martes, 11 de junio de 2019

843. Reinventing man

A las puertas de tomar mi gran decisión y reinventarme yo también como jubilado, creo que es un buen momento para que les explique de una vez qué diablos era eso de Reinventing Cities que tanto tiempo me ha ocupado en el último año y medio. Como tal vez sepan, se trataba de un concurso, en cuya organización y Jurado participaba yo, por lo que no podía compartir con ustedes muchas informaciones al respecto, hasta que estuviera fallado. Ahora hay cuatro proyectos ganadores, uno por parcela y puedo contarles las grandes líneas de esas cuatro propuestas. Como recordarán, el programa viene patrocinado por la red de ciudades C40, en la que soy el contacto del Área de Urbanismo, y por eso me han invitado a viajar a lugares tan variopintos como Portland, Chicago, París y Oslo.

De acuerdo con la filosofía del programa, cada Ayuntamiento saca a concurso parcelas o edificios de propiedad pública, situados en zonas depauperadas o vulnerables, para que inversores privados, con sus equipos de arquitectos, propongan proyectos que contribuyan a revitalizar sus entornos, además de incorporar las últimas tendencias del urbanismo y la arquitectura bioclimática. En Madrid, los lugares propuestos eran cuatro áreas previamente detectadas por nosotros y seleccionadas como Áreas de Oportunidad, por su alto potencial de regeneración urbana y social. Tres de ellas de propiedad municipal, y una del patrimonio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), con quien firmamos un acuerdo de colaboración. Es decir: C40 no pone un duro, sólo aporta la difusión mundial. El Ayuntamiento tampoco pone un duro, pero aporta el suelo o el edificio en régimen de cesión de derecho de superficie, por un período de tiempo, manteniendo la propiedad pública en todo momento. Son los privados los que han de poner toda la financiación y encargarse de las obras y la financiación posterior.

Para sacar adelante esta forma novedosa de colaboración público-privada, hemos debido romper tres barreras importantes. Una, la incomprensión de los políticos que teníamos encima. Lo mejor que puedo decir de ellos es que no nos han impedido hacerlo, hasta les ha hecho gracia y, ciertamente, nos han apoyado puntualmente en contadas ocasiones. Pero este asunto se merecía que los políticos hubieran presumido de ello, que hubiera salido en la prensa. En segundo lugar, la indiferencia de los promotores privados. Con los primeros que yo hablé, me dijeron que mejor no me metiera en ese lío, que no iba a entrar a concursar nadie. Finalmente, con un esfuerzo titánico, hemos logrado que hubiera al menos dos finalistas por sitio. La tercera resistencia es la burocrática interna, ya comentada de sobra en este foro.

El caso es que ya tenemos cuatro ganadores, que se anunciaron hace dos semanas en Oslo junto a los de otras cuatro ciudades (las demás no han terminado el proceso en plazo). Estos ganadores simplemente son interlocutores preferentes con el Ayuntamiento (tres de ellos) y con la UPM (el otro) para empezar una negociación que culminará en un contrato de cesión y gestión. Desconocemos si los nuevos rectores del Ayuntamiento querrán continuar con el proceso. Si son listos y vienen a trabajar para la ciudad, seguirán adelante con un asunto muy vistoso, que no cuesta dinero, y que les puede permitir ponerse medallas. Ahora bien, si su única idea era echar a Carmena, para facilitar desde dentro los negocios de sus amigos (como me temo), entonces es posible que la cosa se frustre o se deje morir. Por cierto, en la UPM, donde no ha habido cambio político, el Rectorado ya ha empezado la negociación con el equipo ganador, para intentar llegar cuanto antes a un acuerdo formal.

Empiezo por contarles el proyecto de la parcela de la UPM. Se trata de un edificio del llamado Campus Sur, en el Puente de Vallecas, ahora mismo infrautilizado, más una banda de parcelas vacantes al sur de dicho Campus, ya tocando con Vallecas Villa. Entre los vecinos de Vallecas, tanto de la Villa como del Puente, hay muchos que ni siquiera saben que allí hay una universidad. El Campus es una isla en el territorio, a la que los profesores llegan en coche y los alumnos en el Metro, pero saliendo de la estación en dirección contraria. El proyecto propone construir una residencia de estudiantes, además de otras dotaciones para la universidad que actúen como antesala o recepción del campus: la casa del estudiante, una biblioteca, una cafetería. Este sería un punto de unión entre la universidad, el barrio y el polígono industrial inmediato, para evitar las islas urbanas y darle continuidad al territorio. El operador/inversor que hemos captado es una promotora multinacional de residencias de estudiantes. Abajo tienen una vista actual del edificio infrautilizado y una vista de cómo será la residencia de estudiantes, con un cierto aire a Desembarco del Rey.



