jueves, 6 de junio de 2019

842. Las cifras de la derrota

Succes is not final
Failure is not fatal
It is the courage to continue that counts
Winston Churchill

Sí señor, el éxito nunca es definitivo ni la derrota letal, lo que cuenta es la capacidad de levantarse y seguir luchando. Lo dijo Churchill cuando pintaban bastos. Años más tarde, José Saramago afirmó algo parecido, en circunstancia mucho menos dramática: la derrota tiene una cosa buena, nunca es definitiva; la victoria tiene una cosa mala, nunca es definitiva. En fin, tenemos que asumir que hemos perdido y tenemos unas reglas que hemos de respetar y aceptar el resultado deportivamente. Pasar mínimamente el duelo y seguir en la pelea. Pero es bueno conocer las cifras de la derrota, para aprender de ella y no repetir viejos errores. Tenemos cuatro años para el siguiente combate, que parecen una eternidad, pero luego se pasarán volando. Las cifras de la derrota son significativas y yo me he tomado la molestia de estudiármelas por ustedes, para que vean cómo les cuido. Unos cuadritos:

              Elecciones locales en Madrid. Resultados 2019. Votos finales

              Más Madrid (Carmena)     503.990   TOTAL Más Madrid+PSOE      727.572 
              PSOE                                223.582

             PP                                   394.708    TOTAL PP+Ciudadanos+Vox     830.577                   Ciudadanos                      311.617
             Vox                                   124.252

Es decir, la diferencia entre el bloque de derechas y el de izquierdas es de unos 103.000 votos. El resultado es, pues, claro y no precisamente por los pelos. No les voy a poner los resultados de 2015 para no aburrirles, pero en esa ocasión la diferencia de votos a favor de Carmena+PSOE fue de 19.011 votos. Esa sí fue por los pelos. Y ¿a qué se debe esta diferencia entre las dos citas electorales? Pues la subida de la derecha en su conjunto es de unos 80.000 votos. El PP baja, aproximadamente el mismo número de votos que gana Vox. La subida total hay que atribuírsela a Ciudadanos. Pero, globalmente, lo que sucede es que en 2015 mucha gente de derechas se abstuvo, asqueada por los escándalos de corrupción, el Trienio Negro de Botella y la mala educación, cinismo y caspa que transmitía Esperanza, que era la candidata. Y ahora han vuelto a votar todos.

Y en la izquierda, ¿qué ha pasado? Pues el señor Sánchez Mato se ha llevado 42.855 votos, que se han perdido por el wáter al tirar de la cadena y perdón por el símil. El PSOE ha perdido exactamente 25.570 votos por la endeblez de la propuesta PEPU. Sumando estas dos cifras, nos da 68.425 votos perdidos. Aún faltan muchos votos perdidos por explicar, hasta llegar a los 103.000. La pérdida neta de votos de Carmena es sólo de unos 15.000. Teniendo en cuenta que en 2015 era casi una desconocida, mientras que ahora es una figura de mucha talla que ha arrastrado a muchísimos nuevos votantes entre la gente joven, el personal del arte y la cultura, los activistas urbanos, etc. está claro que, aparte de los que se han ido a Sánchez Mato, muchos de los que la votaron en 2015, ahora se han abstenido. Y esos están en los distritos del sur, en el Puente de Vallecas, en Usera, en Carabanchel, en Latina y en Villaverde.

Supongo que leyeron el análisis de Guillermo Zapata que les puse en el último post. Me parece muy acertado. En el sur hay dragones, como dice este señor. Y al dragón hay que alimentarlo. Los carmenistas hemos perdido por ir de sobraos (yo el primero). Pensábamos que ya habíamos enterrado y dejado atrás los 26 años de gobiernos de la derecha. Que habíamos ingresado en la modernidad. Que no había que seguir peleando metro a metro, porque la guerra había terminado. Grave error. La Dirección General a la que todavía pertenezco se ha dejado los hígados para diseñar una estrategia de regeneración de la periferia sureste. Pero esa estrategia, como cualquier otra, tiene efectos a medio/largo plazo (Nuestra Dirección se llama de Planificación Estratégica). Hemos luchado lo indecible por tener alguna obra empezada antes de las elecciones, pero no hemos llegado, esta vez sí, por los pelos (Brunete burocrática mediante).

