miércoles, 29 de agosto de 2018

767. Cajón de sastre

De sastre, que no desastre, aunque hablaremos de pasada de unos cuantos desastres. La última noticia que nos ha llegado sobre Clarence Seedorf es que acaba de ser contratado como seleccionador de fútbol del Camerún, aventura a la que se lleva como ayudante al gran Patrick Kluivert. Mi más sincera enhorabuena. Ambos son negros así que no resultarán muy llamativos en ese misterioso país africano, y perdón por el chiste (ligeramente) racista. Seedorf llegó el año pasado al Deportivo de la Coruña envuelto en una nube de glamour, y como tal fue saludado en el blog, bajo la idea de que los coruñeses somos gente con un punto dandy y que era el entrenador ideal para nosotros. Al Dépor le quedaban por entonces 16 partidos hasta el final de la Liga de Primera División. Muy pronto se aclimató al lugar, se integró en la vida coruñesa y se volvió un adicto a los percebes, los camarones y el caldo gallego. El problema era que no ganaba apenas partidos y que el equipo terminó en el hoyo de la Segunda División, en el que está en estos momentos.

Seedorf no pudo hacer lo que ahora se ha hecho: una limpia drástica de vestuario, echando a la mayor parte de los jugadores. Este año, el club no es que haya hecho una limpia, es que ha perpetrado una verdadera escabechina. No ha quedado ni el apuntador. Por ahora no nos va mal, aunque es muy deprimente llegar al fin de semana y ver al equipo enfrentarse al Reus, al Nástic o al Extremadura. En estas condiciones, la Liga de Primera División no tiene para mí otra expectativa que ver si pierde el Barcelona, la única alegría potencial que me puede dar la competición este año (lo siento, pero esto del PRRRU-sés no es gratis y tiene sus facturas). Hombre, también me llevo alegrías cuando pierde Mourinho y se habla ya de que lo echen de su club actual, el Manchester United. Ya saben que mi sueño es ver a ese siniestro sujeto entrenando al Río Ave, o al Gil Vicente Futebol Clube, por citar a dos equipos de la parte baja de la Liga de su tierra.

Pero volvamos a Seedorf. Su trabajo al frente del Dépor fue un completo desastre, pero la gente lo quería mucho porque es un tipo con clase, aunque finalmente el club lo despidió. Y este verano se lo ha pasado en el paro, sin saber si alguien le contrataría después. Un día colgó en su perfil de Instagram una foto suya entrenándose en la playa, bajo la atenta mirada de un niño, imagen que les pongo abajo y que dejó estupefacto a todo el mundo del fútbol. Porque Seedorf lleva años retirado como futbolista y tiene exactamente 42 años. Y, sin embargo, mantiene una forma física envidiable, como se ve.

La foto iba acompañada de un mensaje que me gusta. Se lo pongo en inglés para que practiquen un poco y abajo les obsequio con una de mis traducciones conceptuales, no literales.


Dice Clarence: Esta es la época del año en que los jugadores entrenan duro y se preparan para mantenerse a un alto nivel durante la temporada. Que yo ya no esté en activo, no es excusa para saltarme el entrenamiento e, incluso aunque a veces me resulte difícil encontrar la motivación, yo nunca dejo de practicar deporte para mantener mi bienestar y mi tono, tanto físico, como mental. En fin, qué quieren que les diga, Seedorf es otro de mis ídolos y ya ven que no les engaño cuando les digo que, si uno quiere hacer deporte, ha de empezar a entrenar en verano. Por mi parte, este año como los anteriores, he empezado la temporada a mitad de agosto y ya estoy completando mi tercera semana de entrenamiento (no al nivel de Seedorf, por supuesto). Y, por primera vez en mi vida, estoy saliendo a correr antes de ir al trabajo, porque es la única hora fresca del día. Salgo tres veces por semana: martes, jueves y sábado.

La verdad es que, además del calor sofocante de las tardes, saben ustedes que no duermo mucho, así que me encontraba con que a las 6 ya estaba despierto y me pasaba una hora dando vueltas en la cama o leyendo. Y luego al anochecer tenía que sufrir un calor enorme para salir a correr. Y un día me vino a la cabeza la idea de entrenar de madrugada y solucionar los dos temas a la vez. Algo así como el huevo de Colón. Los sábados no tengo que madrugar tanto, pero los martes y jueves me levanto a las 6.00 y estoy abajo corriendo a las 6.35. Necesito ese lapsus para terminar de despejarme, desentumecer músculos, vestirme, calzarme y beberme algo más de medio litro de agua de la nevera. Salgo, caliento, hago estiramientos, completo los 5 kilómetros del circuito del Retiro, subo a casa, hago un rato de pesas, me ducho, desayuno y bajo a coger el coche al trabajo. Eso es lo que hice, por ejemplo, ayer y repetiré mañana.

