viernes, 20 de enero de 2023

1.201. Algunas cuestiones básicas

Pues miren ustedes por donde, el otro día había quedado con una amiga para ir a ver la última película de Kore-eda, pero finalmente la comida se estiró más de lo previsto y en una dirección inesperadamente interesante, en torno al ChatGPT y otras modernidades, de forma que, cuando miramos el reloj era ya muy tarde para llegar a la sesión de las cuatro. Decidimos en consecuencia obsequiarnos con un brownie exquisito acompañado por un café para continuar la charleta y dejar el cine para la segunda hora. Pero a las seis ya no daban la película de Kore-eda. Y nos cambiamos a ver Holy Spider, una película iraní de 2022 súper interesante y recién estrenada. Lo del ChatGPT todavía no lo entiendo al nivel mínimo como para hablar de ello en el blog, a pesar de los esfuerzos de mi amiga, pero de la peli sí que les quiero hablar.

Como les digo, es una película iraní, con director e intérpretes iraníes, pero se ha tenido que rodar en Jordania, bajo producción danesa (en Dinamarca es donde viven exilados todos los del equipo) y, desde luego, está prohibida su exhibición en Irán. Pero no se trata de una película política, sino de un thriller, que cuenta una historia que sucedió realmente. En una ciudad de tamaño medio, que no es Teherán, pero tiene el suficiente tamaño como para tener un barrio de putas, tan cutre como se pueden imaginar, empiezan a aparecer prostitutas asesinadas. Alguien las estrangula con su propio hiyab y las deja tiradas en una cuneta como si fueran animales. En la película, vemos desde el principio quién es el asesino, la cámara lo va siguiendo en su vida cotidiana. 

Pero no se trata de un asesino en serie, un sádico o algo parecido. No. Se trata de un justiciero, un seguidor de los ayatollahs que cree estar ayudando a limpiar la ciudad de pecadoras, para cumplir un mandato divino. Es un tipo al que vemos en su familia, con un par de hijos a los que trata con cariño exquisito, igual que a su mujer. Pero, algunas noches, después de cenar y acostar a los críos, dice que se va a dar una vuelta para tomar un café y lo que hace es ir al barrio rojo a cargarse a una nueva víctima. No disfruta con ello, incluso lo pasa mal, pero cree que está cumpliendo con su obligación, por haberse tomado al pie de la letra los mensajes del régimen. Y parece que la policía no se toma muy en serio la tarea de localizarlo e identificarlo, lo que motiva que una periodista de un medio de Teherán viaje a la ciudad para intentar averiguar qué está pasando. No les cuento lo que pasa después para no fastidiarles la visión del film, si es que deciden ir a verlo, cosa que les recomiendo.

¿Y por qué una historia como esa, que además es cierta, no se puede ver en Irán? Pues porque refleja muy bien el ambiente en una sociedad en la que no hay libertad, en la que las mujeres están maltratadas y relegadas a un segundo plano, debajo de sus hiyabs. Porque se ven los mamoneos de ese poder religioso corrupto, que empatiza mucho más con el asesino, al que en el fondo comprenden, que con esa periodista fisgona, a la que desprecian por mujer y por mantener una cierta independencia de cabeza y de comportamientos. El régimen de Irán es uno de los más terribles hoy en día sobre la faz de la Tierra. Esa misma policía que aparece en la película es la que detuvo y torturó hasta la muerte a la joven kurda Mahsa Amini por llevar el pañuelo un poco torcido mostrando parte del pelo. Y que lleva desde entonces reprimiendo a los ciudadanos que protestan por ese crimen.

Entre los más de mil detenidos en esas manifestaciones, el régimen ya ha ahorcado a cuatro, todos jóvenes entre 20 y 25 años. Antes de Navidad mataron a un estudiante y a un camarero de una cafetería, cuyo cuerpo colgando de una grúa de las más altas fue fotografiado y exhibido en los medios oficiales para que sirviera de ejemplo. El sábado 7 de enero ejecutaron a otros dos más, un campeón nacional de kárate (kurdo) y un entrenador de un equipo infantil de fútbol, que trabajaba como voluntario, o sea sin cobrar por ello. Hace unos días han ahorcado también a un ex alto funcionario del régimen, que tenía doble nacionalidad británica y estaba acusado de espionaje. Este último es un caso quizá más habitual en un régimen como este, pero lo de detener manifestantes, hacerles un juicio sumarísimo basado en confesiones arrancadas bajo tortura y cargárselos, es un paso adelante en esa deriva enloquecida. Y viendo esa película que les digo se puede palpar el ambiente que se vive en el país.

