domingo, 8 de septiembre de 2013

172. El fiasco olímpico

Se pueden imaginar el disgusto tan grande que tengo. Yo creía que esta vez íbamos a ganar. Pues no. Nada de nada. Nos toca esperar a la siguiente ocasión. Mira que me lo advertían las voces más sesudas. Pero uno es de ilusión fácil y, claro, luego se lleva el palo. Hombre, después de haberle metido tres goles al Sabadell, quién se esperaba perder con el Murcia. Ya vemos que la Liga de Segunda es una travesía del desierto que habrá que pasar entera.

¡Ah! ¿Que no quieren hablar del Depor? Vale. ¿La Olimpiada? Pues ya les dije que tenía dudas (post #167), que no sabía de dónde sacaban su optimismo los promotores de la candidatura, que el COI es un organismo antidemocrático, hermético y corrupto, que sólo se ve superado por el Cónclave del Vaticano. Hablando del Vaticano: huy qué miedo que me da el Papa Curro… Mira que hacía tiempo que no me caía tan bien un Papa. Pero es que está tomando unas decisiones que no sé yo si no se lo llevarán por delante. Tengo miedo por él. A Juan Pablo I le dieron chicharrón por mucho menos.

¿Que tampoco quieren hablar del Papa? Vale, cojonudo, o sea que Rajoy va al Congreso, le preguntan por Bárcenas y se pone a hablar del tiempo, y a mí no me dejan hacer lo mismo. Muy bien. Como quieran. Hablaremos del chasco que nos hemos llevado, la cara de póker y todo eso. Lo que pasa es que ya se han esbozado tantas teorías en la prensa, en las barras de las cervecerías y en todos los corrillos patrios, que no es fácil ser original, pero lo intentaré. Como soy un ordenadito, voy a numerar mis reflexiones al respecto. 
             
1.- Mis sentimientos ayer. Ya dije que deseaba que ganáramos y que pensaba que sería algo bueno para nuestro deprimido país, necesitado de alguna alegría. También conté que creía que la cosa estaba entre Tokio y nosotros, y que si ganaban ellos no me iba a llevar un gran disgusto, porque los japoneses me caen muy bien (esta mañana lo primero que he hecho es mandarle un mail de felicitación a mi amiga Rumi Satoh, de la que les hablé en el post #122). Sin embargo, durante la primera votación me puse inesperadamente muy nervioso, más que esta mañana con el Deportivo. Como que intuía que algo raro estaba pasando. Cuando el empate, me puse histérico y con el desempate me pillé un cabreo sordo que me duró varias horas y que llegó al cenit cuando escuché decir en TV a Blanca Fdez. Ochoa que estaba segura de que iba a ganar Estambul. Finalmente, al anunciarse que el ganador era Tokio, mi sentimiento fue de alivio intenso. Me explico. 

2.- El motivo de mis cambios de humor. Ahora lo veo claro. Vi las presentaciones y me pareció que la de Tokio era potente y estaba diseñada para ganar. La nuestra no estuvo mal. Pero la de Estambul era un camelo. Se esforzaban en parecer modernos, pero en sus vídeos se les escapó la imagen de una atleta corriendo con el pañuelo en la cabeza. El mismo que llevaban todas las mujeres de la delegación sentadas en primera fila. No creo que poniéndoles un pañuelo a las mujeres se pueda pretender representar al espíritu olímpico y que me perdonen si alguien se siente ofendido. Conozco Estambul, ciudad maravillosa, pero no creo que la situación actual del mundo árabe aconseje montar allí un sarao como este. El Estambul que yo visité, a finales de los 80 después del llamado “golpe a la turca”, tenía a raya a los islamistas. Amigos que han estado recientemente me dicen que ya no es así. Ahora hay un gobierno votado democráticamente de islamistas moderados, encabezado por el señor Erdogan, que no hace mucho mandó a sus antidisturbios a la plaza Taksim, a disolver a los activistas ciudadanos (laicos of course) causando varios muertos. Así que, si Estambul tenía alguna posibilidad de ganar, pues yo ya no entendía nada.

