jueves, 24 de febrero de 2022

1.123. Pablo Cesado y el Hijo de Putin

Pues me levanto hoy por la mañana, conecto el ordenador y me entero de que el Hijo de Putin ha atacado Ucrania. Era lo esperado y así lo llevaban anunciando mucho tiempo los servicios secretos americanos. Lo que pasa es que la mayor parte de la gente razonable no se lo creía. Ni el secretario general de la ONU, ni yo, sin ir más lejos. Pero en el fondo es una historia manida por repetitiva y ciertamente antigua. El Hijo de Putin es de otro tiempo, es como esos espías soviéticos que retrataba Hitchcock en sus películas más antirrusas, tipos con gabardina, terno desgastado por los codos, corbata aburrida y mirada torva. Tiene la misma pinta que tenía cuando era el jefe del KGB en Dresde, durante los largos años de la República Democrática Alemana.

Las razones del Hijo de Putin también son antiguas y casposas. Ucrania no existe, dice. Fue un invento de Lenin. Ucrania, como Bielorrusia, forma parte de la esencia rusa, de hecho la patria rusa se fundó en la Edad Media en el llamado Rus de Kiev, del que ya les he instado a que busquen información en la Wikipedia. Ucrania, capital Kiev, nunca formará parte de Occidente. ¿Les suena la historia? Claro que sí. Así de primeras, Hitler decía que los Sudetes eran parte de Alemania, y no podían estar integrados en Checoslovaquia, otro invento, en este caso de los vencedores de la llamada Gran Guerra (que muy pronto se quedaría pequeñita, al lado del horror de la Segunda). Y Sadam Hussein decía que Kuwait era una provincia más de Irak, que formaba parte de su idiosincrasia y no sería nunca un estado independiente, que eso era otro invento, aquí de las compañías petrolíferas. Es la cantinela de siempre.

Yo, en plan egoísta, lo único que quiero es que no nos salpique la cosa aquí en nuestra querida España; que nos dejen tranquilos con nuestras peleíllas, nuestras traiciones y nuestro cainismo secular. Porque con esto de Ucrania se puede liar una gorda. Otro clásico: justo antes de desencadenarse las hostilidades se hacen grandes proclamas por la paz, desde el sentido común de la gente normal, que al final es la que sufre en sus carnes toda esta violencia absurda. Recuerdo la multitudinaria manifestación por la paz en Sarajevo para evitar el estallido de la guerra civil que se produciría unos días más tarde. Allí se juntaron serbios, croatas, musulmanes y judíos; toda la ciudad salió a la calle en un clamor único por la paz. No cambió nada ese pronunciamiento la determinación del Hijo de Milosevic y otros asesinos. Me he acordado de esa gran manifestación leyendo el magnífico artículo de Jaume Reixach en El Triangle, de hace unos días, que les pido que lean, para lo que han de pinchar AQUÍ.

Pues ese artículo, como la manifestación masiva de Sarajevo, se convertirá en un grito desgarrado en el desierto. De hecho ya se ha quedado en papel mojado. La guerra es un horror, pero también es un arte que describió al detalle el barón Carl von Clausevitz. La actuación rusa es también un clásico. Esta madrugada, con la nocturnidad de costumbre, Rusia ha atacado todos los centros neurálgicos de la defensa ucraniana, aeropuertos e instalaciones militares. El objetivo: destruir aviones, armamento e infraestructuras para lograr la superioridad aérea. Y, cuando esta se consiga, invadir por tierra y ocupar el territorio, a ser posible sin causar muchas víctimas civiles (en algunas zonas hasta se les recibirá como libertadores, sinceramente o de mentira, por salvar el pellejo). Para esta segunda fase hay que tener grandes masas de soldados preparadas en la frontera, divisiones y batallones incontables con todo su armamento, víveres y pertrechos.

