jueves, 3 de febrero de 2022

1.118. Sobre la transversalidad y las brechas

Bien, mi último post fue una especie de lamento profundo en pleno desierto, después de constatar un claro descenso del número de visitas a mis últimos textos. No es la primera vez que me pasa esto y monto el numerito correspondiente. La mayoría de mis seguidores me conocen perfectamente y saben que no hablo en serio cuando amenazo con cerrar el kiosco, la verdad es que yo hago esto para mí y seguiría haciéndolo aunque no me leyera nadie. Pero es que además, tengo un ramillete de seguidores muy fieles, como Paco Couto, o mi amigo X, que siempre me animan a seguir. O el gran Mariano, que, cuando estaba aun en activo, llegaba cada mañana a su oficina, conectaba el ordenador y buscaba a ver si había un nuevo post de Reflexiones a la Carrera. Y, sólo cuando lo había leído, abría los periódicos, para ver qué más había pasado en el mundo. También está mi querida amiga Carmen Taladriz, que dice que, cuando recibe el aviso de que acabo de colgar un nuevo texto, inmediatamente deja lo que esté haciendo y se pone cómoda para leer mis nuevas ocurrencias.

¿Cómo podría cerrar el blog con seguidores tan incondicionales? ¿Qué excusa tendría que buscarme para defraudar esas expectativas? Mi querida África, la de los comentarios más divertidos y precisos que enriquecen como ningún otro este blog, me ha escrito animándome a seguir, a pesar de los celos que le genera Samantha Fish. Y mi nueva y joven seguidora Inés U. me ha pasado toda una serie de contactos de amigas suyas para que las incluya en el mailing, lo que voy a hacer con sumo gusto. Con seguidores como estos, he de seguir adelante, y les aclaro que este principio de año mi ritmo de publicaciones es un poco más bajo, pero no porque esté desanimado o cabreado con la escasez de visitas, sino porque estoy muy ocupado con diversos temas de los que no se cuentan en el blog, y otros que tienen que ver con proyectos que no voy a anunciar hasta que estén confirmados y sean seguros. El caso es que dispongo de menos tiempo para escribir y eso se nota.

Para mis nuevas lectoras, precisaré que este es un foro en el que se habla de temas generales de la actualidad, con puntos de vista no determinados por los grandes medios de difusión, a la vez que voy haciendo una especie de diario de mis actividades y mis anhelos en cada momento. Que se habla mucho de rock y de blues, de Galicia, de urbanismo y por supuesto del Covid y su latosa manera de seguir presente en nuestras vidas, presencia que a mí, por ejemplo, me impide viajar como lo hacía antes de la pandemia, según quedó registrado en el blog, con salidas memorables a Japón, San Petersburgo, Birmania, Chicago, Madagascar o la Costa Oeste de USA. En el lado de la derecha tienen ustedes el llamado mapa de etiquetas, en donde es sencillo buscar las diferentes temáticas. También se habla de fútbol y muy recientemente se ha incorporado la gastronomía, con algunos textos que incluyen recetas sencillas y sabrosas.

Se observa a simple vista que una de las etiquetas de mayor tamaño es la titulada About me, porque de lo que más hablo en esta tribuna es de mí mismo, basta leer mi perfil de blogger para deducir que soy un presumido. Pero también hay algo que siempre me gusta resaltar: yo busco el viejo ideal del humanista, que es ese personaje que sabe de muchos temas, inevitablemente contrapuesto al especialista, que sólo sabe de lo suyo. Obviamente, los humanistas sabemos de todo, pero sabemos poquito, cualquier especialista sabe más que yo de la materia de su especialidad. Pero yo trato de relacionar todas las disciplinas, porque pienso que en realidad todo está interconectado y porque así se definen mejor los contextos y eso ayuda a entender mejor el mundo. Ya traje al blog una cita de Carlos Marx (sí, el de las barbas blancas) que decía que el especialista es un sujeto que, a fuerza de profundizar únicamente en su materia, termina por saberlo todo de nada. Así que, por seguir la tradición, voy a hablar otra vez de mi mismo y empiezo por mostrarles mi nueva imagen.

