martes, 16 de febrero de 2021

1.024. Un post con más santos que texto

Mira que debería tener yo una semana tranquila, al fin y al cabo son mis últimos días como funcionario en activo. Pues nada, esto es un sinvivir, como de costumbre. Entre la preparación de mi speech de hora y media sobre la lucha contra las chabolas de Madrid en los primeros años de la democracia y los festejos diversos inherentes a la despedida de mis compañeros, pues esto es un estrés que no me deja en paz y créanme, estoy deseando que llegue el sábado para tumbarme a la bartola y disfrutar por fin de mi nueva condición como miembro del colectivo conocido como clases pasivas, denominación un tanto inadecuada para mí, que pienso seguir lo más activo que pueda, hasta donde me lleguen los ánimos. Con decirles que esta tarde tengo sesión de Billar de Letras y no me he podido acabar la novela sobre la que vamos a hablar... Es que tengo la cabeza en otras cosas, qué le vamos a hacer.

El sábado me desactivarán el correo electrónico del trabajo y la tarjeta del móvil corporativo, así que tengo que darme prisa para enviar mensajes a todos mis contactos dándoles cuenta de mi correo y móvil particulares, para que me tengan localizado, no vaya a ser que alguno de esos contactos decida un día declararme heredero universal de sus bienes y no me los pueda hacer llegar por no haberle dado mi dirección de correo particular. Además tengo que vaciar el ordenador que me dieron para teletrabajar, para dejarlo listo para ser devuelto. Con todo esto, no puedo estar muy al tanto de las noticias del mundo, pero algo he oído por ahí y me he apresurado a guardar algunas imágenes de esas que valen más que mil palabras. Por todo esto, creo que voy a dedicar este post a comentar algunas de estas fotos, y otras que tenía por ahí archivadas. Tengo algunos seguidores que, nada más ver mis posts, se agobian ante la cantidad de texto que produzco y se limitan a echar un vistazo a los santos. Pues este va a ser un post de santos, para que todos descansemos. Empezamos por el primero.

Es una de las noticias del momento, aunque estaba cantada. El señor Trump (que no es precisamente santo de mi devoción) ha sido absuelto y se ha apresurado a posar con un diario que daba la noticia. Dice que su cruzada del Make America Great Again (MAGA) no ha hecho más que empezar, pero es otra de sus fanfarronadas: para continuar esa lucha tendría que arremangarse y ponerse a trabajar y no lo veo yo muy por la labor. Este señor la cagó con el asalto al Capitolio y ya no se le volverá a dar la serie de carambolas que le permitieron llegar al poder. El Partido Republicano está perdiendo militantes por miles y tendrá que renegar de la memoria de este hombre si no quiere desaparecer en la niebla de la historia. El juicio ha servido para que todo el mundo viera los vídeos tomados en el interior del Capitolio durante el asalto; para que se entendiera la incertidumbre y el miedo que pasaron los congresistas. Y el Republicano es un partido de Ley y Orden. Pero vamos con otra imagen de actualidad.

Es la imagen más significativa de las elecciones catalanas. Junqueras y Aragonés rememoran el famoso beso que se dieron Leonidas Brezhnev y Erich Honecker, presidentes de la URSS y la Alemania Oriental, respectivamente, en el año 1979, para mostrar al mundo la solidez de su alianza. Hay que ver, el Brezhnev este, con la cara de bruto que tenía y mira que era besucón; debía de ser un tipo muy sensible. En su remake catalán con mascarillas, yo creo que la parte más sensible le corresponde a Pere Aragonés, porque a Junqueras, así muy delicado no se le ve. Por lo demás la foto es cojonuda, mucho mejor que las de buster-keaton-Illa. Refleja muy bien la cerrazón en la fraternidad del mundo independentista, que ha llevado a su pueblo a un callejón sin salida: cada elección que hagan será como el día de la marmota. La banda de los identitarios, que simbolizaban aquellos alcaldes que levantaban sus varas de mando gritando Vutarem, vutarem, vutarem, va a seguir a lo suyo, sin darse cuenta de que están matando a la gallina de los huevos de oro. Al final la gente está harta del coñazo, se abstiene de votar y vuelven a ganar los mismos. ¿Cómo dicen? ¿Que no conocen la foto de Brezhnev? Eso tiene fácil arreglo. Abajo pueden verla.

