domingo, 27 de marzo de 2022

1.129. Otra vez al lío

Bueno, la operación de mi ojo derecho, bien, gracias por el interés. Hala, ya está. Vayamos a otro tema, pasemos página. ¿Cómo dicen? ¿Que soy un huraño, un borde y un zaborío? Vaaaaaaale, ya les cuento algo al respecto. Pero sólo porque me lo piden ustedes y en modo telegráfico. La operación, programada para el jueves a primera hora, se retrasó por diferentes motivos y acabé siendo intervenido más o menos a mediodía. A las 12.30 me esperaba Carlitos, el hijo de mi amiga África, que es un encanto. Cruzamos al Centro Comercial, donde nos obsequiamos con sendos pinchos de tortilla con pan tumaca, capaces de recuperar a un operado de cosas más gordas, y luego él me llevó a casa con mano diestra al volante, a pesar de que era la primera vez que conducía un coche automático: el mío. Porque han de saber que llevo toda la semana pasada conduciendo por Madrid con ojos de Padrón, el uno operado y el outro non, y en consecuencia, el jueves había acudído a la clínica llevando mi Toyota, que dejé en el parking del Centro Comercial.

En casa, empecé a echarme las gotas y pasé a tener una cortina espesa delante del ojo derecho. Pero con el izquierdo operado me valía perfectamente para hacer una vida más o menos normal. Así que el viernes me fui en Metro a la Clínica, para la consulta de las 24 horas. Me encontraron muy bien y regresé otra vez en Metro, lo que supone caminar 15 minutos bajo la lluvia hasta la estación Arturo Soria, hacer un cambio en Bilbao subiendo y bajando mil escalones y seguir luego hasta Atocha. Por la tarde estuve tranquilo en casa, entretenido con actividades diversas, en especial contestando a las llamadas de teléfono para ver que tal estaba. Ayer viernes por la mañana había quedado con Henry Guitar para ir a ver amplificadores para mi guitarra eléctrica, gestión que culminamos con un estupendo vermú en La Vinícola Mentridana. He de decirles que esta vez la niebla del ojo operado está tardando más en despejarse, e incluso hoy domingo por la mañana me quedan restos de neblina.

Ahora me vienen varias semanas de gotas a tiempo programado, que irán decreciendo hasta finales de abril. Pero ya les he dicho a los del yoga que me facturen el mes de abril completo, porque pienso reincorporarme el lunes 4. El running tal vez lo recupere antes, justo el próximo sábado, desde luego si el oftalmólogo me lo permite en la última consulta, que será el viernes. Eso es todo. ¿Satisfechos? Bien, pues pasemos página del tema ocular, que está el mundo bastante revuelto y hay que estar preparados para cualquier barbaridad. Y, para subrayar la vuelta a la rutina, nada mejor que Samantha Fish, a la que teníamos un poco abandonada con estos apuros quirúrgicos. Ella sigue con su gira interminable que culminará en otoño en Europa, estos días ha andado por New York y, como buena mitómana que es, se ha acercado al East Village para visitar el mural de homenaje a Joe Strummer, el fallecido líder de los Clash y los Mezcaleros. El mural tiene una historia que ya les conté en su día y no les voy a repetir. Sam acudió acompañada por su baterista Sarah Tomek, con la que se hizo el selfie que ven aquí.

Les pido que se fijen en el colgante que últimamente luce Sam en todos sus bolos. Es un corazoncito rojo con una pequeña cerradura. Un poco más arriba se ve una llavecita que se supone que abre el corazón, el suyo. Un mensaje inequívoco: ¿quién será el afortunado que consiga abrir ese corazoncito y se haga con el amor de la diva? Sam no acaba de encontrar esa media naranja que parece anhelar, aunque su vida siempre de gira no parece demasiado fácil de compartir. Sarah, sin embargo, está casada. Esa gira interminable les ha llevado últimamente por la costa Este de USA y les voy a pedir que vean un vídeo de la canción de cierre de su concierto del pasado día 16 en Bethlehem (Pensilvania). Es el tema Black Wind Howlin', con su larguísimo solo de guitarra, que aprovecha para presentar a sus músicos. Pantalla grande, please.