3.- Los números. Cuando se dio a conocer el resultado de las distintas votaciones, la cosa se aclaró del todo. Mantengo que el COI es antidemocrático, corrupto y si quieren hasta medieval, pero no es hermético, ni sus decisiones aleatorias e ininteligibles. Veamos. Primera votación. Tokio 42, Estambul 26, Madrid 26. Lo previsto, excepto el bajo número de Madrid, que analizaremos más adelante. Desempate: Estambul 49, Madrid 45. Lógico. Los que habían votado a Tokio se encuentran con la chiripa inesperada del bajo número de votos cosechados por Madrid y dicen: esta es la nuestra, todos a votar a Estambul y nos quitamos al principal adversario. Tercera votación: Tokio 60, Estambul 36. Eliminado el principal enemigo, se remata la faena. No me digan que esto es aleatorio. A mí me parece claro como un libro abierto.

4.- Qué pasa con Madrid. ¿Por qué sacamos sólo 26 votos, cuando le habían prometido 53 al Príncipe? Ya saben que a Michelle Obama le habían asegurado 70 para Chicago, y se quedaron en 18. Los del COI no son de fiar y eso lo sabe todo el mundo. En mi opinión, aquí ha pasado lo siguiente. Nos presentamos para 2012. Respuesta: NO. Repetimos para 2016, con la misma propuesta. Respuesta: QUE NO. Y ahora volvemos a traer los mismos planos y las mismas sedes (con mínimas variantes). La respuesta de ayer: QUE NO, COÑO, YA LES HEMOS DICHO QUE NO DOS VECES, DEJEN DE DAR LA MURGA. La señá alcaldesa, que se lo cree todo, dijo que la nuestra era una propuesta innovadora, pero estos señores tienen ojos y memoria. Y están hartos de que les traigamos siempre La Peineta y la Caja Mágica. El untuoso príncipe Alberto, que ya nos jodió una vez, hizo su pregunta en ese sentido: “Han dicho ustedes que ésta es una propuesta novedosa. ¿Podrían concretarnos exactamente por qué?”.

5.-Teorías erróneas. 5.1.- Ha sido por la crisis económica. Falso. El coste era bajo, perfectamente asumible por el país y los del COI lo saben. Estamos fatal, pero nuestra situación no es la de Grecia o Portugal. Hemos organizado magníficos campeonatos mundiales de los principales deportes sin poner en riesgo a ninguna entidad financiera. 5.2.- Nuestros políticos son impresentables, en cualquier otro país Rajoy habría  dimitido ya, se habla de Bárcenas todos los días en los periódicos del mundo. Cierto. Pero peor es la situación política y de derechos humanos en China, y les dieron la de Pekin. O sea que tampoco es por eso. 5.3.- Nuestro nivel de inglés es esperpéntico. Cierto, pero eso se la bufa a los del COI. 5.4.- Es por el dopaje. Falso. El dopaje es consustancial al deporte de alta competición. Todos los deportistas de élite están hasta las cejas de productos dopantes. España va más retrasada, pero sigue la onda hipócrita de los demás. 5.5.- Fue por la mala respuesta a la pregunta de las famosas bolsas de sangre. Falso. Igual de delirante fue la contestación de los japoneses a la pregunta sobre Fukushima y se la tragaron con patatas. ¿Que la radiactividad no sale de un perímetro de 0,3 kilómetros? ¡Pero si ya está llegando a América! ¡Por favor! 5.6.- No nos quieren, nos tienen manía. Ni siquiera merece la pena contestar a esto.