Donde recuerden que hay una serie de extranjeros detenidos con la excusa de su apoyo a los manifestantes por la muerte de Mahsa Amini, que en realidad han sido capturados para ser utilizados como moneda de cambio si se requiere. Entre ellos, dos españoles, de los que no se dice nada en la prensa. Yo quiero creer que el gobierno español y las familias de ambos están callados para no estorbar las presuntas negociaciones que se estarán llevando a cabo para que los liberen. Pero este es un blog zombie, que apenas siguen entre 30 y 40 personas, así que no tiene ninguna trascendencia que mencione el caso aquí. Se trata de un aventurero de Guadalajara, que echó a andar desde su casa con el proyecto de llegar andando al Mundial de Qatar a animar a España. Y una activista climática y social de La Coruña, que abandonó su empleo y su zona de confort en la ciudad para irse por el mundo a hacer cosas más interesantes. Ambos parece ser que están acusados de visitar la tumba de Masha.

Pero Irán no es el único lugar donde pervive un régimen autocrático que machaca a su población. Piensen en Corea del Norte. O en Afganistán, donde las mujeres no pueden ir ya a la universidad. O en Turkmenistán, donde está prohibido hablar del Covid. Al que lo pillen mencionándolo, lo meten al trullo. Es el único país del mundo en que no se ha registrado ni un solo caso: está prohibida su existencia. Y no son muy distintas las cosas en Rusia o en China, donde hay igualmente regímenes autoritarios y donde el ciudadano no tiene la misma libertad que en las democracias occidentales. Tampoco es muy halagüeña la situación en Cuba, como evidencia el hecho de que en 2022 abandonaron la isla en dirección a los USA cerca de 300.000 cubanos; por algo será. El indicativo de lo mal que se vive en estos países es la forma en que se trata a las mujeres o a los homosexuales, así como la censura sobre las actividades culturales de todos los sectores.

Y otra característica de estos regímenes es que, aunque sus líderes lleguen al poder mediante elecciones, luego cambian el marco normativo para poder perpetuarse. Lo intentaron Trump y Bolsonaro, pero les salió mal. Lo intentó Uribe en Colombia, pero el poder judicial no se lo permitió. Y lo ha conseguido recientemente el presidente de Túnez, que ha cambiando la Constitución para poder seguir indefinidamente, acabando con la única democracia formal del mundo árabe. Hace poco convocó unas elecciones para refrendar sus últimas medidas, en las que participó un 11% de la población, que lo ratificaron por un noventaytantos por ciento. Al final, resulta que los regímenes democráticos somos una minoría. Y dentro de esa minoría, el entorno de la Unión Europea es una especie de paraíso. En la mayor parte del mundo una mujer no puede salir a correr sola por un parque, como las que veo yo en el Retiro cada día.

Por eso tenemos que proteger ese pequeño paraíso en el que vivimos. Aquí se vive muy bien, comparativamente hablando, y por eso todo el mundo quiere venir, emigran y arriesgan la vida en pateras o como pueden. Y la mera existencia de un lugar como este supone una amenaza para los regímenes autocráticos. Por eso el señor Putin, que en sus aires de grandeza pretende restaurar el fenecido imperio ruso, ha empleado mucho dinero y esfuerzo en favorecer cualquier tendencia que debilite a occidente, desde conspirar para que eligieran a Trump, apoyar el Brexit o animar a los separatistas catalanes. Esto no es conspiranoia, está sobradamente demostrado y lo da por hecho Javier Cercas en la primera pregunta que le hace a Macron en su reciente entrevista. ¿No la han leído? Pues aquí se la transcribo.

Javier Cercas. El gran problema para mí, hoy, en Europa, en Occidente, es el problema de la democracia y la lucha entre el “nacionalpopulismo” y la democracia. Llamo “nacionalpopulismo” a algo que se hizo sobre todo visible, peligrosamente visible, en 2008 con la crisis, que fue enorme, que fue terrible, en España y en todas partes de Europa, de Occidente. Era un problema común de todos los europeos. Esta crisis fue solo comparable, quizá, a la de 1929. La de 1929 provocó la llegada al poder del fascismo, o la consolidación del totalitarismo, en toda Europa. Lo que provocó la crisis de 2008 fue la llegada al poder, o la consolidación, del llamado “nacionalpopulismo”. Por supuesto, hay muchas formas legítimas de interpretar la guerra de Ucrania, pero tal vez los historiadores del futuro entiendan que, de la misma manera que la II Guerra Mundial fue la culminación de la crisis de 1929, es obvio que la guerra en Ucrania es la culminación de esta gran crisis. Lo cierto es que Putin ha apoyado este “nacionalpopulismo” en todas partes. Ha sido importante para la llegada de Donald Trump al poder, en el Brexit, en Cataluña. Apoyó a la señora Le Pen y a Salvini. Creo profundamente que, hoy, los ucranios luchan por nuestros valores, por los valores de Europa, como los republicanos españoles en 1936. Entonces, por desgracia, Europa, la Europa democrática, abandonó a España, y el resultado fue un desastre total. Hoy, por fortuna, Europa ayuda a Ucrania. Pero la Guerra Civil española fue el prólogo de la II Guerra Mundial, su primer acto. Y creo que muchos hoy nos preguntamos si la guerra en Ucrania puede ser el prólogo de otra cosa, si existe la posibilidad de una extensión de esta guerra. ¿Cree que existe?