Esta era la canción que daba título a su álbum de 2013 y tenía una letra terrible; Sam narra que está en su cuarto soñando con el hombre que ama, al que le ha dejado la ventana abierta para que trepe por la fachada hasta su cama. Entonces cae un rayo, se va la luz, el hombre asoma por el alfeizar y se percibe el flash de un disparo. El amante cae muerto y fuera rompe a soplar un negro viento aullante. Queda la duda de si esto sucede de verdad o es parte del sueño. Estas cosas escribía Sam con 23 añitos. Y tal parece que sobre el mundo esté soplando ahora ese negro viento aullante, primo hermano de la negra sombra de Rosalía (la de Castro, no la del Motomami). Momentos difíciles con tres temas a comentar por lo menos: Ucrania, la huelga de transportes y el Sáhara.

Vamos por partes. El Hijo de Putin realmente se ha lucido. Ha asomado la patita de lobo dando la razón a los que desde hace años lo tachaban de autócrata, asesino de opositores y resentido. La verdad es que las señales eran inequívocas, pero no las queríamos ver. Yo creo que el tipo llevaba unos diez años preparando esto y había ensayado varios aspectos, por el sistema de prueba y error. Empezó pacificando a lo bestia a los chechenos, pacificación que incluyó arrasar la capital regional Grozny. Y Occidente no dijo nada. Siguió interviniendo en Siria, ante la parálisis de Obama, intervención que también supuso la destrucción completa de Alepo, una ciudad preciosa que yo había visitado. Otros ensayos se perpetraron en Georgia, Armenia y, recientemente en Kazakhstán, todos ellos con tropas rusas que entraron en los diversos lugares como fuerzas de interposición frente a combatientes o revoltosos pidiendo más democracia.

El ensayo más exitoso fue anexionarse Crimea casi sin pegar un tiro y tampoco hizo nada Occidente. Y se armó la revuelta en Bielorrusia, aplastada por Lukashenko sin necesidad de apoyo ruso. Igualmente cabe interpretar como un ensayo la política de Lukashenko de pagarles billetes a irakíes y otros para que vinieran en masa a Bielorrusia, ponerlos en la frontera con Polonia y probar la capacidad occidental de acoger avalanchas de refugiados. Yo creo que el Hijo de Putin es un tipo que atesora un resentimiento esencial, íntimo e intenso desde el derrumbe de la Unión Soviética y quiere recuperar un papel estelar para su país en el concierto de las naciones que controlan el mundo.

El problema es que, a fuerza de suprimir disidentes, este cabrón se ha terminado rodeando de una panda de aduladores que nunca le llevan la contraria. Y en este caso, parece que los informes de la inteligencia rusa han patinado gravemente y le han hecho creer que la invasión sería un paseo militar como el de Crimea y que saldría la gente a la calle a recibirlos como libertadores. De hecho, parece que a más de uno de los miembros destacados de este servicio de inteligencia tan poco inteligente, los han mandado ya a Siberia. Para que vayan aprendiendo. Creo que el mejor retrato del Hijo de Putin está en el artículo de esta escritora de origen ruso en El País, que pueden leer pinchando AQUÍ.

¿Cómo dicen? ¿Que no están suscritos a El País? Ese no es mi problema. Tal vez pueden esperar al día 1 de abril, en que tendrán unos cuantos artículos gratis. Pero no hace falta leer ningún perfil biográfico del Hijo de Putin. Él solo se retrata en sus discursos. Como el del otro día para explicar la invasión de Ucrania a sus compatriotas. Les destaco solamente un párrafo, en el que alude a los oligarcas que se han exiliado a Occidente y cometen el pecado de vivir mejor que en Rusia. Lean, lean.

