Nada, que aquí me tienen en ascuas esperando al señor Vacunin, yo que me las prometía tan felices por haber cumplido 70, pensando que adelantaba turno, y resulta que era al revés, que todos mis amigos sexagenarios se están vacunando ya y yo sigo aquí Waiting for the man, como decía Lou Reed. Paciencia. Me dicen algunos que mejor así, que me pondrán la Pfizer o la Janssen que dan mejor resultado. Yo no tengo ningún problema con la de Astra Zeneca, desde el primer día dije que la historia de los trombos estaba sobredimensionada por el interés de las grandes compañías en joder una vacuna que resulta más barata y se guarda en la nevera. En cualquier caso, a mí me gustaría que me pusieran la de Moderna, que me pega más, como ya les he dicho.
He estado ocupado estos días acabando algo que me pidió mi jefa y por eso me he retrasado con el blog. Ayer domingo tenía que correr, acabar el trabajo, ver el partido del Dépor y escribir un post. Y no me llegó el tiempo para todo. Hoy a mediodía he acabado esa parte del trabajo y ya entro en un tiempo un poco más relajado hasta el próximo achuchón. Es tiempo de mirar un poco alrededor y ver qué sucede por el mundo. El covid está remontando por todas partes, la cuarta ola es un hecho y el efecto de las vacunas aún no es perceptible a nivel global. En algunos sectores sí, por ejemplo, en las residencias de ancianos de España la incidencia de contagios se ha desplomado. Pero los gráficos de la Johns Hopkins University no mienten y aquí pueden ver cómo están en este momento. Arriba el número de casos diagnosticados por día y abajo los muertos diarios. Es espeluznante.
Leo en el New York Times una comparativa entre cuatro de las principales ciudades europeas, que empieza diciendo que en ninguna parte se han hecho cierres de actividad tan largos como en Europa y, sin embargo, ahora afrontamos una tremenda cuarta ola sin otros recursos que nuevos cierres. En la región de París, todos los negocios no esenciales están cerrados hace meses, hay toque de queda y está prohibido viajar a más de diez kilómetros de casa. Aún así, se han producido 61 muertos diarios la semana pasada. En Milán, con las tiendas no esenciales cerradas y los restaurantes sólo para llevarse la comida a casa, se han reportado 89 muertos en el mismo período. El gobierno italiano está tan preocupado que va a contratar a 70.000 agentes para que vigilen el cumplimiento de las normas. Por cierto, allí llevan con el estado de alarma más de un año, pero nadie llama por ello comunista al primer ministro, ni le hace pasar una sesión de tortura cada vez que se renueva.
En Londres, se ha mantenido uno de los encierros más estrictos durante meses: en la región del Great London estaba prohibido hasta sentarse en un banco de un parque con una persona no conviviente. Pero las medidas parecen haber dado resultado: en la semana pasada se reporta una media de 3 muertos diarios. Por eso han decidido abrir de nuevo los pubs y las terrazas. Por último, la comparativa habla de Madrid. El NYT pone a esta ciudad como única excepción de esta política de cierres estrictos. Aunque los contagios están aumentando, se mantiene la política de tener abiertos los bares, los restaurantes, los teatros y los museos, hasta el punto de que se ha convertido en destino turístico de los jóvenes europeos que vienen a descansar un poco de la presión de sus ciudades. Y los datos de la región de Madrid la semana pasada hablan de una media de 18 muertos diarios.
En fin, esto es algo que no se puede negar, por muy mal que nos caiga la señora Ayuso. Los datos del New York Times de esta mañana están ahí. Vale, que puede que no sean significativos y resulten en conclusiones sesgadas. Yo tengo claro que los datos de contagios y de muertos de Madrid son los peores de España, pero la diferencia no es tanta como podría esperarse de una política tan radicalmente distinta. Es que los bares de Barcelona y todas las ciudades grandes llevan cerrados desde octubre. Y aquí las terrazas están llenas. Realmente no sé qué pensar de esto. Lo que sí tengo claro es que IDA es tan burra como para tirar adelante por un camino en el que Boris Johnson se acojonó, cuando se vio a las puertas de la UCI. Y que las motivaciones de Ayuso (o de MAR, que maneja la marioneta) son coherentes con una concepción ultraliberal y trumpista del mundo.