Macron ha venido a Barcelona a sellar un acuerdo con nosotros, un paso que une, no separa. Por eso lo han recibido los independentistas con una patética manifestación, en la que han exhibido su nuevo lema, que pueden ver en el cartel de abajo. Están equivocados, yo creo que s'ha acabat tot. Esto es como cuando Juan Carlos fue a hablar a Guernica y le interrumpieron cantando el himno vasco. Esta tontería del nacionalismo se debería de ir muriendo por inanición, aunque sé que esto no es más que un wishful thinking por mi parte. Yo creo que deberíamos de ir a un estado federado con Portugal, y no soy el único que lo piensa. Pero vean el cartel que les digo.

En cuanto a Cercas, es para mí una referencia, desde Soldados de Salamina, hasta Anatomía de un instante, libros de obligada lectura, como El impostor y otros. En general, estoy de acuerdo con lo que va diciendo este señor prácticamente al 100%. Y lo que afirma en esta especie de introducción, no es que yo lo suscriba, es que es lo que llevo defendiendo desde que abrí este blog hace más de diez años. El nacionalismo es un movimiento que nació en el siglo XIX con tintes claramente progresistas, pero ha ido poco a poco perdiendo ese carácter y ahora es lo más retrógrado que hay. Yo lo empecé a denunciar desde el principio del blog, en tiempos en que los seguidores de los distintos grupos nacionalistas se veían a sí mismos como los más majos del cotarro. Yo era entonces como una voz en el desierto, pero ahora ya no me siento tan solo.   

Un dato que quizá no conozcan. ¿Saben ustedes por qué en Francia no tienen tanta fuerza los movimientos nacionalistas como en España? En Francia hay bretones, normandos, corsos, vascos y alsacianos, entre otros. ¿Por qué están callados frente a un estado mucho más centralista que el nuestro? Pues se lo explico. En Francia había movimientos nacionalistas como los nuestros hasta la Segunda Guerra Mundial. Pero, en esa contienda, TODOS apoyaron al régimen de Petain, al gobierno filonazi de Vichy. ¿Por qué? Pues porque Petain les ofreció apoyarles en la generación de sus respectivos estados separados. Eso es una especie de pecado original que llevan a cuestas desde entonces. Ahora, tal vez la señora Le Pene les ofreciera algo similar, si no estuvieran tan debilitados.

En España, hubo intentos similares, los catalanes tuvieron determinados coqueteos con el nazismo al que plantearon la posibilidad de que apoyara la creación de un estado catalán independiente. Y, si leen ustedes el libro Verdes valles, colinas rojas, de Ramiro Pinilla, encontrarán algo muy similar. Este libro, de tres tomos gruesos, cuenta la historia de una saga de familias vascas hasta nuestros días. Y allí se narra con todo detalle una reunión del Comité Central del PNV en el que se discute si apoyar a Franco o a la República, con las tropas sublevadas ya a las puertas de Bilbao. Al final se decide resistir, pero la votación es bastante reñida y el resultado muy igualado.

En cuanto a lo de que los ucranianos están luchando por nuestra libertad y no sólo por la suya, pues también lo dije yo hace tiempo y coseché división de opiniones, como los malos toreros. Desde ciertas tendencias se sostenía entonces que Zelesky (¡un actor!) era tan malo como Putin y que los rusos se habían visto obligados a defenderse del acoso de la OTAN, razonamiento que yo comparé con el del ladrón que te roba y dice que es porque se ve obligado a ello por la desigualdad social que nos aflige. En vez de ayudar a los ucranianos, debíamos mirar a otro lado, como hicieron los gobiernos europeos con nuestra Guerra Civil. No quiero escarbar más en la herida de este tema, la deriva del mundo irá dando la razón a unos o a otros. Lo que sí quiero decir es que Putin no es un demonio, sino un ser humano, con rasgos de psicópata (falta total de empatía con los muertos que se suman diariamente a la cuenta que él ha abierto), pero humano al fin y al cabo.

