miércoles, 17 de diciembre de 2014

321. Tiempos de incertidumbre

Nada menos que 50 años han pasado desde que Bob Dylan sacó su disco The times they are a-changin’, encabezado por la canción del mismo título, en la que se proclamaban unos versos proféticos que bien pueden servir para el momento presente. Les pongo AQUÍ un vídeo del joven Dylan cantando este himno en directo, por si quieren escucharlo mientras siguen leyendo. Aquí uno de los versos que me parecen perfectamente vigentes:

… admit that the waters                                 …admitan que las aguas
Around you have grown                                  han crecido a su alrededor
And accept it that soon                                  y acepten que pronto
You'll be drenched to the bone.                       estarán calados hasta los huesos.
If your time to you                                          Si creen que su tiempo
Is worth savin'                                                merece ser salvado
Then you better start swimmin'                        entonces, mejor empiecen a nadar
Or you'll sink like a stone,                               o se hundirán como piedras,
For the times they are a-changin'.                    porque los tiempos están cambiando

Esto cantaba el joven Dylan en 1964. Quizá convenga tenerlo en cuenta en este año de incertidumbre que estamos cerca de inaugurar. Esto va cada vez más rápido y no hay forma de prever lo que se nos viene encima en los próximos 365 días. Entre ustedes y yo, menos mal que no sabemos lo que viene; sería aburridísimo vivir un tiempo predeterminado y conocido de antemano por los sufridos habitantes del planeta Tierra. Quién me iba a decir a mí hace un año, que ahora estaría tomando té de ginseng rojo coreano por las mañanas, lavándome la cabeza con Fructis Adiós Daños, con mi ordenador formateado y funcionando a toda pastilla con el Windows-8 y participando en un club de lectura llamado Billar de Letras.

Si saltamos a un ámbito más general y colectivo, ¿cómo imaginar hace un año la debacle del bipartidismo y la aparición del fenómeno Podemos? ¿O el afloramiento general de la corrupción salpicando a todos los partidos tradicionales, familia Pujol incluida? Pues, con esos antecedentes, el año a punto de comenzar se presenta muy interesante. Tenemos elecciones locales en mayo y generales a final de año. El batacazo que se pueden dar determinados partidos y algunos políticos que se resisten a quitarse de en medio, puede marcar una nueva época. En lo que a mí respecta, las elecciones a la alcaldía de Madrid marcarán mi futuro más inmediato. Tras ellas me quedará un año de actividad profesional como funcionario.

En estos momentos estoy plenamente decidido a jubilarme en junio de 2016, renunciando a reengancharme hasta los 70, pero los tiempos pueden cambiar, como dice el viejo Bob. Cuando llegue el momento, valoraré los pros y los contras. A punto de cerrar este Trienio Negro en la dirección política municipal, estoy convencido de que la situación general del Ayuntamiento mejorará (es imposible que empeore), pero no tengo esa misma seguridad sobre mi encaje personal en la nueva situación. Es probable que siga en la nevera, algo no muy estimulante, aunque no me puedo quejar, porque al menos me tratan con amabilidad y no tengo encima a nadie que me machaque. Pero mucho tendrían que cambiar los parámetros de mi trabajo cotidiano para que yo volviera a disfrutar de una ocupación en la que aprendiera, me sintiera útil y me divirtiera.

Es una de las incógnitas de este tiempo de incertidumbre. En el año que empieza procuraré mantener el ritmo del blog, si el tiempo no lo impide. Menos seguro estoy del tema del ejercicio físico. En el año que acaba, mis resultados como corredor han sido muy deficientes. A principio de año me empezó a doler la espalda, paré hasta mitad de agosto y luego empecé de manera muy gradual. Cuando me fui por Europa el mes pasado, estaba haciendo 6,5 kms. tres veces por semana. Entonces interrumpí el entrenamiento 17 días y ahora estoy haciendo 5, pero creo que pronto recuperaré los 6,5. Pero no descarto dejar de correr y pasarme a la bicicleta y la natación, que parecen más adecuados a mi edad y circunstancias. Se verá.

