miércoles, 1 de julio de 2020

954. Agradecido de haber nacido

Pues empiezo enlazando con el post anterior y la foto del Alcalde y los capitostes del fútbol posando en el arranque de la calle Preciados. Si quieren revisar la foto de marras, sólo tienen que pinchar en el post anterior, cuyo link tienen aquí a la derecha, entre los del mes de junio. Me puntualiza un seguidor, de esos que me hacen comentarios por detrás, que el caballero embozado que aparece en la foto en el extremo de la izquierda no es un representante del Rayo Vallecano, sino el Concejal Delegado de Economía, Innovación y Empleo, don Miguel Ángel Redondo. Su presencia es lógica, puesto que el fútbol es un elemento importante para la economía de la ciudad y del país. Pero mi comentarista anónimo me susurra algunos datos más, que sugieren que estuvo presente en el acto. Es bueno para el blog contar con una garganta profunda para estas informaciones.

Al parecer, el acto fue promovido por el señor Tebas, presidente de La Liga, y estuvo sólo dirigido a los dos grandes clubes de la capital, el Real y el Atlético. Por el primero acudió Butragueño y por el segundo el presidente Cerezo. Ambos hicieron entrega de sendas camisetas de sus equipos a Almeida y Villacís, seguidores respectivos de ambos clubes, que procedieron a enfundárselas para la foto. Me disculparé previamente por lo que voy a decir, pero la conclusión es obvia: el que es feo, lo sigue siendo aunque se ponga una camiseta del Aleti. Y la que es guapa, sigue estando guapísima, aun con una camiseta del Real. Dicho esto sin ánimo de faltar a nadie. Soy más del Aleti, pero me alegro mucho de los triunfos del Real, sobre todo por lo contentos que se ponen mi amigo X y otros colegas también acérrimos madridistas. Yo sólo le tengo manía al Barça y a los equipos que van entrenando Guardiola y Mourinho, ese par de indeseables.

Lo que me parece muy mal es que hayan dejado fuera de este sarao al Rayo Vallecano, que es también un activo de la economía madrileña, ciertamente de orden menor, pero popular, castizo y guerrero, con una trayectoria antigua y admirable en muchos momentos. Y con una afición entregada, antifa y solidaria, con un sentido del humor característico. Durante años, el Rayo fue uno de los llamados equipos-ascensor, como el Dépor, que intentaba estabilizarse en primera división, pero siempre acababa bajando, para subir de nuevo poco después. En la temporada 1999-2000, el Rayo acababa de subir por enésima vez, pero esta vez parecía tener un equipo apañado, sin problemas para mantenerse en primera. Y la afición rayista, se dispuso a disfrutar de un año en la élite sin preocuparse de resultados ni otras ordinarieces. Ciertamente, el equipo empezó bien y parecía capaz de ganar a cualquiera.

Y fue entonces cuando alguien se inventó un cántico, que terminó por convertirse en el grito de guerra del club: ¡¡¡EL AÑO QUE VIENE, RAYO-LIVERPOOL!!! En fin, era prácticamente imposible que el Rayo terminara la liga entre los siete primeros puestos, que dan derecho a jugar al año siguiente en Europa (a día de hoy, su mejor puesto histórico es el octavo). El grito expresaba el cachondeo de una afición encantada de estar en primera, el sentido del humor vallecano, y a la vez la formulación de un sueño. Pero los sueños, a veces, se hacen realidad. Por aquellos años (no sé si se sigue haciendo), la UEFA propugnaba el fair play, el juego limpio, de modo que en cada liga se establecía una clasificación de la deportividad, en la que al final ganaba el equipo que menos tarjetas rojas y amarillas hubiera recibido durante el año.

