lunes, 16 de diciembre de 2013

212. Ya estamos en Las Vegas

La gente se felicita de que el gangster Addelson se haya ido con sus ruletas a otra parte, y yo también. De todas formas creo que todo el tejemaneje ha sido un ejemplo de indignidad por el lado de nuestro país. El tipo quería inicialmente venir, pero puso unas condiciones. Y se las aceptaron todas: libertad de fumar, acceso a menores, prostitución libre, condiciones de semiesclavitud de los empleados y lo que hiciera falta. En un momento dado, el hombre vio más disposición y mejores perspectivas de negocio en tierras asiáticas y decidió pasar de nosotros. Entonces añadió unas condiciones inaceptables, para salvar la cara de Rajoy, Nachito (así se le conocía en sus tiempos de jefe de gabinete de la ministra de incultura) y la propia señora Aguirre. Esa es la versión de lo ocurrido que me sugiere mi imaginación (pienso mal, luego acierto). No me extrañaría que primero les hubiera comunicado la decisión de no venir y luego hubiesen pactado la explicación entre todos.

Es sólo un indicativo de la talla de los políticos con los que nos desempeñamos. No quiero ser pesado, pero ¿se imaginan a De Gaulle o a Adenauer aguantando carros y carretas como estos inútiles? ¿O a Kennedy? Los políticos de ahora no mandan nada. Fíjense en la omnipotente señora Merkel. Hace dos días presentó su nuevo gobierno. Muy bien. El único pero que le pongo es que a ella la reeligieron el 22 de septiembre. Ya sé que las negociaciones con sus enemigos socialdemócratas han sido arduas, pero ¿hacen falta casi tres meses para formar un gobierno y empezar a tomar decisiones? El que al final hayan conseguido ponerse de acuerdo indica a su vez que su modelo socioeconómico es idéntico. No se crean que Zapatero estaría haciendo cosas muy distintas a las de Rajoy (los dos en comandita reformaron la Constitución al dictado de los poderes económicos, que son los que mandan de verdad).

Hace tiempo que les dije que estaba leyendo artículos y textos sobre economía, para intentar entender un poco lo que está pasando y tratar de explicarlo en algún post. Después de esa declaración, nada. Silencio absoluto. No es que no lo esté haciendo. Es que uno de los principios por los que se rige este foro es que el tono de los posts ha de ser optimista y positivo. Saquen ustedes sus propias consecuencias. Pero yo sigo consultando las fuentes, tomando notas y enterándome de cosas. Por ejemplo, el otro día, en uno de esos libelos leí por primera vez la palabra tapering. El simple amago de la Reserva Federal (así se llama el Banco Central de Estados Unidos) de empezar a reducir sus incentivos a la economía del país, había producido un pequeño tapering, del que nos habíamos recuperado enseguida.

Vayamos por partes. Resulta que la FED (siglas inglesas de la susodicha Reserva), está llevando a cabo una política de ayuda a la economía de su país. Algo de eso había oído ya, incluso una consideración complementaria en el sentido de que la señora Merkel es muy cabezota y no quiere tomar ese tipo de medidas, que están en su mano, y que por eso estamos como estamos, porque nosotros no podemos hacerlo solos, como cuando pagábamos en las añoradas pesetas. Bien, estamos en que hay unas medidas y, el solo hecho de que la FED diga “mira, no sé si empezar a suavizarlas un poquito”, ya produce un efecto tapering, concretado en bajada de la bolsa, subida de la prima de riesgo, temblores en el nasdaq, turbulencias en el euribor y flatulencias en los tipos de interés.

Tal vez ustedes sepan de qué va el párrafo inmediatamente anterior, pero yo soy un ignorante en estas materias, no sé de qué me hablan y la única explicación de ese texto que viene a mi cabeza es “la gallina”. Así que me he puesto a investigar y he encontrado lo siguiente. Desde el arranque de la crisis en 2008, la FED ha desarrollado ya tres programas de incentivación de la economía nacional, conocidos por el bonito acrónimo QE, que significa nada menos que Quantitative Easing. ¡¡Toma castaña!! El actual QE es el QE3 y arrancó en septiembre de 2012, a la vista que el QE1 y el QE2 no habían dado los resultados esperados. ¿Y en qué consiste un QE? Pues lisa y llanamente en darle gas al maquinillo de imprimir nuevos billetes para introducirlos en el mercado. A esto lo llaman inyecciones de liquidez.

