En plena canícula y con un
bochorno asfixiante, llega la hora de adaptar el Blog a un ritmo más veraniego.
En los días que vienen no voy a poder mantener una regularidad como la que, con
más o menos altibajos, he venido sosteniendo desde finales de septiembre, casi
un año ya. Cuando empecé el Blog no tenía planeado escribir tantas entradas. Yo
soy el primer sorprendido. En realidad todo esto surgió a partir del vuelco que
mi situación profesional dio en los primeros meses de 2012, cuando el
Ayuntamiento de Madrid decidió disolver la unidad a la que yo pertenecía, por
falta de dinero para nuevas obras.
En ese momento coincidieron dos
situaciones nuevas para mí. Por un lado, dejé de estar permanentemente ocupado
en asuntos que, al menos a mí, me parecían de utilidad e interés para la
ciudad, desempeño en el que había estado inmerso durante treinta años. De
pronto pasé a una situación en la que el Ayuntamiento no me urgía continuamente
a completar tareas en plazos determinados. Por el contrario, apenas conseguía
que me dijeran si tenía que hacer algo. Y encima tenía que estar agradecido de
que no me echaran a la calle.
En paralelo a ello, me vi
sometido a un régimen de control horario estricto, con una jornada cada vez más
larga y sin posibilidad de burlar al sistema. Hasta entonces nunca me había
preocupado de comprobar si cumplía o no el número de horas que me exigían. Mi
sospecha es que, en general, en estos treinta años he trabajado más horas de
las que me han pagado. Casi siempre he tenido más trabajo del que se podía
resolver en una jornada ordinaria y nunca he sido cicatero con el tiempo, jamás
he “tirado el bolígrafo al sonar las 3 de la tarde”, como algunos presumen de
hacer. Yo trabajaba por objetivos, hacía lo que se me pedía y no me fijaba en
el tiempo.
Pero la suma de estas dos
circunstancias me llevaba a una situación endemoniada: si ajustaba mi jornada laboral
al tiempo necesario para completar el trabajo que me encargaban, entonces me
sobraba la mitad (cuando no toda entera). Y el control horario era algo que se
revisaba minuciosamente mes a mes, sin que yo pudiera alegar mis excesos de
años anteriores. Así que cada día me veía en la tesitura de permanecer largas
horas en mi puesto de trabajo (es un decir), sin la certeza de tener un
contenido concreto en que emplearlas.
Entré entonces en una fase de
vértigo en la que inicié diversas líneas de actividad que me permitieran llenar
ese vacío. Este Blog es en parte resultado de esa inquietud, aunque no lo
puse en marcha hasta septiembre. Y, por fortuna, mi situación se ha ido poco a
poco corrigiendo. En el Ayuntamiento he ido abriéndome un pequeño nicho de
tareas que cada vez me exigen más dedicación. En cuanto a lo demás, he tenido
que cancelar algunas de las iniciativas emprendidas, porque ya no tenía tiempo
material para ellas. Pero sigo teniendo un margen para el mantenimiento del
Blog.
Y así hemos llegado al verano.
Con sus vacaciones y su rotura de ritmos y rutinas. Para empezar, con este calor
me resulta imposible correr. Este año he alargado el entrenamiento hasta los
primeros días de julio, pero ya tengo que dejarlo. Y espero empezar otra vez a
finales de agosto, a ver si este año consigo hacer “la temporada” con
normalidad. Por otro lado, tengo varios viajes en marcha en los que no voy a
dedicarme a escribir entradas de Blog, porque lo que pretendo es descansar.
Tampoco viajo solo y no puedo abstraerme a escribir. Como mucho, tomaré notas
en mi bloc, como he hecho en ocasiones anteriores, en busca de temas a
desarrollar después.
