Aquí me tienen de nuevo a las
puertas de otro special day, de esos
que se ha dado en celebrar como trascendentes, ignorando que el tiempo es un fluido
que discurre de forma continua y al que, por mucho que lo midamos y lo
troceemos, no vamos a poder controlar ni domesticar. Pero ya he hablado mucho
del tiempo en los últimos posts de este año y, como he dicho que esta vez no voy
a ir a la contra, pues es momento de hacer
un poquito de balance, como corresponde a estas fechas.
He repetido hasta la saciedad que
este foro no es un confesonario, ni mi página personal de facebook, y no voy romper
la línea para contar mis intimidades, como no las he contado hasta ahora. Pero
los que me siguen saben que en los primeros días de febrero perdí a una persona
muy querida y ante eso, el resto de las cosas palidecen. No puedo quejarme de
ese resto, el año ha transcurrido más o menos como era previsible, he tenido
que hacerme el ánimo y acostumbrarme a vivir sin el apoyo anímico de esa
persona insustituible, siempre lista para sumar y ayudar. Era el primer
seguidor de este blog, para el que solía aportar ideas y matices siempre enriquecedores.
La enfermedad no diferencia a las
buenas personas de las malas, la vida es así de despiadada y hay que seguir adelante
como si nada. Simplemente, alguien muy querido se ha dado más prisa para llegar
al lugar a donde todos llegaremos. Allí nos espera y no tengo ninguna duda de
que sigue atento al blog. Por eso quiero dedicarle una canción, que estoy
seguro que le gustará, porque siempre tuvo buen gusto para estas cosas. Cuando en
1975 Bob Dylan decidió publicar un extracto de las míticas Cintas del Sótano,
con las más de cien canciones que había grabado en un sótano neoyorkino en
compañía del grupo The Band, incluyó entre ellas un tributo a la gran Bessie
Smith, compuesto y cantado por dos de los miembros de dicho grupo. Muchos años
después, Nora Jones hace esta deliciosa versión en directo, que empieza
bromeando con el malentendido entre su banda y el grupo The Band.
Si pinchan AQUÍ
encontrarán la letra y verán que es emotiva. Y aquí seguimos, pues, nosotros
también en la carretera, hasta que alcancemos a los que nos esperan. Hay que seguir adelante y mantener la alegría. Él no lo hubiera querido de otra manera.
Y en ese esfuerzo, debemos mantener las rutinas, las tradiciones y las
celebraciones. El otro día celebramos la Nochebuena, en la que, desde hace años,
practicamos el sistema del amigo invisible para los regalos. Este año decidí
regalarle a la persona que me tocó en suerte El Sueño de la Aldea Ding, el libro que más me ha gustado de
todos los que he leído este año, así que me acerqué a Callao, donde visité La
Central, el FNAC y la Casa del Libro, y compré algunos libros más.
De vuelta para mi casa, pasé ante
el Teatro Monumental. Había en la puerta un camión de Televisión Española, lo
que indicaba que se estaba celebrando un concierto. Y varios coches oficiales
un poco más abajo. Los conductores, fumaban y discutían, como suelen hacer en
estas ocasiones y, de pronto reconocí a uno de ellos. Aquí tienen la imagen, a
ver si les suena. Los que lo reconozcan se van a ganar el diploma de expertos
en mi blog, que acabo de instituir. Incluso a mí me costó reconocer al tipo,
aunque iba vestido igual y ostentaba exactamente la misma sonrisa que en la
foto (debe de ser una mueca). En fin, les desvelo el secreto. A este señor lo
encontrarán en las fotos del post #227 “Violencia intolerable”, de comienzos de
febrero de 2014. Era el tipo que defendía a Rouco Varela, a la sazón arzobispo
de Madrid, del ataque de las activistas de Femen, que le lanzaban bragas y le
enseñaban las tetas decoradas con el mensaje “Toño, fuera de mi coño”. Si
revisan ese texto verán que las fotos de marras tuvieron la virtud de arrancar
una risa muy valiosa para mí.
Ya en casa, comprobé que se
trataba del Concierto de Navidad que patrocina entre otros el Arzobispado. AQUÍ
tienen la referencia. Así que el tipo del bigote y la risa superpuesta es un
simple empleado de la institución, un fiel conductor de automóviles, al que
ahora le toca pasear al nuevo arzobispo de Madrid. Un arzobispo que se ha
estrenado suprimiendo la almibarada manifestación de las familias en la plaza
de Colón, en donde Kiko Argüello, el líder de la secta de Los Kikos, cantaba cada
año a voz en grito acompañado de su guitarra. Ese sarao era muy querido por
Rouco, pero el nuevo prelado sigue las directrices del Papa Curro, que prefiere
los partidos de fútbol del San Lorenzo de Almagro. AQUÍ
tienen una información al respecto
La Iglesia es una de las
instituciones que más ha evolucionado en este año que acaba, conducida con mano
firme por un porteño que tiene las cosas muy claras. La negociación de USA con
Cuba, o la lucha verdadera contra los curas pederastas, son síntomas de que
algo está cambiando. Otros como Rajoy y Pedro Sánchez (ya he recordado cómo se
llama), no parecen enterarse de que los tiempos están cambiando. Por no hablar
de Rosa Díez o Cayo Lara. Personajes menguantes todos. En un año han surgido
Podemos, Guanyem y algunos más y los tiempos venideros vas a ser muy interesantes.