Otras cosas que pasan por el mundo adelante. En mi querida Birmania la situación se está poniendo fea. La gente ha conocido lo que es vivir en un estado al menos nominalmente democrático, han progresado, han visto llegar el turismo, están conectados por Internet y ahora no están muy por la labor de volver al gobierno militar. Pero me temo que vayan de culo. ¿Se acuerdan de las enormes manifestaciones en las ciudades de Bielorrusia? Pues se han quedado en nada. A estos les pasará lo mismo. Por si acaso, los militares han sacado los tanques a las calles, como hizo Milans del Bosch en Valencia en el 23-F. Y tengo una foto también cojonuda. Un tanque circula por una de las avenidas de Yangon, la capital histórica del país, una calle que me suena mucho, creo haber estado por ahí. Y un niño trata de correr a su velocidad, como hacen los niños de todo el mundo hasta que sus padres les regañan por la travesura. Una imagen de cómo la fuerza bruta se superpone con la realidad cotidiana de la gente.

Otra historia reciente. La señora cuya foto ven a la izquierda es Kaja Kallas la nueva y flamante primera ministra de Estonia, otra mujer más que llega a la jefatura de gobierno de un país en estos últimos tiempos. Pero lo raro en este caso es que en la Presidencia de Estonia hay también una mujer, que se llama Kersti Kaljulaid, así que Estonia es el primer país en el que hay dos mujeres en los dos principales puestos de mando. Resulta que Kaja Kallas ya fue la cabeza de la lista más votada en las elecciones celebradas hace dos años, pero los segundos y terceros formaron alianza, como harán ahora los independentistas catalanes, y evitaron que esta señora accediera a la jefatura del gobierno. En su lugar, fue nombrado primer ministro un tal Juri Ratas, quien, haciendo honor a su apellido, parece que está de corrupción hasta las cejas y, cuando han salido a la luz sus trapos sucios, homónimos de los papeles de Bárcenas, ha tenido que dimitir, lo que ha llevado a Kaja al poder.  

Pero, ya que hemos hablado de Bárcenas, les diré que su historia más reciente es antigua como la vida misma. Cuando un partido o un gobierno se cae con todo el equipo, en los momentos finales hay que decidir quién se come el marrón. Sucedió con Felipe González y el GAL. Surgió la pregunta del millón: ¿Quién se come el marrón? Y todos miraron a Barrionuevo y a Rafael Vera. Pues lo mismo sucedió cuando el caso Gurtel y aledaños. A la pregunta citada, los peperos respondieron mirando a coro a Bárcenas. Y este dijo vale, pero con una condición: que no se le toque un pelo a mi mujer. Y, pasado el tiempo, resulta que la señora Bárcenas está en la cárcel cumpliendo una condena de doce años. Y eso no era lo acordado. Así que Bárcenas está ahora amagando con romper la baraja y tirar de la manta. No se sabe si va de farol, pero no olvidemos que este señor era conocido como Luis el Cabrón. ¿Y dónde tiene el dinero que oculta? Pues, cuando se lo preguntan, pone la cara que ven abajo.