Sí, señor. Como ya no tengo que trabajar y mis ocupaciones más esenciales son ahora el blues, el yoga y el running, he decidido cambiar de imagen y derivar a un look más adecuado a mi nueva condición. Además, ya saben que yo me siento mucho más joven de lo que soy y hasta mis hijos dicen que soy como un adolescente. Y he llegado a la conclusión de que lo que más me avejenta la imagen es mi creciente calva, así que, uno de estos días, al salir de mi sesión de yoga, encaminé mis pasos a la tienda llamada Marihuana Bronca Total, en la cabecera del Rastro. Allí le conté a la dependienta, que me atendió muerta de risa, que quería unos cuantos pañuelos para la cabeza, porque estaba muy preocupado de que se me congelaran las ideas con este frío. Tuvo que enseñarme a anudármelos, porque yo nunca había llevado pañuelos en la cabeza.

Pero ahora, apenas me lo quito. Y eso me supone afrontar las miradas escépticas del portero negacionista de mi casa, los dependientes de la farmacia donde compro mis abundantes medicamentos pautados en la tarjeta sanitaria, e incluso alguna que otra vecindonga veterana, que desaprueba rotundamente mi nuevo aspecto. Por el otro extremo, mi amiga colombiana A. dice que muy bien, pero que tengo que modernizar también los jerseys y camisas, para acomodarlos a mi look de bluesman veterano. Poco a poco. Primero tengo que acostumbrarme a esta nueva imagen. Más adelante, no descarto hacerme un agujero en el lóbulo de la oreja, para completar el sesgo pirata con un anillo plateado. Mis hijos dicen que estoy guapísimo, el cariño filial es lo que tiene.

Hombre, en ciertas ocasiones, me tengo que quitar el pañuelo, por ejemplo en mi viaje a Valencia de la semana pasada para participar en la entrega de premios del concurso para jóvenes arquitectos Europan 15, de cuyo jurado formé parte en 2019, acto que se retrasó dos años por el maldito Covid. Este martes también impartí una clase online para el máster de Smart Cities que dirige desde Lille mi amiga Ana Ruiz-Bowen. Era parte de un ciclo de conferencias promovido por la red de Grandes Écoles d’Ingenieurs de Francia, que no es cualquier cosa. Mi conferencia duró casi una hora y después hubo más de media hora de preguntas. Total, casi dos horas de manejarme en inglés y tratar de responder a las dudas de los participantes. Es la tercera vez que participo en este ciclo, y la segunda online. Aquí pueden ver el anuncio de dicha charla, tal como se publicó en la red Linkedin.



Creo que las nuevas incorporaciones a mi grupo de seguidores ya pueden hacerse una idea de la variedad de perfiles y temas que se tratan en este blog. A mí lo que me gusta es precisamente la transversalidad, las relaciones entre mundos y formas de pensar diferentes. Los entornos homogéneos me aburren soberanamente, lo mismo que los bares o lugares en los que toda la gente está cortada por el mismo patrón, tanto en su aspecto como en su mentalidad. Los sitios de público mezclado son mis favoritos, es en donde más se aprende de la vida y donde se viven las situaciones más divertidas. Además, es una forma de luchar contra las llamadas brechas, que no podemos negar que existen. Hay una brecha de género, sin duda, y también una brecha generacional. 

Pero yo, en mi afán de transversalidad, me siento siempre más cómodo del otro lado de la brecha. Es decir, entre mujeres y entre la gente más joven. Por ejemplo, en la escuela de yoga, esta tarde éramos diez alumnos, nueve de ellos mujeres y todas ellas jóvenes, además de la profesora que también es bastante joven. En el club de lectura Billar de Letras también soy el único varón, aunque en el tema de la edad, mejor será correr un tupido velo. Por eso, este blog tiene una serie de heroínas a las que se venera de forma incondicional, como Samantha Fish, la reina indudable del blog, o las chicas de Larkin Poe. El pasado 30 de enero, Sam cumplió 33 años y Rebecca Lovell, la menor del dúo Larkin Poe, cumplió 31. Es decir, que nacieron el mismo día con dos años de diferencia y son dos mujeres fuertes, bajo el signo de Aquario.