No condeno en absoluto a los que tienen villas en Miami o en la Riviera francesa, que no pueden vivir sin fuagrás, ostras o libertad de género, como la llaman. Ese no es el problema, ni muchísimo menos. El problema, una vez más, es que muchas de esas personas están, básicamente, allí en sus mentes y no aquí con nuestra gente y con Rusia. En su opinión —¡en su opinión!— es una señal de pertenencia a una casta superior, la raza superior. La gente así vendería a sus propias madres solo para que les permitan sentarse en el banco de entrada de la casta superior. Simplemente quieren ser como ellos e imitarlos en todo. Pero se olvidan, o sencillamente no ven, que, aunque esta supuesta casta superior les necesita, les necesita como una materia prima prescindible para infligir el máximo daño a nuestro pueblo.

Fuagrás, ostras y libertad de género. Ahí está todo su resentimiento y su ignorancia palurda. Huelga todo comentario ulterior. Ahora debe de tener una rabia enorme porque los ucranianos están resistiendo y lo único que ha conseguido es que se exacerbe el sentimiento nacional ante esta agresión desmesurada e injustificable. El Hijo de Putin está en una ratonera y el Kremlin ya ha admitido que hay más de 1.300 rusos muertos en esta aventura absurda. Pero yo quiero aprovechar para ajustar cuentas con determinados seguidores, amigos y conocidos que me siguen enviando mensajes cuyo sentido último es: el Hijo de Putin es un cabrón y un asesino, pero… Vale, ya les dije el primer día que hablé de ello en el blog que no había peros que añadir. El Hijo de Putin es un cabrón y un asesino. Y punto. Es que hay cosas que son intrínsecamente malvadas y perversas. Y bombardear barrios civiles donde vive gente pacífica, es una de las más flagrantes. Basta que veamos unas imágenes.



Esto es el horror más absoluto. ¿Saben ustedes lo que es empezar a escuchar las sirenas de alarma, tener que correr a esconderse a un refugio con los niños y los abuelos? ¿Saben ustedes cómo suena una bomba sobre su cabeza? ¿Saben ustedes lo que es salir luego y ver tu domicilio destruido y haber perdido todo, hasta tu documento de identidad? Entonces, ¿qué peros o matizaciones pueden añadir a su juicio? Veamos qué tipos de razonamientos aportan estos escépticos. UNO: Rusia tiene motivos para lo que está haciendo, los de enfrente también tienen su delito y la OTAN ha plantado sus misiles todo alrededor del territorio ruso. Muy bien. Pero la OTAN no ha disparado esos misiles sobre población civil (en este conflicto). Este razonamiento es primo hermano del manido algo habrá hecho. Algo habrán hecho los ucranianos ¿no? para que les bombardeen así. ¿Tal vez querer comer fuagrás y tener una sociedad más igualitaria en el tema del género? ¡Por Dios! Discúlpenme, pero este es un razonamiento moralmente repugnante. Similar también al que culpa a la chica violada por haber salido de noche con un vestido más ajustado.

Ya les he dicho, parafraseando a una periodista, que entender es una tarea noble, pero justificar es un oficio rastrero. Nada que me encuentren por ahí en las hemerotecas puede justificar el que un país grande ataque a un vecino más pequeño de la manera en que se está haciendo desde hace un mes en Ucrania. Más argumentario del pero… DOS: Sí, esto es una salvajada, pero también lo que hacen los judíos en Palestina y nadie dice nada. Perdón, yo sí digo, en este blog no ha habido un solo renglón justificando las diferentes atrocidades que se cometen por el mundo adelante y yo estuve como el primero en las manifestaciones contra la agresión USA a Irak, tan monstruosa como lo de ahora. ¿Recuerdan que Irak tenía armas de destrucción +IVA? Pues eso mismo dice el Hijo de Putin, que Ucrania estaba fabricando armas químicas y nucleares para atacar a Rusia. Que existan otros horrores no hace menos terrible este.

