Hoy los tiempos adelantan, que es una barbaridad
Versión libre de un verso de La Verbena de la Paloma
Bueno, yo lo tenía así en mi
memoria y resulta que lo que canta en esa zarzuela el personaje de Don Hilarión
es hoy las ciencias adelantan que es una
barbaridad. Zancadillas que te pone la memoria para que te escorromoñes contra el suelo y hagas una
cita en falso. Pero a mí me viene mejor lo de los tiempos. Porque esto cambia
de un día para otro. Solamente miren que yo llevaba desde el 26 de enero
publicando una entrada cada tres días, con regularidad kantiana, únicamente alterada
un día en que publique dos posts: el 4 de abril en que me pilló la muerte de
Luis Eduardo Aute cuando ya había publicado un texto esa mañana. Ya ven: hasta el ritmo de mi blog se rompe. Ya se lo anuncié en el post precedente, en donde les expliqué
las razones. Pero es que, en estos tiempos, hasta lo que parecía más inalterable, se modifica.
Vivimos momentos de realidad
líquida, como definió Bauman, en la que el tiempo ha pasado a ser una variable
más de la ecuación. Una de las características de nuestro tiempo es la
aceleración. Todo fluye, nada permanece, ha habido que llegar al Siglo XXI para
que Heráclito venza finalmente a Parménides. Las cosas que durante la segunda
mitad del Siglo XX parecían inmutables han saltado por los aires. A principios
de año estábamos tan contentos, sin saber que en la ciudad de Wuhan ya había
aparecido un coronavirus, el séptimo que salta de animales a humanos,
de los cientos que conviven pacíficamente con las distintas especies salvajes.
Celebramos la entrada de año sin saber que ya se estaban empezando a poner muy malitos
los chinos contagiados, todos radicados en el entorno del gigantesco Seafood Central
Market, el mercado de pescado y mariscos de esta ciudad de 11 millones de
habitantes.
A finales de enero yo viajé a La Coruña y a
Pravia (Asturias), sin imaginar que ese sería mi último viaje en mucho tiempo,
tal vez el único del año. A la vuelta se empezó a hablar con preocupación del
virus, pero como algo muy lejano. Como yo estoy atento a lo que va pasando en
el mundo, el 13 de febrero escribí un post que se llamó El Covid-19 y la triste historia del doctor Li. Al día siguiente
viernes fui al teatro a ver una obra cuyo nombre he olvidado, con un duelo
interpretativo fantástico entre Carmelo Gómez y Ana Torrent. Tampoco sabía que
esa sería la última vez que iría al teatro hasta hoy. En la puerta me encontré a
una amiga que sigue el blog, que me felicitó por la historia del pobre doctor
Li. Ambos ignorábamos que no nos volveríamos a ver en meses. Y después
la situación se aceleró y llegó el tsunami que ha arrasado con nuestro mundo,
tal como lo conocíamos.
Ahí se acabó lo de ir a la
oficina y al bar y al cine y a los museos y exposiciones. Nos encerramos en nuestras casas, como las hormigas cuando un
desaprensivo les pisotea el hormiguero, y esperamos temerosos a ver qué
pasaba. Todo muy imprevisto. Ya saben que, como dijo Darwin, en catástrofes y cataclismos imprevistos, no sobreviven los más fuertes,
sino los que mejor se adaptan. Yo estoy sorprendido de lo rápidamente que me
adapté, de lo bien que me lo he pasado durante el confinamiento y de la de
cosas que he descubierto que podía hacer, desde cocinar, hasta
ser un buen jardinero de mi terraza, pasando por recuperar la guitarra y
ponerme el reto de hacer un castillo de naipes de ocho plantas. Pero tengo que decir
que el blog me ha ayudado mucho y quiero darles las gracias a todos mis
lectores por la cuenta que me trae. El blog me ha ayudado a pautar el tiempo, a
organizar mi semana y a tener un empeño, o mejor dicho un afán, que me permitía
sobrellevar la locura en la que estábamos inmersos.