Usted y yo no lo podemos hacer, porque nos tildarían de falsificadores y nos meterían al trullo en un periquete. Pero el Estado (al menos el americano) tiene el privilegio de hacerlo legalmente, en régimen de monopolio. De manera análoga, usted no puede pegarle un mamporro a ese tipo a quien le tiene tantas ganas, y la policía sí. ¿Por qué? Pues porque tienen el monopolio de la violencia coercitiva (a usted no le sacuden porque sí, sino de forma justificada y con una ley detrás). Así que el Estado americano enfrenta la actual crisis mediante actuaciones llamadas QE, que cuentan con una memoria explicativa: lo vamos a hacer para conseguir este o este otro objetivo, en una cuantía determinada, con un horizonte temporal ligado al cumplimiento del objetivo y con la aprobación preceptiva del Congreso.

Bueno, todavía no deben escandalizarse demasiado (aún no les he hablado de las cantidades). No he investigado la QE1 ni la QE2, me basta con la QE3. En septiembre de 2012, Estados Unidos se encontró con una tasa de desempleo cercana al 10%. Entonces puso en marcha la QE3, prometiendo mantenerla hasta que la tasa alcanzara un 6,5% de forma sostenible. Pero ¿en qué coño consiste al final la QE3? Pues nada menos que en imprimir 85.000 millones de nuevos dólares ¡¡¡AL MES!!! Sí. Lo han leído bien. Desde septiembre de 2012, la FED imprime billetes por ese valor todos los meses y los inyecta en el mercado por el procedimiento de comprar valores lastrados por las llamadas hipotecas basura (por valor de 40.000 millones) y recomprarse a sí mismos los bonos que emite el propio Estado (los otros 45.000 millones).

Eso, hasta que el paro se reduzca al 6,5%. A finales de septiembre de 2013, después de un año de perpetrar esa fechoría un mes sí y otro también, la propia Ley que había creado el QE3 obligaba a hacer un pequeño balance, antes de decidir si se prorrogaba. La tasa de paro estaba ya en el 7,3% y las expectativas de que siguiera bajando eran moderadamente optimistas. Eso generó el rumor de que, tal vez, los sesudos economistas de la FED decidirían ir disminuyendo la cantidad mensual inyectada, a ver qué pasaba. Y ese rumor fue el que produjo el arriba citado tapering. Al final, los sabios decidieron prorrogar la QE3 tal como estaba. Y se acabó el tapering.

Si creen que todo esto es ciencia ficción, o me lo acabo de inventar, busquen en la prensa especializada. El truco es cojonudo, la pena es que no nos lo dejen hacer a los demás. ¿Imaginan que a Gallardón lo autorizaran a imprimir euros a porrillo? Inmediatamente nos ponía la ciudad guapa y se hacía un túnel hasta La Pedriza, para los fines de semana. ¿Y si a Lendoiro le dejasen imprimir euros por valor de una miseria de 156 millones? Pues arreglaba las cuentas del Deportivo en dos días. Y le sobraba para fichar a cualquier Cretino Ronaldo. El maquinillo de la FED es el huevo de Colón, es la quinta esencia, es la cuadratura del círculo, es el ungüento amarillo, es la piedra filosofal y la purga de Benito y la tripa de Jorge, todo a la vez.

Ahora en serio: ¿no les parece que es todo una gigantesca estafa? Estamos en manos de los poderes económicos más despiadados, y lo único que se nos permite (aparte del pataleo de las manifestaciones) es elegir cada cuatro años entre varias opciones políticas, todas dominadas o compradas por esos poderes planetarios. Formaciones dirigidas por políticos capaces de tardar tres meses en formar un gobierno de coalición, como en Alemania, o de ganar las elecciones con un programa y, a partir del día siguiente, poner en marcha la política contraria, como aquí. Qué más da que no hayan traído Las Vegas a Alcorcón. Estamos todos inmersos en un gigantesco Las Vegas. Ya ven por qué no quiero hablar de economía. Porque donde rascas sale mierda. Hablar de economía y ser optimista es, a día de hoy, una contradicción en sus términos. Lo siento. Viene la Navidad y ya les expliqué el año pasado, más o menos  por estas fechas, cómo afectan estas fiestas a mi ánimo. Hagan por pasarlo lo mejor que puedan.