Ayuso tiene un único objetivo político: joder a Sánchez. Yo creo que si Sánchez fuera partidario de abrir todos los bares, Ayuso los cerraría a cal y canto. Pero salvado esto, esta gente de la línea ideológica Trump-Bannon piensa que aquí cada uno tiene que arreglárselas como pueda. Que contra el virus se lucha con hombría y no se lloriquea tanto. Que nada de ayudas, que cada uno se busque la vida por su cuenta. Y que los que enferman y mueren, es porque son unos perdedores, condición que les impide luchar lo suficiente. Ese fue el calificativo que asignó Trump a los caídos en la guerra de Corea, cuando estuvo en Seúl y se negó a visitar el cementerio de los soldados americanos muertos en combate. Pero los dueños de los bares parece que apoyan a IDA a muerte, según se cuenta en ESTE reportaje de El País.
Yo creo que Ayuso va a ganar de calle, que los de la izquierda estamos abocados al naufragio. Ya saben que soy optimista por naturaleza, pero esto ya no es una cuestión de optimismo o pesimismo: es ver lo que viene. Yo me llevaría una alegría si no pudiera formar gobierno, pero soy realista. También me hubiera gustado que el Dépor subiera a Segunda, pero hace tiempo que se veía venir que no. Y que la Liga la ganase el Atleti pero, aunque sigue de primero, ya se ve que va a acabar tercero como siempre. Basta ver cómo jugaron el Madrí y el Barça el otro día. Así que de ahí el titular del post. Realmente, ese titular viene del comentario de Alfred en el que me hacía ver que el chiste que yo había atribuido a Forges (nosotros o el caos) era en realidad una reinterpretación de otro del Hermano Lobo, 1975, del dibujante abulense Ramón.
Buscando por ahí otros chistes de este señor ya retirado, encontré uno realmente genial. Corresponde al momento mismo de la transición, cuando las Cortes franquistas estaban a punto de aprobar la reforma política que haría viable esa transición, en una decisión que la prensa calificó de harakiri. En la viñeta se ve un bunker, forma en que solía representarse el viejo régimen. Y de la estrecha tronera salen tres bocadillos que dicen lo siguiente. Estamos inevitablemente abocados al naufragio universal. Querrá usted decir sufragio. No, no, yo sé lo que me digo. Me parece genial. Pues de la misma forma, creo que los de la izquierda de Madrid, como los del Dépor y los del Atleti, estamos condenados al naufragio universal de nuestros anhelos respectivos. Pero, igual que el NYT hace una comparativa de las ciudades europeas contra el covid, creo que se puede hacer una comparativa de los vídeos de la campaña madrileña que se van publicando. Veamos primero el de Sosoman Gabilondo.
Bueno, qué quieren que les diga. Creo que el vídeo es hábil. Destaca lo que se puede destacar de este señor. A estas alturas no nos van a vender que es un tipo ocurrente, ingenioso y divertido. Si centran la campaña en lo que es, pueden sacar muchos votos. A la gente más formada, la gente universitaria y profesional, no les gusta nada la chulería, el descaro y la inanidad cultural de Ayuso. Yo no tendría inconveniente en votar a este señor, pero no puedo quitarme de la cabeza una sensación: la gente que no dice nada no me resulta de fiar (véase Pepu). Muchas veces, el que no dice nada es porque no tiene nada que decir, o por falta de carácter. A este señor lo estaban preparando para ser el Defensor del Pueblo, un cargo que le viene al pelo a su personalidad. Pero Ayuso les pilló a contrapié y han tenido que reciclarlo como candidato deprisa y corriendo. En esa tesitura, el vídeo está bien. Veamos ahora uno de Mónica García.
Qué vemos aquí. Pues una señora que habla muy bien, con naturalidad, con el mismo tono que si estuviera en un bar o en una reunión familiar. Ya les he dicho que estoy bastante decidido a votar a Más Madrid, pero en realidad no por su cabeza de cartel, sino por lo que representan Errejón, Carmena y los ecologistas de Equo. Esa línea es con la que más me identifico, más que con la de Podemos, que me parece una continuación de la de Izquierda Unida de toda la vida. De esta señora, supongo que conocen su origen. Mónica es anestesista del Doce de Octubre, en donde trabaja todavía y está bastante valorada profesionalmente. Hace unos años, se involucró en el movimiento de las mareas blancas, los médicos que protestaban por la privatización de la sanidad. Mónica estaba siempre en primera fila, detrás de las pancartas.