Y como persona, me lo imagino ahora cansado y deprimido, porque su jugada de invadir Ucrania le ha salido fatal, el mundo libre está más unido que antes de esa invasión y su ejército ha demostrado ser bastante poco eficiente. Y, aunque se las da de supermán, es posible que sufra dolores articulares o alifafes de cualquier otro tipo. Veremos a ver por dónde sigue la cosa, pero el pueblo ruso no suele tolerar a los dirigentes que llevan a la muerte a sus jóvenes y empieza a haber rumores hasta de una dimisión a cambio de que le dejen retirarse a su palacio junto al Mar Negro, a rumiar su desánimo. Esto es más bien un wishful thinking (otro más) occidental, pero no es del todo descartable. Los políticos son seres humanos, envejecen, se desaniman, tienen malas digestiones y se tiran pedos como cualquiera.

Vean si no la repentina dimisión de nuestra admirada Jacinda Ardern como primera ministra de Nueva Zelanda, una de las mujeres a las que más se ha glorificado en este blog. Esta señora está simplemente harta de estar sometida a la presión 24/7 que se debe soportar en un cargo como el suyo y quiere volver a dedicarse a su pareja y a su hija. Si conocen la serie de la tv danesa Borgen, la protagonista enfrenta un dilema parecido, pero decide seguir de primera ministra y su familia poco a poco se va al garete. Creo que Jacinda habrá visto esta serie y habrá tomado nota. Yo he estado cerca de políticos de bastante altura. Por ejemplo, un señor subsecretario de un Ministerio, que me contaba que, a lo mejor, un domingo por la tarde se estaba duchando y entraba su mujer al baño con el teléfono. Que te llama el Ministro. Dile que me estoy duchando, que luego le llamo. No le puedo decir eso: es el Ministro. El tipo se secaba una mano, cogía el teléfono y escuchaba cómo su superior le daba instrucciones de cambiar unas comas (es un decir) de algún informe, instrucciones que perfectamente le podría haber transmitido el lunes por la mañana.

Como les digo, los políticos son humanos y se tiran pedos como cualquiera, pero esto de los pedos lo vamos a dejar para el siguiente post, que hay una etiqueta específica en el blog sobre este maloliente tema, que tengo bastante abandonada últimamente y hay que revitalizarla. Ya saben supongo que, corroborando lo que yo aventuré en mi post sobre la separación Vargas-Preysler, desde el entorno de la dama se ha filtrado ahora que el brillante premio Nobel se tiraba unos pedos hediondos a todas horas, algo bastante molesto para ella y también para su hija Tamara, ambas mucho más finas y educadas que el susodicho pedorro. Putin, seguramente también se tira pedos, pero su entorno le dice que huelen a Chanel 5. Y, entre Piqué y Shakira, la refriega está a punto de alcanzar el nivel pedorro de los otros. ¿Quién de los dos se tiraría los pedos más sonoros? ¿Eran los de ella en fa sostenido? ¿Los de él por la escuadra?

Mientras tanto, en este país de la periferia del mundo libre, seguimos encelados en temas como el de la Ley de Protección Animal. ¿Deben incluirse en ella los animales de caza? Yo estaría por decir que sí, pero incluiría en la Ley no sólo a los perros sino también al vicepresidente de la Junta de Castilla León, animal contrastado y sin duda merecedor de esa protección. Y ya que estamos, yo obligaría a los cazadores a escuchar el latido del corazón de sus presas y ver su funcionamiento en 4D antes de dispararles, y lo mismo a los toreros con sus toros. Tal vez el ChatGPT ayude a este tipo de previsualizaciones tan en boga últimamente. Sean buenos si pueden.

4 comentarios:

  1. Un blog tan profundo y acabas hablando de cuescos, Emilio, es imperdonable. Lo que debería hacer don Hijoputin es la cucharita, con su señora o con la señora del prójimo, es lo mismo; se acortaría sensiblemente el tiempo de guerra y todos saldríamos ganando. Muy bueno el asunto del latido y loa eco en 4D para cazadores y demás prehistóricos, prehistéricos y fachas en general.

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    1. Querida, lo de los cuescos es un tema inexplorado por el tabú, pero da también para sesudos análisis. Al Hijoputin le vendría bien hacer las cucharitas, como a cualquiera, pero su falta no explica su comportamiento: yo tampoco hago cucharitas últimamente y no por eso salgo a la calle a repartir bofetadas.
      Abrazos apretaos.

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  2. Interesante lo de los nacionalismos galos y su apoyo a Petain, un dato que desconocía. Sí que es significativo que Putin haya apoyado a Trump, el Brexit y seguramente a Bolsonaro. Y al independentismo catalán, cuando ya se ha visto como trata él a sus movimientos de este tipo: Chechenia, Georgia, por no citar a los satélites: Bielorrusia, Kazajistán, incluso Siria. Está claro su talante, a mí no me gusta Zelensky, pero es un tipo que está defendiendo a su país de un atropello intolerable.

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