sábado, 17 de junio de 2017

643. Amistades transnacionales en el bochorno

Por diversas circunstancias he tenido ocasión estos días de hablar con diversos amigos de allende los mares o los Pirineos y preguntarles sus opiniones acerca de la convulsa actualidad mundial. Están los tiempos revueltos y siempre es interesante escuchar a los de fuera, aunque aquí sigamos enfrascados en el ejercicio de mirarnos el ombligo patrio, desarrollado estos días con motivo de la moción de censura, que apenas nos ha dejado dos imágenes: la de Rajoy bajando torero al ruedo a ejercer de parlamentario lenguaraz y la irrupción en escena de Irene Montero, 29 años, figura emergente, con un discurso bien enhebrado, pero que se fue a más de dos horas por la tontuna esa de la duplicación de género. Si todo el rato tienes que decir “los ciudadanos y las ciudadanas”, el discurso se te duplica y puedes alcanzar tiempos dignos de Fidel Castro. Por cierto, ya sé que es una ucronía, pero me encantaría haber escuchado la opinión del Comandante en Jefe acerca de esa gilipollez. La señora Montero se refiere ya a su propio partido como Unidos y Unidas Podemos y yo desde esta humilde tribuna quiero advertirle de que se está quedando antigua porque, dentro de poco habrán de llamarse Unidas y Unidos Podemos, las señoras delante igual que en el movimiento LGTB.

Pero volvamos a los amigos transnacionales. En primer lugar, el bueno de Luis Suarez. Tras ese nombre aparentemente familiar y doméstico, se esconde nada menos que un catedrático emérito de Planeamiento Urbano y Economía de la universidad de Irvine (California), un campus a medio camino entre San Diego y Los Ángeles. Nuestro hombre, de padres asturianos, desarrolló allí muchos años de docencia. Ahora anda por España y le escribió una carta a la señora Carmena pidiéndole una cita para hablar de sus ideas sobre el desarrollo sostenible, que entiende aplicables a Madrid. Ya saben que estos embolaos acaban cayéndome a mí.

Me puse en contacto telefónico con él y le propuse dar una vuelta por Madrid Río, pensando que, con la que está cayendo, se me cansaría enseguida: alguien que ostenta la categoría de catedrático emérito ha de tener al menos 70 años. Error absoluto. El hombre aceptó el envite y resultó ser un caminante resistente, que aguantó hasta el final y no se quejó ni una sola vez del bochorno. En un bar de Legazpi, nos tomamos un doble de cerveza y saqué mi ordenador Lenovo, cargado en mi mochila las 4 horas de paseo, para mostrarle mi presentación en power point. Me contó que él había estudiado arquitectura, que luego había descubierto que no le gustaba nada eso de hacer chalets para los pijos y que el urbanismo le había salvado de su crisis de identidad, hasta el punto de que luego estudió la carrera de Económicas a la vez que daba clases de urbanismo. Ya ven: un alma gemela mía. A soul brother, por decirlo en yanqui.

Inevitablemente le pregunté por Donald Trump. Arrugando el rostro me dijo que no me podía imaginar qué grado de crispación e irritación estaba sufriendo su país. Que la opinión negativa sobre el presidente era prácticamente unánime en los medios más cultos y que una buena parte de los que le habían votado estaban horrorizados viendo que sus prometidas medidas de regeneración del tejido laboral en Estados en declive, no iban a llegar nunca. Suárez está seguro de que este señor no acabará su mandato y pronostica un impeachment no muy lejano. Apunta que en 2018 habrá elecciones legislativas para el congreso y senado y que, si las cosas no cambian, los demócratas coparán ambas cámaras y promoverán ese impeachment.

Este miércoles, mi amigo Ed, neoyorkino que dirige con mano de hierro nuestro taller de conversación inglesa, acortó incluso el plazo del impeachment: él está seguro de que este señor no se come el turrón como presidente y quiso apostarse algo conmigo, pero no entré al trapo porque no soy muy amigo de apostar. Y en cuanto a la crispación y el cabreo de los norteamericanos, esta semana ya hemos tenido una primera muestra: un jubilado de Washington ha disparado con su rifle a los congresistas que se disponían a jugar un partido de beisbol, hiriendo de gravedad a la tercera autoridad del país. El cabreo ciudadano es un ingrediente muy peligroso en un lugar en donde todo el mundo va armado.

Una apuesta similar me propuso mi amigo británico Ian, seguidor esforzado de este blog que le está sirviendo para perfeccionar su dominio del español. Ian pasó unos días por aquí con su mujer Louise y tuvimos ocasión de comer en un restaurante indio, bien resguardados del calor. En su caso, la apuesta es sobre cuánto va a durar en el puesto la bruja May de la torva mirada (me dijo que le encanta el mote). Según Ian, el sentimiento que prima ahora mismo en Gran Bretaña no es tanto la irritación como una especie de confusión desolada. La señora May se ha desfondado al ver que le salía el tiro por la culata. Encima, su única posibilidad de gobernar es aliándose con los unionistas norirlandeses, un partido filofascista heredero de los postulados del reverendo Ian Paisley, el tipo que se quería comer crudos a todos los del IRA.

