Bueno,
pues se nos va el mes de julio como un suspiro, sin hacer más ruido del
necesario. A mí se me ha pasado volando. Ahora anuncian que llega la primera
ola de calor pero, si recuerdan el año pasado, empezamos con la ola de calor a
mediados de junio y no se fue como hasta octubre. Este año, el tramo que
llevamos de verano ha sido bastante llevadero. La semana pasada a primeros,
quedé a comer con mi amigo X que me llevó a un sitio estupendo, un lugar
suburbial del Barrio de la Concepción donde se come fenomenal por un precio muy
asequible. Con motivo de esa cita, acudí a mi trabajo en coche y busqué
aparcamiento en el parque cercano. Descubrí con sorpresa que había sitio de
sobra a la hora en que yo vengo llegando y que el tráfico está fenomenal también.
Desde entonces estoy yendo a la oficina en coche, lo que contribuye a que me
sienta como si estuviera en agosto, ya desde mediados de julio. Voy por la
M-30, imposible en otras épocas del año, llego al curre en unos veinte minutos
y luego camino hasta la Isla de Alcatraz. Lo único malo es el paseo de vuelta a
mediodía, bajo el sol inmisericorde de estos días. Una vez cogido el coche de vuelta,
llego a casa en poco más de 15 minutos.
En
el trabajo se nota también el bajón de rendimiento y me esperan otras cuatro
semanas a este ritmo. En Madrid se está muy bien en agosto, a pesar del calor.
No todo es perfecto, hay muchos comercios y bares cerrados. Y también te puedes
pillar un gran atasco debido a cosas como la Operación Asfalto o la huelga de
taxis. De los taxistas es mejor que no hable mucho, porque no soy imparcial:
les tengo una manía que roza lo irracional. Para mí son un gremio de comportamientos
gangsteriles, que está luchando por mantener una situación de monopolio, propia
de los años en que tiene su origen: el franquismo y los tiempos de otros
monopolios, como CAMPSA o Telefónica. A mí su huelga no me afecta porque es un
servicio que uso solamente en caso de apuro, si veo que por otros medios voy a
llegar tarde a una cita. Lo que me afecta es que corten las calles. Su
matonismo se expresa agrediendo a conductores de Uber y Cabify, destrozándoles
los coches y aprovechando para montar este pollo cuando hay un Gobierno débil y
encima a la vuelta del 1 de agosto. Yo que Pedro Sánchez, no cedía ni un
milímetro. Disculpen, ya he dicho que no soy imparcial, ni este blog pretende
serlo.
Otro
síntoma de que entramos mañana en agosto es que El Roto se ha despedido hoy
como cada año, hasta el 1 de septiembre. Se ha hablado poco en este blog de El
Roto, una auténtica referencia ideológica para mí. Sus dibujos son
extraordinarios y la precisión de sus mensajes, prodigiosa. Me vienen a la
memoria algunos ciertamente históricos. El dibujo muestra a un tipo tapándose la cara con
un pañuelo, bajo un texto que dice: Cuando el juez abrió el sumario de la corrupción, el hedor
se hizo insoportable. Dos cadáveres en sendas camillas paralelas; uno de ellos
dice: Pues a mí me han hecho la autopsia por lo privado. ¡No veas la
diferencia! Un tercero. Un tipo dando un discurso, señala con el índice: No hemos cumplido nuestras
promesas, pero cumpliremos nuestras amenazas. En fin, prometo incorporar más
chistes de El Roto, como de Forges, en textos venideros. He de decirles que El
Roto ha sacado recientemente un libro de viñetas que se llama Contra Muros y
Banderas. Cuando lo presentó a finales de mayo, le hicieron una entrevista. Es
acojonante: yo podría firmar hasta la última coma de lo que dice este señor. Les
recomiendo que lean el artículo, para lo cual han de pinchar AQUÍ.
Todos
estos últimos años he tratado de empezar a correr por el Retiro en torno al 15
de agosto, para rememorar lo que, en mis años dorados, llamaba la temporada. Se
trata de iniciar el entrenamiento con calor, para luego, cuando bajan las
temperaturas, directamente volar. Lo que pasa es que en cada uno de estos años,
me he encontrado enseguida con viajes que me han cortado la progresión y luego
ya lo he dejado. Este año, la perspectiva es la misma, puesto que el 23 de
octubre me voy de viaje tres semanas a un lugar que ya se dirá en su momento.