6.- Las verdaderas razones. Bueno, el COI es un organismo donde se juegan partidas político-financieras en las que gana el más fuerte. En ese juego vamos de pardillos. Japón es poderoso y tenía mucho interés en ganar. La candidatura estaba perfectamente estructurada y presentada. La delegación japonesa aterrizó en Buenos Aires, bien provista de talonarios, ocupó las ocho plantas de un hotel de lujo y movió sus hilos. Lo llevaban preparando mucho tiempo y tenían todo al milímetro. Japón es un país de gente educada, respetuosa, trabajadora, minuciosa y sensible, que garantiza una organización impecable, sin ningún sobresalto, sin improvisaciones ni retrasos en las obras, como los que ya está sufriendo Río. Las claves del monopoly que se juega en el COI no las conocemos y es más fácil decir que son unos corruptos y que sus decisiones son aleatorias. Pero lo cierto es que no nos enteramos. Y esa es la razón de fondo.

Desde luego, tampoco ayuda acudir con una delegación de opereta vienesa, en la que sólo se salvan el Príncipe, Gasol y los deportistas en la sombra. ¿Qué pintaban allí Rita Barberá o Álvarez del Manzano? ¿Por qué tenía que intervenir Nacho González para no aportar nada? ¿Cómo es que el señor Rajoy tiene que leer su discurso en español con continuas miradas al papelito? España es un país cojonudo, con una sociedad civil que va varios kilómetros por delante de una clase política inepta, torpe y caduca. Son tan lelos que estaban convencidos de ganar y no se explican el fiasco. Ahora dirán que lo importante es participar y todo eso. Pero entre los deportistas circula un dicho al respecto: en las competiciones el primero gana, el segundo pierde y los demás participan. Ayer ganó Tokio, perdió Estambul y Madrid participó.

Termino con la foto de cómo lo celebró la delegación nipona. Para los que se creen otro de los tópicos al uso: que nosotros somos vehementes y apasionados y los japoneses de hielo. Que duerman bien.


10 comentarios:

  1. A este país nuestro, España, le hubiera venido bien un poco de inyección moral, de optimismo, de eso que ahora llamamos autoestima,(amor propio, orgullo), más que nada por el desprestigio en que hemos caido por la crisis económica, que en mi opinión no es la más grave crisis por la que estamos pasando, ésta es la crisis política, institucional, el descrédito de los partidos, de las personas, de la falta de liderazgo, pero ¿te imaginas la propaganda política que se nos vendría encima por parte del partido en el desgobierno, la consolidación como alcaldesa a la que lo es, de nuestro querido Madrid, sin mérito ni esfuerzo alguno, de haberse conseguido la sede olímpica?. Casi que me alegro por no tener que soportar toda esa propaganda con el añadido de tener que escuchar de semejantes ineptos que gracias a ellos se habría conseguido y que el mundo ya confiaba en España, tambien gracias a su desgobierno. Lo digo en serio, aunque parezca de coña, porque desgobierno es lo que están haciendo los Wert, Gallardón, Mato, etc.
    Me gustaría, por otra parte, conocer tu opinión sobre el festejo institucional, previo a la decisión del COI, en la Puerta de Alcalá y calles adyacentes. Bueno si te apetece me dices algo y si no nada. Se pueden escribir, en mi modesta opinión, uno o varios post al respecto con análisis económico, psicológico, político, sociológico y más.
    Del Depor mejor no decimos nada, es para llorar. Dos partidos en Riazor perdidos, dos partidos fuera ganados, pero ¿a estos qué les pasa, están locos?
    Suerte y a seguir corriendo

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    1. Joder, qué insomnio tenemos por este barrio. Quizá tengas razón y sea mejor haber perdido. Lo de la Puerta de Alcalá, no tengo muchas ganas de comentarlo. Económicamente estas cosas son el chocolate del loro. Lo que me cuesta es ponerme en la situación de las personas que acuden a estos eventos. Yo he asistido a celebraciones, a toro pasado, de títulos ya conseguidos, del Depor y hasta del Aleti. Pero eso de ir a sufrir incertidumbres, como que no me va. A mí no me gusta apostar, y siempre creo que es de mal agüero celebrar las cosas antes de tiempo. De todas formas es un indicativo más de lo confiados que estaban estos pardillos en ganar, cuando en todos los mentideros bien informados se hablaba de Tokio como la más fuerte. Esa ingenuidad es la que lleva a la señá Botella a salir a decir cosas tan graciosas como "minguel güiz the madrileños" o "uan relaxing cafe con leche".
      Pero esta gente sigue mirándose el ombligo y dicen que no han podido hacer más. Es cierto: ELLOS no pueden hacer más. Pero podrían quitarse de en medio y dejar sitio a la gente brillante que hay en este país, por cierto no en sus partidos políticos.