Dice mi amigo que la gente ya no sabe lo que quiere, que los jóvenes siguen nutriendo el abstencionismo electoral, que Corbyn es un político de la vieja escuela que promete cosas muy bonitas, lo que todo el mundo quiere oír, pero no explica cómo las va a conseguir. May tiene una gran contestación interna y no es descartable que el propio partido tory dé un golpe de estado palaciego, como hizo en su día con Tatcher. No acepté la apuesta de mi amigo, porque creo que la bruja resistirá como Rajoy y se recuperará. Pero su país está confuso. Mucha gente sigue en contra de Europa por la ineficacia de la burocracia sobredimensionada de Bruselas, pero ahora dudan de si no hubiera sido mejor para el país quedarse y luchar desde dentro.

En Francia estarían ahora igual de irritados y confusos si hubiera ganado la señora Le Pene. Mi amigo Philippe ha pasado también por Madrid, camino del sur y la otra noche nos dimos una vuelta por el centro, rematando con unas pizzas y unos mojitos. Dice Philippe que Macron es un político de diseño, al que apoyan grandes poderes financieros. Un equivalente a Rivera, aunque yo creo que más listo y más brillante. Philippe lo relaciona también con la masonería internacional. Estas fuerzas que lo apoyan se movilizaron para frenar el camino de Le Pene, y les salió la jugada redonda. Parece que un elemento clave fue el debate entre ambos candidatos, en el que Macrón desarrolló una energía como la de Irene Montero, mientras su contrincante se mostraba fastidiada, displicente, mal preparada y perezosa, como si fuera un incordio para ella tener que pasar por semejante trago. En Francia estos debates suelen tener un alto nivel. Los votantes los siguen enteros y les dan mucha importancia para decidir su voto.

Finalmente, Francia con Macron vive una sensación de alivio y de recuperación de un cierto orgullo patrio. Pero dice Philippe que eso puede ser transitorio y que como este señor no tenga éxito en la consecución de las políticas que propone, para las próximas elecciones los votantes se inclinarán por la ultraderecha. Macrón es un representante de los nuevos partidos, como lo fue Renzi en Italia, mientras los viejos se van a la mierda. En Francia, el caso más aparatoso es el del Partido Socialista, al que ha hundido del todo Hollande. Dice Philippe que Hollande es el más tonto de Europa (yo creo que le superó Cameron), pero a mí me sigue sorprendiendo que un tipo tan tonto como él y tan feo, se lo haya hecho con  tres mujeres tan extraordinarias como las que han sido sucesivamente sus compañeras (Segolène es mi favorita). Ya recuerdan que en este blog se formuló la pregunta: ¿qué las das François?

En fin, mientras en Cataluña siguen a lo suyo y en Madrid también (ni una sola alusión en la moción de censura a los poderes transnacionales que gobiernan el mundo. ¡Por Dios! Si Rajoy es sólo un mandao), pues aquí hemos sabido de un país aliviado, otro muy confuso y otro cabreado como una mona. Lo de USA es lo más grave. Trump es un psicótico que duerme mal y solo, en una desierta Casa Blanca; que se despierta por las mañanas ya cabreado, descarga su ira en Twitter y luego va a la deriva en sus decisiones en función de su genio. Yo no descartaría que antes de que le hagan un impeachment se vaya él solo, en un rapto de despecho. Estos egos inflados funcionan así, y si no vean al Cretino Ronaldo, qué berrinche se ha pillado.

Pero de momento USA ya se ha salido del Acuerdo de París contra el cambio climático, algo muy grave ya que se trata del segundo país más contaminante después de China y al paso que vamos nos vamos a asfixiar de calor y el mar se va a tragar ciudades de Venecia a Nueva York. Conscientes de la barbaridad que supone la decisión de Trump, un numeroso grupo de ciudades y Estados americanos han montado una alianza que promete seguir cumpliendo en sus territorios las condiciones del Acuerdo de París. Coordina esta red el millonario ex alcalde de New York Michael Bloomberg (ya les hablaré otro día de él) y es una reacción importante, que afecta por ejemplo a toda California. AQUÍ pueden ver los detalles de esta iniciativa. Les recomiendo que lo lean.

Mientras tanto, en Madrid nos estamos cociendo a fuego lento, cuando ni siquiera ha llegado el verano. Decía Sartre que el infierno eran los otros, pero es que este señor no llegó a conocer los tiempos actuales. Esto es ciertamente insufrible. Una tortura. Como estar en las famosas calderas de Perico Botero. Se resecan los árboles, se caen muertos los pájaros y los moscones, se petan los aires acondicionados, se resquebrajan los abanicos, jadean las neveras por el esfuerzo. Ayer en un cole de Valdemoro, un escolar se puso malo por el calor y el resto de los críos empezaron a sentirse enfermos todos a una, a ver si colaba y organizaban unas pellas colegiadas. Cuando llegaron los sanitarios, los chavales se habían refugiado en el tanatorio de enfrente que tiene aire acondicionado. Todo un símbolo.

Hagan por disfrutar a pesar del bochorno. La semana que viene alivia un poquito, dicen.

4 comentarios:

  1. El 17.06.17, Mariano F. Sánchez escribió:
    Si Donald Trump tomara su medicació...

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    1. Mi respuesta el 19.06.17:
      Yo creo que no tiene arreglo ni con medicación. Tal vez unos electroshocks...

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  2. El 18.06.17, Inmaculada de la Vega escribió:
    Alguna alusión a la impresionante abstención en Francia?

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    1. Mi respuesta el 19.06.17:
      Al final creo que fue un 43% el porcentaje de votos. Unos números habituales en USA. Es otro signo de los tiempos que corren. El personal desconfía del sistema y de los políticos. Prefieren abstenerse.

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