En fin, acabo de ver cómo nos
eliminaban de la Eurocopa (con justicia absoluta), culminando así unos días en
que nada de lo que podría haber salido bien ha funcionado. Es la tónica de este
año bisiesto, en el que empezamos con fracturas diversas y acabamos fracturados
del todo. Hablo de fracturas diversas porque esto es una verdadera epidemia;
entre mis compañeros de trabajo hay varios brazos rotos, en el club de lectura
otros dos, entre los lectores del blog, el bueno de Alfred y, ya el colmo: el
otro día asistí a una reunión de propietarios de la comunidad de vecinos a la que
pertenezco y aparecieron dos con escayolas y otros dos con muletas. Una
auténtica escabechina.
Pero esto no es nada comparado
con las fracturas sociales, políticas y económicas que estamos viviendo. Yo creía que la crisis era sólo económica, que había empezado en 2007 y que ya estábamos
saliendo de ella, y resulta que la cosa era más profunda y no había hecho más
que empezar. Cada vez estamos más lejos de ese mundo hermanado y utópico que
imaginó John Lennon (un británico), en el que no habría países ni religiones.
Empecemos por oírlo. A John Lennon lo mataron hace mucho y, al menos no tuvo
que asistir a este penoso fin de ciclo. Así cantaba su himno en el teatro
Apolo de Nueva York en diciembre de 1971, mientras preparaban su banda
electrificada. Decía Lennon que no era muy difícil
imaginar un mundo sin países. Tal vez era así en 1971. 45 años después,
esa utopía está cada vez más lejos. Cada vez hay más fronteras, por lo que esta música suena ahora triste, en sintonía con mi estado de ánimo. Yo sigo
siendo un soñador, pero me siento solo en ese sueño.
El desastre tiene nombres propios
que, contraviniendo mi costumbre, voy a poner en negrita. Para mí lo más grave
sigue siendo lo del Brexit. Unos desalmados como Nigel Farage o Boris Johnson
han manipulado a la opinión pública, han mentido, tal como ahora reconocen, y
han provocado la ruptura, no sólo de la Unión Europea, sino de su propia
tierra. Gran Bretaña ya no es más el Reino Unido. Ahora es El Reino Desunido. Escoceses e irlandeses quieren irse y con razón.
Por no hablar de los londinenses. La libra ha caído en picado. Y esas
convulsiones las sufrirán, como siempre, las clases medias y bajas. Los poderes
económicos ya están haciendo negocio con ello. No hay mejor análisis que el que
hace mi admirado John Carlin y que les pongo AQUÍ. Les recomiendo que lo lean.
Nada más saberse el resultado de
la consulta, alguien abrió una página de firmas pidiendo su repetición y, en un
solo día, se recogieron tres millones de apoyos. Una cifra que superaba la diferencia de un millón
de votos que ha decidido el asunto. Porque ese es el primer absurdo. Podría
haberse dirimido la cosa por 10.000 votos. O sólo por uno. Y eso mismo es lo
que se quiere plantear en Cataluña. Ya que estamos, por qué no hacer primero
una consulta para definir qué mayoría hace falta para una decisión tan
trascendental. Estoy de broma, desde luego. Porque, ya que un lector anónimo me
ha bautizado como hater de los
nacionalismos, desde ya me declaro hater
de las consultas y los referéndums. Miren, como dijo Churchil (otro británico),
la democracia es el peor sistema de organizar la sociedad, con la excepción de
todos los demás.
Yo me considero un demócrata. Y la democracia consiste en hacer
unas elecciones y comisionar al equipo que las gane para gobernar durante los
siguientes cuatro años. Y, si lo hace mal, pues, a la siguiente, pierde. Pero,
durante esos cuatro años, yo no quiero que me consulte ni me pregunte nada. Que vaya a consultar a su puta madre. Estas consultas son la antidemocracia. Son el terreno abonado para los manipuladores. Para vendedores de biblias y crecepelos. Temas como la
integridad territorial no deben ser sometidos a consulta, salvo al amparo de la Clarity Act, o en caso de que un pueblo esté oprimido por otro, tal como indica la ONU. Lo que pasa es que los malos
políticos sacan del baúl de Pandora los sentimientos excluyentes y luego es muy
difícil guardarlos otra vez. En Cataluña, el lladre Pujol abrió la caja de los truenos y ha conseguido dividir a
los catalanes. Porque unos porcentajes en torno al 50% no son suficientes para mí; sólo muestran una sociedad dividida.
