martes, 13 de marzo de 2018

712. Velando armas

Nos quedamos el otro día en que la manifestación de las mujeres había sido un hecho histórico destacado, en el que las ciudades españolas marcaron tendencia, como en el 15-M. Y que yo les contaba esto no por haberlo visto en la prensa o en la TV, sino porque estuve en medio del follón y capté ese aire especial, ese pálpito único que te hace comprender de forma intuitiva, que estás presenciando un acontecimiento histórico en directo. Es algo que no sucede muy a menudo, pero en ocasiones uno asiste a algún evento y, de pronto, tiene una especie de revelación, un sentimiento de estar entendiendo lo que pasa, más allá de lo que se ve. Y generalmente, uno mira alrededor y ve que los demás comparten esa sensación.

Con perdón por el salto de tema, algo parecido me sucedió en enero cuando acudí al campo de fútbol de Riazor a ver al Dépor. Fue la sensación nítida de estar viendo al peor equipo del mundo. Antes de Navidad, se habló en el blog del Benevento, un modesto equipo italiano que estaba batiendo todos los records, porque perdía todos los partidos. Pues en una burla sarcástica de la Historia, resulta que, desde las navidades, el Dépor ha sacado menos puntos que el Benevento. Y eso lo vi yo en el campo: la revelación intuitiva pero cierta de que estaba ante un equipo calamitoso, que no iba a ganar ya ningún partido y que se iba de cabeza a la Segunda División. Así lo dije en el Post #702, donde me referí al equipo como una panda de mataos. Algunos lectores se sorprendieron de que alguien tan optimista como yo emitiera un juicio tan radical. Pero no sé si saben cual ha sido la trayectoria posterior del equipo.

Desde enero, el Dépor no ha ganado un solo partido. Únicamente ha marcado un gol, que se metió el portero del Eibar en propia meta, cuando un remate al palo le rebotó en el culo y se coló en la portería. El último gol marcado por un jugador del Dépor, lo vi yo en el campo, el 27 de enero. Desde entonces, ha anotado un gol, como digo, y encajado 13. Todavía no va de último, porque hay otro aun peor, pero mi apuesta es que acabará de último (descienden a Segunda los tres peor clasificados). Entre medias ha llegado como entrenador Clarence Seedorf, un tipo listo y elegante, al que le dediqué un post casi exclusivo. Hasta ahora no ha podido hacer nada, con semejante panda de inútiles. Pero él dice que ve una mejoría grande, que lo que pasa es por mala suerte. Cada domingo lo mismo: el equipo pierde y luego sale Seedorf a hablar de brotes verdes que sólo él ve. El Cholo Simeone fue el que patentó la expresión ir partido a partido, que todos los equipos han adoptado. Todos, menos el Dépor. El Dépor va desastre a desastre.

Yo soy un optimista nato pero, cuando una cosa es tan clara como lo del Dépor, no queda otra que asumirlo y vivir con la idea de que tu equipo se va a Segunda. Puedes negar la evidencia como Seedorf pero, a la larga, la realidad te alcanza. Es lo que le pasará también a Puigdemont y compañía, que no reconocen que han perdido el envite y siguen actuando como si lo hubieran ganado. Es curioso que hayan pasado ya casi tres meses desde las elecciones y nadie tenga prisa en ponerse a gobernar (tampoco se dedicaban a gobernar antes; estaban centrados en el prusés y esa es una tarea que exige dedicación exclusiva). Dado que ya han intentado formar gobierno con Puigdemont y no han podido porque está escapado, y luego con Jordi Sànchez, el del acento al revés, y tampoco han podido porque está en el trullo, yo les sugeriría que lo intenten con Anna Gabriel. Como está en Suiza, también huida, será la forma de seguir replicando el asunto ad nauseam, como en el día de la marmota.

Es increíble que el escapista Puigdemont sacara más votos que Junqueras, abnegado presidiario. Pero esto no es más que una parte del hecho sorprendente de que dos millones de catalanes sigan votando a los que les han metido en ese callejón sin salida en el que están. Esto tiene que tener una explicación sociológica, más allá del porcentaje de PCC (Paletos Cazurros y Cerriles) que en este blog hemos siempre identificado con los 200 alcaldes, esos que de vez en cuando viajan a Bruselas a hacerle coreografías hagiográficas a Puigdemont, con sus varas de mando en alto. Pero he encontrado una imagen aun mejor. Ya saben que una imagen vale más que mil palabras. ¿Saben ustedes quién es el tipo que sustituye a Sànchez-con-acento-al-revés? Me estoy refiriendo al presidente en funciones de la ANC. Se llama Agustí Alcoberro y aquí tienen una foto suya actual.