Eso es lo que estaba preparando el Hijo de Putin desde hace meses. Lo demás ha sido marear la perdiz para dar tiempo a tener toda la tropa acantonada y lista para el ataque. Joe Biden, que conoce bien la idiosincrasia rusa (su hijo ha tenido grandes negocios en Ucrania) estaba seguro de que esta iba a ser la deriva. Pero casi nadie le creía. En realidad, todo este conflicto arranca en el momento en que se desmoronó el mundo soviético, allá por el año 1989, ocasión que Occidente aprovechó para sacar pecho, proclamar el triunfo absoluto y definitivo del capitalismo y, ya si eso, integrar en la OTAN a todos los antiguos países de detrás del telón de acero y llenarlos de divisiones acorazadas y misiles apuntando al corazón de Rusia, por si se les ocurría renacer de sus cenizas. Ese desastre fue convertido en canción satírica, ese mismo año de 1989, por el gran Luis Eduardo Aute, que pronosticaba una guerra futura que sería la más hortera de la historia (sic). La guerra que vendrá. se titulaba el tema. Por desgracia, más de 30 años después, ha estallado una guerra bien diferente. Pero merece la pena escuchar esta canción olvidada. Atentos a la letra.

En fin, veremos por dónde sigue esta triste historia. Nosotros que estábamos aquí tan entretenidos asistiendo al final tremendo e inesperado del fraCasado, y de pronto la actualidad nos arrastra a otro gran tema del que no nos podemos sustraer. Lo del fraCasado ha sido alucinante. Nunca creí que estuviera tan poco apoyado. Cuando yo pronosticaba que acabaría de concursante en Máster Chef Celebrities, lo decía en broma. Pero ahora pienso que puede llegar a suceder. Si ustedes siguen este blog hace tiempo, estarán conmigo en que nunca NUNCA se ha insultado a nadie en esta tribuna de una manera tan continuada, convencida e insistente como se ha hecho con este señor. Parece claro ahora que mis opiniones no eran una voz en el desierto, que mucha gente le tenía tomada la matrícula a este incompetente, especialmente en su propio partido.  

La historia es sabida. Este señor se presentó a presidente del PP por hacer una gracia, aunque nadie daba un duro por él. Y quedó de segundo en la primera ronda, por detrás de Soraya, que iba de primera. Entonces Cospedal volcó todo su rencor hacia Soraya pidiendo el voto en segunda ronda para este caballero, haciendo que fuera finalmente el ganador. Yo creo que ni él mismo se lo esperaba, él venía de las juventudes peperas, lo que se conoce como Nuevas Generaciones y, permítanme un comentario: ¿qué tipo de joven se apuntaría hoy a un grupo como este? Pues alguien bastante pijo, de familia acomodada, tal vez miembro de los boy scouts o de la tuna. Desde luego alguien no muy contestatario o alternativo. Basta ver la pintilla que tenía su grupo el día que se enteraron de que habían ganado.

Ya ven qué bisoñez denotan. Por el lado de la izquierda reconocemos a El de los Güitos de Aceituna y, a su lado, Maroto El de la Moto. Y por el otro lado a la señora Ayuso, que terminaría por convertirse en su némesis. Lo sorprendente, visto ahora desde la perspectiva, es que un partido tan serio y sólido como el PP aceptara quedarse en manos de esta banda de niñatos. Una de las primeras cosas que hizo el fraCasado fue dejarse la barba para parecer mayor. Y empezó su labor de oposición. El otro día se despidió en el congreso proclamando que, para él, la política es una disciplina hecha de respeto al adversario y compañerismo con los suyos. Ambas cosas han brillado por su ausencia en su trayectoria. Al gobierno de Sánchez le negó legitimidad desde el principio, tachándolo de Frankenstein y adoptando el vomitivo léxico acuñado por el lamentable Albert, que podría entrar en el Guiness como el peor político de la historia de Europa: el sanchismo, la banda que controla la Moncloa y la vivienda del presidente caracterizada como la habitación del pánico.

Inició su actividad como jefe de la oposición poniéndole al gobierno toda clase de zancadillas para ver si se estrellaba y aprovechando cada sesión del Congreso para insultar a Sánchez, llamándole cómplice de terroristas y separatistas. Esto no es nada original, el PP ha hecho lo mismo desde siempre: decir que lo que hacen los gobiernos de izquierda está TODO MAL. Pero Fraga reconocía que González hacía de vez en cuando algo bien, por error, y tanto Aznar como Rajoy actuaron con una cierta educación cuando estaban en la oposición. Lo del fraCasado es un nivel de insulto y crispación que no se había alcanzado antes. Y que no iba acompañado de propuestas en positivo. Y no dejó de aprovechar un tema tan dramático como la pandemia, para seguir dando el coñazo en cada petición de prórroga del estado de alarma. Este tipo de oposición no se ha dado en ningún otro país de Europa durante la pandemia.