En primer lugar, esta tarde me
desplazo al País Vasco, para recorrer en el fin de semana un par de vías
verdes, las llamadas Arditurri y Plazaola. Más adelante tengo prevista una
escapada a Galicia. Y estoy preparando
un recorrido más largo por Escocia para la primera quincena de agosto. Por fin
voy a hacer mi viaje soñado a las tierras de Geoff Keogh , que tuve que posponer
el año pasado. Entre unos y otros asuetos, seguiré escribiendo cuando pueda,
tampoco me voy a agobiar.
Además, mis lectores parecen
haber entrado ya en período de vacaciones y cada vez tengo menos visitas, al
menos desde España. Sin embargo se mantienen mis fieles seguidores en el
extranjero que, sumados, suponen un número que en las últimas semanas supera al
de nacionales. Sobre esto quiero hacer algunas reflexiones. Conozco a algunos
de mis seguidores norteamericanos, mexicanos, colombianos y franceses. También
sé quién entra en el Blog en Bélgica y Holanda. Sin embargo, no conozco a nadie
en Alemania, Rusia ni Ucrania, países en donde cada vez me sigue más gente. También
en Argentina, pero esto me parece normal, por la coincidencia lingüística.
Dado que mis textos están escritos
en castellano, me presumo que mis seguidores ucranianos o rusos pudieran ser
españoles exiliados. Alguien que me sigue desde Norteamérica, me dijo que el
Blog le resultaba muy útil para estar al tanto de los temas que iban estando de
actualidad en nuestro país. Que así no perdía contacto con la realidad
española. ¿Puede ser ese el motivo de que mi Blog registre visitas en Ucrania o
Rusia? No lo sé. A este respecto agradecería algún comentario de mis seguidores
en esas lejanas tierras. Hacer comentarios como Anónimo es sencillo. Y así podríamos establecer un feed-back, que me resultaría muy útil
para mejorar la calidad del Blog. Cuando alcance la ya cercana cifra de diez
mil visitas, haré alguna reflexión más.
De momento, dentro de unas horas
me subiré en mi coche híbrido y cogeré carretera. Mañana recorreré la
Via Verde de Arditurri, acondicionada sobre
un antiguo trazado ferroviario abandonado, que unía las minas del mismo nombre,
explotadas desde tiempos de los romanos, con el Puerto de Pasajes. Los romanos
sacaban de aquí plata y plomo, pero en los tiempos modernos empezó a extraerse
también hierro. El ferrocarril lo construyó a comienzos del siglo XX la compañía
de Bilbao Chavarri Hermanos. La vía tenía una anchura de 75 cms, es decir era más
pequeña que la de los llamados ferrocarriles de vía estrecha. Un tren de
juguete, que funcionó hasta su clausura en 1965.
El sendero que vamos a recorrer
tiene 8 kilómetros
asfaltados, y otros 2,7 de bidegorri,
que no sé lo que es, pero lo averiguaré y se lo contaré a la vuelta. El domingo
recorreremos una segunda vía verde y regresaremos por la tarde. Con un programa
tan apretado, no les extrañará saber que no me voy a llevar el ordenador, así
que no habrá nuevas entradas en unos días. Será ésta mi forma de inaugurar el
tiempo de verano. Sean felices y descansen, que el año que viene hay que dar
mucha caña.
Estoy seguro de que tus seguidores vamos a echar de menos tus sabrosos y,casi siempre, muy divertidos comentarios como el último sobre "El Brillante" que me ha hecho reir muy de veras y eso que no soy de risa fácil. Busco a diario tus post y seguiré haciéndolo aún a sabiendas de que no los encontraré con tanta frecuencia.
ResponderEliminarNo sabía yo que tuvieras posibilidad de conocer donde se encuentran tus lectores y localizarlos por paises. Me pregunto ahora si tambien conoces donde se ubican los que te siguen desde dentro de España y lejos o cerca de Madrid. Tengo más interrogantes al respecto: ¿cómo te descubren, cómo saben de tu blog, cómo llegan a él desde paises tan lejanos y tan lejos de nuestra cultura? ¿Porqué te siguen si, probablemente, supongo yo, no te conocen?. ¿Qué les importa, por ejemplo a los rusos, la Venencia, el Brillante o el chocolate de Matías López?.