Los campeones de la deportividad de todos los países europeos se ganaban el derecho a entrar en un sorteo, que asignaba a dos de esos equipos sendas plazas por invitación en la Liga Europa. El Rayo fue el equipo más deportivo de España ese año y ganó una de las dos plazas sorteadas. Un sueño hecho realidad. No jugó con el Liverpool (que participaba en la Liga de Campeones) pero sí pudo pelear en la Liga Europa, en donde logró llegar a cuartos de final, para caer eliminado por el Alavés, que a la postre perdería la final. Desde entonces, cada vez que el equipo juega un poco bien, o consigue un buen resultado, la grada del pequeño estadio de Vallecas estalla con ese cántico histórico, todo un emblema del club. Vean un breve corte de ese cántico en un partido de 2015.



La afición del Liverpool FC, por su parte, ha alcanzado este año otro sueño: ha ganado la liga inglesa, después de 30 años de no conseguirla. El Liverpool es un grande de la Premier, el más grande para muchos. En 1990, cuando ganó su penúltima liga, era el líder destacado de su clasificación histórica. Pero a lo largo de estos 30 años, el Manchester United, club supermillonario de la ciudad rival, ha conseguido ganar nada menos que 13 títulos. Ahora encabeza el ranking histórico con 20 ligas, pero habrá de andarse con cuidado, porque el Liverpool ha vuelto y esta liga que acaba de conseguir hace la número 19. Ya sienten los de Manchester su aliento en el cogote.

El Liverpool es uno de mis equipos favoritos desde siempre. Desde su impresionante himno You never walk alone, que sus supporters cantan a capella en el campo antes de empezar los partidos, hasta el talante popular y rockero de una ciudad que alumbró el nacimiento de los Beatles. Además, se ha hecho con un entrenador que es un tipo cojonudo y un técnico fuera de serie, el alemán Jurgen Klopp. Y tiene forofos ciertamente históricos, como el que ven abajo, que en su perfil de Twitter colgó una felicitación al club de sus amores: Congratulations Liverpool number one I send you peace and love


¡El viejo Ringo Starr! Joder, dentro de seis días, el 7 de Julio San Fermín, este señor cumplirá nada menos que 80 años. Y está fenomenal. Ringo fue tal vez el miembro menos brillante de los Beatles, pero a la vez el amigo de todos, el buenazo que hacía de pegamento anímico entre tres tipos geniales que no eran fáciles de compaginar. Siempre fue un hombre sencillo, buena gente, que jamás dijo una palabra más alta que otra, simpático, bromista, buen músico, profesional y discreto. Y siempre antepuso la búsqueda de la felicidad a cualquier otra ansia. Le costó encontrarla, pero hace años que es un hombre feliz, que tiene tres hijos, siete nietos y una bisnieta, lo que le ha valido el título de El Beatle Bisabuelo. Y nunca dice no a la hora de apoyar cualquier iniciativa solidaria que le propongan.

Hace un tiempo traje al blog uno o dos vídeos musicales bajo la denominación genérica Playing for Change. Se trataba de versiones de canciones históricas, tocadas a la vez por músicos callejeros de todas las regiones del mundo. Tal vez recuerden una excelente versión del Stand by me. La iniciativa permite aplicar las nuevas tecnologías digitales para componer un pequeño vídeo en el que todo el mundo parece tocar a la vez en diferentes países, con un mensaje de concordia universal a través de la música. Esa iniciativa sigue en activo, pero ahora han decidido no centrarse sólo en músicos callejeros, sino incorporar también a gente de cierto nombre de los diferentes países. 

Hace menos de un año, en septiembre de 2019, decidieron conmemorar el 50 aniversario de una canción histórica: The weight, del grupo The Band, que solía acompañar a Bob Dylan. Con el formato Playing for Change, lograron integrar a Robbie Robertson, el guitarra titular de The Band, desde Los Ángeles, y también a Ringo Starr desde Londres, además de a una serie de músicos locales que no conozco, con la excepción del dúo femenino de California Larkin Poe que, por cierto, tocan desde el paseo de borde de la playa de Venice, en LA, un lugar que recorrí entero durante mi viaje bloguero más genuino, por consejo de mi amiga Shannon Ryan que, cuando era más joven, solía surfear en esa playa. Robbie Robertson también está fenomenal y, ya ven lo que son las casualidades de la vida: también está casi de cumpleaños. El 5 de julio cumple 77 años. El resultado final de la grabación es espectacular. Súbanle el volumen, pongan la pantalla grande y disfruten de esta maravilla. 


