sábado, 22 de agosto de 2020

968. Let's vote him out

Creo necesario aclarar algunos puntos previos. Cuando, hace unos meses, me ofendí y me cabreé porque estaba escribiendo unos posts cojonudos y no entraba ni Dios a leerlos, mi amigo X me cogió por banda y me dijo muy seriamente: Emilio, tú lo que tienes que hacer es escribir sobre lo que te dé la gana; olvídate de si la gente te lee o no te lee; tú tienes una cosa en la cabeza, la maduras y la escribes, y luego te desentiendes, no tienes ni que mirar las estadísticas, que además seguro que son muy poco fiables; tú tienes que mantener un nivel de calidad que sea suficiente para ti, que te satisfaga a ti; lo que luego hagan con ello tus seguidores, es problema de ellos. 

Sabio consejo que, desde entonces, sigo a rajatabla. Eso explica que le haya dedicado un post entero a mi admirada Samantha Fish. Alguno de mis comentaristas por detrás me ha dicho que le ha gustado, pero que es un poco sobredosis. Yo creo que no es una sobredosis, es una tesis sobre un personaje emergente que me parece de interés y del que por ahora no se dice nada en los medios locales, aunque no descarten que a medio plazo se hable de ella y mucho. Una tesis que seguiré desarrollando en dosis más asequibles, que tampoco hay que agotar al personal.

En cuanto a lo de revisar las estadísticas de visitas al blog, es algo que no puedo evitar hacer de vez en cuando y eso me ha permitido comprobar, por ejemplo, que mi texto sobre el puente Verrazano, que para mí es el más sólido de los últimos publicados, tiene menos visitas que otros que me parecen más flojos. Definitivamente renuncio a entender por qué unos posts tiene más éxito que otros. En cualquier caso, ya queda dicho: yo escribiré de lo que me interese a mí; luego ustedes son libres de hacer con ello lo que les plazca, incluso imprimirlo y utilizarlo para envolver bocadillos de sardinas en lata y discúlpenme la grosería (había escrito otro uso potencial todavía más zafio, pero he tenido a bien autocensurarme, que no hay por qué caer en lo escatológico).

Otra cuestión previa. Este texto lo escribo otra vez con la interfaz antigua (de momento no la han eliminado y me dejan volver a ella). ¿Saben por qué? Pues porque va a incluir la letra de una canción, con mi disposición clásica, inglés en una columna a la izquierda y su traducción casera a mi cargo en otra columna a la derecha, además del uso de un tamaño de letra más pequeño, que también utilizo en citas al principio del texto, apoyadas en el lado derecho. Esas composiciones las hago en un archivo Word y luego digo: seleccionar todo, copiar y pegar en el recuadro previsto en la página blogger.com para incorporar textos. Con la antigua interfaz, la cosa funcionaba, apenas tenía que hacer algún ajuste de márgenes. Pues con la nueva no: al darle a pegar, se empasta todo en la letra más grande, se pierden los espacios y la tabulación, y se elabora lo que, reciclando un término culinario, llamaríamos un bodrio de publicación.

Estoy pendiente de que alguien me ayude, pero mi amigo Boni anda por ahí de viaje y no estoy seguro de si será capaz de asesorarme en un tema que es más de mecanografía, que de informática, que es su especialidad. Luego está mi amiga A. que posiblemente me pueda resolver el tema. El caso es que le he enviado un Whatsapp y me contesta que está de vacaciones, en una especie de masía con piscina. Y me ha mandado la foto que les pongo más abajo, en la que sale su pie, igual que me hizo mi amiga S. desde Sicilia. Que una cosa pase dos veces ya es tendencia. Lo que no sé es cómo interpretarlo, pero es un hecho que este verano, cada vez que intento conectar con una amiga para quedar un rato a tomar algo (o a lo que ella quiera), me responde con una imagen en tiempo real con un sugerente pinrel observando un panorama idílico. Mi amiga A. no se pinta las uñas de los pies, pero es muy guapa también. 


