martes, 4 de agosto de 2020

962. POR DIOS, DENLE A TRUMP UNA PATADA EN EL CULO

Esto es un grito desesperado dirigido a los votantes yanquis, en cuya mano está arreglar el desaguisado. Un grito de socorro desde este lado del Atlántico. Vale, tenemos que centrarnos en derrotar al coronavirus, pero este es otro asunto urgente y clave para el futuro de la Humanidad. Estamos ya a tres meses de las elecciones presidenciales USA y es básico que Trump no salga reelegido. El mundo no soportaría cuatro años más de ese trágico sinsentido que supone que la nación más poderosa de la Tierra esté gobernada por un patán iracundo, estólido, machista, intolerante, faltón, antipático y putero. Un presidente tóxico. En textos recientes he sostenido que la sociedad norteamericana está fraccionada, dividida en dos mitades antagónicas. Ahora quisiera creer que los que apoyan la reelección de Trump no llegan ni de lejos a la mitad. 

Los colegas yanquis que he conocido en mis actividades internacionales son todos anti-Trump. Mi amiga Shannon Ryan, cuando se le pregunta sobre él, se pone muy colorada y mira al suelo. Le da mucha vergüenza presentarse ante un extranjero teniendo semejante presidente. Y lo cierto es que, en las elecciones que ganó hace casi cuatro años, obtuvo tres millones de votos menos que la antipática Hillary, que no pudo cumplir el sueño de Sheryl Crow de poner a una mujer en la Casa Blanca. A primeros de este año, Trump iba directo a la reelección, a caballo de una recuperación económica cierta, pero todo eso se vino abajo primero por la incidencia del coronavirus y luego por los disturbios subsiguientes a la muerte a manos (o a rodillas) de la policía del pacífico George Floyd, cuyo grito agónico (no puedo respirar) se ha convertido ya en el santo y seña de una revuelta que no cesa.


Pero vayamos por orden. Trump es un sociópata de libro y, si quieren saber lo que es un sociópata, vean la serie Los Soprano. Tony Soprano es también un sociópata, pero muy listo y con una simpatía natural que le hace disimular su sociopatía. Durante toda la serie mantiene engañada a su psiquiatra, que sólo muy al final se da cuenta de que es él quien la está influyendo a ella y no al revés. Sucede esto cuando sus colegas psiquiatras la hacen leer una serie de artículos científicos en donde se evidencia que se trata de un proceso típico, ya descrito con anterioridad. Trump es eso mismo, pero en antipático. Lo increíble es que este personaje haya llegado a presidente de los Estados Unidos y tenga posibilidades de ser reelegido.

En su libro Siempre demasiado y nunca suficiente, que se puede comprar ya en España, su sobrina Mary Trump, psicóloga de profesión, revela una serie de características de su tío que ponen los pelos de punta. La BBC extracta cinco de estos rasgos en el artículo que pueden leer pinchando AQUÍ, si bien les prevengo de que está en inglés y en determinados ordenadores se traduce automáticamente al español en una versión bastante chunga, elijan ustedes la que más les convenga. Trump es un fraude, empezando por su propia aspecto físico con ese pelo naranja cuya naturaleza se pone en evidencia en cuanto le da un poco de viento, como pueden ver en estas imágenes.

 

Está documentado que Trump pagó 150.000$ a la modelo de Play Boy Karen McDougal y otros 130.000 a la actriz porno y stripper Stormy Daniels para compensar el silencio de ambas sobre los sucesivos affaires que mantuvieron con él. Con Stormie, cuyo verdadero nombre es Stephany Clifford, el romance se desarrolló todo a lo largo del último embarazo de su mujer Melania. Stormie ha invertido el dinero recibido en mejorar su espectáculo itinerante de strip-tease, que va llevando por toda America con pingües beneficios, multiplicados exponencialmente después de que el asunto se difundiera. Dicen sus amigos que nunca ha vivido tan bien, que le sale el dinero por las orejas. La propia Melania es una antigua modelo, cuyas fotos desnuda se habían publicado en todo el mundo y fueron oportunamente subidas a este blog hace mucho (no voy a repetirlas ahora).

