viernes, 15 de diciembre de 2017

691. Sobre la sencillez y la grandeza

   Ya nunca sabré
   Qué pensaba de mi A.
   Si B. llegó a perdonarme de verdad
   Por qué C. aparentaba que no pasaba nada
   Qué papel jugo D. en el silencio de E.
   Qué esperaba F., si es que esperaba
   Qué aparentaba G., a pesar de estar segura
   Qué quería ocultar H.
   Que quería añadir I.
   Si el hecho de que yo estuviera a su lado
   tuvo alguna importancia
   para J. para K. y para el resto del alfabeto

Lo anterior es un poema de Wislawa Szymborska, la musa de Cracovia, premiada con el Nobel en 1996 y fallecida en 2012 en la ciudad a la que llegó cuando tenía 8 años y de la que nunca más se movió. Se titula ABC y forma parte del poemario Dos Puntos, publicado por Ígitur en 2007, con la excelente traducción de Abel A. Murcia Soriano. Si les apetece leer algo de poesía para escapar un poco del bullicio navideño, es una buena recomendación. Todos los poemas de esta señora son magníficos. Sentarse a leer poesía, en un sofá cómodo con una mantita sobre las piernas, es una forma de defenderse de los villancicos, la zambomba, los petardos y el follón urbano que nos amenaza como cada año. 

El fin de año me llega bastante cargado de trabajo. A pesar de que con los fríos las visitas de extranjeros empiezan a escasear por estas fechas, este año tenemos bastantes delegaciones sudamericanas interesadas en visitar Madrid Río, tal vez aprovechando que allí es verano. La semana pasada tuve que atender a dos altos directivos del Ayuntamiento de La Paz (Bolivia). Eran muy agradables y tuvimos una larga sesión matutina, a pesar de que estaban helados de frío. En el Mirador de la Huerta de La Partida, encontramos a un ciclista errante que nos hizo la foto que ven abajo.


El miércoles presentamos a la ciudad el concurso Reinventing Cities en una jornada que llevábamos un tiempo preparando. La cosa salió bien, acudieron cerca de 90 personas, más de lo que esperábamos, y parece que hay una cierta expectación en la ciudad alrededor de esta iniciativa novedosa. Ya les contaré algo respecto a este programa, aunque no sea este el foro más adecuado para difundirlo. El asunto no ha salido en prensa y solamente tenemos una breve reseña en la Web Internacional del Ayuntamiento. Esta Web, recientemente creada, tiene por objeto dar a conocer las novedades y las iniciativas de Madrid a nivel internacional, algo que sorprende mucho que no tuviéramos antes (no saben ustedes lo que ha sido la larga travesía del desierto de los años del PP en el Ayuntamiento, con el estrambote del trienio negro de la señora Botella). La Web se llama Madrid For You, está en español y en inglés y AQUÍ tienen la reseña del acto de que les hablo. Ya ven que me puse traje y todo para darle realce a la presentación.

Ayer jueves apenas pude sentarme en mi despacho, porque a las 9.00 esperaba a dos arquitectos paraguayos, del Ayuntamiento de Asunción. Les hablé del urbanismo madrileño durante hora y media y luego me los llevé en mi coche a ver el río. Aparqué en Príncipe Pío y echamos a andar. El problema es que estos colegas no había forma de conseguir que fueran deprisa. Hacían cientos de fotos y vidéos (con acento en la e, como lo dicen ellos). Así que fuimos recorriendo el Madrid Río pasito a pasito, suave-suavesito, llegamos a Legazpi, a las tres y cuartito. Yo estaba agotado, me cansa mucho el llamado paso de museo y, además, tampoco conseguí que hiciéramos ninguna parada. No tenían sed, no necesitaban hacer pis, no se cansaban. Hay que entender que para ellos, Madrid es un paraíso, un sueño inalcanzable, cuya visita quieren aprovechar al máximo. Un dato al respecto: los bolivianos, con los que hice más migas, me contaron que el presupuesto anual de La Paz es de unos 300 millones de euros. El de Madrid anda en torno a los 4.500.

Esta mañana he rematado la faena con un grupo de arquitectos chilenos que me ha mandado mi amigo Antonio Sastre, el líder de mi grupo senderista, y que por fortuna tenían acotada su visita a dos horas, lo que me ha permitido volver a la oficina y al menos echarle un ojo al correo. A este ritmo, las semanas se me pasan volando y llego al finde con bastante poca gana de juerga, directo al sofá y a leer tranquilamente lejos del mundanal ruido. Lo que nos lleva al principio de este post y a su título. Hace unos cuantos textos que llevo insistiendo en que los verdaderos genios son gente sencilla, que no se tira el rollo. Wislawa Szymborska fue siempre una persona discreta, que hacía unos poemas asombrosos y que alcanzó las cotas más altas en el mundo de la poesía, sin dejar de ser una mujer sencilla. Las personas verdaderamente valiosas hacen arte sin esforzarse, con naturalidad. Como el leit motiv de este blog viene siendo el rock, pues vamos a este sector de la cultura para ver una prueba de lo que quiero decir.