Y, cada vez que llegaba algún periodista con un micrófono, acababa hablando ella, porque es piquito de oro y porque descubrió que le gustaba esa vaina, como le pasó a Samantha Fish a los 17 años y a mí cuando llegué al Colegio Mayor. Cuando descubres que te gusta dirigirte a una audiencia, que lo haces bien y que produces un efecto, es como una droga poderosa. De ahí pasó a la política, como miembro de la candidatura de Más Madrid a la Comunidad. Y se dieron una serie de carambolas: Errejón se fue al Congreso, llegó la pandemia y el resto de su grupo delegó en ella, porque es la que sabe de medicina. Y se convirtió en el azote de Ayuso, con unos discursos muy brillantes. Por ahora no ha acreditado que sepa de otras cosas, aparte de medicina. Carece de formación política. Pero tiene carácter, es lista y valiente. Entre lo que hay, a mí es a quien menos me repugna votar, aunque no me parece la candidata perfecta. Pero vayamos con el vídeo de Ayuso (imagino que muchos ya lo habrán visto).
Pues siento decirlo, pero me parece un vídeo buenísimo. MAR sabe de esto y es un auténtico crack de la comunicación. Como les vengo diciendo, esta señora no sabe hablar y es muy corta. Cada vez que habla se ven sus limitaciones y pierde votos. ¿Cómo lo solucionan? Pues con un vídeo en el que no dice nada. Una idea genial. Ahora vienen los listillos a decir que si para recorrer todos esos sitios que salen tendría que hacer 33 kilómetros. Joder, es que así es como se hacen los guiones de los vídeos. Es como si yo ahora me pusiera a decir que su forma de correr no es la correcta, que tiene un trote gallináceo y le sobra peso en salva sea la parte. Da igual, de los tres vídeos este es el que más repercusión ha tenido. A MAR le conviene que se hable de ella todo el rato, aunque sea mal. Los que sí son ingeniosos son algunos memes que le han hecho, como ese que sobre el letrero final Ayuso-Libertad, dice me encanta que estén ya pidiendo la excarcelación de esta señora, eso es tener visión a largo plazo.
Iglesias creo que no ha hecho ningún vídeo similar, podríamos equiparar a estos el que se grabó en el despacho de vicepresidente, que ya fue debidamente comentado (y contestado) en el blog. Yo sigo creyendo que su principal motivación para dar ese paso es que estaba hasta los huevos de ser vicepresidente y tener que estar callado para no joderla. Que le pone mucho más la Asamblea de Madrid, donde puede lucirse con su discurso crítico continuado y brillante. Contra los que dicen que, si pierde, no se va a quedar en la oposición, yo creo que ahora mismo es lo que más le apetece. Es significativo que se pusiera sus pendientes de aro negro para dar ese discurso y ya no se los haya quitado más. Él es un luchador, no alguien para estar de vicepresidente comiéndose su rabia entre los papeles de un despacho.
Como les he dicho, yo soy pesimista en estas elecciones. Pero el partido hay que jugarlo y nunca se sabe. Como también hay que jugar los que le quedan al Dépor y al Atleti. Yo tiendo a ilusionarme con cosas que veo más posibles. Como por ejemplo, que para febrero la situación haya mejorado y pueda ir a ver a Samantha Fish al Bataclan de Paris. Ya se lo he dicho a mis hijos, a los que invitaría con sus chicas al concierto. Y aquí el comentario de mi hijo Kike, muerto de risa: Papá, estás con Samantha como un verdadero quinceañero. Esto sí que es cojonudo. Tener un hijo tan maduro y tan majo es una bendición.
Mientras tanto, yo sigo mi singladura. Mañana empiezo con mis clases telemáticas de inglés. No tengo más conferencias en perspectiva, pero ya me han pagado por dos de las dadas: 153€ por la de Alcalá de Henares (3 horas) y 114,75€ por la presencial de la ETSAM (2 horas). Cifras netas, tras descuento IRPF. Me falta la de la EPF de Lausanne, que tal vez sea algo más. En cualquier caso, no lo suficiente para que algún listillo de Hacienda se mosquee al ver que recibo una transferencia de Suiza. Son cantidades que no me sacan de pobre, pero no se imaginan la ilusión que me hacen. Y mis gestiones diversas van progresando: hoy me ha llegado por correo mi nuevo carné de conducir. Viene en una carta en la que el Director General de Tráfico, Pere Navarro, me recomienda encarecidamente que conduzca con cuidado y vaya por la sombra. Por detrás, se añaden más consejos, en los cuatro idiomas del Estado. Por ejemplo: Alkohola eta drogak gidatzean bateraezinak dira. O esta otra: Trafikoko arauak errespeta itzazu. Está clarísimo. Se entiende de puta madre.