Los británicos están también divididos. ¿Y quién ha sido el responsable de semejante desastre? Pues tiene
nombre propio: El Camerón de la Isla.
En una isla no hace falta pintar la famosa raya que separa el territorio de los
elegidos, del mundo exterior. Ya se encarga el mar de hacerlo. El Camerón de la Isla prometió el referéndum
del Brexit para conseguir el dominio del partido tory, cuando pensaba que nunca tendría que convocarlo. Luego,
cuando llegó a Primer Ministro, tuvo que hacerlo, se asustó y empezó a hacer
campaña por el remain. Lo mismo que
hizo con el referéndum escocés, en el que al final le salvó la campana. Hace
muchos años, a Felipe González le pasó lo mismo. Prometió un referéndum para
sacarnos de la OTAN cuando ni soñaba en llegar a presidente. En cuanto fue
elegido, empezó una campaña a la desesperada en sentido contrario, pero tuvo la
suerte de ganar.
En textos anteriores he llamado
al Camerón de la Isla tonto y cosas
peores, y le he comparado con Hollande, Rajoy y Zapatero. Esto hay que
matizarlo. Hollande es ciertamente muy tonto, pienso. Rajoy es un pasota, con
tendencia al absentismo y que ahora gana porque sus contrincantes son aún
peores. Y Zapatero era un infeliz,
que gobernó bien mientras venían bien dadas y luego no supo hacerlo cuando
llegaron las vacas flacas. Camerón es peor que ninguno de estos. Lo de este
señor es un grado de frivolidad, de irresponsabilidad, de torpeza, del que es
difícil encontrar un parangón en la Historia. Tal vez el único que se le asemeje
sea Gallardón, aunque sus desmanes son pecata minuta, comparado con la que ha liado Camerón. El Camerón de la Isla. La Historia lo
juzgará. Yo quiero mucho a los británicos y confío en que la Gran Bretaña no
acabe como Yugoslavia. Pero, como no lo remedien, pronto van a ser la Pequeña Bretaña.
El siguiente desastre es el de
las elecciones españolas. Yo ya lo pronostiqué en mi Post #521.
Ahí dije que el objetivo de estas elecciones era echar a Rajoy y que se había
perdido una ocasión única. Que el acuerdo Sánchez-Rivera era un buen punto de
partida y que se había frustrado por la falta de visión a largo plazo del
tercero en discordia, que ya se ha ganado su nuevo nombre: Pablo-Pablito-Pablete. Rememorando al gran José María García. Y que lo que venía era una victoria más holgada del PP. Me
hubiera encantado equivocarme y así se lo dije a mi amigo Boni, que aportó un
comentario confiado en que este señor podía adelantar, no sólo al PSOE, sino al
propio PP. Pues ahí está el resultado. Pablo-Pablito-Pablete
se ha lucido. Sumando los votos de Podemos e Izquierda Unida en diciembre, la
coalición de ambos ha perdido más de un millón de votos. Entre ellos, el mío, del
que disfrutaron entonces, como revelé en el blog.
No voy a decir a quién he votado
esta vez, porque no me sale de los higadillos. Pero no fue a Podemos, pueden
creerme. Y eso que, después de mi desahogo contra Pablo-Pablito-Pablete en el post citado, pensé de nuevo en
votarles, porque los otros candidatos me gustaban aun menos. Pero, amigos:
entonces llegó el Brexit. Y, a última hora, llegué a la conclusión de que yo no
puedo apoyar con mi voto a alguien que propone hacer una consulta no sólo en
Cataluña, sino también en Euzkadi y en Galicia. Nunca me perdonaría haber apoyado
semejante disparate. En diciembre no lo habían planteado de forma tan clara. Pero
luego, Pablo-Pablito-Pablete lo marcó como línea roja, para que Rivera no
pudiera apoyarlo. Para que el PSOE rompiera ese acuerdo de mínimos. ¿Por qué? Pues
yo tengo la respuesta: porque es un soberbio y un ególatra y, además ha visto
demasiados capítulos de Juego de Tronos. En cuanto descubrí que soy un hater de las consultas, perdió mi apoyo.