Hoy hemos hablado de futbol y rock’n roll, una dupla bastante interrelacionada. El fútbol ha vuelto, aunque sea sin público, y este es otro indicador de que ya hemos salido del encierro y estamos en una época diferente. Yo particularmente, más que en la nueva normalidad, estoy en una nueva vorágine, al menos hasta el 15 de julio, en una carrera que no da tregua. Esta tarde me acercaré a la librería Rafael Alberti, en Argüelles, para asistir a la presentación y firma de ejemplares del nuevo libro de mi amigo Ronaldo Menendez, La nieta de Pushkin, que desde ya les recomiendo, sin leerlo ni nada. Ronaldo es un genio y su anterior novela La casa y la isla, era ya extraordinaria. De éste nuevo dice el propio Ronaldo que se trata del libro más íntimo y personal de todos los que ha escrito. Tengo la duda de si ir en Metro (todavía no he vuelto a usar el transporte público), o atravesar Madrid a pie bajo un calor asfixiante. Abajo el cartel del acto.Ya les contaré.


Mañana por la mañana tengo una entrevista por Skype con un tal Alexandre Pillado, joven doctorando en urbanismo, que ha tenido la buena idea de centrar su tesis, que está elaborando en París, en la historia y desarrollo de Reinventing Cities y, como es natural, le han dicho que, si quiere saber algo sobre el tema, tiene que hablar conmigo. Y el viernes a las 9am tendremos la primera sesión del Jurado de Reinventing II. Veremos qué tal sale. Los días 6 y 7 serán las dos sesiones siguientes. Luego dispondremos de una semana de vorágine extra, hasta  tener las actas de los tres días y las cartas a todos los participantes comunicándoles los resultados. Todo eso antes de que empiece el verano administrativo de este año tan raro.

En el mundo vienen también nuevos tiempos, aunque las historias anteriores no resueltas, como lo del racismo en USA, vuelven a primer plano, una vez que nos vamos librando de la pandemia (al menos en estas tierras europeas). Hay cosas que no cambian con el virus, como el empeño del PP del fraCasado en bajar impuestos, cuando hasta el Banco de España está pidiendo por favor que se suban. Yo creo que es de cajón: hay que subir impuestos a todo el mundo y más a las grandes fortunas. Todos tenemos que arrimar el hombro y apretarnos el cinturón. Y otra cosa que está a punto de rebrotar: la revuelta de Hong Kong. El gobierno chino ha aprovechado el lapsus del SARS-CoV-2 para calzarles una especie de Ley Mordaza absoluta, de funestos presagios. Porque los indignados de Hong Kong no van a cesar en sus reivindicaciones. Esta foto es de hace unos días. Se la han hecho para que la policía vea que están preparados para la lucha.



Esta imagen me recuerda el chiste, que ya he contado en el blog pero lo repito, del niño que se tira toda la tarde llorando y berreando desconsolado. Toda la familia y los vecinos tienen ya un dolor de cabeza insoportable y están deseando que se calle de una vez, o que venga Herodes, o que alguien le dé un guantazo para que llore con motivo. Y entonces, milagrosamente, el niño se calla y un silencio abrumador se extiende por todo el patio. En ese momento se le acerca la abuela y le hace una serie de mimos y arrumacos abuélicos: ¡¡Ay mi niño, qué guapo él, que ya ha parado de llorar!! Entonces el crío, con su rictus de desolación absoluta y el habla entrecortada por esos suspiros triples que afligen a los niños recién llorados, proclama: Abuela, si no he parado. Es que estoy descansando