Aunque algunas de mis lectoras tienen celos de Sam, no me resisto a ponerles un nuevo vídeo suyo, para deleite de sus seguidores más fervorosos. Como ya saben, la versión de Sam que más enganchado me tiene es la de sus primeros tiempos, cuando hacía un blues por derecho, en formato power trio, con Chris Alexander al bajo y GoGo Ray a la batería. Después ha cambiado sus registros y me encanta lo que hace ahora, pero lo de su primera etapa es extraordinario. Les pido que vean esta versión del mítico Killing Floor de Howling Woolf, de la que se han hecho muchísimas versiones, entre ellas la mía, que subí al blog, y la de Jimmy Hendrix, la mejor de todas. Aquí Sam no se esfuerza mucho con la voz, pero toca la guitarra de forma asombrosa. Y la aportación del bajo es espectacular. Pantalla grande, please.  

Como siempre les digo, por entonces Sam se lavaba el pelo con un champú del Todo a Cien, y no se maquillaba como ahora. Así que en realidad estoy enamorado de una mujer que ya no existe. Y, no sé si se han fijado, pero el público que la seguía, era ya en 2015 bastante mayor. En los conciertos de ahora, la mayoría de los espectadores que la siguen fielmente, lucen canas, barbas blancas y calvas relucientes. Es otra forma de brecha generacional, porque a la gente joven no le gusta demasiado el blues y prefieren el rap, el hip-hop y el reggaetón. Ellos se lo pierden. El gran Keith Richards, cuya divertidísima autobiografía me estoy leyendo, dice que todo eso no es música. Que es una mierda. Y yo estoy bastante de acuerdo.

Pero también fue el cumple de Rebecca Lovell y es justo que les traiga un vídeo suyo grabado en los estudios Audiotree. Rebecca es la más joven del dúo Larkin Poe, toca la guitarra al más puro estilo AC/DC y tiene un vozarrón apabullante, pero ya saben que a mí la que de verdad me pone es su hermana Megan, dos años mayor y siempre atenta a hacer segundas voces y apoyar a su hermana con su slide-guitar horizontal. Larkin Poe forma parte con Sam del elenco de nuevos músicos de blues que tanto me gustan y tanto me inspiran, todos ellos en la treintena. Recuerden que el gran Paul Krugman, premio Nobel de Economía, comparte conmigo su fascinación por esta generación de músicos, cuyo arte se basa en el directo y cuyo surgimiento relaciona él con el final del mercado del CD. Vean este otro vídeo.

Espectaculares, como Sam. Aquí también se valoran como se merecen otros jóvenes talentos femeninos, como las pianistas clásicas Yuha Wang y Khatia Buniatishvili, o la nueva estrella del Real Madrid femenino y de la selección española Athenea del Castillo. El Real la fichó este verano del Deportivo de La Coruña y a pesar de su juventud, se ha hecho un hueco fijo en el equipo (y también en la selección). El equipo del Real Madrid femenino se vio afectado por un brote de Covid durante las navidades y no han podido volver a jugar hasta a hace una semana. Pero su vuelta ha sido espectacular. Han ganado todos los partidos, salvo uno con el Barça, que por ahora está todavía lejos. El otro día ganaron 3-1 al Sevilla y Athenea marcó el tercero. Al final, la cadena del club entrevistó brevemente a las tres goleadoras. Les traigo ese vídeo, donde pueden ver los tres goles y apreciar la personalidad que muestra Athenea, con sólo 21 años, aunque lo suyo es jugar al futbol, no hablar en público. Al menos por ahora.

Por lo demás, el Covid parece que va bajando su presión después de un mes bastante duro y seguimos sin saber por qué unas personas se lo pillan incluso más de una vez y otras ni de rebote. Tengo la suerte (toco madera) de estar en ese segundo grupo, de lo que me congratulo, pero me gustaría que un día se llegara a saber por qué una sobrina mía se va a la playa con su novio, el tipo se pone malísimo y tienen que ingresarlo y ella tan fresca. Es un caso bastante común y ahora ha salido una teoría de que hay personas con inmunidad innata, tal como pueden comprobar pinchando AQUÍ.