Y, mientras esto sucedía, había
alguien dedicado a su actividad favorita: no hacer nada. Hablo, por supuesto,
del Gato Rajoy. Él no pierde la
posición. Desde las elecciones de diciembre está encerrado en la Moncloa
leyendo el Marca. Si las gaviotas se pelean entre ellas, él observa desde la
silla. Y, no lo quise decir en su momento, pero ya es hora de que lo diga: en
el debate a cuatro se los comió a todos. Estuvo muy por encima, con tablas,
socarrón y dominador. Hasta le vi descansado y rejuvenecido. A su lado, los
otros tres parecían lo que son: unos novatos. A
mí no me gusta su partido ni su política, pero tengo que reconocer que
esa táctica de no hacer nada le está dando resultado. Así que nos toca sufrirlo
otros cuatro años, ya que los demás no han sido capaces de enhebrar una
alternativa conjunta. Y esto es una democracia, en la que hay un partido que ha ganado
con claridad. Que ha aumentado sus votantes debido, entre otras cosas, al lamentable espectáculo que nos han brindado los demás en estos seis meses. Cuando alguien saca tanta ventaja, es por algo.
A Unidos Podemos le ha sobrado
arrogancia, tacticismo, cortedad de miras y falta de experiencia. La mayor
parte de ese millón de votos que han perdido, entiendo que son gente de Izquierda
Unida disconforme con el proceso de fagocitación de su partido de toda la vida,
junto con algún alérgico a las consultas como yo, aunque creo que somos los
menos. Como les he dicho al principio, me siento sorprendentemente solo en algo
en lo que llevo insistiendo casi cuatro años: que el nacionalismo es una
tendencia retrógrada, que la humanidad camina hacia el mestizaje y la mezcla de
culturas. El nacionalismo es primo hermano del racismo. Esa pulsión es la que
ha llevado a una mayoría exigua de británicos a votar por marcharse de la UE.
Decisión aplaudida por todos los fascistas y racistas de Europa. Los mismos que
han forzado a que les demos una patada en el culo a los pobres sirios que huían
del horror. Alguien con sentido del humor ha manipulado la famosa pancarta de
la señora Carmena en su sede. Vean aquí el resultado.
Menos mal que hay gente que
conserva el humor. Porque a mí, lo que me pide el cuerpo es salir ahora mismo a
la calle detrás de una pancarta como ésta.
En fin, como he dicho, estoy
triste y desolado por todo lo que está sucediendo. Faltaba lo de la selección
de fútbol, aunque era un desastre anunciado. Al menos, ya que no nos hemos
quitado de encima al Gato Rajoy,
supongo que nos libraremos del Marqués
de Carabás y su fútbol anticuado y sin variantes, que todos los demás
equipos saben cómo anular. Día triste este, en el que me siento cansado y
aburrido del mundo en el que me ha tocado vivir estos últimos días. Pero, ya
saben que YO NO ME RINDO. Hoy he comido con mi amigo Juanmi el Guitarrero, el
tipo que ya ha perdido la cuenta de cuántos huesos se ha roto. Y me ha dado un
argumento para ser positivo y optimista, como suelo ser en este blog. Es el siguiente.
Hemos tocado fondo. Nada puede ir a peor a nivel colectivo. Así que, a partir de aquí, lo
único que podemos hacer es mejorar. Con ese espíritu, terminaré como empecé:
con John Lennon. Vean qué contento se le veía acompañando al gran Chuck Berry.
Intenten sobreponerse. No queda otra.