En Hong Kong también están descansando (como en Santiago de Chile y tantos otros lugares). Pero volverán a la carga. El problema es que el gobierno chino no bromea con estas cosas. Ya lo demostró hace más de treinta años en la plaza de Tiananmen, que desde entonces sigue cerrada al público como pude comprobar hace tres años y medio, cuando visité brevemente Pekín. Y el choque puede ser muy violento. Tocaremos madera. Aquí les voy a dejar. Sean felices y vivan el día a día. Como si no hubiera un mañana. A Ringo Starr, cada vez que le preguntan por qué está siempre tan contento, dice: No lo sé, en realidad yo estoy súper agradecido de haber nacido. A partir de ahí todo lo demás. Sí señor. Eso es espíritu positivo. Yo, por mi parte, me considero un afortunado, no sólo por haber nacido, sino también por estar vivo todavía, a pesar del virus y demás amenazas. Estar vivo es un regalo. Ténganlo en cuenta y no lo olviden.

6 comentarios:

  1. Un artículo muy divertido, pero no sé si la recomendación a ciegas de la última producción de tu admirado Ronaldo, es sincera, a ver si esta obra tan íntima y personal va a ser un tostón pretencioso. Cuando la hayas leído, me lo dices. El beatle bisabuelo demuestra que el genio no es precisamente garantía de felicidad, al contrario, Hemingway dijo que la cultura es una porquería que nos envenena la vida y nos amarga la muerte, aprende de Ringo, nunca te rindas, es verdad que es de agradecer haber nacido Aquí y Ahora, a pesar del corona; mucho menos cómodo sería haber nacido en la China de Xi Jinping, o en cualquier otro lugar del mundo en la piojosa Edad Media. El Rayito se merece tu homenaje, me ha gustado.

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    1. Gracias amiga. El libro de Ronaldo es de cuentos, incluye seis o siete relatos. Ya te contaré mis impresiones. Hemingway era un amargado, yo creo que cultura es vida. Yo no sé si estaría tan contento como estoy, de haber nacido en otra época. A lo mejor sí. Y el Rayito es la caña, ahí lo tenemos peleando por volver a Primera.

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  2. Emocionante versión de The Weihgt
    (Take a load off, Fanny
    Take a load for free
    Take a load off, Fanny
    And you put the load right on me).
    Este es un tema bandera del Rock, una auténtica maravilla parida por Jamie Robbie Robertson para su banda. Es de notar la perenne evasiva a cantar de este colega aunque en sus últimos discos en solitario lo hacía con su voz grave y ronca.
    No puedo evitar el compartir este video en feisbu.
    Un abrazo hermano y forza Dépor.

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    1. Emocionante, vive Dios que sí, brother. Cultura de rock, que sigue viva entre la gente más joven.
      Usted sabe que puede hacer lo que más le apetezca con el contenido de mis texto, colgar vídeos en faisbu, o de los cojones, leerlo cuantas veces quiera, repasarlo o pasárselo a quien quiera, está publicado y ya sabe usted el dicho: post publicado, pedo fuera del culo, dicho esto sin ánimo de ofender las cándidas conciencias de la gente de bien que entra en este blog confiada en no perder demasiado la virginidad mental.
      Abrazos a pares.

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  3. Buen post, marca de la casa, saltando de unos temas a otros que no tienen nada que ver entre sí, con una naturalidad y una soltura realmente pasmosas. Pero, igual que en la foto del alcalde todas las líneas de fuga convergen en la figura espléndida de Begoña Villacís, en este post todo gira en torno al vídeo de The Weight, situado estratégicamente en el centro del texto. Qué maravilla, que vídeo más bonito, qué gusto de ver a Ringo y a Robbie con tan buen aspecto a sus años y, sobre todo, cuanta nostalgia. Nos tocó vivir unos años maravillosos, amigo, y eso es algo que nadie nos puede quitar. Como a usted, a mí el recuerdo de esos tiempos me da fuerza para aguantar lo que sea. Felicidades y gracias por compartirlo.

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    1. De acuerdo al ciento por cien o, como dicen en México, al cientouno. Lo de la posición baricéntrica del vídeo más impactante no lo había pensado, pero tiene razón, lo utilizaré en adelante. Un abrazo también para usted, compañero del alma, compañero.

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