Es un vídeo de los Stones, relajados, en el estudio. Sentados y desenchufados, hacen una interpretación tranquila del Love in Vain, cuya versión oficial ya hemos traído a este foro. Empieza Keith Richards con una guitarra española y le sigue Jagger concentrado, gesticulando lo justo. Luego entran los demás. Ron Wood a la bottleneck guitar, que se toca con un cilindro metálico ensartado en el dedo índice (a falta de cilindro, puede valer un mechero Bic). Empieza con la guitarra en vertical, pero luego la tumba para mayor comodidad. Charlie Watts a las escobillas y un bajo y un teclista de apoyo. No actúan para nadie, tocan para ellos mismos, porque les divierte y porque son buenos. Alguien les graba para un disco que salió en 1995 y que se llamó Stripped, con numerosas versiones acústicas de sus mayores éxitos.


Una muestra de lo que les decía: sencillez y grandeza a la par. Al hablar de los músicos, he olvidado mencionar la armónica de Jagger. Mick es un maestro del instrumento aunque no se prodiga demasiado. Hay que decir que una boca como la suya es perfecta para tocar la armónica. Cualquiera puede tocar una armónica, pero no cabe duda de que un tipo que tiene en la boca unos labios mayores, está predestinado a tocarla de puta madre. Tal vez discrepen de mí pero yo creo que hay diferentes bocas para diferentes tareas, Por ejemplo, para hablar en francés, nada mejor que la boquita fruncida de las francesas. Si no, es imposible decir cosas como Qu’ést ce que tu veux monsieur. Y entre las bocas de las francesas, ninguna como la de Silvie Vartan. Alguien me ha dicho que el recientemente fallecido Johnny Halliday se merecería una necrológica en mi blog. No me gustan las necrológicas pero es que, en realidad, ya se la hice cuando elaboré la reseña de la gira de los tres cabrones (Post #645).

El bueno de Halliday ya era un cadáver ambulante, arropado por sus dos amigos, que aceptaron participar en la gira para despedirse de él. Pase lo que pase, para mí Johnny Halliday será siempre el tipo que enamoró a la más bella del baile. ¡Qué tiempos! ¡Cuántas veces he soñado yo con esos dientecillos separados, con esa mirada que sugería todo lo que uno pudiera imaginar! Y qué valentía se requiere para salir (en 1965) en un plató de TV vestida con un picardías. ¿Cómo? ¿Qué no saben lo que es un picardías? Bueno, en todo caso ese es un problema de ustedes. Lo que lleva esta señorita es indudablemente un picardías. Súbanle el volumen y hagan memoria a ver si han visto en su vida unos dientes más bellos que los de La plus belle pour aller dancer. El vídeo, de acuerdo con la moda de la época, adolece de un exceso de Lazarov, pero merece la pena verlo.


En fin, hay bocas adecuadas a diferentes funcionalidades y hay personas con sex-appeal y otras que nunca lo tendrán. Como soy un viejo, mis referencias son de tiempos jurásicos, pero a mí, además de los dientes y la boca de Silvie Vartan, me ponían bastante las piernas de Nancy Sinatra. Abajo les dejo de propina su video más prototípico, de 1966. Nancy y Silvie marcaron tendencia entre las chicas de las que yo me enamoraba en la prehistoria de mi vida. Todas las imitaban. Incluso nuestra Karina, que pretendía emular los cardados excelsos de Nancy, pero no tenía el menor sex-appeal. Un golpe de cadera de Nancy, una mirada a los ojos de Silvie, transmiten una intensidad que pocas pudieron imitar. Por cierto, no sé por qué he terminado hablando de esto, cuando yo quería circunscribirme a la sencillez y la grandeza. Hacer reflexiones a la carrera sin un esquema previo, es lo que tiene. Que pasen un  buen finde.


4 comentarios:

  1. Sí señor. Eso se llama un picardías. Certifico.
    Y, para grandeza y sencillez, la suya, desde luego. Una delicia leerle.

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  2. El poema que más me gusta de Szymborska es, naturalmente, uno muy lingüístico: "Las tres palabras más extrañas"

    Cuando pronuncio la palabra Futuro,
    la primera sílaba pertenece ya al pasado.
    Cuando pronuncio la palabra Silencio,
    lo destruyo.
    Cuando pronuncio la palabra Nada,
    creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

    ¿A que es francamente deslumbrador?

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