determinado sean tenidos en cuenta y puedan compaginarse y armonizarse. Con
esto, ya tenemos las condiciones del tipo de plan estratégico que se propone, el Plan Madrid Recupera. Se trata de un instrumento novedoso, adaptado a una
situación dinámica, que actúa sobre la ciudad existente, más estratégico que urbanístico y con el mayor grado de participación.
c)
Los barrios a regenerar
El
crecimiento de la ciudad de Madrid experimentó una aceleración importante entre
los años 50 y 70 del siglo pasado. Desde
el final de la guerra civil hasta los 50, la ciudad mantenía una población
estable en torno a 1,3 millones de habitantes y se mantenía dentro de los
límites de la actual M-30. Esta estabilidad poblacional viene inducida por la
política de autarquía, propugnada por el Estado en un contexto internacional de Guerra Mundial. Pero al lograrse la paz internacional, España empieza a abrirse
al extranjero y ha de cambiar su política económica, que la ha llevado a ser
uno de los países más pobres de Europa, sólo superado por Portugal. El cambio
se sustancia en la Ley
de Estabilización Económica (1959), que propugna la creación de polos de
desarrollo industrial en las principales ciudades españolas.
Estos
cambios inducen un fenómeno masivo de inmigración interior, del campo a la
ciudad. Las ciudades crecen de forma exponencial por la avalancha de población
que viene atraída por el empleo en la industria y la construcción, huyendo en
muchos casos de las condiciones de miseria de sus lugares de origen. La
población de Madrid pasa en pocos años de 1,3 millones a 3,7, cifra alcanzada
en los años 70, tras lo cual se inicia un descenso hasta los 3,2 actuales. Toda
esa nueva población se establece de forma más o menos irregular, a menudo en
condiciones de infravivienda, en una corona en torno a la ciudad existente.
Desde el Estado se ponen en marcha políticas de vivienda para regular esta
avalancha, a partir del Plan de Urgencia Social, mediante Poblados Dirigidos,
Poblados de Absorción, UVAS y promociones de la Obra Sindical del
Hogar, que apenas consiguen solucionar una parte menor del problema.
No
será hasta los 80, con el gran Programa de Barrios en Remodelación iniciado en
1975, cuando se afronte el problema de dotar a la población inmigrante de unas
mínimas condiciones urbanas. Más adelante, promociones públicas, como Madrid
Sur o Valdebernardo, completan el mapa de la periferia con los últimos barrios
del extrarradio. Todo ello nos deja una corona, en general comprendida entre la M-30 y la M-40 , formada por barrios
construidos entre los 50 y los 80, mayoritariamente en tipología de bloque
abierto, con condiciones constructivas a menudo deficientes, y con unos
espacios libres caracterizados por su incertidumbre registral, una urbanización
de baja calidad y un mantenimiento insuficiente.
…
…
d)
Por un urbanismo más participado
La
participación ciudadana en el urbanismo está contemplada en las sucesivas
regulaciones urbanísticas como un componente ineludible del planeamiento. Sin
embargo, con el tiempo los mecanismos arbitrados por la legislación suelen
devenir en un envoltorio vistoso pero vacío de contenido. Se publican los
diferentes planes, se recogen las alegaciones recibidas, se informan
someramente y se da por cumplido el trámite, lo que permite avanzar en la
tramitación. El número de alegaciones suele ser significativamente bajo, aunque
a veces aparenta ser mayor por la existencia de reclamaciones idénticas
suscritas por muchos particulares y presentadas de forma individual.
Un
urbanismo participado es algo diferente. Un urbanismo participado es una forma
de actuar que requiere incorporar al ciudadano desde la primera fase, la de la
reflexión, de forma que tenga una intervención activa en todo el proceso. El
municipio no debe limitarse a publicar aprobaciones y abrir un período para
alegaciones. Se requiere que los técnicos trabajen conjuntamente con los
vecinos y sus asociaciones, con un enfoque colaborativo. Se requiere crear un
clima favorable que destierre la desconfianza histórica hacia la
administración, justamente ganada después de décadas de ignorar las demandas ciudadanas.
Y no basta con escuchar lo que dicen los vecinos y tomar nota. Es necesario
propiciar una actitud activa de los ciudadanos, que les haga sentirse partícipes de las soluciones que se adopten.
…
…
Pues fue bien tonto el leguleyo: abrir un documento administrativo y encontrarse una introducción como esa es algo muy sorprendente. El Ayuntamiento tiene un verdadero lujo con usted y ni lo sabe.
ResponderEliminarDe acuerdo con el anterior comentarista. No obstante, también entiendo al funcionario. No es lo mismo un artículo de prensa o una entrada en un blog, que un texto que hay que elevar a aprobación, al Pleno o lo que sea. Ese texto a aprobar no puede ir como en este caso lleno de críticas al sistema que, finalmente, caerán encima de los funcionarios que se limitan a aplicar la Ley. Disculpen, es por dar otra visión y chinchar un poco.
EliminarRecibe mi más sincera felicitación por la redacción de ese texto porque, además de estar muy bien escrito, lo cual es habitual en todos tus artículos, contiene un exquisito rigor histórico.
EliminarMe sorprende que a estas alturas sigan existiendo leguleyos con cuellos de lechuguilla, pero está visto que una y otra vez se pone de manifiesto que en España no ha calado la democracia. Armas y altares fueron los poderes que modelaron España, sustituidos en la actualidad por un Estado de partidos en los que sus empleados-políticos sólo tienen que tener la habilidad de ser prestidigitadores. Es decir, convencer al pueblo que vive en una democracia y que con votar cada cierto tiempo en una urna ya es un demócrata y que ahí acaba su participación política y social.