Pero hemos hablado arriba de algunas de las heroínas de este Blog. Y resulta que esta tribuna también tiene algunos antihéroes destacados, como Boris Botejohn-son, que se resiste a irse, aunque todo indica que ha adquirido la categoría de pato cojo (lame duck, que dicen en USA). Hay que ver lo fiestero que ha resultado ser este sujeto, con lo feo que es. Y, para antihéroe, el fraCasado, empeñado en dilapidar la ventaja que le había proporcionado la gran victoria de Ayuso. Todas las encuestas hablan ya de su declive y hasta el gurú Aznar ha tenido a bien regañarle de forma bastante explícita, aunque luego se empeñe en decir que hablaba en general. Ustedes dirán, la frase de su discurso fue: Muchas veces oigo decir que tenemos que ganar para que no sé quién llegue al palacio de no sé cuántos, y la pregunta que yo me hago es ¿para hacer qué? Es la retórica típica de aquel sujeto que con aire chulesco proclamó: Me van a decir a mí lo que puedo o no beber antes de ponerme al volante.



Es incluso más feo que Boris Botejhon-son, pero hay que reconocer que esta vez tiene razón: el fraCasado no tiene otro discurso que el de decir que todo lo que hace el Gobierno está mal, antes de saber ni de qué se trata, y que cuando llegue al palacio de no sé cuantos (Dios no lo quiera) se dedicará a derogar todas las leyes que ha aprobado este gobierno. Ese es su único programa. Y encima se dedica a ir a Europa de acusica, a gritarles todo eso a los de Bruselas, que no le hacen ni caso. El fraCasado es un caso prototípico de inmunidad innata a la inteligencia. No es de extrañar que baje en las encuestas. Lo malo es que con semejante jefe de la oposición, nos va a tocar aguantar a Sánchez cuatro años más. Y eso garantiza esperpentos como el de esta tarde en la aprobación por el Congreso de la Reforma Laboral.

Por lo demás, en mi tierra se han visto sobresaltados estos días por la detención de dos delincuentes contrastados. Por un lado, el Rambo Gallego, que llevaba huido más de un año, viviendo por esos bosques de Dios. Y por otro, un tipo que se dedicaba al menudeo de la droga, conocido como El Chepas, al que descubrieron con las manos en la masa en un barrio de Carballo. Al verse descubierto, se subió a toda prisa al Opel Astra que conducía su novia, alias La Patola, saliendo los dos como almas que lleva el diablo y protagonizando una persecución de película, finalizada con la detención de ambos ya por la zona de Coristanco, en donde se cultivan las mejores patatas del mundo. La vida sigue y yo les repito mi saludo habitual: sean buenos. 

6 comentarios:

  1. A parte del disfrute provocado por el espectacular fraseo blusero de Dña. Samantha quiero aconsejarle encarecidamente que prescinda de esos pañuelos caducados y adopte como barrera térmica la clásica boina. Le aseguro que ganará en estética y en transmisión térmica. Un servidor ya se convirtió en "boinero" hace muchos años y, créame, se gana en calidad de vida. A decir verdad lo que utilizo es una chapela de ala ancha, unos 5 cm, de marca Elosegui y fabricada en Tolosa que protege tanto del frío como de la lluvia. Adiós al paraguas.
    Me alegro mucho que vaya usted capeando la covid, yo también, creo que ambos somos "inmunes innatos" gracias a los traguetes ingeridos en la prehistoria y a las cerveza actuales.
    Le dejo un enlace por si opta por las boinas y reciba un abrazo fuerte de su brother.
    https://www.boinaselosegui.com/shop/super-lujo-con-forro-badana/

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  2. Ni caso al coronel Groucho, Emilio. El pañuelo te queda genial. A menudo me cruzo por la calle de Fuencarral con el incombustible Paco Clavel, que sigue incondicional de la estética guarry-pop. Suele llevar unos atuendos muy peculiares y se toca con uno de estos pañuelos de pirata. A ti te queda mucho mejor, pero tu nuevo aspecto está pidiendo a gritos el aro pirata. Hazte con uno cuanto antes.
    Y tienes razón, estoy muy celosa de tu somanta, pero también estoy contenta de que hayas puesto en tu vida a una chica tan disfrutona.
    Ya sabía yo que lo de echar el cierre era un farol. Como a los poetas románticos, no te hacen falta lectores; tienes muchos, pero si no tuvieras ninguno escribirías para ti mismo. Y tan ricamente.

