Vaya, no es por presumir, pero… Bueno, qué coño, la verdad es que sí es por
presumir, para qué lo voy a negar. Quiero decir que, igual que reconozco que
como pronosticador soy un desastre, tendrán que admitir que en ocasiones
demuestro una cierta intuición para anticiparme a los acontecimientos. Por
ejemplo, en el famoso asunto de los pedos del señor Draghi (posts #2 y #5), más de año y medio
después, la amenaza de deflación ha sacado otra vez de su ostracismo a este
esquivo caballero italiano, que se ha visto obligado a tirarse una nueva bufa, con perdón. ¿De qué otra forma
calificarían ustedes su última y comentada declaración? Lo que ha venido a
decir este señor es que, en caso de que fuera preciso adoptar medidas de
inyección de dinero, recompra de activos tóxicos y otras similares, lo haría y
no le temblaría la mano.
Estas medidas son en definitiva
las quantitative easing que llevan
aplicando los americanos desde que empezó la crisis (post #212), y los remedios que también han implementado (joder, qué
palabro) los japoneses y los británicos. Y las que aplicaríamos nosotros si
tuviéramos aun la peseta. Y las que la señora Merkel no permite en su Unión
Europea, salvo caso de necesidad por estar en peligro la supervivencia del
tinglado. La declaración de Draghi es poco más que una simple bufa, pero ya
saben que, cuando Draghi se tira una bufa, baja la prima de riesgo. Ya les he
dicho también que el hecho de que la prima se desplome y nosotros sigamos igual
de jodidos, viene a demostrar que, cuando llegó a los 600 puntos, la cosa no
era tan grave y peligrosa como nos dijeron; que se trataba de magnificar la
amenaza para aprovechar y calzarnos unos recortes que, sin el terror previo, no
hubiéramos tolerado. Todo esto de la prima de riesgo era un bluff, una simple
añagaza (joder, qué palabra más hermosa) para llevarnos al huerto, más bien, erial socioeconómico en donde nos tienen ahora, cautivos y derrotados por
los ejércitos del capital.
Otro tema en el que habrán de
reconocer que me anticipé, es el de Ucrania. En el post #208, escrito el 3 de diciembre, explicaba yo lo que se estaba
jugando en ese país del Este, aunque he de admitir que no creía entonces que
las tensiones estratégicas que amenazaban con desgarrar ese inmenso y castigado
territorio, fueran a estallar tan pronto y de forma tan brusca y dramática. Por
último, lo que está empezando a pasar hoy en Brasil, también lo anuncié como
posible en los posts #224 y #226,
allá por el mes de enero. Hasta aquí me he citado a mí mismo seis veces y he estado a
punto de ponerles eso de pinchar AQUÍ, pero he preferido señalar los números de
post, para que quien quiera los busque en el lado derecho del Blog. No se lo
voy a dar todo masticado y digerido. Cualquiera de los seis posts que les cito
es de lectura interesante, siempre en mi opinión. Hala, ya no presumo más.
Quedémonos en Brasil. La contestación contra el Mundial surgió hace
tiempo en Sao Paulo y se extendió a todo el país. Al frente del gobierno, la
señora Roussef (por cierto antigua guerrillera del grupo antifascista COLINA,
en los sesenta), está tan acojonada que, según sus propios datos, ha desplegado
a 160.000 policías y militares para garantizar la seguridad de los eventos en
las doce sedes, y se ha gastado 20 millones de euros en material militar, una
inversión que duplica la comprometida por Sudáfrica, con ocasión del Mundial
anterior. Un esfuerzo económico y de personal que se empleará en defender a los
ricachones de la FIFA de la justa ira del pueblo al que esos mismos efectivos
deberían proteger. Tal vez hubiera sido más conveniente invertir la mitad en
seguridad, como en Sudáfrica y, con los diez millones restantes, construir escuelas
y hospitales, esas minucias que reclama la población más necesitada de un país
con unas desigualdades tremendas. ¿Que es un argumento demagógico, me dicen? No,
no. No lo creo. A lo mejor lo sería si dijera que no se celebrase el Mundial y
se empleara todo el dinero en trabajar para la igualdad social. Yo no digo eso.