12 comentarios:

  1. Pero, ¿cómo no se va a deprimir la gente en navidad? Son los días más cortos del año, las noches de capricornio, un frío que pela y encima la lotería lleva un 20% de impuestos. ¡Anda ya!

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    1. Yo no me deprimo por cuestiones naturales o climáticas. Y lo del 20% tampoco me afecta mucho, porque nunca me toca. Lo que me molesta de la Navidad son otras cosas, sobre las que no merece la pena insistir.

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  2. El tapering, si no lo entiendo mal, no es el efecto de la reducción de la inyección de efectivo, sino la propia reducción. Repase sus apuntes

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    1. Tiene razón. Menos mal que todo el rato presumo de no tener ni idea de economía (es cierto). El día 16 llegó a mí un informe en el que podía entenderse el tapering de la forma en que yo lo hice. Pero ahora lo releo y compruebo que también puede interpretarse como usted dice, que es la forma correcta. Queda reseñado mi error, sobre el que volveré en sucesivos posts. Gracias por su ayuda.

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  3. Hace ya tiempo que los analistas veían tambalearse el proyecto de Eurovegas. Cuando la empresa Las Vegas Sands presentó en Londres sus planes, ya se percibían dudas y demasiadas preguntas sin responder. Eurovegas se presentaba como una oportunidad que, además de suponer una enorme inversión, podría aumentar el PIB de la Comunidad de Madrid en un 4,5% y generar 164.000 empleos directos y 97.000 indirectos.

    Cuando se anunció este complejo hotelero y de ocio leí todo tipo de críticas diciendo que la empresa se aprovechaba de las condiciones laborales injustas y precarias, y de un país en 'derribo' para 'forrarse'. Que suponía entregarnos al vicio, juego y prostitución. Eso en un país que ya suponía el 3,7% del mercado de casinos de Europa y donde cada español gasta 179 euros anuales en juego. Y no quiero hablar de esos clubes de luces de colores que abarrotan nuestras carreteras, que deben ser centros culturales. Ya me sonaba a nuestra famosa xenofobia empresarial. Si lo hacemos nosotros lo justificamos como “planes de crecimiento” y creadores de empleo, si lo hace un extranjero, malo malísimo.

    Curiosamente, el proyecto que se iba a instalar a las afueras de Madrid probablemente vaya a desarrollarse en Japón. No en alguna república bananera donde obliguen a los jóvenes a trabajar por un mendrugo mientras otros son esclavizados en burdeles… A Japón, la tercera economía del mundo.

    No, el fin de Eurovegas no es culpa del Gobierno, de un partido o de otro. Pero todo el asunto dice mucho sobre nuestro sistema económico de “déjame Paco, que tú no sabes quién soy yo y esto lo arreglaba yo con dos llamadas”. No había más que oír los mensajes de la oposición en cuanto se anunció la retirada.

    Desde mi punto de vista, podemos aprender de este episodio para muchas otras ocasiones y así reforzar la Marca España.

    1- Empezar a evitar vender las cosas antes de que ocurran. “Que me lo quitan de las manos”, “que vienen los americanos-chinos-rusos”, y la peor “usted no tiene ni idea”. Que Bill Gates no tenga que pedir públicamente que no se use su nombre para especulaciones. Manejar las expectativas y sorprender al alza, no dar por hecha la venta de un aeropuerto, una empresa o un valor, la cifra de paro, déficit o la de crecimiento, y luego justificar la decepción.

