miércoles, 3 de junio de 2020

948. Pataca minuta

Hace unos días les conté que había decidido bautizar con este nombre un plato que me hice para cenar con los restos de la merluza a la gallega cocinada dos días antes, a la manera de la ropa vieja que se hace con las sobras del cocido. Escribir en un blog es en cierta forma una manera de cocinar. De cocinar conceptos, de sofreir borradores, de estofar reflexiones, de salpimentar razonamientos, de aliñar ensaladas de ideas. En algunos guisos es básico dejarlos tapados con un paño para que reposen y los hay que están mucho mejor al día siguiente. Así que hoy les voy a elaborar un texto con restos de mis textos recientes, espero que sepan disculparme, ya van a ver que estoy bastante ocupado en este final rush del confinamiento.

Empezaré por unas cuestiones técnicas. Para escribir este blog utilizo la página blogger.com, que es bastante mierda, entre ustedes y yo. Más de una y más de dos veces he estado a punto de mandarlos a la chingada y pasarme a wordpress.com, que es más seria, elabora mejores estadísticas y permite una mejor gestión del blog. No me cambio nunca finalmente, un poco por pereza, otra por la incomodidad que podría suponer a mis lectores hasta que se acostumbraran a los cambios y sobre todo, porque me sirve para lo que quiero: escribir textos, añadir links, fotos y vídeos y hacer todo eso en un formato que me diseñé yo antes de publicar mi primer post, incluyendo tipos y tamaños de letra, espaciado de los renglones, márgenes, colores de la página, mapa de etiquetas y todo lo demás.

Bien, pues hace ya meses que me vienen dando el coñazo con que han confeccionado una nueva interfaz. Miren, si no saben lo que es una interfaz, déjenlo, me da una pereza de la hostia explicárselo y total no les va a servir para mucho. El caso es que, cada vez que abría la página para escribir una entrada nueva, me salía un primer letrero que decía: ¿No quiere usted probar la nueva página blogger.com? Hágalo y podrá disfrutar de sus ventajas. Yo siempre pulsaba una pestaña que rezaba: más tarde. Aunque les confieso que un día entré por curiosidad y comprobé que las cosas que fallaban en la conformación original, seguían igual de deficientes. Yo creo que esto de cambiar la interfaz de una página que lleva más de 20 años funcionando, es la consecuencia de una ocurrencia de algún filósofo o psicólogo de empresa, que no tiene mejores cosas de que ocuparse. Ya saben: cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo, refrán que siempre me ha fascinado.

Ya sabía yo en qué iba a terminar esta amable oferta de mejoras en la página. Hace una semana, el letrero de entrada a la página cambió. Ahora me avisan de que, desde finales de junio, la nueva interfaz aparecerá como predeterminada. Pero no se preocupe, añaden: usted tendrá libertad para seguir usando la antigua si lo desea. Para ello sólo tiene que clickar en la pestaña que aparece abajo a la izquierda. Además, incluye un link con más información. Ya saben que conviene leerse la letra pequeña, y que en medios digitales la letra pequeña se encuentra en esos links con más información. La busqué y encontré lo que no quieren decir en primer plano: a finales de julio eliminarán la interfaz antigua y ya sólo quedará esa fastuosa que han preparado. The brand new interface.

Así que me he puesto a trastear con la nueva herramienta. Hice una prueba y comprobé que no era demasiado difícil escribir y adjuntar fotos y vídeos. Pero en lo de los links, me atasqué. Era ya casi de noche y estaba cansado. Así que me rendí y busqué la página de Ayuda. Allí escribí lo que me pasaba y me fui a dormir. De eso hace ya unos 15 días. Como se podrán imaginar, nadie me ha contestado. Esas aplicaciones de ayuda de páginas mierderas como blogger.com, no suelen responder, probablemente no tienen ni siquiera a una persona atendiéndola, las ponen para quedar bien. Tu escribes, no te contestan y ya no les vuelves a dar el coñazo con tus minucias. Al día siguiente, seguí trasteando y encontré la forma de hacer enlaces a otras páginas mediante un ancla que diga AQUÍ o similar. De hecho, mi último post sobre Perales ya lo hice con la nueva versión de blogger y me quedó niquelao. Solamente una pega: si lo ven ustedes en el móvil, no salen los vídeos. Y ese post sin vídeos es como un beso sin bigote. Intentaré subsanarlo en los siguientes pero, por si acaso, hagan el favor de leer mis posts sucesivos en ordenador o en tablet.

