Hoy no tengo demasiadas ganas de escribir y, por otro lado, algunos lectores me han reclamado que ponga más fotos de mi maravilloso viaje a Piter. La verdad es que tengo fotos a cientos, pero me ha parecido más interesante escribir textos y creo que he contado todo lo sucedido bastante fielmente. Pero es cierto que la potencia de la imagen no tiene nada que ver con lo que se puede contar por escrito. Así que les voy a poner una selección de las imágenes que complementan el relato de estos días en la ciudad rusa más cosmopolita y europea. Para empezar, algunas imágenes del Congreso de la ACUUS. En esta pueden ver la primera fila, la de los importantes, aplaudiendo al Presidente de la asociación, el griego con cara de monolito de la Isla de Pascua. De izquierda a derecha, el vice-gobernador de Piter que habló sobre el Metro, el propio Gobernador, Jacques Bessner, el japonés Kishii, mi amigo Yingxin Zhou de Singapur, Clement Demers, de Montreal, Evasio Lavagno y un asiático no identificado.
El Gobernador inaugurando el Congreso
Aquí un par de imágenes del menda lerenda desarrollando el speech totalmente concentrado
Sergei Alpatov y Jacques Bessner siguiendo atentamente mi speech. El segundo con su letrero de 5 minutos preparado para mostrármelo en cuanto me extendiera más de lo acordado.
Yingxin Zhou durante su intervención en la sesión inaugural.
Vladimir Kolotarev, Meritorious Architect of Russia, durante su magnífica intervención en el panel.
El gran Rashid Mangushev.
Evasio Lavagno, aburrido mientras ejercía de moderador del segundo panel.
El equipo de azafatas del Congreso. Mi adorada Svetlana luce pequeña al lado de las dos gigantas que la ayudaban, ambas presuntas jugadoras de basket.
Pasamos ya a algunas fotos de la ciudad. Para empezar, una boda en el Palacio de Catalina la Grande. Se puede observar que algunas rusas no esperan a los 30 y a casarse para ponerse orondas.
Aquí la tienda de Zara en la Nevsky prospect.
Una hermosa fachada de iglesia vista desde la Nevsky Prospect
Y aquí la fachada más de cerca. Resultó ser una iglesia armenia y, por tanto, de culto católico. Entré y asistí al final de una misa con unos cánticos preciosos.
Una estatua de Dostoievsky, en la esquina donde supuestamente vivía Raskolnikov.
La fachada del mítico Money Honey, el primer lugar en que se empezó a tocar rock tras la caída de la Unión Soviética.
Por último, las fachadas de un Burger King y un Macdonalds, con los letreros en ruso. Sean felices.
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