En el post precedente intentaba
simplemente hacer un pequeño homenaje a JJ Cale, pero la cosa derivó a un texto
un tanto atmosférico y trascendente, de reminiscencias manriquianas, con perdón de la comparación. Ya saben: partimos cuando nacemos, andamos mientras
vivimos, y llegamos, al tiempo que fenecemos; así que, cuando morimos, descansamos.
Es una línea bastante apartada de los derroteros habituales de este blog, mucho
más terrenales, y creo que, para cerrarla, nada mejor que un poco de humor.
Humor argentino, por más señas.
Hace tiempo que no recurro a
transcribir textos de otros y hoy voy a aprovechar que estoy un poco cansado y
no tengo muchas ganas de escribir, para brindarles una pequeña maravilla del
gran Quino, el creador de Mafalda. Es un texto que ha circulado por los buzones
virtuales, camuflado en medio de una de esas ristras de chistes que la gente se
manda y requetemanda sin leerlos apenas. No suelo tener paciencia para internarme
entre la hojarasca de esas series de supuestas ingeniosidades que dejan de
tener gracia a partir de la segunda, por el efecto acumulativo. Como sucede cuando uno va
de compras y ve demasiados escaparates. Pero en este caso lo hice y valió la
pena. Tal vez ya lo conozcan, pero aquí va.
LA
VIDA DEBERÍA SER AL REVÉS
Se debería
empezar muriendo; así ese trauma ya quedaría superado. Luego despiertas en una
residencia y vas mejorando día a día. Después te echan de la residencia porque
estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión. Luego, en tu primer día
de trabajo, te dan un reloj de oro. Trabajas 40 años, hasta que seas lo
bastante joven como para disfrutar del retiro de tu vida laboral. Entonces vas
de fiesta en fiesta, bebes, practicas sexo, y luego empiezas el cole, juegas
con tus amigos sin ningún tipo de obligación, hasta llegar a ser un bebé. Y los
últimos 9 meses de tu existencia te los pasas flotando tranquilo, con
calefacción central, room service,
etc… Y al final, abandonas este mundo en un orgasmo.
Genial ¿verdad? El humor es
básico para mantener el tipo frente a las avanzadillas de la desgracia. La vida
transcurre en el sentido inverso al soñado por Quino y, por tanto, es una
película que, indefectiblemente, acaba mal. Así que hay que intentar pasarla lo
mejor posible, para lo cual, es básico tomárselo todo un poco a coña. Los gallegos
tenemos una facilidad innata para ello, después de siglos de pasarlas canutas
en todos los sentidos. Recuerden, por ejemplo, que, en lo más crudo de la marea
negra originada por el desastre del Prestige,
el grito más coreado de los manifestantes del Nunca Mais era: Aznar c'o
bigote/que limpe o chapapote.
Los científicos han demostrado
que eso de la alegría y la tristeza se reduce a conexiones entre las neuronas,
pura química en todo caso. Por eso las depresiones responden a determinados
fármacos, que se limitan a modificar la proporción química que ha producido la
emoción alterada. Me consta que algunos productos, como el litio, usados en
psiquiatría, no se sabe exactamente cómo funcionan. En cuadros graves, se
administran y se observa el resultado. Si el enfermo no mejora se le cambia de
producto.
El carácter químico de las
emociones y los sentimientos es algo que se viene estudiando desde la
antigüedad. Cinco siglos antes de Cristo, Hipócrates sostenía que la estabilidad
emocional dependía de los cuatro humores
del cuerpo: la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra. Ahí está
el origen de la utilización de la palabra humor para describir nuestros estados
de ánimo: estar de buen o mal humor. Un exceso de bilis negra era, para
Hipócrates, el origen de la depresión; de ahí su otra denominación “melancolía”,
de melanos (negra) y kolos (bilis). En nuestra actual
civilización urbana, acelerada y estresada, la depresión se ha convertido en uno
de los principales azotes del ciudadano de cierta edad.
La depresión le puede pillar al
más pintado. Quizá usted, querido lector, está deprimido y todavía no lo sabe.
No se lo deseo (es horroroso). A partir de cierto grado de melancolía, uno ha
de recurrir a la ayuda de los médicos. Pero en los primeros momentos es posible
combatir la tristeza. No me refiero a la tristeza causada por uno o varios
hechos desgraciados que nos hayan sucedido y que hay que integrar y asumir, lo
cual necesita que pase un cierto tiempo. Me estoy refiriendo a esa otra melancolía
difusa que se instala en nuestro ánimo de forma silente y progresiva, sin un
motivo concreto. Eso que García Márquez llama el desgano. Lo primero es
detectarla y admitir que se está usted deprimiendo (algo no siempre sencillo).