Bueno, el post de Perales ha tenido un éxito unánime, he cosechado toda clase de ovaciones, vítores y aplausos y ha faltado poco para que me lanzaran gritos de Franco-Franco-Franco. Vaya, yo quedé bastante satisfecho, pero tampoco es para tanto. Y aquí vienen algunos de esos restos de los que les hablaba al principio, para componer esta Pataca Minuta. En primer lugar, les diré que cada vez cometo más fallos y les pido que por favor me avisen de ellos, no pasa nada, los corrijo y ya está. En este hubo unos cuantos. Para empezar, los dos vídeos de Perales están separados por tres años, y no por diez, como puse al principio. Más de una vez me ha pillado mi amigo Paco Couto con fallos en las cuentas, así que no es de ahora. Me di cuenta yo solo y procedí a corregirlo.

El segundo error me lo dice un comentarista anónimo. En la escena en que Ana Torrent y las otras dos niñas bailan al son de la canción de Perales, se ve un poster de Clint Eastwood. Si me hubiera dado cuenta me habría venido estupendamente para redondear el texto. Pero el peor es el tercero. Mi amigo JG me escribe horrorizado por Facebook: ¡¡Por favor!! Jordí Sabatés no era el batería de Pic-Nic, era el teclista. Jordi Sabatés es un pianista excelso de jazz, que llegó a tocar con Tete Montoliú. Le contesto que lo he visto en la Wikipedia y lo dice bien claro: batería y teclista del grupo. Me insiste que no, que es pianista. Encuentro uno de los pocos vídeos que se grabaron del grupo en blanco y negro. Se ve un batería muy joven, con una barbita. Le mando el vídeo a mi amigo y le digo que se parece bastante a las imágenes de Sabatés que hay por Internet, sólo que más joven. Su respuesta: vale, se lo voy a preguntar.

Yo no tenía ni idea de que mi amigo fuera a su vez amigo o conocido de este jazzista veterano de prestigio. JG le envía el vídeo y le pregunta si es el batería de la barbita. Al rato me manda la respuesta del músico, que les transcribo: ¡No! Existe un vídeo más largo de este mismo tema, en que presentan a los miembros del grupo y, cuando sale el batería Jordi Baranger, pone Jordi Sabatés. He intentado corregir este error varias veces, sin éxito. Lo complica el hecho de que, después de esta grabación, yo sí que entré en el grupo hasta su disolución. Esto favorece el error, aunque yo entré de organista y pianista. Bueno, pues aquí queda constancia. Insisto: cuando me pillen en un renuncio, avísenme y lo corregimos.

Otro elemento para la pataca minuta. No sé si se lo van a creer, pero yo apenas conocía las canciones de Perales, con alguna excepción. Llegué a él a partir de la reivindicación de la ternura y con el prurito de llevar un poco la contraria y deshacer esos pre-juicios que tanto me molestan. Busqué datos sobre él, encontré la página Web en la que se anuncian sus conciertos americanos y ahí ya supe que había tema. Después fui buscando hacia atrás, como Pulgarcito con las migas. Y me encontré con la figura de Jeanette, que tuve que simplificar en dos brochazos para que el post no se volviera eterno. Le debo una a esta mujer, que sigue también dando conciertos, cerca de cumplir los 69. Abajo ven su imagen actual.

Jeanette es hija de una tinerfeña que se largó a Londres antes de la explosión de Carnaby Street, los Beatles y Mary Quant. Allí se enamoró de un norteamericano con el que se casó. Jeanette es la hija mayor de una familia que siguió los pasos del padre hasta Chicago y luego a Los Ángeles, donde nacieron sus dos hermanos pequeños. Hasta que la madre se hartó, como la protagonista de la canción Me llamas, se pintó la sonrisa de carmín y se largó a Barcelona con sus tres niños (tenía familia allí). Todo esto explica en parte la forma de ser de Jeanette, ya saben eso de las Leyes de Mendel. Jeanette llegó a Barcelona con 13 años. Y rápidamente conectó con diversos compañeros de colegio que se reunían en un sótano a hacer música. Era una niña muy mona, de ojos verdes y no es descabellado imaginar que la admitieron en el grupo porque alimentaba sus sueños húmedos, ya sabemos lo que es la hormona a esas edades.