Yo digo que sería más razonable invertir mitad y mitad. No soy un radical con coleta,
ya saben que soy un jodido pactista moderado y encima futbolero.
Es que del futbol se aprende
mucho. Por ejemplo, ya les he contado que el Depor subió finalmente a Primera,
a pesar de que sólo ganó uno de los últimos siete partidos. Estaban tan asfixiados
que jugaban contra cualquier panda de mataos
y perdían. Pero sucedía que los equipos que lo seguían en la clasificación
jugaban después y también perdían. No aprovechaban la ventaja que les concedía
el equipo coruñés. Así han llegado a la meta. El Depor delante, por los pelos, y
los otros detrás. El Depor está en Primera, con la puntuación más baja,
históricamente, desde que se estableció el sistema de que ascendieran los dos
primeros clasificados de Segunda. ¿Por qué les cuento todo esto? Pues porque
veo una analogía con la situación política nacional. El PP no lo ha podido
hacer peor. Ha desmontado el estado de bienestar hasta extremos impensables
hace tres años. Ha recuperado la religión en los colegios y promovido una Ley
del Aborto de Gallardón que nos pone a la cola de Europa. Y muchas más cosas. Aquí
tienen uno de los múltiples anuncios que circulan por Internet.
Muy bien. Cualquiera pensaría que los demás partidos adelantarían fácilmente al PP en la carrera hacia las próximas elecciones (locales y autonómicas). Pero ¿qué hacen estos partidos? Pues, como los rivales del Depor, jugar después y perder por goleada. Desaprovechar la ventaja. Rajoy les estaba poniendo a huevo la victoria en las elecciones de los próximos diez años. Pero, como sigan así, mucho me temo que vuelvan a perder. El que avisa no es traidor. ¿De verdad ven ustedes al PSOE con capacidad de generar algún líder que conecte con el personal y gane alguna de las próximas elecciones? Por no hablar del gallinero del señor Cayo Lara. Podemos empieza a descomponerse y cae presa de sus propias contradicciones fundacionales: ahora sale nada menos que el Círculo de Enfermeras (que no de Lectores) a disputarle el liderazgo a Pablo Iglesias. Como no espabilemos, nos vuelve a ganar el PP en todas partes, porque además cuenta con la posibilidad del apoyo cantado de los Upeydeiros en donde les haga falta. Pero nada: nosotros encelados con la República y el referéndum, abducidos por una flauta de Hamelín no muy diferente de la que siguen los catalanes.
Ya hablaremos del rey y la sucesión
en textos post-eriores, que esto iba de furgol y estoy casi acabando y apenas
he hablado de furgol. Entre renglón y renglón estoy viendo el partido inaugural
Brasil-Croacia, aunque bien es cierto que lo tengo sin sonido. El gran notición
del día en el universo del futbol es que Cesc Fábregas se vuelve a Londres.
Gran tipo este Fábregas y muy buen futbolista. No sé si conocen su historia.
Nacido en un pueblo que no recuerdo, recala en el Barça de juveniles y empieza
a trabajar. A los 16 años suceden dos cosas en su vida. Sus padres se separan y
los ojeadores del Arsenal londinense le ofrecen un contrato. Yo no digo que las
dos cosas tengan relación, juzguen ustedes por sí mismos y que cada uno piense
lo que quiera. Con 16 añitos, el chaval se planta solo en Londres, sin saber una palabra de inglés. No se va, como hacen algunas figuras, con novia, padres, cuñados, etc. Pero sigue trabajando y aprendiendo.