Hay formas de detectarlo: si
usted descubre de pronto que le fastidian mucho ciertas cosas que hace dos días le
importaban un rábano, mal asunto. Hablo de cosas como los atascos de tráfico,
lo que tarda el ascensor, lo imbécil que es su jefe, lo alto que chillan sus hijos
o el mal humor (en el sentido hipocrático) de su señora (ya ven lo que me
importan las críticas de algún comentarista del Blog). El cabreo exagerado,
causado por inconvenientes cotidianos nimios, es un síntoma definitivo. Pero, si le
quedan dudas, haga una última comprobación. Vaya usted a un fotomatón, hágase
unas fotos y mírelas. Si se ve como siempre, no hay problema. Pero si sus ojos
están “velados por el vacío de la muerte”, entonces está usted empezando a
deprimirse y debe remediarlo rápido, antes de que la cosa avance.
¿Cómo hacerlo? Eso es variable en
función de la persona. Procure relajarse, baje el ritmo de trabajo si puede,
recupere hobbies olvidados, haga ese viaje que siempre quiso hacer, practique
un poquito de deporte (sin matarse). Y déjese querer. Las personas que le
quieren son básicas en los momentos de bajón. Cuando uno está triste, los
conocidos le rehúyen, pero los verdaderos amigos permanecen. Y son de gran
ayuda. El proceso de recuperación no es lineal, incluye pequeños hundimientos
temporales, tras los que hay que redoblar el esfuerzo. ¡Ah! Y un último
consejo. Fundamental. Siga entrando en mi Blog.
En este foro no hay lugar para el
pesimismo. Aquí sólo se suben textos optimistas, a veces cabreados, a veces
humorísticos, pero siempre energéticos como un trago de Red Bull. En esa onda
les digo lo siguiente: no se adocenen, no caigan en la rutina, cambien. Ya que
la vida no se puede vivir al revés, al menos intenten cambiar. Un cambio les
vendría muy bien. A change would do you
good. Se lo dice una señora que se llama Sheryl Crow, en el vídeo que les
pongo aquí abajo. Es un tema súper energético. Por si no lo saben, esta señora
estupenda ha superado sucesivamente una depresión profunda que le duró seis
meses, un cáncer de mama, un tumor cerebral benigno y lo peor de todo: tres
años de noviazgo con el ciclista Lance Armstrong. A pesar de esa serie de
calamidades, aquí la tienen inasequible al desánimo. Súbanle el volumen y ¡hala!
¡a bailar! Y que pasen un buen domingo.
¡Fascinante Sheryl Crow! No imaginaba que fuera tan buena. ¡Y with the american flag in her ass! Llevo toda la mañana poniendo su video una y otra vez y cada vez me pone más contento. Todas esas desgracias que le han sucedido ¿está usted seguro de que son antes de este concierto?
ResponderEliminarLa actuación es de 2009 y el tumor cerebral se lo detectaron en el verano de 2012. Todo lo demás es antes. De todas formas, ella sigue dando conciertos extraordinarios por toda Norteamérica, en octubre tiene varios bolos pendientes. Y ha declarado que un tumor benigno es pecata minuta para ella, después de las que ha pasado. Es una resistente nata. La canción salió en su segundo album, en 1996 y se ha convertido en una especie de himno para ella, símbolo del cambio que sufrió su vida cuando consiguió vencer a la depresión y se decidió a pelear.
ResponderEliminarYa se que le gusta tratar temas de lo más variado, pero lo último que esperaba de su blog es un texto de autoayuda.
ResponderEliminarUsted le ha puesto el calificativo. Desconozco si ello comporta algún tipo de valoración que pudiéramos comentar.
EliminarCómo decirlo de otra forma: la señora Crow está buenísima.
ResponderEliminarUsted lo dice así. Además es una persona que hace muy buena música, simpática, solidaria y muy querida en USA. Aprovecho para rectificar un error: el video es de 2003, como me hace ver un amigio. en este link están las dos horas de concierto: http://www.youtube.com/watch?v=Str9kx-sXHI. Así que mi respuesta anterior es pura bazofia. Aquí queda mi rectificación, si sirve de algo.
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