Pero Jeanette es muy lista y tiene una personalidad muy fuerte. Convenció a su madre de que le comprara una guitarra, empezó a aprender y, pásmense, fue ella la que compuso el único éxito del grupo Cállate niña. Es una canción de tres acordes, con la que llegó un día al sótano, dejó boquiabiertos a sus colegas y se ganó definitivamente su respeto. Pero el grupo empezaba a ser conocido y eso es algo que demanda mucha dedicación y tiempo. Jeanette empezó a descuidar sus estudios y su madre, que parece que tenía tanta personalidad como ella, se plantó: primero había que terminar el bachiller y luego ya se vería. Entonces le prohíbe continuar con su aventura musical. Y el grupo Pic-Nic pierde su seña más reconocible y acaba como el rosario de la aurora. De todo eso es de lo que huye Jeanette, cuando se casa con un húngaro y se va a Viena. Es una persona inteligente, valiente y con una madre de la que ha heredado su talante nómada, aventurero y de decisiones rápidas.

Jeanette tuvo con su marido húngaro a su única hija, que debe de tener unos 50 años. Y regresó al mundillo musical de Barcelona habiendo vivido todo eso y con un madurez a prueba de bomba a pesar de tener sólo 19 años. No es de extrañar que la canción Soy Rebelde, le pareciera una mierda. Menuda ñoñez: soy rebelde porque el mundo me ha hecho así. No, señor Trabucchelli, a mí no me ha hecho así el mundo, yo soy rebelde de verdad, yo soy lista, tengo personalidad y no estoy para tonterías. Pero el dinero manda y al final Jeanette accede a grabar ese tema, que se convierte en el éxito que lanza su carrera. Debo añadir que la canción Por qué te vas, la compuso Perales exclusivamente para ella, pensada para su voz y su imagen. De hecho, él nunca la canta en sus recitales. Ese era el grado de virtuosismo alcanzado por este señor.

Si llego a contar todo esto en el post anterior, se hubiera convertido en interminable. Pero creo que le debía esta puntualización a Jeanette, un personaje vitalista, positivo, inteligente y resistente, como la señora Maisel, cuya serie les insisto que vean. Vamos con otro ingrediente de la ropa vieja. Samantha Fish. Esta mujer es un verdadero portento de la música. Ya les dije que, después de muchos años de rodar por todas las ciudades americanas con su trío, ha firmado un contrato de los buenos con una discográfica importante. En la gira que estaba dando por Europa cuando llegó el virus, estaba presentando su nuevo disco. Pero antes, grabó algunos vídeos en los estudios Paste de Atlanta. Son fabulosos. Todo en esta mujer es bueno, la voz, la guitarra, la gestualidad, la pasión, la concentración, el virtuosismo. Aquí les traigo de regalo uno de estos vídeos que incluye tres canciones. Les recomiendo que lo vean, para que verifiquen cuánto ha crecido musicalmente esta mujer. 

Podrán observar su nueva formación con una sección de viento y un teclista. Y su imagen menos salvaje, con laca en el pelo. Las tres canciones son fantásticas y las transiciones entre ellas también muy buenas. Esta mujer canta muy bien y ahora es una estrella, que dosifica su virtuosismo con la guitarra en pequeños apuntes de apoyo a las melodías intensas que compone. La melodía y las letras han pasado a primer plano, son la forma de expresarse de una mujer de 31 años en plena madurez creativa, que empezó a tocar la guitarra con 8 años, en una familia en la que el padre la tocaba con regularidad, igual que todos sus amigos. Dice Samantha que, para ella, la guitarra es como una prolongación de su propio cuerpo. Y ella se expresa con todo, con su voz maravillosa, su cuerpo y su guitarra. Su música es pasión, es lamento y es una reivindicación. Un primer tema más soul, un segundo de rock puro y un tercero con tintes hasta de gospel. No dejen de oírlo, si no es ahora, después. Verán que le sigue acompañando su fiel bajo Chris Alexander, que se ha recogido la melena en un moñete y hasta se ha puesto una corbata. 