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  2. Me sorprende lo que cuenta usted de Alberto de Mónaco. La versión oficial es que estaba muy compungido por habernos fastidiado la vez anterior con su pregunta sobre la seguridad, el terrorismo, etc. Y que esta vez lo que intentó fue echarnos una mano. ¿A quién tenemos que creer?

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    1. Obviamente no tengo pruebas. Para saber qué era lo que pasaba por la cabeza de este señorito, habría que preguntárselo a él. A mí me parece claro que el tipo iba a degüello, como la vez anterior, para que no ganara Madrid y que a la próxima se presente París, o Roma o Berlín (esto no nos sirve de excusa: los países árabes votaron mayoritariamente contra Estambul, porque quieren presentar a Qatar en la próxima).
      Puede usted pensar lo que quiera. Incluso que le tengo manía al tal Alberto porque es millonario, hace lo que le da la gana y encima tiene una mujer que está como un queso de Burgos. Probablemente acierte. Soy un envidioso crónico, ya se ha visto en este Blog.

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  3. En fin, que, lo mires como lo mires, hemos hecho un papelón. Pero no te deprimas, Emilio, que dentro de unos meses se ponen a hablar de Madrid 2024 y todos tan contentos. Y la culpa no la tiene esta pandilla de incompetentes, sino la multitud de encefalograma plano que se deja engañar una y otra vez. ¡Viva Japón! Nos ha hecho un gran favor.

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    1. Sí, pero, como sigan retrasándolo, a mí ya me va a pillar con la garrota, si es que llego, ¿verdá usté?

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  4. Deja usted bastante claros sus prejuicios contra los pueblos árabes. Los pañuelos de la delegación turca le irritan. Los kimonos de algunas japonesas y los trajes rojos de las españolas, no. O sea que, como las turcas llevaban pañuelo, Estambul no podía ganar y usted sintió un gran alivio cuando la eliminaron.

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    1. Siento que lo interprete usted así. Le responderé más ampliamente en el siguiente post. En todo caso, gracias por seguirme.

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  5. Lo de los números no lo veo yo tan claro. Entre las tres votaciones hay sospechosos trasvases de voto. A Estambul la votan primero 26, luego 49, y luego 36. Es todo muy raro y revela un mundo hermético y, como se ha dicho, inescrutable, con unas claves internas que sólo ellos controlan.

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    1. Para mí está bien claro todo (y para usted también si se lo piensa un poco). La primera votación es dentro de lo que cabe, la más limpia (dicho con todas las cautelas del mundo). Los delegados votan lo que han decidido, después de escuchar las tres presentaciones, y esperan. Por eso es tremendo que Madrid obtenga sólo 26 votos: la conclusión es que la propuesta era mala o estaba muy mal vendida.
      En la segunda, los 42 que han votado a Tokio, se ven obligados a decantarse por una u otra de las oponentes. Aquí sí que se puede pensar que muchos de los partidarios de Tokio votan interesadamente contra Madrid, para eliminar al enemigo más fuerte (aunque al final la cosa se resuelve por dos votos, ya ve lo cerca que estuvimos de pasar a la votación final, en la que hubiéramos perdido de todas formas).
      Y al final, son los 26 que habían votado a Madrid, los que han de decidirse por una u otra de las finalistas. 10 de ellos votan a Estambul por despecho, o para fastidiar, y se suman a los 26 iniciales de esta ciudad. Los demás se decantan por Tokio. Los que han apoyado a Estambul en el desempate se suman a Tokio sin fisuras, no vaya a ser que gane Estambul y el COI se meta en un lío. El resultado final es un alivio para todos los delegados de este cónclave medieval.
      ¿A que ahora sí lo ha entendido?

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