Así que, aprovechando que agosto ha empezado para mí mentalmente a mediados de
julio, ayer bajé a hacer mis cinco kilómetros por el Retiro. ¿Que hacía un
calor horrible? Desde luego. Pero ya saben que soy un poco cabezota, que me gusta
ir a la contra y que, además, esto de entrenar consiste precisamente en eso: hacer tu tramo de carrera sin importarte que llueva o granice. Con estos
calores, basta con ir más despacio. Bueno, soy consciente de que hay variables
nuevas, nunca antes había hecho esto con 67 años. Pero todo es probar y ver.
Para
los que se interesen por mi trabajo de reconstrucción del blog, pues les diré
que va bien, a punto de rematarlo, pero no quiero hablar más de este tema, que
es un poco endogámico y obsesivo, cuando están pasando tantas cosas en España y
en el mundo. Sí que diré que me he tenido que releer los posts reconstruidos y
que me ha sorprendido encontrar algunos sublimes, aunque esté mal que yo lo diga, como por
ejemplo la surrealista historia de los daneses birreros, cuyo enlace les pongo
abajo, por si alguno de ustedes no la conoce y quiere echarle un vistazo, para
amenizar este tiempo de vacaciones. Es un ejemplo de que a mí me saltan a la
cara las historias y yo me limito a contarlas. Les estoy hablando del Post #562.
En
fin, ya va siendo hora de que diga que estoy encantado con el señor Pedro
Sánchez. Estaba de Rajoy hasta la coronilla y me quito el sombrero con la
jugada de billar a tres bandas con que Sánchez se lo ha quitado de en medio.
Hace como un año, mi amigo y compañero Billy llegó al curre diciendo que había
escuchado a Pedro Sánchez en no sé qué acto y que estaba seguro de que acababa de
ver al próximo Presidente del Gobierno. Los colegas recibimos este mensaje con escepticismo,
yo el primero. A mí, Sánchez, hasta el segundo día de la moción de censura, me
parecía un tipo muy guapo y poco más. Me gustó su propuesta de alianza con
Ciudadanos, que se frustró por culpa de Pablo Iglesias y que dio con él en las
tinieblas, expulsado del partido con susanidad y alevosía. Lo del Peugeot
recorriendo toda España me resultó simpático sin más y después, cuando Rajoy
consiguió aprobar los presupuestos, creí que ya caminábamos por una senda política estable para dos años. Los manejos del apolíneo y ebúrneo joven
que comandaba el Partido Socialista no me suscitaban demasiadas expectativas.
Pero
llegó el segundo día de la moción de censura. Y se supo que el PNV abandonaba
el barco de Rajoy (por cierto, una actitud coherente con la historia de este
partido, tema que comentaré en otro post). Y entonces vi a Pedro Sánchez como
revestido de un aura especial. Hablando ya en
presidente. En el vértigo del momento me pareció hasta una jugada peligrosa
para la estabilidad del país. Pero eso se me pasó en cuanto vi con asombro el
Gobierno que formaba este señor. Para empezar, eso no se improvisa en tres días;
para mí está claro que es una jugada planificada con tiempo. No es posible que
en tres días todos le dijeran que sí, si no estaban ya advertidos y tanteados
de antemano. En segundo lugar, es un gobierno con mayoría amplia de mujeres, algo
que no se ha visto en ninguna parte, ni siquiera en Suecia o en Islandia. ¡Y
qué mujeres! Las primeras en sus terrenos respectivos. Lejos de las mujeres-florero
de los gobiernos peperos (tocinos, matos y báñezes), por no hablar de las
bibianas, mandalenas y leirespajín del señor Zapatero. Estas son unas señoras
de rompe y rasga. Aquí una imagen significativa.
Pero, sobre todo, este señor me tiene ganado desde que puso
a Borrell al frente de Exteriores. Mientras mantenga ahí a Borrell, tiene todo
mi apoyo; creo que es la persona perfecta para revertir la opinión que se tiene
de nosotros en el extranjero después de años dejando que los del PRRRRU-sés
extendieran sus insidias a diestro y siniestro. Sobre todo, siniestro. Además,
este señor tiene una larga trayectoria en diversos Ministerios en los que tengo
amigos que se deshacen en elogios sobre su paso por el cargo. Ya sé que Sánchez
está en una minoría precaria. Pero yo espero que aguante todo lo que pueda. Al
fin y al cabo se trata de hacer una ficción, como si tuvieran mayoría holgada. Ellos
proponen leyes progresistas y buenas para el pueblo. Y vienen sus
impresentables compañeros de viaje y se las tumban. Pues la gente, que no es
tonta, se dará cuenta de quién está trabajando para el país y quién se debe a
dogmatismos y prejuicios ideológicos que les impiden actuar de otra manera.