Samantha representa a esa América que yo amo y que tanto me duele ahora, desgarrada por un nuevo horror racista, en medio de lo peor de la pandemia. Sus 25 principales ciudades llevan varios días sometidas a toque de queda, ley marcial que en inglés curiosamente se llama curfew, expresión que proviene del francés couvre-feu. Aprendí a decirlo en todos los idiomas en Sri Lanka, donde me tocó sufrir más de uno. En los Estados Unidos está resurgiendo una vez más un problema que nunca se resolvió y que tiene ya harta a toda la comunidad afroamericana y a la parte de la sociedad que no es racista. Basta ver algunas imágenes como estas. La primera es una performance en pleno Times Square. Las otras hablan por sí solas.



Por qué se ha montado esta vez. Una historia tremenda. En Minneapolis, un negro pacífico llamado George Floyd va a un supermercado a comprar tabaco y paga con un billete de 20 dólares. El empleado lo pasa por la máquina y resulta ser falso. Le pide a Floyd que le devuelva el tabaco, pero este no quiere, dice que no tiene otro billete y que se lo han dado en el banco. Entonces el empleado llama a la policía local. Floyd se queda por allí remoloneando con dos amigos en un coche aparcado. Llegan unos primeros policías, entran en la tienda, salen, se van al coche y sacan a estirones a Floyd, para esposarle, entre las protestas de sus amigos. Todo esto está grabado en las cámaras de seguridad de tiendas y bancos cercanos. Después llega otra pareja de polis que son los que le tiran al suelo y uno de ellos le pone la rodilla en el cuello. Ya todo el mundo está grabándolo con sus móviles. Y aquí la transcripción de lo que va diciendo Floyd en esos 8 minutos y 46 segundos espantosos:

Es mi cara hombre
No he hecho nada grave, señor
por favor
por favor
por favor, no puedo respirar
por favor, hombre
por favor, alguien
por favor, hombre
No puedo respirar
No puedo respirar
por favor
(inaudible)
hombre, no puedo respirar, mi cara
solo levántate
No puedo respirar
por favor, una rodilla en mi cuello
No puedo respirar
mierda
Voy a
No me puedo mover
mamá
mamá
No puedo
mi rodilla
mi cuello
No aguanto más
No aguanto más
Soy claustrofóbico
me duele el estómago
me duele el cuello
todo me duele
dame agua o algo
por favor
por favor
No puedo respirar, oficial
no me mate
me van a matar, hombre
dale, hombre
No puedo respirar
No puedo respirar
me van a matar
me van a matar
No puedo respirar
No puedo respirar
por favor, señor
por favor
por favor
por favor, no puedo respirar”

Después ya no se oye nada, pero el animal del policía sigue aún un buen rato oprimiendo con su rodilla la garganta de un muerto. Ahora díganme si esto no es para que se monte la que se ha montado. Encima, con un presidente que lo que hace es encender más la llama con sus bravuconadas, sus amenazas y sus declaraciones destempladas. Se los va a comer con patatas a todos esos comunistas que están protestando, dice. Y luego, cuando las manifestaciones cercan la Casa Blanca, se esconde en el bunker que tiene debajo. Supongo que tendría papel higiénico suficiente en su escondrijo, porque a todos los defectos que ya le conocíamos, tenemos que añadir el de cagón. La situación es grave como la pandemia. Ayer circuló por Whatsapp un vídeo en el que el director de cine Spike Lee hablaba hace tres años sobre lo ocurrido entonces en Charlottesville, no condenado inicialmente por Donald Trump, aunque luego se vio obligado a rectificar. El discurso podría haber sido dicho hoy mismo.

Pues eso mismo digo yo: what the fuck's going on? ¿Qué coño está pasando? Lo que sucede en USA eclipsa cualquier otro tema y me ha jodido también mi pataca minuta. Les diré para terminar que, una vez pasado lo peor del confinamiento y aunque yo voy a seguir bastante encerrado, tal vez no pueda mantener el ritmo de un post cada tres días. Se me viene encima un montón de trabajo. Hemos de analizar a la carrera los 20 proyectos de Reinventing Cities, para poder preparar el jurado que ha de reunirse a finales de mes a elegir a los finalistas. Y encima tengo que hacer la declaración de Hacienda, que el virus se ha llevado por delante al vecino que me ayudaba a hacerla los últimos años a cambio de 50 euros. Voy a estar unos días un poco agobiado, procuraré sacar tiempo para ir escribiendo algo en el blog, pero no les aseguro la misma regularidad. Sean prudentes, cuídense y mantengan la calma. Y que tengan buen día.