A las 6.35 es noche cerrada y las sensaciones son espectaculares. Hay bastante gente entrenando (no tanta como a otras horas), no hay peatones ni ciclistas, hace fresquito y se atraviesan tramos prácticamente a ciegas, en completa oscuridad. Hay muchas mujeres corredoras, solas, en parejas o con un compañero. Algunas van vestidas de cualquier manera, pero otras salen como un cromo: top mínimo, ombligo al aire con piercing, pantaloncitos ajustados, tatuajes diversos, medidores de pasos, ritmo y pulso en el brazo, cinta de colores sujetando el pelo, auriculares para ir escuchando música. Es un estereotipo, pero he visto a varias en estos días y no deja de ser significativo que, en mi ciudad, una mujer pueda salir en plena noche de esa guisa, a correr sola por un parque, sin miedo a que la asalten o la molesten. Por desgracia, no es algo muy frecuente en la mayoría de los países del globo terráqueo. Pero esta es la sociedad que hemos construido entre todos, bajo la tutela del Estado democrático español, ese que Puch Dem-un compara con Kazajistan. Me viene a la memoria lo que dijo El Roto en la entrevista a la que les puse un enlace no hace mucho. Que la primera vez que vio a Puch Dem-un creyó ver el rostro de un payaso. Realmente, esta pareja tiene algo de Pompoff y Thedy.


Los catalanes se siguen empeñando en que consideremos una especie de epopeya sus minúsculos incidentes de la guerra de los lazos amarillos, pero en el mundo están sucediendo cosas verdaderamente importantes a las que hay que prestar atención. No es la menor de ellas la devaluación del bolívar en Venezuela, decretada por Maduro y consistente en quitarle ¡cinco ceros! a su valor nominal. ¿Se imaginan ustedes tener, un suponer, 100.000 euros ahorrados en un fondo de inversión y que, de un día para otro, sus ahorros se reduzcan a 1 euro? Es algo que no había sucedido ni en Zimbabwe. En otro orden de cosas, en noviembre habrá elecciones en USA para formar el nuevo Congreso y el nuevo Senado. Una victoria de los Demócratas que les dejara la mayoría en ambas cámaras, podría sentar las bases de un impeachment contra el presidente. Trump se lo está ganando a pulso. Pero no descarten que vuelvan a ganar los republicanos. Hay mucha gente en USA, especialmente en el interior profundo, que están encantados con este señor, otro que se ganaría la vida sin problemas trabajando de payaso. Vean si no estas imágenes del fffucking Trump.



Pero esto es sólo una parte de la actualidad. La economía mundial sigue sin levantar cabeza y parece ya claro que los tiempos de bonanza, que algunos hemos vivido prácticamente a lo largo de todas nuestras vidas, no van a volver. En España tenemos un grave problema con el sistema de pensiones; si no se toman medidas, vamos a ir a un pinchazo dramático de la burbuja. Por eso Bruselas le ha regañado al Gobierno (aún el de Rajoy) por acordar con el PNV el aplazamiento de la entrada en vigor del factor de sostenibilidad. A mí me vino bien, a nivel individual, pero el sistema ha de revisarse, si no queremos que termine en un desastre total. Es una más de las certezas de nuestro viejo mundo que se están yendo al carajo. Ya no se puede confiar ni siquiera en ir circulando por la carretera sin que el firme se venga abajo. Que se empiecen a caer los puentes, como el de Génova, es algo muy serio. Esto sí que ha sido un absoluto desastre. Puentes como ese son una reminiscencia de unos tiempos en que el hombre se creyó capaz de dominarlo todo, hasta la orografía endiablada del norte de Italia. Aquí tienen la portada del Corriere della Sera, donde se anunciaba la inauguración del puente ahora siniestrado, con un titular significativo: Génova resuelve el problema del tráfico.


En este contexto cambiante y amenazado desde distintos frentes, yo sigo mi vida como si nada. Ya tengo una móvil nuevecita, de la marca Huawei, que va como Dios. Incluso tiene un sistema de reconocimiento facial que me evita tener que andar con fastidiosas contraseñas para abrirlo. Para activar el sistema, tuve que poner la pantalla a unos centímetros de mi cara y mirarlo con seriedad (no vale reírse). Unos segundos después me informó de que ya había registrado mis rasgos fisonómicos (el careto, en cristiano). La cosa sólo tiene dos inconvenientes. El primero, del que se me advirtió, la remota posibilidad de que me robe el aparato un sujeto que se parezca mucho a mí, algo improbable pero no imposible. La segunda es que con poca luz se confunde y no me reconoce. Por ejemplo, cuando me levanto a las 6.00 para salir a entrenar, abro el teléfono, pongo la jeta delante de la pantalla y, con aire desconfiado, el aparato me espeta: ¿Quién es usted, caballero? Imagino que, en caso de que Seedorf tenga un Huawei, con lo negro que es, el aparato se haga de vez en cuando la picha un lío. Hala, ya lo dejo, que este post es un verdadero desastre.