¿Pero no habíamos quedado en que este no era un blog de debate político?. Yo no te lo reprocho, antes bien te lo agradezco. Me parece tan excelente y comparto tan por entero este post que me hubiera sentido feliz y muy satisfecho si lo hubiera escrito yo mismo, pero ni se hacerlo como tu ni mi pereza y vagancia me lo permiten. No me había yo creído que ibas a votar a Podemos Unidos, lo consideraba una de tus trolas, que siempre busco en tus entradas como quien busca las diferencias entre dos dibujos casi iguales, pues no se puede creer que aceptaras la propuesta del derecho a decidir de unos,- derecho que se han sacado de la chistera algunos-, sin pensar en las consecuencias y caídas cual fichas de dominó como va a ocurrir el RU.
ResponderEliminarNo te sientas solo en la creencia de que el nacionalismo es una actitud retrógada y de que caminamos hacia el mestizaje, somos muchos los que creemos, como tu, en ello.
Te felicito sinceramente y agradezco el trabajo que te tomas. Deseo que ya puedas conducir tu nuevo coche. Desde Riazor, un abrazo. Amigo Alfred
Amigo Alfred, efectivamente, yo no soy un analista político, como sí lo es John Carlin, un tipo que maneja datos, estudia artículos y reportajes, pregunta a la gente, saca sus propias conclusiones y luego cobra, supongo, por sus excelentes artículos.
EliminarComo ya he dicho alguna vez, este blog es un lugar donde se consignan sentimientos, y luego se intentan explicar. Sabes también que hay asuntos sobre los que no bromeo ni miento. Yo les voté a los de Podemos en diciembre y pensaba haber repetido, pero me molestó mucho que no se sumaran al pacto Sánchez-Rivera (por cierto, en el post que escribí al respecto había un error: no era suficiente con que se abstuvieran, es raro que nadie me haya corregido). Yo creo que era una ocasión única para haber echado a Rajoy, pero, para darse cuenta de algo así, hay que tener una visión estratégica de largo alcance y un poco de generosidad. Eso es lo que tuvieron Carmena y Carmona en su día (si llegan a actuar como Iglesias, ahora tendríamos de alcaldesa a la Esperanza desencadenada). Y también, aunque no sean de mi cuerda, es la misma visión que tuvieron los catalanes, sacándose de la manga al rockero Puigdemont en el último segundo de la prórroga: la certeza de que, si no aprovechaban esa ocasión, se había acabado el "prusés".
Me molestó que Iglesias no aprovechara esa ocasión. Y me molestó su mención a las fosas de cal viva y otras muchas actitudes impropias de alguien que aspira a ser presidente algún día. En cuanto a lo de las consultas, yo creo que él, primero se enteró de cuáles eran las cuestiones inaceptables para Rivera, y luego las puso de líneas rojas. Es decir, puro tacticismo, exceso de admiración por Juego de Tronos y un ego un tanto desbocado. Al final de la campaña moderó su tono, pero ya era tarde. Además, ese tacticismo lo asimila a la casta que tanto aborrece. Porque la casta no es sólo corrupción. Es también una serie de rutinas y formas de actuar típicas de los políticos. Lo que decía el cronista británico que copié hace unos días: la política es un deporte de contacto. Y la gente no es tonta. En cuanto este señor ha empezado a actuar como un político más, ha perdido parte de su aura regeneradora.
Y puedes creerme cuando te digo que estuve dudando a quién votar hasta que estuve enfrente de la mesa donde se apilaban las papeletas. Es posible que, si no hubiera sucedido el Brexit y sus primeros efectos, lo hubiera dudado aun más. Como dice John Carlin hemos de agradecer a los británicos que nos hayan enseñado el camino de cómo no deben hacerse las cosas. A mí el Brexit me ha abierto los ojos, me ha reafirmado en mis convicciones de transversalidad y universalismo y me ha ayudado a resolver mis dudas.
Un abrazo, a ver si consigo ir yo también a Riazor.
Mi buen amigo, tal vez ignore usted que los únicos que han saltado al barro en la Gran Bretaña, los únicos que han ido allí, a hacer campaña a favor del Bremain sobre el propio terreno, han sido los de Podemos. Su admirado Rajoy se quedó, como siempre, a verlas venir; y le ha salido redondo: Los que han perdido la batalla son los que la han dado.