    2- No pensar que los extranjeros son tontos. Los proyectos compiten. Los países y ciudades compiten por esos proyectos. Atraer capital no es un favor que le hacemos al inversor permitiéndole venir a nuestro feudo, es una obligación y una responsabilidad. Y tenemos que copiar a los mejores, y superarlos, no imitar a los peores para después criticarnos internamente y continuar con los mismos errores. Si el proyecto no es adecuado, la obligación es contar con un marco de apertura y libertad que haga que florezcan decenas de alternativas mejores. Y que se vea que merece la pena arriesgar.

    3- La seguridad jurídica no es una broma. Es muy revelador que la empresa Las Vegas Sands pusiera como condición que se le pagasen las pérdidas SI se cambiaban las leyes o el entorno impositivo. La percepción de inseguridad jurídica es el mayor escollo para que en España y Europa se atraiga capital en inversión productiva y a largo plazo. No se trata de atraer dinero a bolsa o a reciclar capital, sino a los centenares de miles de millones que necesita nuestro país para reducir el paro.



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  4. 4- Dar alternativas, no unicornios. Los que criticaban el proyecto por ser “ladrillo, vicio y putas” (sic) tienen todo el derecho a criticarlo, pero no han puesto una sola alternativa –ni un solo dólar- remotamente similar en inversión, creación de empleo y potencial económico. Y cuando han propuesto algo para “cambiar de modelo” curiosamente pasa por “el Estado” y “dar subvenciones”. Volver a 2004 y a llenar el país de sobrecapacidad en infraestructuras inútiles y ladrillo del que si nos gusta, el que paga el contribuyente. Más deuda, más déficit, más impuestos. Y otro desastre mal planificado. Con lo fácil que es abrir las puertas a que compita el capital y poner un entorno atractivo para la inversión. Nuestra mentalidad a veces parece que solo nos permite entorpecer y prohibir. Que España haya caído al puesto 142 de 189 entre los países con más facilidad para hacer negocios es algo que debe preocupar a todos. Mientras tanto, nos sentamos a esperar que vuelva 2004 y podamos volver a subvencionar cualquier quimera de pérdidas aseguradas con dinero de otros.

    5- Libertad y apertura para todos, y no hay que hacer excepciones. Nos llevamos las manos a la cabeza porque se estaba estudiando hacer excepciones legales para atender a algunas condiciones de inversión. En vez de pensar que lo que tenemos que hacer es apertura y desatascar el entramado burocrático y administrativo para todos, en un país donde el 70% del valor añadido lo crea las pymes, nos alarmamos de que haya empresas que no estén dispuestas a aceptar 'nuestras maravillosas condiciones'. Sin un entorno confiscatorio y burocrático no hacen falta 'excepciones'.

    6- No existen condiciones de extorsión ni excesivas cuando hay competencia y libertad. Si pensaban que el grupo Las Vegas Sands estaba exigiendo demasiado y recibiendo un trato de favor o un chollo… ¿Por qué no han salido treinta o cuarenta competidores inmediatamente? Si lo que pedía es inaceptable, debemos al menos contar con otras alternativas que demuestren que es así. Si las condiciones son inasumibles, ¿cómo es que estamos dispuestos a dar todo tipo de prebendas, parabienes y subvenciones al gasto cuando viene del estado o de empresas españolas o públicas? Igual que con tantos otros sectores, desde los hedge funds, al fracking, el petróleo en Canarias o la tecnología, a veces somos campeones en encontrar problemas, riesgos y rechazar –como buenos ricos que somos- las inversiones extranjeras que “vienen a llevarse lo nuestro”. Lo nuestro, seamos conscientes, es mucha deuda. Un 94% del PIB de deuda pública ya, y si queremos 'ingresos fiscales' tendremos que atraer inversión sí o sí.

    El fin del sueño o pesadilla de Eurovegas va a ser utilizado para criticar a todo el mundo. Pero ese no es el problema. El problema es un sistema económico que pueda poner enormes dificultades para atraer inversiones productivas. Si hubiese un entorno de libertad económica real y apertura, la discusión sobre las condiciones de Adelson o del Gobierno simplemente seria innecesaria. El debate no se habría dado porque competirían muchos y diferentes proyectos para crear riqueza y empleo.
    España tiene todos los ingredientes para que las empresas, nacionales y extranjeras, inviertan cientos de miles de millones de euros, se desarrollen los sectores más atractivos y se cree el empleo necesario. Esas empresas e inversiones no las va a decidir un comité, y ese crecimiento no va a venir por el BOE. Nuestra situación actual es precisamente la consecuencia del BOE-depresor. Vendrá cuando abramos las puertas, cerremos los despachos de 'parar y entorpecer' y pongamos la alfombra roja a la inversión productiva. Entonces, las exigencias más o menos agresivas de una empresa no serán noticia. Habrá multitud para sustituirla.