6 comentarios:

  1. Como en alemán "golpe de estado" se dice "putsch" yo ya siempre lo escribo así "Putschdemon".
    No soy muy futbolera pero mis aspiraciones en ese terreno coinciden totalmente con las tuyas: que pierda el Barca y que Mouriño acabe escardando cebollinos.(No influye para nada que mi yerno sea del barca)
    La pareja que mencionas sería comparable a la de los payasos del circo, si no fuera porque la tradición es que haya uno listo y uno tonto, y aquí son tontos los dos.
    Lo de Trump me ha hecho perder bastante el respeto por aquella nación. Como no lo arreglen les pierdo el poco que me queda.
    Un placer pasar por aquí. Saludos

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    1. Hola otra vez Josefina. Si te ha gustado este post, es posible que te gusten muchos de los que escribo. Quiero decir que para mí, que soy bastante autocrítico, no es este uno de esos textos que me dejan satisfecho, sino al contrario, lo encuentro bastante caótico y sin demasiado interés.
      Los nombres que les pongo a los secesionistas Puch Dem-un y Kim Jong-torra son una referencia norcoreana, puesto que desde Pujol, todos los dirigentes catalanes han sido nombrados a dedo, como los de la dinastía Kim. Pujol designó a Mas, hasta entonces su ministro de Hacienda, para premiarsu diloigencia en el trabajo de mirar para otro lado con sus chanchullos. Años después, Mas, presionado por la CUP, designó a Puigdemont, que era el número 7 de la lista por Girona (nada muy sorprendente, teniendo en cuenta que el propio Mas llegaba camuflado en el número 4 de la lista por Barcelona). Y Puch ha nombrado a Torra a dedo también. Como en las matrioshkas rusas, cada uno es un tipo más rancio, arrugado y casposo que su antecesor. Lo de Torra es ya la esencia del integrismo de barretina y ratafía.
      Por lo demás yo no soy especialmente futbolero, salvo por lo que atañe al Deportivo de La Coruña, una de mis señas de identidad, junto con el caldo gallego y la cerveza Estrella Galicia, que no me impiden sentirme a la vez coruñés, gallego, español, europeo y ciudadano del mundo.
      Me alegro mucho que sigas mi blog. Saludos cordiales.

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  2. ¿Me ha borrado usted mi comentario? No salgo de mi asombro. ¿Qué tiene de malo que Le pida que añada las nécoras y la tortilla de patatas de Betanzos a los manjares de nuestra tierra?
    En la segunda frase expresaba mi admiración por El Roto, capaz de ver más que los demás y captar el rostro de payaso de Puigdemont, que no necesita ni ponerse una nariz roja.
    Ya me dirá por qué me lo ha borrado.

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    1. Estimado comunicante anónimo, mis más sinceras disculpas. Es cierto que su comentario se ha borrado y sustituido por este otro: "Comentario eliminado por un administrador del sistema". Según mis conocimientos del entorno blogger, el único administrador de esta página soy yo. Si no se me ha infiltrado por ahí algún hacker, debo de haberlo borrado yo sin querer, a lo mejor manejando mi nuevo móvil Huawei, que todavía no controlo y que me ha hecho ya algunas otras faenas.
      Lo malo es que, al hilo de su nuevo comentario, he encontrado otro borrado, de Josefina, que no tengo conciencia de haber eliminado yo. Menos mal que lo tenía en el correo y he podido reproducirlo.
      Por lo demás, de acuerdo con su comentario. Le reitero mis disculpas.

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  3. Hola. Me ha gustado mucho el post aunque me confieso incapaz de ver a Trump de payaso. La verdad es que cada vez que veo en las noticias sus "ocurrencias" me estremezco. Me parece uno de los políticos más peligrosos de los últimos tiempos .

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    1. Hola Susana, me gusta que sigas entrando por aquí. Estoy de acuerdo contigo, Trump es un tipo muy peligroso y esa percepción está por encima de su aire de clown. Como mucho, podría ser uno de esos payasos trágicos que hace un tiempo se dedicaban a aterrorizar a los paseantes nocturnos en USA.
      Pero le puede pasar como a Rajoy, que la podredumbre sobre la que se sustenta explote un día y se lo lleve un viento imprevisto.
      Besos.

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