Bueno, acabo de tragarme entera, por primera vez en mi vida, la ceremonia completa en directo de la proclamación de la nueva Alcaldesa de Madrid. La primera parte ha sido un coñazo, pero yo sentía que tenía que estar ahí, apoyando, para sumar mi energía mental a la de los demás espectadores, y contribuir de esa forma a proteger el acto del tan temido tamayazo, que finalmente no se ha producido. Es la misma razón por la que, este año me he tragado varios partidos del Dépor ciertamente insufribles. Por fin, ya con el recuento de votos terminado, he escuchado con interés a los sucesivos oradores. Nerviosas pero bien las dos jóvenes y muy sueltos los tres mayores. El discurso de Esperanza me ha parecido bien, cordial y sin resquemores. Estos días en que ha estado callada, parece haber reflexionado y llegado a la conclusión de que resulta mucho más elegante demostrar la capacidad de saber perder. Esta es la Esperanza que yo admiro, y espero que destierre definitivamente a esa otra persona desencadenada y enloquecida de la campaña y la post campaña.
Carmona me está cayendo cada vez mejor. Le veo suelto, tranquilo, convencido de lo que hace. Tanto en la rueda de prensa conjunta con Carmena del otro día, como en su discurso de hoy, le estoy descubriendo una talla política que no le presuponía después de escucharle muchas veces como tertuliano televisivo, lo que viene a demostrar lo pernicioso que es el formato que se ha implantado en este tipo de programas de seguimiento masivo. Bueno, y de Carmena, ¿qué decir? Pues que es espectacular. Yo no sé si tendrá suerte, si le saldrán las cosas bien pero, de momento, hay un cambio de formas, un saber estar, una cultura, una experiencia acumulada, que a mí me llenan de orgullo como madrileño. A efectos personales, como funcionario, es posible que este cambio sea perjudicial para mí, hasta puede que me bajen el sueldo, pero, para un año que me queda, tampoco me va a hacer tanta avería. Y también es posible que se me permita seguir haciendo lo que me gusta y no de la forma semiclandestina en que me he desenvuelto en estos tres años nefastos. Hasta puede que las cosas mejoren tanto que me replantee la posibilidad de continuar unos años echando una mano.
Ya se verá. De momento, hoy es un día de celebración, y voy a aprovechar para desvelarles una faceta mía que no he prodigado mucho en este blog: el lado hortera. Porque, para celebrar una cosa tan trascendente como el relevo de hoy en la Alcaldía, nada mejor que echarse a bailar. Y para bailar, no hay una música mejor (en mi opinión), que la música disco de los 80. Y la música disco de los 80, se caracterizaba precisamente por ser algo muy hortera. Así que les adjunto unos cuantos archivos, para que se los pongan en pantalla grande, y empiecen ya a bailar. ¿Cómo dicen? ¿Que no saben bailar? ¡¡Qué vergüenza!! Shame on you, if you can't dance too. Ese era el estribillo de esta primera canción (por cierto, de los 70, pero es como la precursora del género). Una tal Shirley, que hacía muchos años había grabado con cierto éxito el clásico Let the good times roll, se reunió con unos amiguetes y músicos de estudio y grabó unas cuantas canciones. Y, entre ellas, le salió este bombazo, llamado Shame, Shame, Shame (1974, Shirley y sus amigos). No sé si habían bebido o qué. La canción se hizo tan popular que les invitaron a un programa de televisión. El resultado es el que ven abajo. El único de sus amigos que la acompañó es un tal Jaime Pérez, con un aspecto a la altura del play-back infame que perpetran ambos. Pero la canción es cojonuda. Pura historia.
Ya en los 80, la gente se lanzó a bailar enloquecida. No es tan difícil. Ya saben lo que le dice Lauren Bacall a Bogart en Tener o no Tener: cuando me necesites, silba. No es tan difícil, sólo tienes que juntar los labios así, y soplar hacia fuera. Labios maravillosos los de esta mujer excepcional. Pues lo de bailar es igual. Pongan un pie delante del otro y dejen fluir el ritmo. Lo de bailar es un ejercicio libre, de pura improvisación. Tal vez, les ayude este segundo tema, Uno de los más conocidos del grupo Dee-lite. Anda que no he bailado yo veces este tema en los felices 80. Ahora, todas las chicas bailan de esa manera, pero la cantante de este grupo americano fue realmente la primera que empezó a moverse así. No le pierdan ojo a su cuerpo. Es una delicia.
Realmente, Groove is in the heart (el ritmo está en el corazón). Lo malo es cuando el ritmo se descontrola, y entonces llega la fibrilación auricular. Pero de eso ya hablaremos otro día. Aquí tienen otro tema muy de la época. El grupo se llama Technotronic.
En fin. La música para bailar ha sufrido muchos vaivenes. Últimamente, han llegado el house, el hip-hop, el tecno y otros estilos que, discúlpenme, ya me han pillado con hijos y un poco mayor y no me gustan nada. Pero sigue habiendo temas sensacionales como el que les pongo para cerrar. Se llama Happy, lo firma Pharrell Williams y es del año pasado. El vídeo no tiene desperdicio y ahí pueden ver que el personal baila como le sale del cuerpo, por la calle, en el trabajo, en su casa, lo mismo niños que mayores, gordos que flacos. Sólo hace falta sentirse feliz, y así es como yo me siento esta mañana. Que disfruten ustedes de este fin de semana y los meses posteriores. Un abrazo muy fuerte.
Bueno, no sé de dónde sacas estos vídeos. El de Shame, Shame es increíble. La negra gorda con el chandal y el tipo que parece escapado de El Planeta de los Simios tan contentos con lo que tú mismo llamas un play back infame. Había escuchado esta canción en algunas películas, pero no me sabía la historia. En cuanto al Happy pues es muy bueno también para bailar y se nota lo que ha mejorado la producción de vídeos en ese tiempo.
ResponderEliminarGracias por mostrarnos este lado hortera tan burbujeante.
Gracias por tus palabras de elogio. La canción Shame, Shame, Shame se ha usado en muchas películas cuya acción se desarrolla en los 70 y 80. La última, que yo haya visto, Pride, donde se relata el apoyo del colectivo gay a los mineros en huelga contra Thachter.
EliminarEn cuanto a Happy, creo que es uno de los vídeos más vistos de Youtube del año pasado.