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    1. Bueno, pues contesto conjuntamente a ambos muy queridos y fieles seguidores. Siendo yo como soy un tipo camaleónico y poliédrico, no tengo el menor inconveniente en apuntarme a ambas tendencias estéticas alternativamente, al gusto de ambos. Quiero decir que probablemente me compre una de esas excelentes boinas de Tolosa con badana de cuero, para cuando quiera dar una imagen más de señor mayor, erudito y reposado, con aires de Labordeta y vitola de experto en alguno de los temas en los que picoteo de manera, como saben, superficial.
      Ello no impedirá que me pasee por ahí con mi pañuelo de pirata, para escándalo explícito de ciertos vecinos, cuando tenga que dar una imagen más en sintonía con mi carácter de bluesman un poco perro, en la línea de Keith Rochards a quien ninguno de ustedes imaginaría tocado con una boina de abertxale.
      Abrazos y besos sin cuento para ambos.

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  3. Hola amigo!..hace unos años conversamos en tu blog, soy Gustavo y residia en Brasil,, no se si te acuerdas.

    Estos dias me he acordado de ti a colacion de un comentario que hiciste en el cual expresabas que la situación global iba hacia un camino que te preocupaba e incluso te producia miedo. Recuerdo que pensé que dicha reflexión era exgerada, pero ahora veo que estabas en lo cierto,,,lo que es la experiencia!! ya sabes, sabe mas el diablo por viejo que por diablo, esto te lo digo con todos mis respetos. Lo de Rusia, mas China entre bambalinas, refuerza la hipoteis de que el nacimiento del COVID no fue accidental, y que talvez ambos acontecimientos pertenezcan a un plan diseñado desde hace ya algun tiempo. Yo ahora tengo miedo, me preocupa todo porque Putin y Xi tienen mas peligro que un mono con un rifle. Vivimos una situacion con incertidumbre, nos sentimos mas vulnerables porque se piensa que las grandes guerras son cosas del pasado, pero no, que se lo digan a Ucrania. Creo que estos dos sujetos, aparte de estar enfermos, estan dispuestos a perderlo todo, y ahi radica su peligro. Fue placer leerte otra vez. Suerte campeon

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    1. Gracias, me alegra que me sigas leyendo después de tanto tiempo. Desde luego que Xi y Putin son muy peligrosos, pero yo me resisto a creer que la génesis del covid fuera intencionada. Quizá accidental, pero no suelo caer en conspiranoias. Deduzco que estás de vuelta en España. Me encantará que aportes nuevos comentarios. Un fuerte abrazo.

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    2. Si, estoy en España aunque ahora retorno a Brasil. Mi hipotesis sobre el covid se basa en que surgió durante la guerra comercial USA-CHINA. USA poco a poco estaba logrando posición en las negociaciones. CHINA con una balanza comercial 5 a 1 a su favor, saltandose la propiedad intelectual de forma abrupta - la cual es una cuestion fundamental en el desarrollo de cualquier pais - no iba a permitir que le quitasen el caramelo (efecto bebe). Como bien sabes el poder no tiene escrúpulos; sí tienen que morir 10 millones pues que mueran; de hecho la crisis de la pandemia se llevo por delante la reeleccion de Trump. De momento consiguió CHINA eso, quitarse un hueso duro de roer. Otra cuestión es que lateralmente tambien nos hiciese un favor. Son aptitudes que el poder sostiene desde tiempos inmemoriables. Al final todos aspiran a mandar, es innato es nuestra especie änimal". Abrazos. Cuidate

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