Por otro lado, el relevo en el PSOE hay que unirlo al cambio
en la jefatura del PP. No sabemos cómo va resultar Pablo Casado, pero, joder,
por lo menos es joven y no tiene barba rancia ni camina sacando los codos como
pollo perseguido. A mí, si tiene o no un máster, me la trae al pairo. Es un tipo
joven y ya va siendo hora de que dejemos paso a las nuevas generaciones. En ese sentido, la foto que más me gusta de lo sucedido en los últimos días es la que les
voy a dejar de despedida, publicada hoy en los medios. Ya saben que el rey Felipe ha recibido en su palacio
a las diferentes autoridades de la comunidad balear. Entre ellos al President
del Parlament. El tipo se llama Balti Picornell y es mecánico ferretero y
carpintero de estructuras metálicas. Esta foto me ha alegrado el día. Esto es mucho mejor que lo de los daneses birreros. Es que veo la foto y me entran ganas de
salir a la calle dando aturuxos y saltos de pinchacarneiro. El futuro ha
llegado, señores. Y vienen tiempos apasionantes. Hagan por no estropeárselos a
sí mismos con prejuicios y sesgos ideológicos del pasado. Que tengan una buena semana.
Uf, pues no sé qué decirle. Me gustaría compartir su entusiasmo por Sánchez, pero no todo lo que está haciendo me parece presentable. A Franco tal vez habría que dejarlo tranquilo para que no resucite. Y lo de acoger a los náufragos del Aquarius viste mucho, pero ha desatado un efecto llamada que ya se está viendo.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con el comentario anonimo. Lo del efecto llamada sobra y suena mal. No esta argumentado y me ofende porque puedo ser idiota pero no me gusta que me traten como tal. Y lo de Franco me parece que no lo resucita ni Fanny McNamara, que se está dejando el pellejo para conseguir que el tipo ese resucite
ResponderEliminarSiento mucho el apasionamiento de mi comentario anterior, pero es que yo quiero que resucite Viriato y le meta una paliza a los romanos, eso si, verbal, no a pedradas.
ResponderEliminarBueno, contesto colectivamente los tres comentarios anteriores. Ya sabéis que me encanta que unos lectores contesten a otros (siempre con educación y manteniendo la fiesta en paz). Aquí cada uno es libre de expresar sus opiniones y de enmendarle la plana a otros lectores, y también a mí, por supuesto. Lo que ya riza el rizo es lo de enmendarse la plana a sí mismo, como haces tú querido Mariano.
ResponderEliminarLos temas de fondo. Lo de Franco deriva de un acuerdo del Congreso del mes de mayo. El PSOE propuso que se trasladaran los restos de Franco y recibió el apoyo de Ciudadanos, Podemos y diversos grupos de la cámara. Sólo se abstuvieron el PP y ERC, los primeros porque lo entendieron como un brindis al sol y los segundos porque es un asunto que no afecta a su país (imaginario), sino a otro, el país vecino, escolti, a mí no m'embolique que yo soc catalá. La cosa es que se aprobó sin un solo voto en contra. Y, tras la moción de censura, el señor Pedro Sánchez se ha encontrado con una petición en ese sentido del Congreso al Gobierno. Y ha dicho: ¿me lo piden? Pues adelante. Puede incluso que se utilice este tema para distraer al personal de otros de más enjundia y hasta que se use para pulsar cuánto apoyo tiene el nuevo Gobierno en según qué temas. Franco no va a resucitar, eso se lo puedo asegurar; la gente joven no sabe ni siquiera quién fue.
En cuanto a los inmigrantes, el primer lector lo que hace es reflejar la opinión que se está propalando desde una cierta derecha, apoyada en la prensa afín. Si tiene o no efecto llamada, se verá a medio plazo.
Un abrazo a ambos, este es un foro abierto en el que se anima a que entre quien quiera y diga lo que le parezca. Y recuerden que yo, como administrador, puedo borrar los comentarios que quiera.
El Roto es el mejor sociólogo del siglo. Yo tuve recortado y a la vista aquel dibujo de un tipo con una camiseta que decía "No tengo perro. Muerdo yo mismo".
ResponderEliminarEl Roto es una referencia ideológica para todos nosotros. Yo tengo varias de sus viñetas pegadas en la nevera y no me canso de verlas de nuevo.
Eliminar