Así que a ver si me ponen la vacuna de una puta vez, que es por donde hemos empezado con este post. Miren, me alegra encontrar otra opinión coincidente con la mía respecto a la vacuna de Astra Zeneca y nada menos que de la ilustre viróloga Margarita del Val. Dice esta señora que, si pudiera elegir a sus sesenta y pico años, sin duda pediría que le pusieran dicha vacuna, reservando las de las otras marcas para los pacientes de mayor riesgo potencial, como ancianos y enfermos. Sí señor, con dos narices. Pueden leerlo AQUÍ, en La Opinión Coruña.
Ya que hemos hablado de París, les dejo de postre un vídeo de Khatia Buniatishvili, a la que ya presentan como pianista parisina de origen georgiano (igual que hacían con Picasso). Cosas de la grandeur. Con motivo de la Fiesta Nacional de 2019, la última multitudinaria, la invitaron a tocar a Mozart bajo la torre Eiffel. Y al principio la vemos eligiendo el collar que se pondrá para tan solemne concierto. Ya saben que tengo debilidad por las divas valientes y con talento. ¡Ay! Que ganas tengo de que pasemos página de la pandemia, para poder viajar y meterme en medio de multitudes como esta. No se imaginan cuánto echo de menos los codazos, los pisotones y el olor a sudor. Paciencia. Y que pasen una buena semana.
Kathia Buniatishvilli.
ResponderEliminarMenos mal que nos queda la belleza.
La belleza es inmortal.
EliminarA mí, al igual que Julio Anguita, me gustaría que en los procesos electorales se hablase del programa, programa y programa; algo que actualmente no es que esté desenfocado sino que está fuera de plano. Si la persona candidata es alta o baja, morena o rubia, gordo o delgado, soltero o casado, es algo que debería ser intrascendente; asuntos fatuos reservados a comentaristas de tasca o peluquería, o porteras desocupadas. Creo que lo se debería considerar es la honradez de las personas candidatas, su honestidad y compromiso con aquello que defienden. Y conocer sin ningún género de duda qué intereses defienden, pues es obvio que si se pastorea con los más ricos no pueden defenderse los intereses de los más pobres, excepto que una nueva ley demuestre que se puede estar en la procesión al tiempo que se repican las campanas.
ResponderEliminarEn definitiva, que me siento frustrado porque el debate de las ideas está ausente y lo que está muy presente es el cotilleo de la vestimenta, de los asuntos privados de los candidatos, y de todo lo que es fácilmente consumible. Es evidente que a los que no les conviene que se muestren sus intenciones prefieren banalizarlo todo para hacer un totum revolutum y que gane el que más apoyos mediáticos reciba.
Dicho lo anterior, tengo que manifestar que Mónica García está como un queso, así que yo la votaría sin dudar un instante.
Un cariñoso abrazo, Emilio.
Muchas gracias, como siempre, por tus sesudos análisis, que generalmente comparto. Por desgracia, en estas elecciones el debate sobre ideas y programas brilla por su ausencia. Todo gira en torno a esos temas que acertadamente llamas de tasca o peluquería. Veremos qué pasa.
EliminarPedro Pablo Ayuso y Matilde Conesa alumbraron una hija...
ResponderEliminarSí señor. Y te olvidas de Matilde Vilariño, que interpretaba a Periquín (Matilde, Perico y Periquín). Qué tiempos, brother.
EliminarNo seas cenizo, Emilio, puede que MAR e IDA no hayan echado bien las cuentas. Me recuerdan por aquí que los dioses ciegan a quienes quieren perder, según dijo Eurípides. Y MAR-IDA tal vez anden sobrados de ὕβρις
ResponderEliminarDe ὕβρις andan sobradísimos. Pero las cuentas las han echado bien, por eso han montado el pollo que han montado. Otra cosa es que finalmente se estrellen. Nada me daría más alegría.
EliminarPor cierto, ya sabes que yo sostengo que todo esto parte de la huida del peluquero amantísimo. MAR-IDA no tiene marido y por eso convoca elecciones a media legislatura.
Un abrazo, querida.