De momento, tanto en Cataluña como en el País Vasco, los falsos
independentistas que simplemente estaban en ese barco para mostrar su
desacuerdo con el PPSOE, han encontrado otra bandera de conveniencia en la que
enrolarse, tal como evidencian las últimas encuestas.
La situación económica sigue pendiente
de un hilo y ahora parece que Grecia se vuelve a venir abajo y pude arrastrarnos
a todos. Pero ya saben que yo siempre le veo a cada tema un lado
positivo. Si dentro de un mes ganan los de Syriza, para cuando nuestras
elecciones locales ya tendremos una referencia. Porque Syriza y Podemos, la
misma cosa semos. Cuando toque votar por aquí, ya sabremos cómo se las gastan
los de la coleta y actuaremos en consecuencia. Las elecciones madrileñas marcarán
mi último año completo de funcionario, pero no creo que afecten a mi decisión de
largarme. Para que yo revise esa decisión, tendría que suceder algún
milagro, o alguna desgracia personal que me obligara a seguir ganando más de lo
que gana un pensionista. Si no sucede nada de eso, pues puerta. La verdad es que, ahora mismo, la mayor incertidumbre
que tengo es comprobar si en Primera División habrá tres equipos más malos que
el Depor.
Bueno, para compensar el tono melancólico de la primera parte de este texto, aquí les traigo el contrapunto de unas preciosas imágenes. Las vidas se extinguen y surgen otras nuevas. Es la ley de la existencia. Aquí tienen a mi nuevo sobrino Nicolás. Ha nacido en París y en las fotos tiene pocos días. Pero ya se le ve poner cara de concentración y reclamar a gritos su ración alimenticia. Muy pronto hablará español, inglés y francés. Será un gran tipo, deportista, alegre y activo, aficionado al arte y la cultura y seguidor del Paris Saint Germain. Crecerá en una ciudad llena de bicicletas y coches eléctricos. Es posible que sea arquitecto, siguiendo la tradición familiar de dos generaciones. Desde aquí le damos la más calurosa bienvenida.
Bueno, para compensar el tono melancólico de la primera parte de este texto, aquí les traigo el contrapunto de unas preciosas imágenes. Las vidas se extinguen y surgen otras nuevas. Es la ley de la existencia. Aquí tienen a mi nuevo sobrino Nicolás. Ha nacido en París y en las fotos tiene pocos días. Pero ya se le ve poner cara de concentración y reclamar a gritos su ración alimenticia. Muy pronto hablará español, inglés y francés. Será un gran tipo, deportista, alegre y activo, aficionado al arte y la cultura y seguidor del Paris Saint Germain. Crecerá en una ciudad llena de bicicletas y coches eléctricos. Es posible que sea arquitecto, siguiendo la tradición familiar de dos generaciones. Desde aquí le damos la más calurosa bienvenida.
No es el primer niño que
prohijamos en este blog. ¿Recuerdan al bueno de Japi Toon Telonius? Mi sobrino holandés, cuya primera foto aparecía
en el post #181, precisamente llamado “Life and Death”. Allí le pronosticamos
que sería músico, jugador de baloncesto y supporter
del Ajax. El gran Japi tiene ya año y medio y sus padres me han dado permiso para
celebrar la llegada del año nuevo con su imagen más sonriente. Abajo pueden verla. Que disfruten ustedes de un feliz año 2015. Yo se lo deseo.
Pues que tenga usted una buena entrada de año y que siga proporcionándonos material para leer y reflexionar, así como musiquillas tan bien seleccionadas. El niño de año y medio está para comérselo y el otro estará pronto igual. Los niños son una bendición, es una maravilla verlos crecer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Y usted que lo vea, un abrazo y que pase usted una noche fastuosa para celebrar la llegada de 2015.
EliminarTenía noticia de que existía Norah Jones (por cierto, debe escribir su nombre con una hache final), pero no sabía que era tan buena. Qué calidad, qué sentimiento, qué sonido más hipnótico. Es un homenaje a The Band, mejorando su versión.
ResponderEliminarFeliz 2015.
Queda hecha la corrección, gracias. Norah Jones es extraordinaria. Supongo que ya ha averiguado usted que es hija del gran Ravi Shankar y lleva la música en los genes. Feliz año, amigo.
EliminarMe sumo al sentido homenaje a ese amigo invisible del que nos ha hablado tanto sin nombrarlo. Ser optimista es a veces un trabajo difícil. Mucho ánimo y mis mejores deseos para el año que entra.
ResponderEliminarLo mismo para usted. Ser optimista es siempre el resultado de un esfuerzo. Pero mirar a los niños pequeños ayuda bastante.
EliminarNicolás está absolutamente "comestible", tiene cara de listísimo. Y Japitún es precioso, tiene una sonrisa requetesimpática, a lo mejor pasa del Ajax y se hace del Depor. Tú regálale una camiseta cuando cumpla los dos, a ver qué pasa. En fin, te estaba saliendo un post un poco crepuscular, menos mal que ha concluido con el relevo generacional para levantarnos la moral. Con contribuyentes como esos dos, tu maxi-pensión está asegurada. Feliz 2015, Emilio, los años impares son los mejores.
ResponderEliminarFeliz año nuevo también para ti. No me gusta ser crepuscular, pero no podía entrar en el año sin acordarme de ausentes tan próximos. Pero ya pasó y prometo ser optimista. Y, cuando me dé el bajón, buscaré la foto de Japi para animarme.
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