Vale-vale-vale. Ya sé lo que están pensando. Estoy cayendo en el cotilleo (como muchas otras veces) y, lo más importante: un putero con implantes de pelo de panocha de maíz no tiene por qué ser un mal presidente. Lo admito como hipótesis. Churchil era un alcohólico, desayunaba whisky todos los días y sin embargo fue un buen líder británico durante la guerra. En fin, diré que la chismografía que he reproducido (contrastada en toda la prensa) revela datos concluyentes sobre la catadura del personaje. ¡Joder! esto sucede en un país que ha condenado al ostracismo a Woody Allen por dar crédito a un embuste infumable urdido por una Mia Farrow desquiciada y despechada, lean su libro de memorias y decidan por sí mismos a quién creer. Woody Allen no puede trabajar en USA y en cambio Trump sigue de presidente. Pero dejemos a un lado sus asuntos de alcoba.

Está acreditado que este personaje es incapaz de leer siquiera el resumen de prensa que le elaboran diariamente sus asesores y que le facilitan cada mañana. Le echa un vistazo en diagonal y se pone a jugar con el Twitter. Su mujer, Melania habita con su hijo (cuya imagen evidencia problemas de personalidad manifiestos) en una planta diferente de la Casa Blanca, y apenas se relaciona con él, siendo uno de los pocos casos en toda la historia USA de un presidente que no duerme con su mujer. Eso le hace levantarse frecuentemente cabreado, ira que descarga en sus tweets matutinos, casi siempre destemplados.

Su ex asesor John Bolton, el hombre al que primero no quiso fichar porque cómo confiar en un tipo con semejante bigote, pero luego nombró Consejero de Seguridad Nacional, para a continuación cesarlo en un berrinche, cuenta muchas cosas en su libro que ha salido a la par que el de la sobrina. Por ejemplo, que no sabía si Finlandia es una parte de Rusia o si Venezuela era un estado asociado como Puerto Rico. O que, en una entrevista con la señora May, se sorprendió visiblemente al oír que Gran Bretaña tenía armas nucleares y todos los presentes se dieron cuenta de que no lo sabía. Es un completo ignorante en Historia, en Geografía y también en Geoestrategia. Y además es de ese tipo de ignorantes que no aprenden, porque no tienen el menor interés en hacerlo, porque todo eso les es indiferente.

Con ese bagaje, llega la pandemia y el tipo toma las decisiones más equivocadas, sólo igualado en el mundo por Bolsonaro, otro animal de pezuña. Desoyó completamente las opiniones de los expertos, dijo que en unos días la cosa estaría superada, recomendó en público inyectarse desinfectante industrial en vena (luego dijo que había sido un chiste), se ha resistido a llevar mascarilla hasta el final y, lo peor de todo, ordenó cesar el confinamiento cuando la cosa no había ni empezado, bajo la promesa de una recuperación económica en uve, que está lejos de llegar. Resultado de todo esto: uno de cada cuatro contagiados en el mundo está en USA y también uno de cada cuatro muertos. Cuatro millones y medio de contagiados y más de 150.000 muertos. En las últimas semanas se están registrando más de 1.000 muertos diarios. Y lo único que sabe decir Trump es que esas cifras se deben a que allí se hacen más pruebas diagnósticas, algo que sabe que es mentira.

La gestión de la crisis del coronavirus en USA ha sido desastrosa, el número de parados supera los 40 millones y eso debería bastar por sí solo para que este energúmeno perdiera la mayor parte de sus votantes. Pero, por si esto fuera poco, en Minneapolis (Minnesotta) a un policía blanco mal nacido le dio por arrodillarse sobre el cuello de George Floyd hasta que dejó de respirar. Un incendio racial se prendió por toda América, de Este a Oeste y obtuvo la respuesta previsible de Trump: llamar comunistas y terroristas a los manifestantes que llenaron las calles de todas las ciudades a pesar de la situación de confinamiento. Y cuando las manis llegaron a la misma puerta de la Casa Blanca, mostró al mundo su lado cagón: corrió a refugiarse en el bunker.

Mi amigo JM envió a comienzos de este año escolar a su hijo mayor, de 15 años, a USA para que hiciera el curso entero. ¿Saben a dónde? A Minneapolis. Tenía desde principio de año unos billetes de avión para ir a visitarlo en junio con su mujer. Tuvo que cancelarlos por el virus. Pero es que lo de George Floyd sucedió a cinco minutos de donde estudiaba el chaval, que tuvo ocasión de vivir en primera persona toda la revuelta. JM ha pasado momentos de mucha inquietud, pero el chico ha podido volver por fin. Dice mi amigo que lo ha encontrado muy cambiado. Que está hecho un hombre.