En segundo lugar, les hablo del sitio de Usera, el Mercado Municipal de Orcasur, actualmente cerrado. Hace como un año, se  rescató la concesión a la asociación de comerciantes, porque el negocio estaba prácticamente en quiebra, porque las vecinas del barrio no compraban allí. Es una zona muy depauperada, donde, si vas en coche te lo desvalijan; donde está centralizado el comercio ilegal de armas y parte del de drogas, donde hay mucho gitano y mucha crispación. Por eso no van las señoras, el mercado se viene abajo y hay que cerrarlo. La propuesta consiste en rehabilitar el edificio, convirtiéndolo en ecosostenible. Y añadirle una planta superior con una residencia tutelada para los ancianos del barrio, que dispondrían de unos apartamentos con servicios comunes, como restauración, lavandería, centro de día, atención médica, etcétera.

El centro sería operado por una nueva sociedad sin ánimo de lucro, compuesta por los comerciantes y la asociación de vecinos del barrio. La idea es que los viejos del entorno, que viven solos en pisos de tres habitaciones, alquilen su piso a tres chavales del barrio y con el dinero del alquiler paguen su pequeño apartamento encima del mercado. De paso, tienen su propiedad al alcance, para ir a vigilar cómo la tratan los jóvenes. Es una idea preciosa, para la que ya hay una lista de espera de mayores de la zona. El mayor problema es que se necesita contar con una subvención municipal, que estaba garantizada por el equipo de Carmena, pero que ahora pasa a estar en el aire. Veremos. Aquí de nuevo una vista actual del Mercado cerrado, y otra de la propuesta.




En tercer lugar, el sitio de Villaverde, esta vez una parcela industrial vacante al otro lado de las vías del tren que rodea Villaverde Bajo. Aquí el proyecto ganador es el llamado El Tercer Sonido. Se trata de un lugar en el que los chavales del barrio pueden ir a aprender música (no está definido el tipo, pero se sobreentiende que rock), formar sus grupos, ensayar sin molestar a nadie, grabar sus temas, hacer conciertos, producción musical, merchandising y todo lo que rodea al mundo de la música. Se combina con residencias cruzadas, en parte para músicos que vengan con algún tipo de beca, en parte residencias inclusivas para la asociación Afandice, que trabaja en el barrio, y en último lugar para estudiantes de las universidades de Leganés y Getafe, que están a un par de paradas de tren. La propuesta cuenta también con un operador que construye residencias de este tipo y aporta usos deportivos, placas fotovoltaicas y huertos urbanos para los vecinos. Vean aquí las dos imágenes de costumbre.



Y me queda la joya de la corona. En otra parcela industrial vacante, en Vicálvaro, los ganadores han sido la empresa Master Battery. Es esta una empresa madrileña que fabrica baterías para acumular la energía, algo esencial para evitar que se pierda gran parte de la energía generada por fuentes eólicas o fotovoltaicas. Hace diez años, estos madrileños descubrieron y patentaron cómo hacer estas baterías usando de material base fécula de patata. Las patatas se dejan secar, se muelen y el polvo resultante se mezcla con manganeso. Y se construyen unas baterías de puta madre. Hace diez años, a esta gente les dijeron que se olvidasen de comercializar esto en España. Y se fueron a plantar su fábrica en Eslovenia, desde donde suministran baterías a todo el mundo. Pero son madrileños y siempre han soñado con implantarse aquí, en su casa.

El proyecto incluye su fábrica, pero también un show-room, en donde los vecinos pueden venir a que se les enseñe el sistema de fabricación, y visitar la fábrica también, lo mismo que los colegios. Y plantean convertirse en una cápsula energética, que produzca su propia energía y se desenchufe de la red. Es un centro que creará puestos de trabajo para Vicálvaro y con posibilidades de convertirse en lugar de investigación y enseñanza sobre estos temas. Por ejemplo, plantean estudiar el entorno y ver la forma de enriquecer el suelo para que se produzcan allí las patatas y no tengan que importarlas de Holanda, como harán al principio. La propuesta que ven en la imagen es una forma innovadora, ligera, etérea de resolver la arquitectura industrial, de acuerdo con los principios de la sostenibilidad ambiental.