Así que, en conclusión, yo escribo de lo que me interese a mí, y luego ustedes lo leen o no; por mí como si se operan de amígdalas, por seguir con el tono borde y faltón. ¿Y qué temas ocupan mi mente en este tiempo (aparte de Samantha Fish)? Pues básicamente dos: el coronavirus y las elecciones USA, a celebrar en poco más de dos meses. Del virus, poco les puedo contar que no sepan. Estamos en pleno rebrote, no parece que tengamos muchos medios para evitarlo, el patógeno parece algo menos letal, pero se sigue muriendo gente y tenemos que estar vigilantes, porque no cabe duda de que es mejor no pasar la enfermedad, o pasarla de la forma más leve posible y cuanto más tarde mejor, en eso coinciden todas las fuentes, porque se van teniendo más recursos contra ella.

Ahora hay una línea de investigación que dice que, ante el virus, el cuerpo humano, además de generar anticuerpos, produce también linfocitos C, que son un potente escudo contra nuevos ataques del bicho. Pueden leerlo AQUÍ. Pero lo que más me interesa es que dice que esos linfocitos C también se generan ante un simple resfriado (que también es producido por otro coronavirus, como saben). Hombre, yo, hasta que no me haga algún tipo de prueba, no puedo afirmar nada, pero les diré que llevo con un constipado crónico más de un año.

Me lo agarré en julio de 2019 y hasta ahora. Lo que pasa es que no he dicho nada en el blog, porque esta es una tribuna fina y elegante, en la que no pega hablar de mocos y otras asquerosidades. Además, no me gusta usar el blog para quejarme, aquí se viene llorado. Y tampoco es algo que me induzca muchas molestias: me despierto con mocos, me aseo adecuadamente en el lavabo y ya estoy listo para salir a correr, trabajar o lo que sea. Algunos me dicen si no será una alergia. Estoy seguro de que no. ¿Saben por qué? Pues porque tenía el catarro aquí, me lo llevé a Madagascar tres semanas y me lo traje de vuelta. Entre Madagascar y Madrid no hay ningún elemento común que me pueda producir esa alergia. A menos que sea alérgico a mí mismo.

Así que vayan ustedes a saber si no estoy de linfocitos C hasta las cejas, y por eso no me pillo el virus a pesar de dar abrazos a diestro y siniestro y estar haciendo una vida, ciertamente recogida, pero sin grandes precauciones. Por ejemplo, yo ayer quedé en una terraza del Paseo de Rosales con un par de colegas arquitectos y, en cuanto nos sacaron las birras, nos quitamos las mascarillas y nos las guardamos en el bolsillo. Y estuvimos un par de horas hablando en torno a una mesa a distancias inferiores a dos metros. Así lo he hecho en todas mis citas, algunas incluso en espacios interiores, como La Matilda. Antes de irse de vacaciones, mi amiga A. estuvo conmigo en la terraza del Botánico y, cuando salíamos hacia el Paseo del Prado, un vigilante nos regañó porque seguíamos con la mascarilla en el bolsillo.

La segunda oleada del virus está en pleno auge y no sería de extrañar que nos tengamos que recoger otra vez, hasta que pase la tormenta. Para mí no es demasiado problema, como les digo, a mí lo que me gustaría es poder salir de viaje como hacía antes. No pudiendo hacer eso, me da igual confinarme más o menos. Otro día intentamos hablar un poco más de este asunto, discúlpenme que lo despache con una faena de aliño, pero es que hoy me quiero centrar en el otro tema, en consonancia con el título del post. ¿Cómo lo traduciríamos? Pues literalmente sería votémoslo fuera. Posibles traducciones caseras de las mías: echémoslo con nuestro voto. O, aun mejor: botémoslo. Con B. En todos los casos: a él. Al innombrable. No hace falta que digamos su nombre, todos sabemos de quién estamos hablando.