TRES: estamos haciendo más caso a los refugiados ucranianos que a los de Afganistán y eso es puro racismo. Pues discúlpenme, pero esto es humano, estos son nuestros vecinos y los otros están más lejos y son de culturas diferentes. No estoy diciendo que debamos atenderles menos, sino que lo de Ucrania no se puede tolerar (lo otro tampoco, pero con estos baremos comparativos parece que nos queramos echar la culpa de todo). Esta línea argumental huele a ese antiamericanismo rancio que muchos profesan en el universo de la izquierda, lo que no deja de ser un prejuicio: pre-juicio. Desde luego, yo no estoy dispuesto a apoyar más a unos que a otros por un criterio ideológico. CUATRO: dando armas a los ucranianos, estamos haciendo que el conflicto se alargue, lo que producirá a la larga más víctimas. Joder, y qué tenemos que pedirles a los ucranianos, ¿que se rindan para no tener más muertos? ¿Que se dejen invadir? Esta teoría a lo que huele es a un cierto pacifismo igual de rancio, porque es el pacifismo de Lord Chamberlain y el señor Daladier, el que permitió crecer a Hitler.

Creo que es mejor que les explique esto con un ejemplo. En una calle, un atracador provisto de una navaja asalta a un padre y un hijo; el hijo se resiste y recibe una puñalada mortal. Es un hecho terrible y deleznable, el horror absoluto. Pues vean los argumentos anteriores aplicados aquí. UNO, el atracador tiene también sus razones, hay que investigar por qué se dedica a robar, seguramente está en paro y le han echado de la fábrica en la que trabajaba. DOS, esto es una putada, pero Jack el Destripador mató a muchas más víctimas. TRES: usted que es vecino del muerto se implica más que si se tratara de un chaval en Elche (por decir un sitio). CUATRO, no hay que afrontar este hecho castigando al asesino, sino explicándole que está en una sociedad injusta, que es el contexto social el culpable de que él se haya convertido en un asesino.

Creo que está muy claro lo que quiero decir. Que maten a un chaval en un atraco callejero es algo esencialmente perverso e intolerable. No hay peros o matizaciones que añadirle. Así que, por favor, dejen de mandarme mensajitos de ese tipo, que consiguen cabrearme bastante y este blog está pensado para tratar de temas diferentes y menos terribles. Además, todo esto tiene una connotación para mí, que voy a intentar explicar. Ya saben que yo soy un conferenciante brillante, que llega de forma eficaz al público. Pues cuando estaba en activo tenía un compañero que a veces me venía a ver y solía torcer la cabeza de forma significativa. Éramos amigos y lo seguimos siendo, así que yo al final le preguntaba qué le había parecido, me contestaba que muy bien y tenía que apretarle las tuercas para que me confesara su verdadera opinión. Al final, su conclusión era siempre la misma: Emilio, las cosas no son tan sencillas como tú las cuentas, tienen otros matices y son más complejas.

Tiene razón. Pero es que yo no pretendo ser un sabio, un especialista en ningún tema ni un analista político. Yo soy un blogger, es decir, un comunicador. Yo me estudio someramente un tema, lo simplifico y lo elaboro para que lo entienda cualquiera, porque la esencia de los temas es bastante sencilla a veces. Y porque creo que determinadas conclusiones o razonamientos hay que compartirlos con todo el mundo. Yo creo que tanto mi blog como mis conferencias tiene un punto didáctico muy valioso. En cambio, la postura de mi amigo es mucho más elitista: las cosas son muy complejas, sólo yo las entiendo porque soy un sabio y un experto en la materia, así que, si usted quiere saber algo al respecto, ha de preguntarme a mí que soy el sabio, y encima yo se las explico de manera suficientemente enrevesada como para que no se entere usted de nada y tenga que seguir viniendo a preguntarme (porque, finalmente, yo me gano el cocido manteniendo ese perfil de sabio más listo que la media).