Ese tipo de estrategia es innovador y propone un nuevo modo de actuar en barrios existentes, deprimidos o vulnerables. A partir de comentarios míos sobre lo que estábamos haciendo, me han invitado a hablar en Chicago y en París, y mi jefa ha ido también a incontables lugares. Pero está claro que no se lo hemos sabido vender a los vecinos. Nuestro todavía concejal no hablaba más que de la Gran Vía y del Madrid Central. Y tendríamos que haber sido cuidadosos y hacer tres o cuatro obrillas estratégicamente distribuidas por los barrios citados, para que estos vecinos quemados y depauperados cultivaran un poco de ilusión. Nuestra Estrategia no ha salido en la prensa generalista. Ni el Reinventing Cities. Estos eran temas que se movían por las redes, entre la gente joven. Y los dragones del sur están al otro lado de la brecha digital. Este personal no sabe ni encender el ordenador. Ellos salen a la puerta de su casa, se ponen una silla de enea al fresco, se sientan apoyados en la garrota y rumian amargamente su marginación y su miseria, enfrente del bache de la calle que no se ha arreglado en cuatro años.

Siento mantenerme en esta reflexión cruel, de verdad que me gustaría llegar a la conclusión de que me equivoco. Pero sigo creyendo que hay un grupo de gente en el sur que se ha llegado a creer que daba igual Carmena que la derecha. Y han votado Vivan las Caenas. La cosa es tan sorprendente que ni El inMundo se lo esperaba. Por eso han ido a estos barrios a hacer preguntas por las calles a la gente mayor. Y muchos les han contestado eso. Que con estos de Carmena, como con el PP, todo el interés se va al Centro. Que sus barrios siguen estando sucios, llenos de meados y porquerías. Estos palurdos sólo suben al centro a la Puerta del Sol y a la Gran Vía, que están relucientes. Pero me gustaría que vinieran a mi calle. Todo Madrid está por igual tan sucio como en los tiempos de la señora Botella, pero eso tiene una explicación que se merece un post específico que les prometo, porque es larga y tiene responsables con nombre y apellidos.

En estos momentos yo estoy a punto de enfrentar una encrucijada, pero tengo mucho que largar para el momento en que deje el Ayuntamiento. Y también les explicaré en detalle lo que se ha hecho en el sur en estos años, qué era eso tan interesante que iba yo contando por ahí. De momento, al señor de la garrota le recomiendo que siga sacando la silla de enea al fresco, porque va a tener que estar mucho tiempo sentado, si espera que los de Ciudadanospedorros le arreglen el bache ese metafórico del que hemos hablado. Les dejo el link a una larga entrevista con Íñigo Errejón en la que habla de estas cosas y de sus planes a corto y medio plazo. AQUÍ la tienen. Es muy larga, pero se puede leer en cómodos trozos. A mí me parece muy interesante. Sumando lo que dice este señor con las reflexiones de Zapata, podemos llegar a una conclusión muy clara: la señora Carmena, nos guste o nos disguste, ganó en 2015 de carambola. De chiripa. Y habría que haber cuidado esa carambola como se cuida a una planta frágil, no ir de sobraos.

Esa es mi autocrítica. Para conseguir una meta hacen falta (sólo) tres cosas. 1.- Voluntad, querer conseguirla, tener ilusión, tener un proyecto. 2.- Trabajo, mucho trabajo, sin trabajo no se consigue nada. 3.- Suerte. Este es el factor incontrolado. La suerte hay que currársela. Y luego tenerla. Yo tuve la suerte de que ganara Carmena hace cuatro años y la he sabido aprovechar al máximo. Ahora, me han repartido unas cartas diferentes. Y tengo que ver cómo juego con ellas. Tenía este post empezado antes de viajar a Lyon, de donde he regresado este mediodía y quería completarlo y subirlo al blog, porque hay que aprender de las derrotas. Desde el aeropuerto, he llegado a tiempo de comer con mi amigo Werner en las Bodegas Rosell y luego me he echado una merecida siesta. Tengo pendiente contarles cosas de Oslo y de Lyon. Tiempo habrá, en este nuevo período en el que entramos.

Para cerrar, un poco de humor. El análisis de la derrota puede hacerse desde muchos ángulos, el numérico mío, el complejo y barroco de Zapata. Y este bastante friki, aunque certero. El que lo perpetra es un personaje de la radio, comentarista de libros y de moda, bloguero y provocador, que atiende por Bob Pop. Vean lo que contó en el programa de Buenafuente. Que sean felices.


4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Tiene razón este señor, nos han calzado una morcilla vegana y ahí seguimos revolcándonos en la miseria como gorrinos.

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  2. A mí lo que me encanta es la foto de Churchill. Con un Kalashnikov como ese habría que salir por algunos barrios, y no me refiero sólo a los del sur.

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