Pero la sorpresa verdadera es que eso ocurra en un ayuntamiento que creía moderno, innovador y con deseos de equilibrar las distintas fuerzas que operan en el urbanismo. ¡Qué decepción!
Es sabido que decir las verdades que van en contra de quienes se benefician de alguna manera del oscurantismo administrativo, tiene consecuencias. Esos beneficiarios son poderosos y tienen a su servicio una legión de lacayos.
Felicitaciones otra vez, porque esos mezquinos tienen que saber que tendrán la fuerza, pero no la razón.
Berto
Bueno, qué alegría con tantos comentarios, yo que creía que esto iba a resultar un rollo para mis seguidores. Contesto a los dos primeros (a ti, querido Berto, te dejo para después).
EliminarPues al de más arriba, mil gracias, ya conté en una ocasión que tuve un jefe que me llamaba Azorín y que, cada vez que leía algún informe de mis compañeros, decía: esto que lo repase Azorín, con lo que logró que todos me tuvieran manía.
Lo que dice el segundo es bastante cierto, no es lo mismo un artículo que un texto administrativo. Pero yo creo que lo que yo había escrito era inocuo, neutro. Con el mismo respeto hablo del programa electoral de Ahora Madrid, que de dos leyes promulgadas en los años 50, tiempos del franquismo más profundo. Si me lo han censurado es por el miedo a lo innovador, a lo heterodoxo y por pensar que este texto es un torpedo a la línea de flotación de todo un sistema burocrático absurdo, del que viven los que se asustan con cosas así. Y que conste que tengo un respeto extremo a los procedimientos establecidos, que son muy necesarios para mantener un orden administrativo mínimo, siempre que no se hipertrofien. Y que garantizan también una cierta imparcialidad, sin atajos ni enchufados.
Un abrazo para ambos.
Vamos con Berto. En primer lugar, qué sorpresa más agradable, verte aparecer por aquí. No tenía idea de que me seguías. Ya sabes que tus comentarios serán siempre bienvenidos en este foro y leídos con atención.
EliminarPor partes. Lo que yo he llamado la Brunete Burocrática, existe, es poderosa y el gobierno de Ahora Madrid no le ha hecho ni cosquillas. Es disculpable; llegaron con una mayoría cogida por los pelos y un equipo bastante malo, de entrada, aunque luego han aprendido mucho, bajo el mando de la señora Carmena, que es un portento. Y llegaron a una ciudad que era un erial ideológico, después de 26 años de gobiernos de la derecha. Es lógico que le dieran prioridad a las cuestiones de fondo, por delante de este asunto de la burocracia que es, digamos, de segundo orden.
No sé si lo he explicado bien, pero el texto que yo escribí pasó el visto bueno de todos mis jefes en la pirámide burocrática, incluso el Concejal y su equipo de asesores, que miran los documentos con lupa, porque son los que van a tener que responder de ellos cuando se aprueben. Algunos hasta preguntaron quién había escrito la introducción y me llamaron para felicitarme (y luego me han pedido redactar otras cosas). En ese momento, el expediente se pasa a la unidad encargada de tramitar lo que los técnicos hemos elaborado y los políticos han sancionado. Es decir, que yo creo que no tienen que opinar sobre lo escrito, sino limitarse a cursarlo. Eso es lo que me dio rabia, que un sujeto al que le dieron el gran tocho del plan estratégico, se lo leyó, opinó sobre ello y amenazó con chivarse a la máxima autoridad burocrática. Pero no olvides tampoco que este señor actúa así porque se lo han ordenado desde la cúpula de esa autoridad instrumental.
No he leído el texto como ha quedado finalmente, pero supongo que estará bien también. Mi jefa afina mucho en estas cosas y se habrá cuidado de dejarlo aparente.
Entre mis compañeros hay algunos que creen que estos burócratas están haciendo de quintacolumnistas de PP y Ciudadanos, para ralentizar adrede todo lo que hacemos. Yo no soy especialmente paranoico y creo simplemente que son así y que se mueven por miedo. Y el que es miedoso, es miedoso. Si yo fuera miedoso no tendría un blog como este.
Un abrazo muy fuerte, amigo y a ver si hacemos por vernos. La semana que viene iré por Coruña, pero no sé cómo voy a estar de ocupado.
Un reproche me vas a permitir: Haber perdido la oportunidad de utilizar la bella palabra balduque - en este caso balduque flojo, que es como se ha de utilizar para que no sea difícil de quitar y poner - invento que viene de tiempos de Felipe II.
ResponderEliminarbalduque
La RAE dice:
Del fr. Bois-le-Duc, y este trad. de Hertogenbosch, ciudad holandesa donde se tejían estas cintas.
También puedo pensar que no das puntada sin hilo y la "cuerda floja" tiene un sentido que a mí se me escapa, pero puedo mal pensar en que te refieres a un burócrata que pone trampas, que afloja la cuerda por la que transita todo probo funcionario.
Espero que con la informatización de la administración no se pierda tan bella e histórica palabra. De hecho he leído que en un Ministerio ya han propuesto "ebalduque" para referirse a un procedimiento informático relacionado con los expedientes.
Querido Paco, comparto tu pasión por el balduque y te diré que una de las primeras cosas que me dieron, cuando entré en el Ayuntamiento hace más de 36 años, fue un carrete de balduque. Veo por tu comentario que no sabes con exactitud lo que significa "unir por cuerda floja" dos o más expedientes y creo que el tema se merece un post específico, que este ya está muy sobrecargado de comentarios largos y respuestas kilométricas mías. Un abrazo muy fuerte, amigo.
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