Hace unos días me referí a la triscaidecafobia (aversión al número 13),
la friggatriscaidecafobia (miedo al
viernes 13) y la hexakosioihexekontahexafobia
(terror al número 666). Son palabras que designan diversas fobias, siempre
denominadas con vocablos de origen griego. Pero usted puede incluso sufrir un miedo
paralizante a la pronunciación de palabras largas y complicadas como esas, de
forma que se trabuca al intentar decirlas. En ese caso, debe saber que padece
usted una forma benigna de hipopotomonstrosesquipedaliofobia.
Esta última palabra tiene 33 letras y probablemente es una de las
más largas que existen en el castellano. El mundo de la química también
suministra unos vocablos larguísimos muy difíciles de memorizar, por ejemplo: ciclopentanoperhidrofenantreno, que
tiene 30 letras. Sin embargo, ninguna de las palabras escritas hasta aquí en
cursiva aparece reflejada en el DRAE, por lo que habría que conceptuarlas como palabros. Entre las verdaderas palabras
(incluidas en el DRAE), se admite como la más larga electroencefalografista, que tiene 23 letras y supera en
una a esternocleidomastoideo, que
tiene 22.
La palabra más larga con todas
las letras diferentes es centrifugados
(13), aunque, si incluimos los tiempos verbales complejos, podemos encontrar otra
mayor: vislumbrándote (14). Ahora
vamos con palabras con letras repetidas. ¿Conocen alguna palabra con cinco íes?
No me extraña que no la sepan: es dificilísima.
Pero si actúan de manera disciplinada encontrarán otra: disciplinadísimo. ¿Y con cinco erres? Pues ferrocarrilero. Con cuatro consonantes seguidas: abstracto. Con todas las letras
repetidas dos veces: aristocráticos.
En barrabrava una letra aparece una
vez, otra dos, otra tres y otra cuatro. Con dos letras dobles: corrección.
Hay muchas palabras que tienen
las cinco vocales, la más sonora, murciélago;
la más corta, euforia. Y hay un
palabro que tiene las cinco vocales dos veces: guineoecuatoriano, gentilicio de la tierra del dictador Obiang, no
admitido por el DRAE, pero utilizado de forma corriente. Las tildes también dan
mucho juego. Según el DRAE, tilde es cualquier signo que se escribe encima de
una letra, matizando o modificando su pronunciación. En otros idiomas hay
muchas más, pero en el castellano sólo se admiten cuatro: el acento
(ortográfico o diacrítico), el punto sobre la i o la jota, la diéresis y la
virgulilla de la eñe. En la palabra pedigüeñerías
aparecen las cuatro. Sin embargo hay una
palabra que tiene más, hasta siete: ajilimójili.
Menstrual es la palabra más larga de dos sílabas. Y oía la más corta de tres. El tiempo
verbal estuve contiene cuatro letras
consecutivas del alfabeto: stuv. El cinco
es el único número cuyo nombre tiene su mismo número de letras. Y el mil, el único que no contiene ninguna e
ni ninguna o. Probemos ahora a bailar las letras de algunas palabras: aeronáutico se convierte en ecuatoriano, y argentino en ignorante.
Cuando hacemos ese tipo de bailes con un nombre propio, generamos lo que se
llama un anagrama. Hay algunos muy graciosos: Roldán-ladrón, o Salvador Dalí-Ávida dollars.
Pero los anagramas no son los únicos
juegos que nos permite el castellano.
Están también los pangramas, frases que contienen todas las letras del
alfabeto, cuanto más cortas más valoradas. Aquí tienen una de ellas: Excita mi frágil
vejez un pequeño vaso de buen whisky. Para
el final he dejado la más popular de todas estas figuras: el palíndromo,
definido como palabra o frase que no varía al leerse al revés. Hay cientos de
palíndromos en el castellano. El amigo Groucho, seguidor habitual de este blog,
es un experto en el tema, y le conmino a aportar los que guste. Pero aquí vamos
a traer algunos, para entrar en materia.
Entre
las palabras, algunas obvias, las más cortas: Ana, oso, somos, solos. Otras más
largas: anilina, reconocer. En cuanto a las frases, siempre se pone como
ejemplo la más famosa: dábale arroz a la zorra el abad. Pero hay otras insospechadamente
sencillas. Échele leche. Amad a la dama. ¿Somos o no somos? No deseo yo ese
don. Se van sus naves. Saca tú, butacas. Adela ya le da. Así le ama Elisa. Amigo,
no gima. La tomó como tal. ¡A cavar a Caravaca! Ana lava lana. Edipo lo pide.
Soborno con robos. Salomé, me molas. Sade, no me dé monedas.
Vamos
complicando la cosa. La ruta nos aportó otro paso natural. Le avisará Sara si
va él. No traces en ese cartón. Yo hago yoga hoy. A la
Manuela dale una mala. Es Adán, ya ve, yo soy Eva y nada sé. Adán no cede con
nada. La moral: claro, mal. Yo haré cera hoy. O rey o joyero. No di mi decoro,
cedí mi don. ¿Acaso hubo búhos acá? Se es o no se es. Isaac no ronca así. A
Mercedes, ese de crema. Hay cientos, como les digo. También se juega con ellos
en otros idiomas, como el francés (mon
nom) o el ingles (Madam, I’m Adam,
o el famoso epitafio del ingeniero que construyó el canal de Panama: A man, a plan, a canal: Panama).
También
podemos recordar cómo cambia el sentido de una frase al bailarle una coma. Vean
una típica frase machista: Si el hombre supiera realmente lo que vale, la mujer
andaría a cuatro patas en su búsqueda. Si le cambiamos la coma, el sentido pasa
a ser el contrario: Si el hombre supiera realmente lo que vale la mujer,
andaría a cuatro patas en su búsqueda. Se cuenta de Carlos V que en una ocasión
le pasaron a la firma una orden en relación con un condenado, que decía: “Perdón
imposible, que cumpla su condena”. Pero el emperador se sintió magnánimo y
movió la coma antes de firmar: Perdón, imposible que cumpla la condena.
Termino con una paradoja: todo junto se escribe separado, mientras
que separado se escribe todo junto.
Sean buenos.
Emilio, te voy a regalar un par de anagramas cervantinos, ambos se encuentran en el Quijote. El primero no es perfecto: Recordarás que el autor dice que se limita a trasladar un manuscrito de un tal Cide Hamete Benengeli. Revolviendo las letras se encuentra algo parecido a Miguel de Cervantes, aunque no es perfecto, faltan y sobras algunas letras. El que sí es perfecto es el anagrama que esconde el nombre de la hija secreta de Cervantes; se llamaba Isabel y se agazapa en el nombre de la amada del caballero andante: Dulcinea del Toboso; anagrama: "Donde oculto Isabel".
ResponderEliminarMil gracias, son preciosos. A ver si se anima más gente a traer nuevos palíndromos u otras curiosidades.
EliminarYa que se ha dignado usted a nombrarme en mi tan querido blogg, permítame contribuir con mis últimas paridas en forma de palíndromo o bifronte:
ResponderEliminarAsir Nocilla allí con risa...
Arriba la birra !!!
...o capa Ono a Paco
Ay ajo, la rara Loja ya...
Y alguno de mis socios palindrómicos:
YO SOY
yo hago yoga hoy
Avisa Roma la tetona y anote tal amor...así va
"Logroñés -- Señor Gol"
Y así hasta el infinito....
Un abrazo querido amigo.
Ya sabía yo que esta es una de tus especialidades. Un abrazo, amigo, y por supuesto: ¡¡¡ARRIBA LA BIRRA!!!
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