ResponderEliminarNo sé quién eres, perdona que te trate de tú. Es por el tono amistoso de tu mensaje. Conocía el dato que me dices. Los de Podemos han ido a Gran Bretaña a batirse el cobre por una causa correcta. Donde creo que se equivocan es aquí, porque la causa catalana no es diferente de la de los "brexiters" en mi opinión. Apoyar a estos impresentables es, caer en su trampa, como le ha pasado a Cameron. Yo creo que el problema catalán se arreglaba aplicando la Clarity Act: negociación entre el gobierno central y el catalán, firma de un acuerdo en el que se fijen las condiciones del referendum y el porcentaje mínimo que hace falta para que se independicen (que podría estar entre el 60 y el 75%) y, sólo entonces, hacer la consulta. Si lo hicieran así, tendrían un apoyo de la comunidad internacional, con el que ahora no cuentan.
EliminarLo de mi admirado Rajoy, lo interpreto "en modo ironía". Creo que es el personaje al que más se ha criticado en los casi cuatro años de duración de este blog, sólo después de Artur Mas.
Ese proceso que usted sugiere sería perfecto. Pero hay una circunstancia que lo hace inviable: precisamente la presencia de Rajoy en la Moncloa.
EliminarLo sé y es una de las razones por las que quería que este señor se fuera. Su permanencia va a llevar a los independentistas a elegir entre hacerlo a lo bruto (lo que implica nulo apoyo exterior y mucho sufrimiento para la población), o esperar tiempos mejores. Si siguiera al frente de Cataluña Artur el Astuto, seguro que optaban por lo primero. Con Puigdemont, obviamente, no estoy seguro, pero me da el olfato que es un tipo más razonable, tranquilo y poco amigo de las apuestas que pongan en riesgo a sus ciudadanos. Lo que sea lo iremos viendo.
EliminarPor cierto, Tu insistencia en tratarme de usted me hace sentirme viejo, pero allá tú.
Soy el segundo anónimo, que no tiene que ver nada con el de más arriba. No soy el que ha dicho eso de "tu admirado Rajoy" y te he tratado de usted sin darme cuenta, disculpa.
EliminarNo pasa nada.
EliminarMi querido amigo. Como siempre, o casi, totalmente de acuerdo en tus reflexiones y quiero añadir algunas para corroborar lo dicho.
ResponderEliminar1ª Creo que el señor Rajoy es el "perfecto gallego" siempre astuto, viéndolas venir, poniéndose de lado y leyendo el Marca. Es listo como el mismísimo demonio.
2ª Como usted, soy alérgico a las consultas populares. No suelen traer más que desaguisados y más cuando el que las convoca es un gilipollas inútil. Tengas referendos y los ganes...
3ª Acompaño un enlace que le gustará leer a usted y que aparece hoy curiosamente en La Voz de Barcelona: http://www.vozbcn.com/2013/01/16/137292/eua-rechaza-secesion-texas/
God bless America.
y 4ª Acompaño otro enlace de una canción de un joven cantante flamenco que está arrasando desde hace dos años con su intento de modernizar el cante. Se llama El Niño de Elche y el tema lo dice todo: "Que os follen". Le aconsejo escuchar éste y los demás de su disco francamente soberbio: https://youtu.be/uKZxk3y0c4U
Un fuerte abrazo querido.
Gracias por tus aportaciones. Efectivamente, Rajoy está a años luz de sus contrincantes, que están demostrando una bisoñez alarmante. Sánchez y Rivera al menos lo intentaron y yo creo que no era mala idea la suya. Pero al Pablito le pudo el ego y la cagó. No le he oído disculparse con los españoles o, al menos con sus votantes. Sus declaraciones ahora (no nos han votado, no fuera a ser que ganásemos), son la pera. Este chico debería de dejar de ver Juego de Tronos.
EliminarLas consultas son una apuesta que a veces se pierde y es un riesgo absurdo e innecesario. Yo no quiero que me consulten nada, lo que quiero es que hagan política, que para eso se les vota. Bueno, la noticia de Texas es de enero de 2013 y algo había oído. Si la sacan ahora en Barcelona, por algo será. Al Niño de Elche no le pillo mucho el punto, no sé si es que estoy viejo o que tengo que oírlo más. De todas formas, el título es genial.
Un abrazo, meu.