6 comentarios:

  1. Lo de Perales me parece muy bien, pero como decían en una tienda de ultramarinos de Vigo cuando pedías algo que no tenían, yo también te digo: "no trabajamos ese género". Tampoco es que sea como BB King que en una entrevista venía a decir, aunque de otra manera, que él era como un médico cardiólogo, sólo se dedicaba a un órgano y no atendía al que venía con hepatitis. Pues eso, yo, aunque no sea especialista, hay dolencias que no trato.
    Lo de nuestros admirados Estados Unidos es una pena. Lugar contradictorio, fundado como espacio de libertad sobre los ideales que dieron también lugar a la Revolución Francesa y levantado sobre el exterminio de los nativos y el trabajo de los esclavos. Creo que su sistema imperial se encuentra en decadencia y sólo le queda el poder militar con el que puede seguir dando muchos disgustos pero no puede hacer que el país sea próspero sino todo lo contrario. Lo cuenta bien Paul Kennedy en Auge y Caída de las Grandes Potencias. También tiene el mismo fondo la carta de Carter a Trump en la que dice cómo China los adelanta sin meterse en ninguna guerra, mientras ellos no han tenido un día sin estar en guerra. En qué invierte China mientras Estados Unidos gasta en guerras.
    P. S. Me encantan los boleros: Olga Guillot, Lucho Gatica, Armando Manzanero.

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    1. Estimado Paco, gracias por tu comentario como siempre. Perales tampoco "es de mi negociado", pero me parece una buena persona y un tipo al que se debería de dar un reconocimiento. Aznavour en Francia era un héroe. Por cierto, yo de boleros sé casi lo mismo que de la música de Perales, quitando algunos de letra inolvidable.
      Lo de los USA es lamentable. Lo que pasa es que esta vez todo el mundo ha podido ver filmada la agonía de un tipo pacífico, asesinado ante las cámaras de los móviles. Y la respuesta está siendo tremenda. Yo pongo velas a San Benitiño de Rabiño (que es el que te gusta) para que Donald Trump no repita en noviembre.
      Mi amigo Diego Moreno, que vive en Tijuana y contempla el imperio desde la terraza de su casa, lleva años pronosticando el fin de ese imperio, como terminó el de los romanos y todos los demás. Yo siempre pensé que era más un deseo que un pronóstico, pero empiezo a creer que está en lo cierto. Los chinos vienen fuertes y tienen un presidente más presentable (a pesar de Hong Kong y lo demás).
      Un abrazo.

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  2. Entiendo que el tema de los yanquis le ha eclipsado a todo lo demás. Tal vez eso le ha impedido incluir algunas moralejas. Por ejemplo: no hay que fiarse de la Wikipedia. Muchas veces esta página, en la que cada uno puede cargar la información que quiera, incluye datos falsos o poco contrastados. La Wikipedia no es la Biblia.
    O esta otra: la digitalización ha empeorado la calidad de determinados servicios. Si usted se atasca con la nueva interfaz, no tendrá a quién recurrir, salvo al típico amigo informático o sobrino enterado que más o menos vamos conservando todos. Los servicios de ayuda están muchas veces diseñados para que te desahogues, se te pase el pronto y luego, cuando ves que no te contesta nadie, te desanimes y te refugies en el nihilismo analógico en el que estamos ya algunos.
    Además de eso, creo que debía haber aclarado que en performance de Times Square, la gente se tira al suelo con las manos a la espalda para emular al pobre George Floyd, que pasó su calvario de casi 9 minutos con las manos esposadas a la espalda.
    Gracias.

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    1. Estoy de acuerdo en todo lo que dice. La Wikipedia es de muy poco fiar, y la atención al público ha empeorado con los sistemas informáticos. Sin duda. Lo del significado de la performance ya lo ha precisado usted y se lo agradezco. En todas las manifestaciones que se están celebrando por el mundo hay gente que se tira al suelo con las manos atrás y grita "no puedo respirar". Es tremendo.
      Un abrazo también para usted, de esos que no podemos darnos todavía.

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  3. Fabulosa Samantha, qué descubrimiento. Gracias por dárnosla a conocer.

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