Estos son los cuatro proyectos. Como ven, están situados en el sureste, en los barrios que se pretendían revitalizar con nuestra estrategia de regeneración urbana. Todos se han seleccionado pensando en las necesidades de esos barrios. Y se ha hecho una participación ciudadana a través de las Juntas de Distrito. Pero a estas cosas acuden siempre los mismos, la minoría activa y concienciada. Y se trata de una propuesta a medio/largo plazo. Una propuesta que no se puede completar en una sola legislatura. Necesitábamos otros cuatro años para terminarla. Necesitábamos ganar y no hemos ganado. Y la derrota tiene muchos responsables. Los del equipo de gobierno, los primeros, por no haber entendido el potencial que tenía lo que estábamos haciendo y no haber hecho por publicitarlo y sacarlo en la prensa. Los dogmáticos leninistas que se han pasado los cuatro años dando por culo y han rematado su tarea presentando a Sánchez Mato, con el apoyo de Iglesias. Los jefes del PSOE que han cometido la frivolidad de presentar a Pepu. Y, desde luego, también los paletos que se han abstenido de votar en la corona sureste. Lo he dicho, me han acusado de clasista y lo voy a seguir diciendo. En todos los posts a partir de ahora. Los que me consideran clasista, pueden dejar de leerme si tanto les molesta. Siempre seré clasista con la burrez, la ignorancia y la ingratitud.

Voy a acabar con una imagen que resume y ejemplifica el acto al que asistí en Oslo. Se trataba de proclamar a los ganadores. La decisión del Jurado ya había sido comunicada en privado a los finalistas, así que a Oslo sólo viajaron los ganadores. Los premios de París, Milán, Oslo y Rejkyavik fueron anunciados por alcaldes, vicealcaldes y concejales. El nuestro no. La Alcaldesa y el Concejal de Urbanismo estaban muy ocupados perdiendo las elecciones (también tuvimos que representarlos en París, en el MIPIM de Cannes y en tantos otros lugares). A mi jefa le tocó explicar uno a uno los cuatro proyectos en inglés, para la audiencia internacional. Vean la foto.



Como pueden ver, mi jefa está explicando el proyecto Master Battery, seria, profesional, espléndida, magnifica, con los tacones que nunca se pone. Al mismo tiempo, los premiados, como los demás equipos, han subido al escenario y lo celebran como corresponde, que para eso son españoles (los empresarios en los extremos, los arquitectos en el centro). Esta es la España que yo quiero, profesional y a la vez alegre, festiva e imaginativa. Hace falta que las nuevas generaciones, cada vez mejor preparadas, sustituyan poco a poco a los ignorantes. Parece claro que era demasiado pronto para que este tipo de cosas se entendieran en una ciudad como la nuestra. Pero volveremos, como el Dépor a Primera. No lo duden. Estos cuatro años van a ser un lapsus de retraso, pero se terminarán. 

Y a ver si se enteran. En este blog yo nunca he presumido de ser imparcial. Lo que pasa es que hay muchos temas sobre los que no tengo una opinión definida y clara, tengo muchas dudas y por eso me quedo por encima y entonces me atacan diciendo que si me creo Dios. Por supuesto que no estoy en posesión de la verdad, pero, cuando estoy implicado en un tema y tengo una opinión clara, la defiendo hasta el final. Mis opiniones son mías, sólo mías, personales e intransferibles. Así que al que no le gusten las cosas que digo, ya sabe donde tiene la puerta.

2 comentarios:

  1. Me alegra que haya salido el Reinventing. Me alegra también tu actitud con respecto a la "Longa Noite de Pedra" que aunque sólo vaya a ser de cuatro años va a ser "longa".
    Hay en lo que cuentas algo con lo que no estoy de acuerdo, otras cosas con matices, como ambos sabemos. Eso con lo que no estoy de acuerdo es que tus opiniones sean intransferibles. Se transfieren. Se transfieren como los conocimientos mediante la enseñanza, mediante el razonamiento y mediante el diálogo. Las que no se transfieren son los que se pretenden imponer. Así que, aún con las que no esté de acuerdo, sigue transfiríendonoslas, que algo van calando y ayudando a aclarar las nuestras.

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    1. Querido Paco, no sabes cuánto me consuela tu comentario. Soy perfectamente consciente de que mi razonamiento echándole a los ciudadanos del sur una parte de la culpa del fracaso electoral (que no toda) no es políticamente muy correcta, pero eso es lo que siento y me encantaría que alguien me convenciera de que estoy equivocado y soy injusto con ellos. En cualquier caso, esos comentarios míos no se merecen el acoso al que me han sometido personas a las que aprecio y que ni siquiera han sido capaces de enmendarme la plana en el propio blog, sino que han utilizado otros medios "por detrás".
      Creo que esa línea de autoculparse de todo es muy cristiana (por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa). Yo que soy de una formación más laica, me niego a atribuirme toda la culpa de las cosas, aunque me tachen de clasista.
      Por lo demás, estás en lo cierto, mis opiniones pueden ser útiles, y supongo que necesarias, incluso para combatirlas, pero con argumentos, no con encono ni sarcasmos.
      La larga noite de pedra va a ser longa, pero uno se fortalece en la lucha y estoy convencido de que un día volveremos.
      Un fuerte abrazo, amigo.

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