Lo siguiente fue ir a Bruselas repetidamente a pedir que no nos dieran los Fondos, diciendo que éramos igual que Polonia y Hungría. Mostraba aquí un desconocimiento supino, porque en esos países gobiernan partidos amigos de sus socios de Vox. Y aprovechó unas declaraciones bastante razonables sobre alimentación del ministro Garzón, para empezar a hacerse fotos en granjas de cerdos por toda Castilla, calzado con mocasines de la calle Serrano. Yo creo que todas estas líneas se las marcaba El de los Güitos de Aceituna, que es nefasto. Parece claro que en su propio partido empezaron a mirarle con desconfianza. Sobre todo cuando embarcó a Mañueco en unas elecciones en Castilla León que no hacían falta para nada y que terminaron con el clásico tiro por la culata, ya que estamos hoy de símiles bélicos. Durante esa campaña se tomó la impresionante foto que les pongo abajo, con todos los presidentes regionales escoltando a la señora Ayuso, sin la presencia del fraCasado.

Y el colmo fue la votación sobre la Reforma Laboral. Esa ley se había pactado con la patronal, en la que ejerce de asesora máxima Fátima Báñez, ministra de Trabajo de Rajoy. Los viejos cuadros no daban crédito y ya empezaron a mirar a Feijoo, para que diera un paso al frente y librara al partido de esa cuadrilla de niños de papá. Y lo de comprar a dos señores de UPN para que votaran en contra sin avisar, es algo muy feo, que un partido serio no puede apoyar, y que encima salió mal gracias al portentoso señor De La Chacina. Cuando empezaron las hostilidades de Ucrania y Sanchez mostró su disposición a mandar unos cazas a Bulgaria, de entrada el fraCasado lo puso verde, en un sesgo casi pacifista. Pero enseguida Vox mostró su apoyo a la medida dejándolo en fuera de juego. Sólo entonces apoyó él también al gobierno.

Y llegó la traca final. Ayuso se enteró de que estaban investigando a su hermano por el asunto de la compra de mascarillas y decidió embestir con todo. Fue como esos tipos de las películas de gángsters a los que están empujando hacia un abismo y se agarran al que les empuja, de forma que al final se precipitan los dos al vacío. Yo creo que en este caso, han caído los dos, como en la canción de Radio Futura, cuya letra viene como anillo al dedo a este caso y les pido que la escuchen también. Por cierto, estarán de acuerdo en que, en el panorama nacional musical, no hay en estos momentos ningún grupo de la calidad de Radio Futura, a los que vi por primera vez en directo en Barcelona, año 1980, como teloneros de Elvis Costello. Escuchen la canción.  

Los dos han quedado tocados, pero la señora Ayuso seguirá de presidenta de Madrid y se recuperará, con permiso de los tribunales y apoyándose en el respaldo popular mayoritario que aun tiene. Lo que le han destapado sus adversarios es muy feo, pero ella tiene más cuajo y saldrá adelante. Ayer, sin ir más lejos, se convocó la velada de los barones del PP, que durante cuatro horas intentó convencer al fraCasado de que dimitiera. No lo consiguieron y yo no sé por qué este señor se empeña ahora en seguir pasando un calvario durante más de un mes. La señora Ayuso que, significativamente, fue la única presidente regional no convocada al cónclave, aprovechó la ocasión para irse al Wanda Metropolitano a ver el partido del Aleti con el Manchester United, donde fue ovacionada como en cualquier lugar por el que se le ocurra aparecer.