A nivel general, las expectativas son muchas e inciertas. La crisis económica ha de evolucionar de alguna manera. A ver si los brotes verdes, que nadie más que Rajoy percibe, se concretan de una vez. Habrá que ver por dónde tira la cuestión catalana. Hasta puede que el Dépor se mantenga en Primera. Y hablando de portentos, no olviden la noticia que ayer se publicó en los periódicos: el Curiosity, ese robot que hemos posado en la superficie de Marte para que registre todo lo que sucede a su alrededor, ha mandado un mensaje inquietante. Sin resquicios para la duda, los sensores del robot han detectado un emisor desconocido de metano. Supongo que saben que, en la Tierra, el 90% de las emisiones de metano proceden de los pedos de las vacas y otros animales pedorros como los humanos. La fuente detectada en Marte es fluctuante, pero inequívoca, es decir, aparece y desaparece a intervalos. No sé lo que pensarán ustedes, pero a mí esto me sugiere la existencia de algún animal mitológico enterrado en las profundidades de Marte, que se tira pedos con regularidad y contumacia. Dice textualmente El País: "Los datos han sido publicados con la mayor de las asepsias, pero reconocen la posibilidad de que el metano captado tenga un origen biológico". Una forma más aséptica de hablar de pedos.

Nuevos prodigios: el año que viene, el viejo Bob anuncia un disco con temas de Frank Sinatra. Lo nunca visto. Otras sorpresas se producirán y hay que estar preparados. Yo, por ejemplo, estoy evolucionando. Quizá no lo hayan advertido, pero mi último viaje por el norte de Europa ha sido muy diferente de los que emprendí en años anteriores, en los trenes del Interrail. Repasen los posts correspondientes y lo comprobarán. Ruta de 2012: París (visita a Philippe), Nantes (visita a Michel y Tangy), Bruselas (visita a António) y Rotterdam (visita a Kike). Ruta de 2013: Nancy (visita a Lucas), Bruselas (visita a António), Ámsterdam (visita a R.) y París (vista a Philippe). Ya ven por dónde voy. Este año he viajado a Hamburgo, Lübeck, Groningen, Leeuwarden, Rótterdam y Utrecht, ciudades en donde no me esperaba nadie. He roto, pues, una barrera invisible pero consistente: la de viajar solo. Y me lo he pasado de puta madre, así que repetiré. Y ustedes que lo vean (o lo lean).

Soy un hombre nuevo, como ya he proclamado varias veces en el blog y ustedes no se acaban de creer. Y, para que vean que no les engaño, les voy a confesar una cosa: después de dos años renegando en el blog de la Navidad y denostando esta mala costumbre de parar el mundo tres semanas para celebrar algo que ya nadie se cree, pues este año estoy ya plenamente integrado en las celebraciones. ¿Qué no se lo creen? Pues aquí abajo tienen una imagen que, como siempre, vale más que mil palabras.



Sorprendente, ¿verdad? En realidad, me disfracé de esta guisa para participar en la carrera de papanoeles celebrada en Madrid el pasado sábado. Se trataba de batir el record Guiness de corredores disfrazados de Papá Noel, que hasta entonces ostentaba la ciudad irlandesa de Dundalk con 4.961 atletas. Este sábado nos reunimos 5.160 corredores, según la cuenta de los controladores Guiness, que eliminaban a todos los que se quitaban el gorro, la barba y hasta el cinturón. Aun así, batimos el record. La carrera era de 5 kms. y salía a las 9 de la mañana. Fui con un amigo y, antes de empezar, hicimos unas cuantas performances. Mi amiga África vino de fotógrafa para inmortalizar la ocasión. Y aquí tienen el resultado.









Después de esto, no tendrán duda de que estoy preparado para afrontar el año 2015 con ánimos renovados. A ver si se cumple la profecía de aire bíblico con la que Dylan cierra su viejo himno y que les transcribo más abajo. Sean felices y procuren que no se les haga de noche a las doce del día


The line it is drawn                                             La línea está ya trazada,
The curse it is cast                                             la maldición echada
The slow one now                                              el lento de hoy
Will later be fast                                                 mañana sera rápido
As the present now                                            mientras el presente de ahora
Will later be past                                                más tarde sera pasado      
Your order is                                                      vuestro orden     
Rapidly fadin'.                                                    se desvanece rápidamente
And the first one now                                          Y el primero de hoy           
Will later be last                                                 mañana sera el último
For the times they are a-changin'.                        porque los tiempos están cambiando

4 comentarios:

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    1. Son unas "Brooks Adrenaline". Estas zapatillas cortan el viento y te hacen volar. Lo más parecido a las botas de siete leguas que se ha fabricado en estos últimos tiempos.

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  2. ¿Acaso corrió usted con un paraguas verde?

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    1. Nuestra reportera África, nos hizo el excelente reportaje gráfico que les he mostrado. Luego nos esperó en el kilómetro 4 para hacernos la última foto. Se resguardaba bajo un gran paraguas verde, porque estaba lloviznando (no he querido insistir en el tema climatológico y cómo nos afecta a los coruñeses, por no resultar repetitivo) y también para que la reconociéramos entre la gente. Le tomé prestado el paraguas para que pudiera usar las dos manos y no se le moviera esta última foto.

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