Trump ha sugerido ahora en un tweet retrasar las elecciones, algo que no puede imponer, necesita la aprobación del Congreso, de mayoría demócrata, que acaba de aprobar su impeachment aunque luego lo anuló el Senado, de mayoría republicana. Así que esto no es más que un globo sonda, que evidencia que no las tiene todas consigo. Las elecciones USA se llevan celebrando el primer martes después del primer lunes de noviembre de los años que toca, desde que se creó la nación yanqui. No se aplazaron ni por las guerras. La única excepción a las normas electorales se produjo cuando Roosevelt pidió autorización al Congreso para presentarse a un tercer mandato y se le concedió. Pero las elecciones se celebraron.

Tal vez ustedes no lo sepan o no sean conscientes de ello, pero los disturbios raciales continúan en algunas ciudades. Cada noche sale la gente a la calle y monta el pollo. ¿Y cuál ha sido la respuesta de Trump? Pues mandar tropas federales. Como lo oyen. Esto está sucediendo, por ejemplo, en Portland (Oregón), la ciudad de la marcha, el reino de los alternativos y neohippies. Otra de las ciudades que ven estos días patrullar al ejército por sus calles es Kansas City (Missouri), la tierra de Samantha Fish (hoy no voy a hablar de ella, pero no se confíen: es que estoy descansando, como el niño del chiste). Trump ha amenazado con enviar tropas también a Nueva York, Filadelfia, Chicago, Alburquerque y otras ciudades donde hay revueltas cada día. El alcalde de Filadelfia ha dicho que ese envío sería contaproducente: no haría más que exacerbar las cosas. El de New York ha ido más lejos: denunciará al presidente ante los tribunales en cuanto vea aparecer un soldado. Por su parte, el de Portland ha pedido por favor que se vayan, los disturbios no cesarán hasta que lo hagan, ha dicho. Aquí pueden ver algunas imágenes recientes de Portland, la llegada de uno de los destacamentos de tropas desplazados y lo que está sucediendo cada noche.




Hace justo tres años yo andaba tranquilamente por esas mismas calles, a punto de irme a visitar Vancouver y Seattle. Había viajado allí con mi colega londinense Clare Healey para participar en el workshop que ella organizaba para C40. Allí conocí a Shannon. Y a Tantri, mi amiga indonesia. Y también a Hélène Chartier, de París, que dirigía desde New York el certamen Reinventing Cities, del que yo no había oído hablar en mi vida. Ese contacto fue el origen del tema que me ha tenido ocupado todo este tiempo y me ha reivindicado como funcionario, al menos ante mí mismo. Parece mentira que sólo hayan pasado tres años. Bien, pues Hélène ya no está en New York. Las nuevas medidas anti-inmigración del señor Trump han propiciado que no le renueven el permiso de residencia. La han deportado y está de vuelta en París.

Lo más terrible es que a su marido sí se lo renovaban. Trabaja para una empresa privada. A Hélène en cambio no, porque la administración Trump tiene auténtica fobia a las ONGs y organizaciones similares, como puede ser el C40, encima con patrocinio de Bloomberg, el millonario filántropo cuya fortuna multiplica por 27 la de Trump. La familia de Hélène se completa con tres hijos todos adaptados a la vida en New York, con sus colegios y sus amigos. El acoso de Trump derivó en un dilema familiar. ¿Qué hacer? ¿Marcharse ella sola e intentar volver más adelante? Finalmente, han decidido desmantelar su casa, hacer una mudanza transoceánica y refugiarse provisionalmente en casa de la abuela en París. El virus y su expansión descontrolada por USA ha tenido también peso en esta decisión. Y ahora díganme: ¿qué se puede esperar de un país que deporta a personas como Hélène, ciudadana del mundo, perfectamente integrada en New York, con un sueldazo y una posición contrastada, que trabaja para una organización internacional sin ánimo de lucro?

Por todas estas cosas he titulado yo este texto con un grito (por eso está escrito con mayúsculas). En mi post anterior le demandaba a Obama una mayor implicación en ayuda de la candidatura de Joe Biden. Me parece que la va a necesitar, Biden no es más que un tipo próximo y campechano, pero sin una cualidad de liderazgo clara: al fin y al cabo siempre ha sido un segundón. No se imaginan cuánto echo de menos a Bernie Sanders, al Sanders de hace cuatro años. Se hubiera comido a Trump con patatas. Hillary lo apartó con una estrategia torticera, total para perder después y hacer el ridículo. En fin, no creo que Obama lea mi blog, pero por fin parece que ha reaccionado. El otro día reapareció en el funeral celebrado en Atlanta por un líder histórico de la comunidad negra, compañero de Martin Luther King. En su discurso no rehuyó ninguno de los temas candentes: ni el envío de tropas a las ciudades ni el amago de aplazar las elecciones. Les dejo la información que dio del acto el canal francés 24 horas. Han de pinchar AQUÍ. Pues eso, que sean buenos y que disfruten de sus vacaciones los que estén por ahí de relax.