Es clave para el futuro del mundo que Trump no sea reelegido. Los americanos tienen la oportunidad de echarlo con sus votos, posibilidad de la que carecen los chinos, los rusos, los bielorrusos, los turcos, y muchos otros pueblos del mundo. Ha estado cuatro años y vale, ya todo el mundo ha visto quién es. Ahora, por favor, elijan a un presidente como Dios manda. En la reciente convención demócrata se han escuchado algunas intervenciones interesantes. Por ejemplo la de Hillary Clinton: En estos cuatro años he escuchado a mucha gente decir “no me di cuenta de lo peligroso que era”, ”tendría que haber votado”, “ojalá pudiera volver atrás”. Por favor, en estas elecciones no caigamos de nuevo en el habría, el tendría o el podría. Si van a votar por correo, háganlo cuanto antes. Y recuerden: podemos sacar 3 millones de votos más y perder, se lo digo yo, necesitamos una victoria abrumadora para que Trump no nos la pueda robar.

Tiene razón Hillary (ya les he dicho muchas veces que el hubiera no existe), aunque evidencia que todavía está escocida por su derrota. No es consciente de que fue ella la que perdió por su soberbia, su falta de empatía y su desconexión con una buena parte de la clase obrera, que picó en las promesas de Trump. Pero acierta en alentar a la gente a que vote y lo haga cuanto antes. Las posibilidades de Trump van ligadas a una alta abstención o a un importante número de votos nulos por problemas técnicos. Y a que mucha gente no vaya a votar porque crea que el tema está ganado, como le pasó a la señora Carmena. Por lo demás, la convención fue telemática y una de las intervenciones más esperadas fue la de Obama, que por fin salió del congelador. Aquí una imagen de su intervención, ya ven qué viejo está.



Barack abandonó ese limbo de buenismo en el que ha vivido estos años (y parte de su presidencia), para atacar a Trump con contundencia. Este gobierno ha demostrado que es capaz de derribar nuestra democracia, si eso le hace falta para ganar. El presidente está dispuesto a poner todos los medios para que sea muy difícil votar por correo, así que háganlo cuanto antes, no permitan que les quiten su democracia. Nunca esperé que mi sucesor continuara mis políticas o mantuviera mi visión. Pero, por el bien del país, esperaba que mostrara algún interés en tomarse su trabajo en serio. Pero no ha sido así, en ningún momento ha mostrado el menor interés en tratar la presidencia como algo distinto a un reality show, para obtener la atención mediática que ansía. El resultado está ahí: 170.000 muertos por el Covid-19. Por favor, confíen en Joe y Kamala para sacar a nuestro país de este tiempo oscuro y reconstruirlo. Dicen que el presidente siguió en directo este discurso por la tele, mientras escribía uno tras otro un montón de tweets indignados en mayúsculas. 

La batalla está planteada y el resultado será reñido. Todo el planeta contiene el aliento, porque el resultado de esta contienda marcará un antes y un después. Si Trump pierde, sería quebrar una tendencia mundial nefasta, en la que podemos incluir desde el secesionismo catalán, pasando por el Brexit, la derrota del referéndum por la paz en Colombia, la propia elección de Trump en 2016, hasta el final de la libertad en Hong Kong. El mundo de la cultura se está movilizando también y, dentro de ese mundo, el rock es un elemento clave por su poder mediático. Ya les conté que los Stones han requerido judicialmente a Trump para que deje de usar las canciones del grupo en sus actos electorales. Y hace unos días les traje el vídeo de Sheryl Crow, centrado en el movimiento de las mujeres, pero claramente relacionado con todo esto. Hoy les traigo otros dos vídeos recién publicados que resultan demoledores, por la talla de sus autores y por su contenido.

Empezamos por Neil Young. El viejo oso canadiense, recluido en su casa de campo junto al lago Ontario, ha revisado la letra de su tema Looking for a leader, Buscando un líder, una canción de 2006, y la ha grabado actualizada con su guitarra. Aquí tienen la nueva letra con su traducción (por eso he vuelto a la vieja interfaz, porque aun no sé hacer esto con la nueva). Debajo de la letra tienen el vídeo que se ha grabado Young con medios artesanales. Fíjense en el artilugio para sujetar la armónica, calzado con unos piedros del lago. Parecería que por detrás suena una batería pregrabada: nada de eso, es el tacón izquierdo de Young llevando el ritmo contra el suelo de madera de su porche frente al lago. Este señor tiene 74 años.