Y, hablando de comerse el marrón, pues tenemos estos días otro ejemplo muy claro: la señora Cifuentes ha sido absuelta, pero hay dos personas que han cargado con el muerto. Su ayudante María Teresa Feito, a la que han condenado a tres años, y la profesora del máster que ha admitido haber falsificado el título a petición de la otra. Siendo la asesora miembro destacado del Opus Dei, es posible que se recree en su propia culpa, he sido mala y tengo que purgar mis pecados, tengo que ir a la cárcel y pediré que me traigan un cilicio para sufrir doblemente. Sólo así podré pagar por el pecado supremo de haberme encargado de que el título del máster de mi jefa se materializara de la nada, como la cara de Cristo en el paño de la Verónica. Mientras tanto, la ambición rubia las ha pasado canutas, pero ha librado y pronto podrá mirar a la cámara con su gesto más característico, el que radiografía su personalidad.

Pero el hilo conductor de este post son las imágenes y, como es natural, no podía faltar aquí el mundo del fútbol. En estos últimos días se ha hablado mucho de una figura emergente, de quien se pronostica que muy pronto será llamado a la selección nacional. Se llama Bryan Gil y pertenece al Sevilla, si bien esta temporada juega cedido en el Éibar, donde está metiendo muchos goles. Quédense con el nombre y también con su cara, les voy a poner un par de fotos. A la vista de estas imágenes, no creo que les quede ninguna duda de que el chico tiene olfato de gol.


En fin, pensaba terminar con una foto de Samantha Fish, para seguir la línea imperante en este blog desde hace nueve meses, pero he decidido que por una vez les dejo descansar. Estoy metido en el vértigo de la jubilación, vienen momentos de gran emosión, como solían decir los locutores taurinos, y tengo un poco la sensación del que sale de una casa y cierra la puerta sabiendo que ya no podrá volver a entrar. Saben que yo voy a procurar seguir yendo por mi oficina, siempre que ello sea de utilidad, pero el trance no deja de ser emotivo y soy persona a la que afectan estas cosas. Así que voy a cerrar regalándoles una imagen ciertamente singular. Una de las obras más maravillosas y menos conocidas del modernismo catalán es la Casa de Pere Brias. Está en Barcelona, en el número 439 de la Gran Vía, fue construida en los albores del siglo XX e inaugurada en 1903. Cuando el sol le da de una determinada manera, la casa adquiere unas armonías formales espectaculares, una materialidad fluida, una cualidad lisérgica al alcance de muy pocos artistas. Sean buenos. Y échenle paciencia, que esto se acabará.  


4 comentarios:

  1. Bueno, Emilio, aunque he echado de menos la foto de tu Sam Fish, la casa de Pere Brias, es aún más hechizante; una anticipación de "surrealismo mágico". ¿Quién vive ahí? Hay que conseguir una invitación, he buscado y están agotadas hasta fin de siglo, por lo menos, no puedo esperar tanto. Estupenda selección de fotos, a pesar de mi objeción inicial. Pasado mañana, la libertad, no te preocupes, es como estar de vacaciones, pero sin tener que volver, si no quieres. Y, cortésmente, se toman unos días para desenchufarte, romperte el paraguas, quitarte el clavelito del ojal y espachurrarte el sombrero. Además, a ti siempre te querrán. Como yo.

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    1. Querida África, a pesar de tu predicción, se apresuraron a quitarme el correo, la conexión con AYRE y supongo que la tarjeta de fichar, aunque hace ya casi un año que el APOT está en huelga de tornos caídos. Lo que me mantienen es el teléfono, de momento. Se les habrá pasado cortármelo. Lo que dices de estar de vacaciones, haciendo cosas que me gustan y con algún pico de trabajo, pero nunca estresante para mí, era lo que yo ya estaba viviendo desde que empezó la pandemia. Y pienso seguir manteniéndolo mientras pueda. Y tú que lo veas, guapísima.

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  2. Excelentes imágenes, de la primera a la última. Creo que debería seguir este esquema en algunos de sus textos futuros, no en todos: partir de unas imágenes aleatorias y comentarlas. Da un resultado muy aparente.

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    1. Gracias por los elogios, amigo. Ya he usado ese sistema en unos cuantos textos y queda como muy suelto. Pero no hay que abusar del truco.

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