viernes, 14 de junio de 2019

844. Esperando el santo advenimiento

Termina esta última semana de ínterin transicional, que me ha obligado a atender a otras dos visitas de extranjeros, que tal vez después del lunes próximo empiecen a ser recibidos por otros. No es tanto por el momento de inercia, como por el vacío de poder. El martes hube de acudir a la sede de Madrid Calle 30, a dar una charla sobre Madrid Río a una delegación de unos 60 chinos de Hong Kong y alrededores. Varios apuntes al respecto. La visita era tan numerosa que hubo de dividirse en dos grupos. Si un grupo numeroso de españoles se ha de dividir en dos subgrupos, normalmente se hace por la mitad, en este caso 30 y 30. Pero se trataba de chinos y ya saben cómo es la rígida estructura de la sociedad que ha impuesto el Partido Comunista. Nuestra delegación visitante se dividió en un grupo de dirigentes y altos cargos (unos 15) por un lado, y la masa de los funcionarios de menos rango, por otro. Estos epsilones no tenían derecho a escuchar mi charla. Durante la hora y cuarto que duró mi parlamento, los del nivel inferior fueron obsequiados con una visita al Centro de Seguimiento de Túneles. Cuando terminaron se fueron a los autobuses a esperar a sus jefes que, tras el encuentro conmigo, visitaron a su vez el Centro.

Sí señor, eso sí que es una sociedad jerarquizada y organizada a toque de trompeta. Les hablé en español, puesto que traían una traductora simultánea muy buena, que les hablaba directamente a unos pinganillos que tenían todos en las orejas. Organización perfecta. Un segundo apunte: durante estos años, la sociedad mixta Calle 30 ha tenido dos bandos, por una parte los que representaban a la parte pública, básicamente podemitas de la línea Sánchez Mato, y los que representaban al socio privado FCC + ACS. Se llevaban a matar. Les recuerdo que, en torno a las navidades de 2015, el anterior Consejero Delegado, mi amigo Manolo Arnaiz, decidió marcharse a su casa. Estaba ya en edad de jubilarse y le habían pedido que siguiera un poco más para organizar ordenadamente la transición con los nuevos poderes. Pero, seis meses después de las elecciones, no había conseguido hablar con el señor Sánchez Mato, el concejal al que se asignó Calle 30 (sí, ese portento que se cree Varoufakis y que ha sido ahora el responsable de recolectar más de 40.000 votos para tirarlos a la basura).

Mi amigo se hartó y presentó su dimisión irrevocable. Eso generó una situación de vacío de poder, en medio de la cual, les llegó la invitación a ir a contar el proyecto a Londres. Recordarán que, en ese momento, los de la parte privada me pidieron que les sacara del apuro. Yo preparé una presentación con ellos y, unos días antes de mi viaje, nombraron al nuevo Consejero Delegado, el joven Samuel Romero. Este señor revisó la presentación conmigo, le gustó y decidió que diera yo la conferencia, aunque él me acompañaría para ver qué tal lo hacía. Desde ese viaje (a cuya vuelta me rompí un brazo) Samuel y yo nos hicimos bastante amigos. Ahora, después del fracaso en las elecciones, en los edificios municipales hay desbandada. Incluso en Calle 30. Por eso me han vuelto a llamar a mí. Así que, al llegar, no me encontré a Samuel ni a nadie de su equipo.

Fueron los del partenaire privado los que me recibieron, con caras de satisfacción y alivio manifiesto. Su jefe me confesó que lo habían pasado realmente mal, en estos casi cuatro años. Según él, Samuel, que era hombre de Sánchez Mato, había venido con el convencimiento de que todo el proyecto M-30/Madrid Río era una completa ilegalidad y con el único objetivo de ver a Gallardón en un banquillo. Me lo creo en parte, aunque me gustaría contrastar esta versión con la del propio Samuel, a quien no encontré en la sede, como digo. Es un indicativo más de este momento de cambio de tercio político, de interinidad a la espera del advenimiento de las nuevas autoridades.

Por ese mismo vacío de poder, me tuve que hacer cargo de atender a una delegación de la provincia belga de Brabante. Es esta una provincia dentro de la parte flamenca de Bélgica, en donde hay un montón de antiguas industrias cerradas, la mayoría hilaturas y otras factorías del textil. Estas industrias están en crisis mundial, especialmente acusada en esta zona. Les recuerdo que, cuando Bélgica se escindió de la Gran Holanda –ya saben: Amsterdam nos roba, etc–, ellos eran la parte rica del país, mientras los holandeses eran los más pobres. En la nueva situación de la economía, en la que los servicios predominan sobre la vieja industria tradicional, la situación se invirtió pronto. Fue el karma. Imagino que les suena esto de que los ricos quieran dejar de cargar con la parte más pobre y se inventen bulos para justificarse.

Para intentar buscar una solución a ese tejido industrial depauperado, los de Brabante han creado lo que llaman una Sociedad de Desarrollo, en la que se integran las administraciones, los colectivos profesionales y las empresas privadas de construcción, además de la Cámara de Comercio. La delegación era mixta, había representantes de todos los sectores implicados en la recuperación de esas áreas en declive. ¿Y por qué venían a Madrid? Pues porque a sus oídos había llegado que en Madrid se estaba haciendo una cosa de puta madre: nuestra Estrategia de Regeneración Urbana del Sureste. Estuve con ellos dos horas y se fueron bastante impactados. Les tuve que dar el link para que accedieran a la Memoria de la Estrategia, esa cuyo primer capítulo escribí yo y me fue censurado. Nuestra estrategia es ya una referencia para cualquiera que quiera intervenir en áreas vulnerables de la ciudad existente.

