jueves, 2 de febrero de 2017

606. En capilla

Bueno, pues aquí me tienen con las maletas preparadas. No se pueden imaginar las ganas que tengo de subirme en el avión y que despegue. Por cierto, volamos en Air China, una línea que no he usado en mi vida. Ahora se dice que los chinos son los principales garantes del orden mundial, frente a la entrada de Trump cual elefante de Kerala en cacharrería de la porcelana tras destrozar los vehículos de todo bicho viviente. Al paso que lleva el señor Trump, no va a dejar títere con cabeza. Si no fuera tan peligroso como parece, sería para morirse de risa con él. Nadie ha logrado tal volumen de imágenes satíricas en la prensa mundial. Vean, por ejemplo esta de una revista alemana. La Trump-chacina.

Cuando uno se va de viaje tantos días, sucede que todo el mundo le urge a dejar terminadas determinadas tareas antes de irse. Me ha pasado a mí, tanto en el trabajo, como en mis asuntos privados, esos de los que no se habla en el blog. Esa presión me ha tenido bastante estresado y por fin he llegado al punto de tener por fin un rato libre. Lo que pasa es que ya es muy tarde, estoy cansado y tengo que cenar. Si me he puesto a escribir es porque tengo por fin un ordenador nuevo. Es un Lenovo (me dicen que es una franquicia de IBM), modelo Ideapad 510S. Es planito, ligero, con teclado clásico (sin ese teclado numérico a la derecha que les ha dado por poner ahora y que, al menos a mí, no me sirve para nada, salvo para hacer el tamaño del aparato más grande). No tiene pantalla táctil, ni inventos estrambóticos. Es sencillo y práctico. Así que estoy probando sus utilidades.

De momento ya he conseguido traerme una foto que me mandaron al móvil y subirla (la tienen arriba). Ahora voy a probar a poner el link a un artículo, a ver si furrula. De todo lo que he podido leer en estos últimos días, destaca por encima de todo el análisis de la situación que hace el gran Santos Juliá, ferrolano, maestro de los historiadores españoles y con su agudeza y humor intacto a sus 76 años. No he leído mejor reflexión hace tiempo. Y es de agradecer su uso del lenguaje y el fino humor con el que se ríe de todo el mundo, desde Lenin, hasta las diversas tontunas del lenguaje. Es sensacional una frase en la que parece que se está riendo de lo de todos y todas, cuando de lo que se está choteando es de lo de y cuando digo todos es todos. Esa es la dialéctica de hoy en día: no es no, referéndum o referéndum. En mis tiempos nos reíamos del señor Boskov por lo de fútbol es fútbol. Ahora sería considerado un tipo a la moda. Bien, les recomiendo encarecidamente que lo lean. Para ello han de pinchar AQUÍ.

Parece que la cosa funciona. Ahora voy a probar a subir un vídeo. Ya que estamos con Trump, pues vean cómo se las arreglaba Cantinflas para acceder a los USA mucho antes de que a nadie se le ocurriera poner muros al campo. Supongo que ya saben que, de los 3.000 kilómetros de frontera que hay entre USA y México, aproximadamente un tercio ya tiene muro, y fue precisamente el marido de la señora Clinton (¿o debería decir la señora de Clinton?) quien inició su construcción. Estos gringos son todos iguales, lo que pasa es que Trump no lo disimula.


Finalmente, me queda el truco de hacerme un selfie y subirlo. Abajo lo tienen, espero. Saludos birmanos. Mañana he quedado a las 9.00 en Atocha, en el estanque de las tortugas. Allí me reuniré con mis compañeros, que llegan en el AVE, y saldremos para el aeropuerto. Ya les iré contando. Pórtense bien.




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