    Afectuosamente.

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    1. He estado a punto de contestarle: "Gracias por aportar sus opiniones a este modesto blog, señor Addelson". Pero dudo que ese caballero sea capaz de redactar en castellano con tanta pulcritud.
      No puedo entrar a responder a su memorandum. No soy un experto en economía, como suelo repetir. Más bien soy un lego en la materia. Puede que tenga usted razón. Pero desde mi punto de vista de ignorante, no comparto sus opiniones. No veo qué beneficios ha sacado nuestro país de inventos como el Parque Warner, Tierra Mítica y similares. Eurodisney da pérdidas todos los años. Entonces, ¿para qué queremos Las Vegas Sands?
      A mí me preocupa que España haya caído en la lista de países con buenas oportunidades de negocios, pero me preocupa más que caiga en las listas de la corrupción (Transparencia Internacional), en los rankings de Universidades y otras clasificaciones de este tipo. A mi modo de ver, tras el crash del 29, occidente se dotó de una serie de normas que evitaron que se produjeran nuevas crisis y generaron el más largo período de paz y prosperidad que ha vivido jamás parte alguna de la Tierra. Ese entramado, que generó el llamado Estado del Bienestar, fue dinamitado por las medidas de desregulación promovidas por personajes como Reagan, Tatcher o Aznar, que están en el origen de la crisis actual, junto al cambio que han producido las nuevas tecnologías. La libertad de comercio favorece a los más grandes. En el libre mercado, el pez grande devora al chico. Y las nuevas formas de negocio on line están aun bastante descontroladas.
      Esto es lo que yo, ignorante económico supino, creo que está pasando; ya ve qué lejos estoy de sus opiniones y planteamientos. Por cierto, observo que no dice nada del tapering y la política de imprimir cada mes 85.000 millones de nuevos dólares (que era el tema central de mi post). Tengo que deducir que le parece bien.
      En fin, aquí cualquier comentario es bienvenido, pero, para memorandums sucesivos le sugiero que se enfrente usted a contrincantes de su talla. Este es un foro fundamentalmente literario, en el que se habla de todo, desde la posición del ciudadano de a pie, que asiste estupefacto al derrumbe de su mundo, que no sabe cuanto se gastan los españoles en el juego, y en principio no se cree que Las Vegas Sands fuese a subir cuatro puntos y medio el PIB regional. Aquí se agradecen las opiniones más doctas, pero la suya me resulta demasiado sesgada.
      Atentamente.

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    2. Aquí una amiga anónima habitual. Creo que este caballero comentarista, más que un memorandum ha hecho un mitin. Alguien bien informado me contó en su día que el señor Addelson tenía un gabinete de prensa encargado de recopilar todas las opiniones sobre su proyecto de Eurovegas, especialmente las negativas, que debía pasarle un informe diario. Creo, como tú, que el autor de este doble comentario elefantiásico no es el propio señor Addelson, pero tal vez sea alguien de ese gabinete, o al menos alguien que tuviera algún interés económico concreto derivado de la llegada del proyecto.
      De todas formas, tiene alguna parte de razón. Para salir de verdad de la crisis, hace falta que llegue capital. El proceso sería: inversión productiva, creación de empleo, recuperación del consumo y mantenimiento de una coyuntura ligeramente alcista durante el tiempo suficiente como para considerarla sostenible. Pero la captación de capital no debe ser indiscriminada. A este comentarista le da igual el fracking (aunque produzca terremotos), el petróleo en Canarias, o lo que sea. Dudo que le hiciera ascos a que nos convirtiéramos en basurero de residuos radiactivos. No creo que estemos tan mal como para tragar con todo lo que venga. Lo de Eurovegas (que no es Las Vegas Sands, como tú lo llamas, esa es la empresa de Addelson) tenía un punto casposo que no me gusta. Aunque también ha sido atacado desde sectores beatos y meapilas con su moralina habitual. No descarte que esos sectores hayan tenido algo que ver en el fiasco. Tienen mucho peso en el partido en el poder, como se ha visto en el asunto del aborto.
      Saludos cordiales.

