He visto esta mañana el emocionante
partido final del Open de Australia de tenis, entre Nadal y Federer, una
maravillosa vuelta al pasado reciente en el que ambos dominaban el mundo del
tenis, años en que ni siquiera soñábamos en que Donald Trump se escaparía del
mundo virtual de Los Simpsons, con su cara anaranjada y su pelo amarillo, para
convertirse en el presidente USA. Por decir algo breve sobre Trump, pues la
está liando parda, pero no nos olvidemos de que eso que está haciendo es
exactamente lo que prometió que haría en su campaña electoral (al revés de lo
que acostumbran a hacer los políticos al uso), y con semejante ideario y
programa, le votaron más de 60 millones de personas. Conviene tener esto en
cuenta.
Pero estábamos con Federer y
Nadal. Para mí son dos ejemplos claros de genio y talento, respectivamente.
Federer es un genio del tenis y Nadal un talento del tenis. En general, estos
dos conceptos suelen usarse indistintamente, porque no hay una línea clara que
delimite la diferencia entre ambos. Pero yo creo que son conceptos distintos y,
desde luego, en inglés se suelen diferenciar, como veremos. El genio es una
cualidad innata, que se tiene de nacimiento y que te suelen descubrir de
pequeñito. El genio te permite dar una respuesta brillante (en el campo en el
que eres genial) con aparente menos esfuerzo, aunque finalmente también
requiere un trabajo de mantenimiento y de perfeccionamiento, porque, si no
desarrollas y aplicas la cualidad, acabas siendo un genio desperdiciado. El
genio podría asimilarse a lo que llamamos también inspiración.
El talento, en cambio, no es una
cualidad innata, sino el resultado de un gran esfuerzo, de una combinación de
cabezonería, aprendizaje continuo, trabajo repetido, entrenamiento,
concentración y tenacidad, hasta lograr la excelencia en una disciplina
concreta. El talento es algo que se desarrolla y se trabaja. El genio no.
Aunque el genio también haya que cuidarlo y mantenerlo para que no se oxide. En
inglés, las palabras talent y genius tienen esos significados bien
diferenciados. Talent es traducible
por lo que aquí llamamos oficio,
mientras que genius podría ser
asimilable a facilidad. En el caso de
los dos tenistas citados, la diferencia es clara. Federer le da a la bola
aparentemente sin esfuerzo, con la misma facilidad con la que cantaba Frank
Sinatra, o con la que B.B. King desarrollaba sus punteos a la guitarra. No sé
si vieron el partido entero, como yo, pero Federer acabó los intensos cinco
sets, casi sin sudar. De hecho, no se cambió de camiseta para la ceremonia de
entrega de premios (pueden comprobarlo).
¿Qué decir de Rafa Nadal? Pues
que es el resultado de un trabajo, de un esfuerzo continuado que le ha llevado
a un nivel de excelencia suficiente como para ganarle a un genio como Federer
muchas veces. Su juego es el resultado de extenuantes sesiones de
entrenamiento, de un carácter competitivo inigualable, de un esfuerzo casi
doloroso en cada golpe que da, reforzado por sus gritos agónicos, mientras
Federer parece bailar por la pista, como si estuviera cazando mariposas. Esta
mañana, en cuanto el partido acabó, lo primero que hizo Rafa fue quitarse la
camiseta completamente empapada y sustituirla por una sudadera seca para la
ceremonia final. Fue un partido hermoso entre dos treintañeros que revivieron
sus viejas batallas. La forma de jugar que tiene Federer hace que para él sea
menos importante el factor físico, por lo que le afecta menos el envejecimiento.
En la pintura, parece claro el
componente genial de personajes como Dalí, o Picasso. ¿Tal vez Goya era más
genial y Velázquez más talentoso? No me atrevo a decirlo, no soy un experto en
pintura y mis opiniones son las de un aficionado. Picasso es claramente un
genio, para mí, ya saben que expuso sus cuadros por primera vez en La Coruña,
cuando contaba sólo 13 años. Pero toda su vida fue un trabajador incansable.
Respecto a esto del genio y el talento, dejó para la historia una frase
definitiva: “yo creo en la inspiración artística, por supuesto, pero, para
cuando llega, prefiero que me pille trabajando”. Como ven, la frontera entre
ambos conceptos es difusa. Artistas tan grandes como Goya o Picasso, podemos
pensar que sumaban el genio al talento, porque se pasaron la vida trabajando.
Beethoven, Bob Dylan o Jimmy Hendrix podrían ser personajes claramente geniales,
mientras que Bach o Bowie podrían personificar el talento. Dicho esto con
cautela. En los tiempos gloriosos del Súper Depor, pudimos disfrutar también
del genio de Dajlminha y el talento de Mauro Silva.
Para ilustrar la diferencia entre
genio y talento en el mundo anglosajón, viene al pelo una anécdota que ya les
conté a cuenta del arquitecto escocés de principios del siglo XX Charles Rennie
McKintosh, al que dediqué un post con motivo de mi visita a la ciudad de
Glasgow. Este gran arquitecto, firmaba todos sus proyectos a medias con su
mujer, Margaret McDonald, que era una gran diseñadora de interiores. Juntos
definían todos los elementos de las casas que ideaban, desde los muebles, las
cortinas, las chimeneas, los radiadores o las persianas. En una entrevista con
la prensa, el periodista le preguntó a McKintosh hasta donde llegaba la autoría
de ambos, o de qué parte de los proyectos se encargaba cada uno. He aquí su
modesta respuesta: “ella es la parte genial del equipo. Ella tiene el genio. Yo
me limito a aportar mi talento”.
Por último, la gran violinista
alemana Anne-Sophie Mutter, que comenzó como niña prodigio con muy pocos años,
se convirtió muy pronto en la protegida del gran Herbert von Karajan, y hoy es
tal vez la mejor violinista del mundo. Hace poco pude ver un reportaje en
español de la cadena Deutsche Welle, en la que se recogía esta frase de su
maestro: “cuando la conocí y la escuché tocar por primera vez, supe que estaba
ante un gran talento. Pero luego comprendí que, además estaba ante una persona
genial”. He tratado de recuperar ese interesante documental, que duraba una
hora, pero parece que la cadena citada mantiene sus reportajes un tiempo en la
red y luego los retira, así que no lo puedo subir al blog. A cambio, les dejo
una pequeña muestra del desempeño de esta gran artista del violín. Para verlo
han de pinchar AQUÍ.
Sean felices.
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