Looking for a leader                                         Buscando un líder

Leaders walk among us                                     Los líderes caminan entre nosotros
And I hope they hear our call                             Y yo espero que escuchen nuestra llamada
Maybe it’s a woman                                           Quizá sea una mujer
Or a black man after all                                      O un negro, después de todo
Lookin’ for a leader                                            Buscamos un líder
To bring our country home                                 Para traer nuestro país a casa
Reunite the red, white and blue                        Reunir rojo, blanco y azul
Before it turns to stone                                      Antes de que se convierta en piedra

Lookin’ for somebody                                         Buscamos a alguien
With the strength to take it on                            Con la fuerza para asumirlo
Keep us safe together                                        Que nos mantenga a salvo juntos
And make this country strong                             Y haga fuerte a este país
Walkin’ among our people                                  Caminando entre nuestra gente
There’s someone to lead us on                          Habrá alguien que nos guíe
Need a rainbow of colors                                    Necesita un arco iris de colores
In a broken world gone wrong                            En un mundo roto que salió mal

Yeah, we had Barack Obama                            Sí, tuvimos a Barack Obama
And we really need him now                             Y realmente lo necesitamos ahora
The man who stood behind him                        El hombre que estuvo detrás suyo
Has to take his place somehow                        Tiene que ocupar su puesto de alguna forma
America has a leader                                        USA tiene ahora un líder
Buildin’ walls around our house                        Que construye muros alrededor de nuestra casa
Who don´t know black lives matter                   Que no sabe que las vidas de los negros importan
And we got to vote him out                               Y lo vamos a botar

We got our election                                           Tenemos nuestras elecciones
But corruption has a chance                              Pero la corrupción tiene su oportunidad
We got to have a big win                                   Tenemos que lograr una gran victoria
To regain confidence                                         Para recuperar la confianza
America is beautiful                                           USA es hermosa
But she has an ugly side                                   Pero tiene una cara fea
We’re lookin’ for a leader                                  Buscamos un líder
In this country far and wide                               A lo largo y ancho del país

Just like his big new fence                                Igual que su enorme valla nueva
This president’s going down                             Este presidente se está viniendo abajo
América’s moving forward                                USA está yendo más allá
You can feel it in every town                             Puedes sentirlo en cada ciudad
Scared of his own shadow                                Asustado de su propia sombra
Buildin’ walls around our house                        Construyendo muros alrededor de nuestra casa
He’s hiding in his bunker                                  Escondiéndose en su bunker
Something else to lie about                              Algo más sobre lo que mentir

We don’t need a leader                                    No necesitamos un líder
Building walls around our house                      Que construya muros alrededor de nuestra casa
Who don’t know black lives matter                   Que no sepa que las vidas de los negros importan
And it’s time to vote him out                             Y ya es hora de que lo botemos
We’re lookin’ for a leader                                 Buscamos a un líder
With the great spirit on his side                        Con nuestro gran espíritu de su lado
Lookin’ for a leader                                           Buscamos un líder
In this country far and wide                              A lo largo y ancho del país
We’re lookin’ for a leader                                 Buscamos un líder
With the great spirit on his side                        Con nuestro gran espíritu de su lado


No me digan que no les pone los pelos de punta. Por cierto, se ha sabido estos días que el crowfunding que se organizó para pagar el muro con Mexico (con el que Trump fanfarroneó primero diciendo que lo pagarían los propios mexicanos) ha desembocado en que el dinero se lo estaban llevando a manos llenas los desaprensivos que lo organizaron, encabezados por el impulsor de fascismos en Europa Steve Bannon. En efecto, la iniciativa We build the wall recaudó unos 25 millones de dólares, que ahora no se sabe dónde están. La fiscalía dice tener pruebas de que Bannon se ha cogido de la caja común al menos uno de esos 25 millones para sus gastos particulares suntuarios. El tipo fue detenido en el puerto de Westbrook (Connecticut), en donde fondeó el yate en el que está pasando el confinamiento, propiedad de su amigo el milmillonario chino fugado Guo Wengu y valorado en unos 35 millones de dólares. Desembarcó para reponer suministros y lo estaban esperando.