Tras un año en los juveniles del
Arsenal, el entrenador francés del club, Arsene Wenger, lo sube al primer
equipo. Y se convierte, con 17, en titular y en el ídolo de la grada que,
domingo tras domingo, entona unánimemente su nuevo cántico: Fabregás, Fabregás, he’s only seventeen, but he’s better than Roy Keane.
Roy Keane era en ese tiempo el orgulloso líder del Manchester United, rival del
Arsenal. Con 21 es ya el capitán del equipo. Va a la selección y participa
decisivamente en la primera Copa de Europa y en el Mundial de Sudáfrica. En las
celebraciones del Mundial en Colón, su amigo Pepe Reina, micrófono en mano, lo presenta
como el empanao más empanao de todos los que conoce.
Fábregas tiene de empanao sólo la
mirada. A poco de llegar a Londres se echó una novia, Carla, que le duró siete
años, hasta que conoció a su actual pareja, Daniella, una libanesa guapísima
doce años mayor que él, por entonces casada y con dos hijos.
Y entonces empiezan a darle el
coñazo desde el Barça: que se venga para casa, que él es catalán, que tiene que
apoyar al equipo de su tierra (más que un club: un puticlub, como se ha visto
en estos últimos años), que qué pinta él en Londres, que tiene que estar con los suyos y apoyar el proceso colectivo en el que andan todos embarcados. Le ofrecen el oro y el moro y le convencen de que se
tiene que ir a Barcelona. Daniella se va con él, mientras tramita su divorcio,
esperando encontrar una ciudad cosmopolita, mediterránea y acogedora, como era
Barcelona hasta que la han estropeado los paletos.
Tres años después, en esta irreconocible Barcelona chata y provinciana, a Fabregas no le quieren. Un tipo tan cosmopolita como él no tiene sitio allí. Le silban en el campo y le ningunean en la calle. Y por eso se va. Vuelve a su querida Londres. El lugar donde ha sido más feliz. Daniella ha ganado su demanda de divorcio y se ha quedado con la mansión familiar. Una casa lujosa, que espera a la pareja. Y, sobre todo, una ciudad libre, abierta, sin los ruidos del nacionalismo.
Tres años después, en esta irreconocible Barcelona chata y provinciana, a Fabregas no le quieren. Un tipo tan cosmopolita como él no tiene sitio allí. Le silban en el campo y le ningunean en la calle. Y por eso se va. Vuelve a su querida Londres. El lugar donde ha sido más feliz. Daniella ha ganado su demanda de divorcio y se ha quedado con la mansión familiar. Una casa lujosa, que espera a la pareja. Y, sobre todo, una ciudad libre, abierta, sin los ruidos del nacionalismo.
Esa es mi interpretación, como
siempre sesgada y partidista. Aquí no se informa, aquí se opina. Mis textos están
compuestos de dos cosas: datos (ciertos) y valoraciones sobre esos datos. Los datos pueden creérselos. Las valoraciones
son mías, no tienen por qué compartirlas. Brasil ha ganado, como era de esperar, y yo me voy a
dormir. Que descansen.
Totalmente de acuerdo con lo de Cesc, el nazional-catetismo no tiene enmienda. Por otra parte querido amigo, tenemos la suerte de contar la liga que viene con nuestro Deportivo en primera, cosa que hace un año se me apostaba imposible, es más, hubiese jurado que nos íbamos al pozo de la 2ªB. A disfrutar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo del Depor ha sido decisivo. Si no llegamos a subir este año, al que viene las hubiéramos pasado canutas: Betis, Osasuna, Zaragoza, Mallorca, Valladolid, Sporting. Sin embargo en Primera, tendremos al Eibar, Rayo, Granada, Almería, Celta y algún otro que puede quedar por debajo de nos.
EliminarJoder, Groucho, échale un ojo al post 253. Es el tercero de una serie sobre la aceleración y terminaba mandándote un abrazo. Es que vi el vídeo de los de Rancid, que van tan velliños como nosotros, y se me representó la imagen de la reaparición de Water de Caballeros.
Pues eso, un abrazo fuerte.