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    3. Gracias por tu apoyo, la información adicional que aportas y tu precisión de que el proyecto fracasado se llamaba Eurovegas, y no Las Vegas Sands, como yo lo he llamado todo el rato.
      En cuanto al doble comentario anterior, yo no comparto su orientación general, pero no cabe duda de que está muy bien escrito, aunque no resulte muy adecuado para este foro, especialmente por su extensión. Su autor debería enviarlo, por ejemplo, al Expansión, o al Cinco Días, por supuesto, firmado. Eso es lo que yo vengo a sugerirle, cuando le digo que se busque enemigos de su talla. Las referencias al fracking o el petróleo de Canarias, pienso que las ha incluido en un exceso de entusiasmo, no creo que lo diga del todo en serio. Y ya sabes que a mí me gusta la gente que escribe con el corazón, aunque a veces se pase. Puede que este señor aporte nuevos comentarios. O tal vez ya se ha dado por satisfecho con su parto. Por experiencia te digo que un texto como ese no se hace en cinco minutos.
      Saludos, por lo menos, tan cordiales como los tuyos.

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    4. Ya puestos, y tras darle otro repaso al doble comentario que motiva todo este diálogo, lo único que no entiendo del todo es la referencia al unicornio. El unicornio es el animal emblemático de Escocia, y también tiene un papel central en Blade Runner. Pero difícilmente podemos ofrecer unicornios a los inversores extranjeros, si por estas tierras no existe ese hermoso ser imaginario. Aquí, el único tipo de unicornio que tenemos es el "unicornio de la Guardia Civil".
      Besitos para todos, en este comienzo de curso.

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  5. http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-11-05/tapering-o-la-clave-para-enfrentarse-con-exito-a-una-maraton_50143/
    Como buen corredor de fondo que eres espero que en este caso del Tapering sea más fácil compartir opinión.
    Afectuosamente.

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    1. De tu despedida (Afectuosamente), deduzco que eres el autor del doble comentario muy largo que aparece más arriba. Es posible que nos conozcamos, o puede que no, da lo mismo. Quiero, en primer lugar agradecer que no te hayas enfadado por mis respuestas. Que no comparta algunos de tus argumentos, no quiere decir que no los respete. Repito que tal vez tengas razón en parte, como reconoce la compañera, también anónima, que remacha mis ataques a tu doble texto. Está bien que haya contraste de pareceres, yo no me creo en posesión de la verdad, y menos en una materia que no domino, como la economía.
      Tan obvio es que no la domino, que en mi texto estaba equivocado el significado de "tapering". Otro contertulio me hizo ver mi error (¿tal vez fuiste también tú?), y, siguiendo las normas que me he autoimpuesto, lo he dejado tal cual, reconociendo el error en la respuesta. A cuenta de ello me he informado detalladamente de los distintos significados de Tapering. En el ámbito deportivo, se trata como siempre de ponerle un nombre (a ser posible en inglés) a algo que todos los corredores hacemos: bajar el número de kilómetros de entrenamiento en la semana previa a una carrera de maratón, o en los últimos días antes de una de 10 kms. Es algo de sentido común. No hace falta que lea El Confidencial, que, como sabes, no es un periódico, sino un libelo, en el sentido de que no confirma las fuentes ni escucha opiniones contradictorias, cuando la noticia que le llega es lo suficientemente escandalosa.
      Te doy un consejo, si me lo permites. No esperes a tener un texto tan largo, depurado y sin erratas como el que has subido en este post. Entra en el foro cuando quieras y di lo que te parezca, a bote pronto. Aquí todas las opiniones son bienvenidas, aunque te haya parecido lo contrario.
      Afectuosamente, y lo digo sin retintín. Un abrazo.

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