No obstante, este es un foro en el que se propicia un cierto debate, y yo estoy abierto a escuchar opiniones contrarias a la mía, como la de José Ovejero, que me parece muy interesante: cuando estalla una guerra, empieza en paralelo la guerra de la información, de la que hay que tener cuidado para no creerse nada de lo que se dice, porque todo es propaganda. Eso sí es algo a tener en cuenta, como las opiniones de Noam Chomsky, que son siempre brillantes. El artículo de Ovejero lo pueden leer pinchando AQUÍ. También les voy a pedir que vean el vídeo que ha grabado mi admirado Arnold Schwarzenegger dirigido al pueblo ruso. Este señor es actualmente un comunicador, como yo, que sabe que sus opiniones se escuchan con atención y que habla con el corazón. El vídeo tiene subtítulos en ruso y en inglés, pero ¿es ese un problema para unos políglotas acreditados como ustedes, queridos seguidores?

No sigo con este asunto. Lo de los transportistas y lo del Sahara son temas más sencillos de explicar (para mí, no para mi amigo más exigente), pero ya se van a quedar para el siguiente post. Que yo quiero terminar, cómo no, con otro vídeo de Samantha Fish. En este caso, nuestra Sam invita al escenario para cerrar uno de sus conciertos a Larry McCrae, un guitarrista fabuloso y muy simpático, de la escuela del gran B.B. King, es decir, que te da la impresión de que podría seguir con sus fraseos de forma indefinida, sin parar en horas. Como sucede con ciertas fugas de Bach. Juntos tocan el clásico del blues I put a spell on you. McCrae es el típico gordito sesentón de patas finas que le dan un aire como de insecto o escarabajo. 

Al tipo le cuesta afinar el sonido de su guitarra y luego lo celebra con un gesto gracioso. Sam le cede el primer turno de punteos y se reserva el segundo para sí misma. El punteo de McCrae es sensacional y el tipo se implica tanto que hasta pierde la gorra y Sam está atenta a recogérsela. Tanto en este vídeo como en el anterior, podemos comprobar que Sam está en plena forma musical y personal, con sus kilos de más que ya no se va a quitar nunca, porque sabemos cuánto le gustan las hamburguesas y otros platos dietéticos, pero feliz de poder seguir tocando en directo, que es lo que le gusta. Y una reflexión final. Se dice que las cosas suceden por algo. Tal vez ha estado bien que suspendieran el concierto de Sam en el Bataclan. Así, cuando finalmente logre asistir a uno de estos directos suyos, la veré con mis ojos de 20:20 vision. Pasen un buen domingo.

2 comentarios:

  1. Impresionante el discurso de Schwarzenegger, qué claridad de ideas. En cuanto a Chomsky, es como tu amigo el listo, aporta matices. Al H.de Putin se le veía venir. Habría que haberlo parado hace tiempo, pero hemos creído que, mirando hacia otro lado ante tropelías inaceptables, la bestia se apaciguaría y ha sido al revés, se ha crecido. Cuando el caduco Biden se retire y las próximas elecciones USA encumbren de nuevo a Trump a la presidencia, el mundo se irá definitivamente a la mierda. Será por la gripe, pero no estoy muy optimista, mi confianza en los seres humanos se ha visto considerablemente mermada en los últimos tiempos. A ver si hoy se va la niebla de tu ojo nuevo, que ya toca. Y no seas ansioux, date un tiempo de convalecencia, no vayas a cargarte la operación por recuperar demasiado pronto tu yoga y tus carreras reflexivas. Cuídate.

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    1. Venga, anímate querida que no puede ser que te vengas abajo, la gripe se pasará y seguiremos haciendo travesuras de todas clases. A ver qué pasa en las elecciones yanquis de media legislatura. Serán un indicativo de lo que está por venir. Un abrazo y cuídate mucho.

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