Esta delegación me tocó recibirla en uno de los torreones del edifico de Cibeles, por lo que tuve que atravesarlo entero hasta llegar al lugar. Ciertamente eran las cuatro de la tarde y a esa hora los funcionarios ya se han ido a su casa, pero las últimas veces que había visitado el edificio por la tarde, lo había encontrado llenos de asesores y gente pululando por allí. La impresión que me dio esta vez fue bastante desoladora. Otra faceta más de la desbandada que estamos presenciando. En la Isla de Alcatraz, bañada en el delicioso aroma de los tilos en flor, las plantas nobles de los jefes estaban estos días bastante vacías, nadie viene de visita ya y a veces se cruza uno con alguno de los importantes llevando un carro con cajas de cartón con sus cosas. También se puede observar la sonrisa de oreja a oreja de otros, los que han estado marginados en estos años. Es esta una situación que ya he vivido unas cuantas veces en mis casi 37 años de Ayuntamiento. Y, por cierto, ninguna transición fue tan traumática como el Desembarco del Rey Gallardón. Y eso que sustituía a uno de su propio partido.

Hace unos días les hablaba de un posible viaje que tenía en cartera. Pues se ha frustrado y ya se lo puedo contar. La asociación City Parks Alliance, que reúne a los organismos de mantenimiento de todos los parques urbanos de USA, nos escribió para ver si podíamos ir al nuevo congreso Greater and Greener, que este año se celebrará en julio en Denver (Colorado). Habían oído que, dentro de nuestra estrategia, habíamos proyectado unos cuantos corredores verdes, entre ellos el que unirá los cuatro miradores sobre la ciudad que existen en el Puente de Vallecas. Les contesté que ya había participado en un Greater and Greener en Nueva York y por eso sabía que esta sociedad no paga en principio los gastos de los congresistas. Añadí que Denver es un lugar muy lejano y sin un interés preferente para mí, por lo que les preguntaba si era posible que tuvieran algún tipo de atención conmigo, como la tuvieron en NY, para que yo hiciera mis cuentas y decidiera si ir o no ir.

Un mes más tarde no me habían contestado, así que les he escrito de nuevo. Su respuesta: el programa está ya cerrado, y yo figuro en la lista de suplentes por si hay alguna baja de última hora. Suena a excusa, así que, salvo milagro, me temo que me voy a quedar sin ir a Denver. El otro viaje, el que estoy organizando con mis colegas de Ciudad Real, va viento en popa y ya les diré a su tiempo a donde será. No quiero ser cenizo, pero entre el resultado de las elecciones y esto de Denver, empiezo a intuir un posible punto de inflexión en mi trayectoria de surfista encima de la tabla. Yo voy a seguir peleando, pero cuando vienen mal dadas, no hay mucho que hacer. El Dépor tiene en su mano volver a llevarme al lado positivo, pero no lo veo yo muy capacitado. De momento, ha conseguido que vuelva a ver sus partidos y que disfrute con ellos.

Y un último comentario. Me creerán o no, pero en la Dirección General a la que todavía pertenezco, hemos hecho algo grande. Innovador, creativo y con un potencial enorme de regeneración a medio y largo plazo. Lo han sabido en Brabante, en USA y en muchos otros sitios (yo lo he contado en Chicago y en París). Por eso me resulta tan frustrante que haya una parte de la población directamente concernida por este proyecto que haya optado por abstenerse en las elecciones. Por eso les he llamado ignorantes, ingratos y cazurros y se lo voy a seguir llamando en todos los posts hasta que me canse. Pido perdón por la comparación impropia que voy a hacer, pero a la República también se la cargaron los ignorantes, los dogmáticos leninistas y sus propios dirigentes por su falta de carácter. Estos tres sectores pusieron el puente de plata para que vinieran los militares a poner orden, con Franco a la cabeza.

Ahora regresa la derechona a Madrid, para desgracia de la ciudad. Mientras escribía esto se ha desvelado ya quién va a ser el nuevo Alcalde (no era muy difícil adivinarlo). Mañana por la tarde se reunirá la primera Junta de Gobierno, en la que se definirán las nuevas Áreas y los nombres de sus responsables. El nuevo responsable de Urbanismo, o como le quieran llamar ahora, vendrá a la Isla de Alcatraz el lunes. ¿Quién será, será? ¿Mira que si es la Silvia Elena? Lo iremos comentando. Para endulzarles la espera, les propongo un clásico: el Américan Pie de Don McLean, la historia del día en que la música murió. Han de pinchar AQUÍ para disfrutarlo. Buen finde.

2 comentarios:

  1. Vamos hombre, anímese, que se le ve últimamente así como medio achicopalado, que decimos en mi tierra. Hay que seguir en la brecha, carajo.

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    1. Gracias man. No sé si escribes desde Tijuana o desde el defectuoso. Pero es un honor recibir apoyos del otro lado del charco.

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