Los agentes se lo llevaron para un juicio rápido, de esos que salen en las series americanas de abogados. El juez de turno le impuso una fianza de 5 millones, que abonó inmediatamente. Salió de la comisaría muy indignado, diciendo que esto lo único que busca es joder a los que querían ayudar a construir el muro, que él sólo estaba gestionando la cuenta, como hace con muchas otras. Conviene conocer todos estos detalles para entender completamente la catadura de este sujeto. El tipo es tan impresentable, que hasta el propio Trump, preguntado al respecto, se ha desmarcado de él y ha dicho que hace mucho que no hablan y que, si la acusación es cierta, le parece muy feo. Abajo el retrato del sujeto, para que no se les despinte.


Vale, Neil Young les ha dejado patidifusos, pero aun les queda el plato fuerte. Porque, como no podía ser de otra manera, el Boss se ha pronunciado también. Él no ha retocado una antigua letra, como Young, sino que ha aprovechado una vieja canción para editar un vídeo claramente propagandístico que ha producido con su dinero y puesto a disposición del ticket demócrata. Es un vídeo tan explícito que es casi pornográfico (figuradamente). Aquí está todo: el coronavirus, las ciudades vacías, los estadios sin público, los enfermos aislados y también los disturbios por el asesinato de George Floyd. Bruce Springsteen tiene una vieja amistad con Obama, para quien tocó muchas veces en la Casa Blanca, incluyendo un concierto de despedida, días antes de que le pasara los trastos a Trump. Aquí pueden ver una foto de ambos en algún mitin.


La canción se llama The Rising, que viene a significar como el resurgimiento, o el renacimiento y tiene una historia que explica por qué su letra sirve en estos momentos. Porque este tema fue compuesto a raíz del 11-S. Acerca del 11-S, quiero contarles algo muy personal. Para mí fue uno de los disgustos más grandes que me he llevado en mi vida, el día en que de verdad entendí que el techo protector bajo el que me creía a salvo, era de cristal del más frágil. Corría el año 2001 y yo era por entonces un padre de familia que vivía en la sierra en una casa enorme con piscina. Aquel verano, como todos, durante los meses de julio, agosto y septiembre, en mi trabajo se salía a las dos de la tarde. Recuerdo que ese día cogí el coche, llegué a mi casa, en ese momento vacía, me puse el bañador y me hice unos cuantos largos. Me sequé y puse la tele, para ver las noticias mientras me hacía la comida. Entonces vi que no había noticias. El televisor mostraba un plano fijo en directo con una imagen de las Torres Gemelas en las que al parecer había impactado una avioneta o algo por el estilo, decían.

Miré distraídamente a la pantalla sin darle demasiada importancia y entonces, como en una pesadilla, pude ver en directo cómo se aproximaba el segundo avión y cómo explotaba al estrellarse contra la segunda torre. Me quedé lívido, aterrorizado, toda la tarde pegado a la pantalla sin podérmelo creer. Ni comí ni nada ese día. Cuando llegaron los niños del cole me senté con ellos y les dije que había pasado una cosa muy mala y que tal vez nuestra vida ya no sería igual que la que habíamos soñado. Me escucharon muy serios, eran pequeños y estaban deseando que los dejara irse a jugar al jardín. Y recuerdo también que en los días siguientes comuniqué mi terror y mi desolación a amigos y compañeros de trabajo. Casi todos estaban conmigo, pero escuché dos opiniones que nunca he olvidado.

