Bueno, mi anterior post ha
causado sensación entre mi público femenino, especialmente por las fotos de la
posible primera dama USA mostrando sus encantos sin velados ni disimulos. La
polémica tiene varios frentes abiertos. Algunas de mis lectoras me acusan de contribuir al machismo imperante que nos inunda, por publicar semejantes fotos. Otras me hablan del puritanismo que
supone semejante exhibición en el marco de la campaña electoral y su uso como
arma contra Trump. Por último están las que proclaman que hay que ver qué mal
gusto tenemos los hombres en cuestión de mujeres y que cómo es posible que nos
vuelvan locos esas chicas esqueléticas con tetas seguramente implantadas.
Vayamos de atrás a adelante comentando estas opiniones.
Respecto a esto último, es cierto
que los patrones de belleza priman ahora un tipo de mujer que parece de
plástico, súper delgada, siempre encaramada en unos tacones imposibles y con
retoques quirúrgicos muchas veces bastante desagradables, sobre todo los que
afectan a los labios. Las mujeres reales no son así y yo lo admito y tengo mis
propios códigos de belleza. No sólo eso sino que creo que, si un día me
encontrara con una de esas mujeres irreales, me sentiría muy intimidado. Pero,
sentado esto, no me negarán que también hay mucha envidiosa, dicho esto sin
ánimo de ofender a ninguna de mis queridas seguidoras. Les voy a poner un
ejemplo de lo que quiero decir, con una anécdota real.
En 2008, se estrenó en Madrid la
película Shine a light, un documental
firmado por Martin Scorsese sobre una serie de conciertos que los Rolling
Stones dieron por diversos pequeños teatros de ciudades norteamericanas. Los
Stones ya solían dar por entonces macroconciertos en estadios, pero eligieron
ese formato precisamente de acuerdo con Scorsese, para poder situar muchas
cámaras en los teatros y filmar de cerca a los músicos sin trampa ni cartón.
Ese año estaba yo sin pareja de ningún tipo y fui al cine acompañado de dos
amigas. Nos sentamos en nuestras butacas (yo en el centro) y vimos la película,
que es muy buena. A lo que voy. Las dos chicas estuvieron calladas toda la
proyección, excepto en un momento concreto. Se trata de la escena en que
irrumpe por sorpresa Christina Aguilera y le da réplica a Mick Jagger.
Durante toda esa escena, mis
amigas estuvieron intercambiando opiniones negativas sobre Aguilera, sin
cortarse por mi presencia entre ambas: Qué tía más fea, ¿no?/y qué mal que
canta/y encima ese vestido que lleva/¿y el peinado? ¿te has fijado? Les faltó un pelo para decir que seguramente tenía mal aliento. Al final, una de las dos
concluyó: nada, una tía petarda y desagradable, mal vestida, con un peinado
horroroso y que no se sabe por qué la sacan a escena porque ni canta, ni baila ni na. No sé si mis dos antiguas amigas siguen mi blog pero, si es así, podrían dar fe
de la escena, porque al final de la película se lo recriminé: ¿Pero cómo es que
sois ustedes vosotras así de brujas, que os habéis lanzado como cuervos a
criticar a la única mujer que sale en toda la película?
He de añadir que Christina
Aguilera no está entre mis preferencias musicales, pero reconozco que tiene un
vozarrón importante y un saber estar en escena que la ha llevado a donde la ha
llevado. Y una cosa más: desde 2008, Aguilera ha engordado mucho, porque come
lo que le da la gana y ahora también recibe críticas por eso: hay que ver, se
podía cuidar un poquito, etc. En fin, les voy a poner el vídeo de la escena en
cuestión, para que juzguen ustedes mismos. Es cierto que las dos voces solistas
no están muy conjuntadas, se nota que no han ensayado apenas, pero esa era la idea de Scorsese: mostrar el directo
del rock sin aditivos. Y pueden ustedes vosotras opinar lo que quieran, pero la
irrupción de Aguilera en escena es espectacular, su presencia es impactante y seguirle el rollo a todo un Mick Jagger
como se lo sigue es, cuando menos, meritorio.
Ya ven a qué me refería. Hay
mucho machismo en el mundo, cierto. También entre las mujeres a veces. Corramos
un tupido velo, que no quiero meterme en líos, y pasemos al tema del puritanismo.
Pues aquí sí que les doy la razón. De hecho, el New York Post es un periódico
bastante de derechas, muy del entorno del Partido Republicano, y el mensaje implícito
de la publicación de esas fotos en su portada es: qué escándalo. A mí en
realidad, lo que me llamó la atención es el uso y abuso del pixelado para
ocultar las llamadas partes pudendas
de la señora. El objetivo del movimiento Free
the nipple es precisamente conseguir que los pezones de las mujeres dejen
de estar incluidos entre las partes que una mujer no debe enseñar, como sucede
con los de los hombres. Ese es precisamente el significado del adjetivo pudenda, la parte que da pudor
enseñar (una vez, hace mucho, me afeité el bigote y andaba por ahí súper
avergonzado, como si se me estuviera viendo el culo: me lo tuve que dejar otra
vez enseguida).
Es decir, que, además de
puritanismo, hay fariseísmo, porque se pretende escandalizar al lector, pero a la vez se le escamotea el motivo del escándalo. Así es el mundo en el que vivimos. Menos mal
que existe el sentido del humor, que lleva a gente a crear fotos como la de la
señora Trump con el marido pixelado,
un marido que es una verdadera parte pudenda. He de aclarar que, en mi nivel de ignorancia informática,
yo no sé pixelar un trozo de una foto. Todas las imágenes del post anterior me
las he bajado de Internet; estaban en distintas páginas y lo único que me puedo
atribuir es el haberlas ordenado en esa secuencia, como soporte del chiste, que
me vino a la cabeza cuando vi la masa de píxeles bajo el peluquín.