Imagino sabrás que no todos los anónimos que te hacen comentarios somos el mismo, pero ¿puedes discriminar entre unos y otros?. ¿Sabes cuantos y cuales te he enviado yo? Estoy muy intrigado por mi gran ignorancia en estos temas. Discúlpame tantas preguntas. No es necesario que me contestes ahora, ya tendremos oportunidad y ya me identificaré, aunque sospecho ya sabes, más o menos, como tu mismo me has dicho, quien soy.
Que disfrutes por las sendas verdes del fin de semana, por Escocia y Galicia en vacaciones.
No me explicaba, hasta hoy, como te quedaba tiempo para dormir, pero lo entiendo un poco mejor con tus comentarios laborales.
Sé feliz y recibe un abrazo de un amigo y seguidor
Gracias, amigo anónimo, por tu largo comentario. Me alegra que mi Blog te entretenga y te haga reir, ese es uno de sus objetivos. En cuanto a tus preguntas, yo tengo acceso a una página, digamos, de gestión del Blog. Cada vez que entro me proporciona estadísticas de visitas en ese momento, en las últimas 24 horas, en la última semana, en el último mes y el número total. También me indica desde qué países me visitan. Nada más. La privacidad de vuestros comentarios es completa.
Eliminar¿Por qué tengo muchas entradas de Rusia y de Ucrania? Pues eso me gustaría saber a mí. Si nadie me lo explica, seguiremos sin saberlo. Entre los anónimos comentaristas habituales, reconozco algunos estilos definidos y eso me hace pensar en que hay cuatro o cinco fijos, pero no sé quiénes sois, ni me obsesiona especialmente.
Me preocupa mucho tu penúltimo párrafo. He releido el post y supongo que es fácil deducir de él que escribo mis textos en mi tiempo de trabajo. Lo siento, no es eso lo que quería decir. De hecho es completamente falso. El sistema informático de mi oficina no me permite cargar nada en el Blog. Si lo intento, me saca un filtro de bloqueo Proxit, que me borra todo lo escrito. Lo más que puedo hacer es aprovechar algún descanso momentáneo para hacer un borrador apresurado (en Word) de algo que se me haya ocurrido sobre la marcha. Pero las entradas las escribo y cuelgo en mi casa.
Lo que yo quería contar, es que el paso brusco (en enero de 2012)desde una situación laboral hiperactiva a una más al tran tran, sin poderme escapar de la oficina, me había llevado a iniciar unas cuantas líneas: me apunté a un master, recuperé algunas clases en la Escuela, ordené mis archivos, mejoré la preparación de mis conferencias, acabé la novela que llevaba tres años escribiendo. Y esa dispersión de tareas, me acabó llevando al blog, nueve meses más tarde, como en un embarazo.
Pero en la oficina dedico el 90% del tiempo a temas relacionados con el urbanismo. No te olvides que estoy en una "open office", en la que cualquiera puede ver lo que estoy haciendo.
Dedicarme a escribir un blog en las horas del trabajo para el que me pagan todos los madrileños, sería ética y estéticamente impresentable, y más aun jactarme de ello en un foro abierto como este.
Digamos que mi texto era equívoco, y es normal que lo hayas entendido mal. Espero haberlo aclarado.
Un abrazo.
Lamento haber malinterpretado el texto de tu post. No tengo ninguna duda de tu ética y estética profesional. En cualquier caso ese filtro de bloqueo Proxit me parece una cabronada. Con tanto espía a nuestro alrededor,además de privarnos de libertad,nos va a convertir en paranoicos. Deberíamos ser nosotros quienes controláramos lo que podemos y no podemos hacer, lo que está bien y lo que no. Lo que critico, lo que no me gusta son, como en tantos otros casos, las formas. Será que tiene que ser necesario, ¡que le vamos a hacer!.