Uno, arquitecto, con ese esnobismo de los arquitectos que tanto me irrita, me dijo que para él había sido algo emocionante, grandioso, fascinante, por el talento científico que se requería para su preparación, por su precisión geométrica, por la puntería con que se habían alcanzado los blancos programados. Según él era algo de una belleza cósmica. El otro me dijo que pensaba que no era un mal día para la Humanidad, sino sólo para Estados Unidos, que él era gallego y en su tierra, que estaba en la periferia del imperio, la vida seguía exactamente igual que el día anterior. Como lo oyen.

Me recuerdo a mí mismo discutiendo a voz en grito con ambos sucesivamente, como casi nunca hago, en medio de sendos grupos de contertulios alucinados, porque nunca me habían visto tan enfadado. Por cierto, el primero de ellos reconoció años después que yo tenía razón y me pidió disculpas. Sucedió con motivo del 11-M, que a él le impresionó por la cercanía, mientras que para mí ya no fue ninguna sorpresa. Y he de decir que, casi 20 años después, con ninguno de los dos he reconstruido la relación, ni la opinión que tenía antes de ambos. La gente se define en momentos como ese.

El 11-M me sigue pareciendo el punto de inflexión de nuestra Historia más reciente. Y Bruce Springsteen lo entendió así desde el primer momento. Por eso, en cuanto pudo y antes de que se le pasara el shock, se encerró en el estudio de grabación para componer unas canciones en respuesta a la catástrofe y para animar al personal a reconstruirse. Llevaba siete años sin sacar un disco de estudio, pero en marzo de 2002 ya lo tenía listo para publicar. El disco se llamó The Rising, igual que una de sus canciones más características, la que precisamente ahora le ha servido al Boss para elaborar su vídeo electoral.

La ocasión es similar al 11-S, por culpa del virus, otro punto de inflexión de la Historia, aunque aún no sepamos hacia donde. Por eso, la canción sirve tal cual, no hace falta cambiarle la letra. Les pido que vean el vídeo. Si Neil Young pone los pelos de punta, el Boss nos lleva al borde de las lágrimas. Después de ver esto, estoy convencido: GANAREMOS, COÑO. Vamos a echar al del pelo-panocha del poder. Sus cuatro años en la Casa Blanca, serán sólo un mal sueño, de esos que se terminan por olvidar. Estoy seguro de que vamos a salir de esta pesadilla. Sólo que hay que currárselo y mucho. Así que Let’s vote him out. Adelante. El mundo nos pertenece. Cuídense. 


4 comentarios:

  1. Qué grandes, Young y Springsteen, como siempre. Si Biden no gana en estas condiciones será porque lo pierda él por torpe o por tímido. La gente está harta de Trump, pero necesita algún estímulo positivo. Y alguna propuesta concreta. No sólo que le digan que van a echar a Trump.

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    1. Sí, ese es el miedo que yo tengo. Biden no tiene un discurso muy poderoso y, al no poder hacer campaña en persona, pierde uno de sus principales valores, su proximidad, su empatía personal. Pero yo confío en que le pueda ganar a Trump. Es que me resulta inconcebible que ganara este señor hace cuatro años.

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  2. Terroríficas las opiniones de su dos amigos o ex-amigos o lo que sean. Y tan reales... Yo percibí actitudes similares en aquellos días. Son propias de gente que no empatiza con el prójimo. En un suceso de otra escala, el incendio de Nôtre Dame, a mí se me encogió el corazón y me molestaron mucho algunos Whatsapps que circularon diciendo que los parisinos son unos bordes y que se jodan, o haciendo chistes soeces.
    La culpa de todo ese ambiente crispado la tienen las redes sociales, que permiten que cierta gente se exprese como es en realidad (unos cabrones), amparada en el anonimato que proporcionan.

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    1. De acuerdo completamente con su primer párrafo. No tanto con el segundo. Las redes son un instrumento. Cierto que muchos mal nacidos las utilizan para atacar impunemente con groserías increíbles. Pero esos mal nacidos ya existían antes. A lo mejor hacían pintadas o alguna otra forma de vandalismo. Ahora tienen las redes para desahogarse. Pero la culpa no es de las redes.

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