Bueno, y para rebatir la
acusación de machista sólo puedo hacer una cosa. Traer al blog un ejemplo
contrario. Y me lo ha suministrado una información de La Voz de Galicia, en
estos momentos la que encabeza el ranking de noticias más leídas de ese diario
coruñés. Resulta que en la Feria del Albariño que estos días se celebra en
Cambados, apareció un tipo en pelota picada, únicamente vestido con un sombrero
panamá, una camiseta verde sobre los hombros y unas zapatillas deportivas. El sujeto
estaba departiendo tranquilamente con sus amigos, tomándose algún vino y
fumándose un cigarrito. Pero aparecieron los puritanos y los envidiosos, como
siempre. Puritanos y envidiosos que procedieron a llamar a la Guardia Civil,
que vino a la carrera. Detuvieron al tipo, que resultó ser B.P. (otra forma de fariseísmo
esto de las iniciales), natural de Melide y que dio negativo en la prueba de
alcoholemia que le hicieron, se ve que no le dio ni tiempo a tomarse la primera
taza.
Y aquí a la izquierda tienen la
foto publicada en La Voz de Galicia, con las partes del sujeto debidamente
pixeladas. Parece que al tipo lo van a acusar de escándalo público lo que
conlleva una simple multa, pero que los del atestado están investigando si
había niños en el entorno, lo que podría empeorar la acusación. La noticia del
nudista de Cambados parece que estos días ha sido la protagonista del ruxe-ruxe de todas las ferias y romerías
de mi tierra. Y hay distintas opiniones, como se ha podido constatar en la Telegaita. Alguna gente piensa que el tipo no hacía daño a nadie y que, el que no quisiera verlo, que no mirase. ¡A lo mejor venía de la playa, hombre! –decía cargada de razón una señora con un pañuelo sobre la cabeza. ¡O de pescar lorchos con trueiro, arre carallo! –terciaba un pailán con boina, al que le faltaban dos dientes.
Yo, la verdad, no acabo de entender ese afán de ocultar unas
partes de nuestra anatomía, que no sorprenderían a nadie, porque todos y todas
las tenemos iguales. Me parece que esto son resabios de la antigua censura. Y
¿dónde ponemos el límite? Porque ya saben que las musulmanas no es que no
puedan mostrar los pezones, es que ni siquiera pueden enseñar los tobillos. Así que,
como lo prometido es deuda, les dejo con la imagen al natural del bueno de
B.P. Un auténtico bodegón. Verán que no tiene nada que no tengamos los demás. Ahora, en vez de
machista, a lo mejor me llaman maricón.
Sean felices.
Al paisano da gloria verle por lo tranquilo y natural y a Cristina, más. No le veo más pero que el que se come a Mike por las patas!
ResponderEliminarAmiga, eres la pistolera más rápida del vecindario, casi no había acabado de repasarlo y ya ha entrado tu comentario. A mí también me parece que Christina se lo come a Jagger con patatas. Por cierto, el saxo que les da soporte es el gran Bobby Keyes, que se murió hace como año y medio. Llevaba tocando con los Stones desde los setenta. No somos nadie
EliminarEl pollo con las noblezas al aire debe de estar ganando una apuesta y además es un tipo muy seguro de sí mismo, ¡qué naturalidad, pardiez! Decía mi tío Emilio que el buen jodedor, poca picha y mucho cojón; y éste alardea, claramente.
EliminarPues, ahora que lo dices, a lo mejor era por una apuesta, y el buen hombre se ha sacado más de lo que le van a poner de multa. Por cierto, me ha dicho un amigo que sabe de lo que habla, que nunca me llamarían maricón por poner la imagen de alguien con tan escueto instrumento; que a los gays les gustan mejor dotados (como los bomberos de La Coruña), comentario en la línea del tuyo. A mí la foto me hizo tanta gracia que no había reparado en las proporciones poco áureas de las partes nobles del tipo.
EliminarBesos.
Mi querido amigo. Le remito un enlace que viene a su post como picha al culo. http://www.elmundo.es/deportes/2016/08/09/57a90a57e2704eeb2b8b45f1.html
ResponderEliminarClaramente se demuestra que las partes pudendas varían según la cultura del país, en Egipto, por ejemplo, son todo el cuerpo excepto la cara y las manos.
Magnífica reflexión sobre ese feminismo hipócrita que nos invade. Que razón tenía Maggie Thatcher cuando soltó: "Puede que sea el gallo el que canta, pero es la gallina la que pone los huevos..."
Un abrazo desde Loja City.
Querido amigo, la expresión "como picha al culo" (nunca mejor dicha) me suena a típicamente galaica, aunque a lo mejor me equivoco y viene más del lado de Loja City. Los finos como yo decimos "como anillo al dedo", ya ves qué cursis semos.
EliminarLo de la competidora egipcia de voley playa con burkini, es bastante lamentable, pero tienes razón que demuestra esa diferencia de culturas.
No conocía la frase de Thatcher, pero podría llevarnos a cambiar el tradicional refrán (gallo que no canta, algo tiene en la garganta), por este otro: gallo que no canta, algo tiene en la polla.
Un abrazo, meu.
Tio, yo ni sospechaba que la Cristina Agüilerra, como la llama Mick, fuera tan buena. Es que realmente se lo come. Me han entrado ganas de ver la peli.
ResponderEliminarChristina Aguilera es una de las grandes voces americanas del soul blanco. Aquí estaba guapísima, para mi gusto. Ahora se ha puesto como un botillo. En cuanto a la peli, es puro Scorsese: conciertos en pequeños teatros, muchas cámaras rodando a la vez y un trabajo de montaje sobresaliente.
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