Eliminar¡¡Amigo!! No sabes qué alegría me da que haya un poco de debate en torno a mi blog. Si eso es lo que yo quiero... Ante todo, disculpa mi tono de anoche. Llegué a las 23.30 a mi casa, muy cansado después de mis caminatas y un atasco morrocotudo en la N-I. Puse una lavadora (la señora que limpia mi casa y me plancha las camisas viene los martes) y, mientras esperaba a que terminara para poder colgar la ropa e irme a la cama, entré en la página del Blog, encontré tu comentario y me sentí obligado a aclarar el tema. No por mí (a estas alturas me importa un rábano lo que se piense de mi persona), sino por mis compañeros. Para bien o para mal, pertenezco a un colectivo, el de los funcionarios municipales en activo, que está siendo sistemáticamente denostado y desprestigiado con una clara intencionalidad de acabar con el servicio público que prestamos para sustituirlo por empresas privadas de amiguetes. Yo no puedo contribuir a eso. No me parece justo.
EliminarDe todas formas, siempre insisto en este Blog en que no se crean al pie de la letra las cosas personales que cuento. Las informaciones de temas externos que doy, son totalmente fiables y contrastables. En cambio sobre mis historias personales mi intención (gallega) es que se queden con la duda de si son ciertas o falsas. No son ni lo uno ni lo otro. Esto no es un confesonario, sino una tribuna con ínfulas literarias. Y en la literatura nada es totalmente verídico, ni totalmente inventado.
En ese sentido, voy a intentar subir este comentario en medio de mis horas laborales. Es cierto que la conexión a Internet que tenemos en la oficina es muy inestable, que es imposible subir posts que incluyen fotos y/o vídeos, y muy difícil e inseguro hacerlo con textos mondos y lirondos. Pero, para subir una respuesta a un comentario, hay una forma de burlar los controles. Es tan sencillo como seleccionar todo el texto y darle a la tecla de "copiar". Y luego intentar subirlo. Normalmente, te responde con un texto que dice "HTTP Proxy Error. Web Filter Down. Details :401 Unauthorized", lo que quiere decir que no lo ha subido y lo ha borrado. Pero como lo tienes copiado, abres una ventana nueva, le das a "pegar" y lo subes enseguida, para que no le dé tiempo al Proxy a actuar. A veces sale a la tercera. Vamos a ver qué pasa.
Bueno, pues esta vez ha sido a la segunda. Con este jueguecito no he respondido a tu último comentario. Yo creo que debe haber ciertos límites y controles. Por ejemplo, con los automovilistas, es necesario distribuir por la ciudad hileras de incómodos bolardos y poner multas. Si no, el coche te lo meten hasta el cuarto de estar. Lo que pasa es que en el Ayuntamiento se requeriría un control del trabajo por objetivos, no que se ceben sólo en que cumplas el horario al segundo. Pero este tipo de controles son más fáciles de hacer. A mí me parecen un poco humillantes y me siento legitimado a burlarlos con trampas. Pero te aseguro que, si tuvieras una empresa, no dejarías que tus empleados se controlaran ellos solos. Te arruinarías. Como siempre, las formas son importantes.
EliminarUn abrazo, seguiremos hablando.
Se están poniendo pesaditos, ambos dos
Eliminar¡Vaya! Ya se nos ha colado aquí un troyano a hacer su gracieta. ¿Pero a ti quién te ha dado vela en este entierro, so pringao? Nadie te obliga a leer nuestras charlas.
EliminarEs broma, hombre, tienes razón, ya lo dejamos (al menos yo). Gracias por la coña.
Lo dejaremos aquí los dos por no cargar al personal con nuestra retórica. Comparto tus explicaciones y, con tu mismo argumento (de gallego), no me tomes muy en serio. Felices vacaciones. Un abrazo.
EliminarQue usted lo pase bien y disfrute de largas caminatas al aire libre. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos. Ya estoy de vuelta, después de 23 kms ayer y otros 11 hoy, además de 450 de coche. Todo ello con las correspondientes comilonas. Un abrazo también para tí, querido Groucho.
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