Sin comentarios. Es curioso también el caso del dirigente de ERC, del que se ha filtrado una conversación en la que decía que necesitaban a alguna mujer en la ejecutiva del partido, para lo cual proponía elegir a la que tuviera las tetas más grandes. Esto no es muy sorprendente, en todas partes hay impresentables y por eso las mujeres salieron el otro día a la calle. Lo realmente asombroso es que no lo hayan cesado. La jefa en funciones, Marta Rovira, dedicó un minuto a decir que era un impresentable, y los diez siguientes a amenazar a los que han filtrado la conversación, prometiendo tomar medidas contra Antena 3, que lo sacó en sus telediarios, pero no contra el tipo que dijo el exabrupto. Eso ha llevado a una periodista catalana muy graciosa, a la que sigo, a concluir que tal vez la señora Rovira actúa así porque ella misma ha sido elegida secretaria general precisamente por tener las tetas grandes. Para mí la explicación es otra: cuando uno está integrado en un movimiento fanático, lo fundamental es que empuje en la dirección común. Si luego es un impresentable y un machista, es un problema secundario, de su entorno privado. Todo vale, siempre que ayude a la causa.

En fin, que a estas alturas se preguntarán ustedes por el título del post. Allá voy. Resulta que mañana, a las 8.40 salgo en vuelo a Niza, con mi colega M. (esta vez no nos acompaña nuestra jefa). Vamos al MIPIM de Cannes, la mayor feria inmobiliaria del mundo, a publicitar nuestra iniciativa Reinventing Cities. La feria dura una semana, pero Hélène Chartier y la dirección del programa, han logrado reservar el día entero de mañana, en exclusiva para Reinventing Cities. En la feria hay un stand de Madrid, que compartimos con la Comunidad Autónoma y al que hemos mandado imágenes y textos para la exposición que estará abierta toda la semana. Llevamos con nosotros un vídeo que hemos producido con nuestras actividades hasta ahora y un cartel extensible de uno por dos metros, que se autoenrrolla y se transporta en una bolsa a su medida. Y estaremos todo el día en el stand atendiendo a los potenciales inversores que se acerquen por allí.

A las 18.30 hay una Mesa Redonda en la que participarán políticos de las cinco ciudades europeas, que ya les he detallado en textos anteriores. Miento. En realidad, estarán políticos de las otras cuatro. Por Madrid seré yo el representante. Me toca leer un speech de unos tres minutos en inglés, que hemos escrito esta mañana. Por la tarde me he venido a casa, he estado ensayando el speech un buen rato, midiendo tiempos, y ya tengo la maleta hecha. Estoy un poco nervioso, no demasiado, porque el compromiso es de altura. Y, como me ha sobrado tiempo, pues nada más sedante para mis nervios que escribir un post. La escritura del blog tiene un alto valor terapéutico, para situaciones de stress sobrevenido. Una utilidad más de esta tribuna.

También he estado escuchando música ad hoc. Con protagonismo destacado para Roachford, del que seguro que no han oído hablar. Andrew Roachford es un organista y cantante de Londres que en los 80 fue lanzado como gran estrella y luego se desvaneció. Era un tipo que hacía una música muy poderosa, en la línea del mejor Stevie Wonder. Además era un negro guapo y elegante, como Clarence Seedorf. En el vídeo que les pongo abajo verán una serie de imágenes suyas. A mí me gustaba mucho, y aun conservo su primer disco, como pueden ver en esta foto.


En aquellos años, yo bailé muchas veces ese estribillo: I said oh, wo-ho, now you try to be a family man. Yo trataba por entonces también de ser un buen family man. Leo en la Wikipedia que la carrera de este hombre se estancó y se vio confinado en los circuitos del rhythm and blues británico. Y que en los últimos años le ha salido un bolo como cantante de Mike and the Mechanics. Hala, deséenme suerte y que pasen un buen día. Yo tengo el avión de vuelta el jueves a las 7 de la mañana. Esto de estar involucrado en el trabajo es lo que tiene. Sean buenos.




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