Porque, no lo olvidemos, Ayuso es la persona más popular del partido y esa es una baza que ella y MAR han jugado de forma inteligente. La vergonzante sesión de anoche recuerda un poco la que le montó su partido a Sánchez por no querer abstenerse en la investidura de Rajoy y agarrarse a su famoso no-es-no. A Sánchez lo echaron a la calle de una patada en el culo, para poner a la nefasta Susanita. Pero en este caso, los militantes estaban con él y le permitieron recuperar el puesto, después de recorrer toda España en un utilitario recabando apoyos. El fraCasado no puede hacer eso ahora. Es un poco vago y, si iniciase un viacrucis similar subido en un Audi, lo recibirían en todas partes a tomatazos. La militancia está con Ayuso y lo ha mostrado en las manis que han montado en la sede de Génova (en donde están que-se-van que-se-van que-se-van y no se han ido). Vean una imagen de estos días.

Así que hemos llegado a las puertas de un cambio de presidente del partido, para el que todo el mundo señala a Feijoo. Pero este señor es gallego y mantendrá la incógnita de si acepta o no hasta el último minuto, a la manera de Rajoy. O sea que: lu mismo acepta, que lu mismo no acepta. Acabaremos por saberlo. Para el Gobierno Sánchez, Feijoo será un hueso duro de roer, pero ya les adelanto que no le vamos a ver insultando a nadie y organizando trucos como el de la votación de la Ley de Reforma Laboral. Feijoo es un político serio y de peso, a la altura de lo que se merece el PP. Y no sería una sorpresa para nadie que, si acepta finalmente, su primera medida fuera desbloquear el tema del Consejo del Poder Judicial.

Desde los medios de la izquierda se ha contado todo esto poniendo verde a Ayuso y casi salvando al fraCasado por honesto, como si fuera un campeón de la lucha anti-corrupción. No estoy de acuerdo. Al fraCasado le importa un bledo la corrupción, se ha criado en medio de ella. Para él era sólo un medio de atacar a una rival que se estaba poniendo farruca. Seguro que a Cayetana le anduvo buscando las vueltas, pero no le encontró nada. Así que de honesto nada. En esa línea, algunos de mis lectores me han mostrado su disconformidad con mi indulgencia con Ayuso. Hombre, este es un foro humorístico-satírico y convendrán conmigo en que Ayuso es mucho más guapa. Abajo tienen la foto de su perfil de Twitter.

Sí, ya sé que tiene Photoshop y todos los demás trucos. Pero es que al fraCasado ni con Photoshop lo podrían sacar tan guapo. Ese es un motivo adicional para que este caballero haya acabado por convertirse en Pablo Cesado. Así que, una vez más, sean buenos y sigan atentos a la pantalla, que la actualidad no para de darnos sustos. Chao. 

4 comentarios:

  1. Respecto al megalómano ruso, así empezó Hitler. Y, ojalá sea anecdótico, pero Volodímir Zelenski, el presidente de Ucrania, es judío. ¡Ahí lo dejo!

    Respecto a Pablo Cesado, patético, ha sido el peor líder de la oposición de la historia, un niño malcriado incapaz de comportarse como un ser racional. Deja el listón tan bajo que, con poco, el gallego se ganará la incondicional adhesión de los suyos. Pero yo no me fiaría gran cosa de esas adhesiones: Pablo Cascado creyó tenerlas hasta un minuto antes de que el Aceituno claudicara, el chiquitín se negara a seguir como portavoz y hasta la errática Andrea Levy le dijera "hasta aquí hemos llegado". Y en su dolorosa despedida en el Congreso, ¡qué exhibición de hipocresía! ¡Aplaudían más que los procuradores de las cortes franquistas al caudillo genocida! ¡Qué asco dan!

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    1. Sí, querida, hay muchas similitudes con Hitler y otros cabrones. De Pablo Cesado poco queda por decir. A mí me parece mentira que un partido serio como el PP haya estado unos años en manos de un percebe con ayudante aceituno. Parece que por fin los mayores se han hecho cargo del tinglado A Pablo Cesado no le vendría mal volver a la universidad y sacarse un máster de verdad.
      Abrazos a porrillo.

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  2. Emilio, Ayuso es peor que Eva Harrington.

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    1. Qué va, Eva Harrington tenía otra categoría, esta no le llega ni a la suela de los tacones.

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