6 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo con usted de que Trump es una auténtica calamidad pero hay que tener en cuenta que los norteamericanos cuando sufren otro tipo de calamidades (Jimmy el de los cacahuetes o el "zapateril" Obama) siempre eligen al"otro", así salieron Reagan y Trump (aunque éste no le llega a la suela de los zapatos a aquél).
    En cuanto a que sienten vergüenza por su presidente pues...es posible que algunos. ¿Es que aquí se siente vergüenza de la pandilla de ineptos que nos gobierna...??? pues...es posible que algunos.
    Bueno brother a ver como acaba el "fuenlagate" que el Dépor no da para más sustos. Abrazo y que siga feliz con su ferragosto madrileño.

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    1. Querido brother, agradezco su comentario aunque no lo comparto del todo. Creo que normalmente, las presidencias en USA duran dos legislaturas, así ha sido desde la 2ª Guerra Mundial, con sólo dos excepciones: Jimmy Carter y George Bush padre. En USA el presidente que busca la reelección tiene una ventaja muy grande, el otro es sólo el aspirante y ha de tener un empuje suplementario. Lo tuvo Reagan cuando venció a Carter y también Clinton cuando gano a Bush padre.
      En el caso de Trump, creo que Obama (si se hubiera podido presentar) le hubiera ganado claramente y también Sanders. Hillary se confió, se creyó las encuestas previas que la daban ganadora y no valoró que su prepotencia y su talante la hacían muy antipática para muchos votantes demócratas. Trump ganó casi por casualidad y cuentan que ni él mismo se lo creía.
      Su segundo párrafo me lleva a una reflexión: a veces nos creemos que la parte de la población con la que tratamos representa a la mayoría, cuando no es así, hay otra parte que tiene su opinión y que nunca se cruza con nosotros.
      Lo del Dépor es un esperpento muy penoso y creo que nadie nos va a salvar de caer en la Segunda B.
      Un abrazo amigo.

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  2. "You are so lucky I'm your president!" 🙄

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    1. Querida Susana, he buscado en Youtube la frase que me mandas y he visto lo que querías que viera. Realmente Trump es un payaso trágico, no llega ni a enterarse de lo inadecuado que es su comportamiento.
      Buen verano, amiga, me encanta que sigas entrando en mi blog desde tu tierra compostelana.

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  3. No estoy de acuerdo con la despectiva valoración del Coronel Groucho sobre presidente Carter; al menos habría que reconocerle los acuerdos de Camp Davis, quizá el mejor impulso de la historia para el entendimiento entre israelíes y palestinos. Jimmy Carter ha sido uno de los pocos Premios Nobel de la Paz que han merecido el galardón.

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    1. Querida amiga, agradezco también tu comentario y te puntualizo. Este es un foro en el que todas las opiniones son bienvenidas siempre que se expresen con un mínimo de educación (no soy muy exigente en este aspecto). Sentado esto, convendrás conmigo en que no es malo que haya contraste de pareceres.
      En consecuencia, yo me siento autorizado a decir lo que me parezca. El Coronel, es mi brother, la vida nos ha llevado a opinar diferente en algunos temas (en otros no), pero siempre será mi brother, porque esa es una condición que no caduca. Por tanto, él también está autorizado a decir en este foro lo que le apetezca. Y, en tercer lugar, tú eres también mi amiga, mi alma gemela y la persona que me ha acompañado en las duras y las maduras a lo largo de estos últimos años, hasta que tuviste la funesta idea de jubilarte antes que yo. Así que tú también estás autorizada para dar aquí tus opiniones, y criticar al Coronel si no te gusta lo que dice. Por otro lado, tú me conoces bien y sabes de qué lado me inclino en cuestiones políticas.
      Dicho todo esto, te contesto que creo que Jimmy Carter era una buena persona, tal vez demasiado buena gente para ser el presidente de los USA. Algo debió de hacer mal para que no lo reeligieran. Y lo de Israel-Palestina fue una oportunidad perdida, que supongo que ya no se volverá a dar. La Historia pondrá a cada uno de estos personajes en el lugar que les corresponde.
      Un fuerte abrazo, querida y a ver si contestas a mis llamadas.

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