También me ayudó, por supuesto, mi
entrenamiento que he mantenido contra viento y marea. Entre el blog y mis carreras, el transcurso del tiempo parecía cobrar un sentido. Que ahora esté corriendo
por el Retiro y me demore cinco días en publicar un post, son dos signos inequívocos
de que ya estamos pasando a una fase posterior. Respecto al running, les
recuerdo que yo acabé el encierro haciendo 50 minutos de carrera efectiva dando
vueltas por mi casa, cada tres días. La primera vez que salí al Retiro ya pasé directamente al segundo
recorrido más corto de los que tengo medidos en el parque, el de 6,5 kms,
desechando el de 5. El primer día hice 41,50 minutos. En mi segunda salida ya
bajé a 41.05. En la tercera, me encontré el parque cerrado de nuevo. El día
anterior había caído una fuerte tormenta y los carteles anunciaban que el parque
se cerraba para hacer la evaluación de daños. La acera perimetral estaba petada
de corredores, así que opté por volver a casa y completar 50 minutos indoor.
Eso fue el lunes, hace una
semana. El jueves amanecí con lluvia fuerte, así que también corrí en casa. Pero ayer domingo, salí de nuevo al Retiro. Mi marca: 39,44. Estoy que me salgo. Cuando
consiga bajar de 39, me pasaré al tercer recorrido, el de 8 kms. Y ahí me
quedaré. Es suficiente para mi edad y también por si me da por correr alguna
prueba de 10 kms, el día en que las carreras populares vuelvan, fecha que no
se vislumbra en un horizonte próximo. La magnitud de la catástrofe la da, como
ya les he dicho, el mundo del rock. Un dato nuevo muy significativo. El 5 de julio estaba
previsto un concierto del grupo de Boston Aerosmith, en el Wanda Metropolitano,
con todas las entradas vendidas hace tiempo. Ayer, la promotora anunció que el
concierto se pospone ¡al 3 de junio de 2021! Las entradas vendidas valen para
dentro de un año.
Y ya que estamos con el rock, les diré que yo salgo del encierro con un nuevo ídolo: Samanta Fish, que no deja
de sorprenderme. En Youtube hay vídeos de conciertos enteros de hora y media de los
últimos años, que son fabulosos. Y también de sus actuaciones antiguas, con su
trío de blues. He encontrado una información más precisa sobre su carrera. En
2009, con 20 años, grabó su primer disco por sus propios medios. Los
cazatalentos del sello alemán de blues Ruf Records quedaron entonces
impresionados y la ficharon. Y sigue en ese sello. Es decir que su salto desde
los circuitos del blues a los grandes conciertos en arenas y escenarios multitudinarios,
es el resultado de una evolución personal y artística, que su discográfica ha
respetado. Les diré que el mundo del blues en Estados Unidos tiene un mercado
aparte, con un circuito propio, listas de ventas y premios específicos. Es como jugar en una liga de menor caché. En 2012, Samantha fue elegida la mejor artista de blues del año.
Ahora, Samantha juega en primera división,
con su grupo ampliado y sus canciones de registro menos limitado, todas compuestas
por ella, no como en su etapa anterior en que aprovechaba viejos temas del blues más auténtico. Además, se ha cambiado de imagen y usa laca para el
pelo. A mí me gusta mucho lo que hace ahora, pero he encontrado grabaciones de conciertos de su
primera época que son fabulosas. Por ejemplo ésta que les traigo. Es en una pequeña ciudad de Michigan, en 2013. Aún no usaba laca, pero se había teñido de pelirroja, tal vez en busca de una imagen propia, que luego encontraría con ese maquillaje que subraya
las diagonales de su cara. Aquí tenía 24 años, tocaba con la guitarra tuneada del
pescadito y la acompañaban su fiel bajo Chris Alexander y el batería Go Go
Ryan, que ahora no sigue con ella.
Les pido que vean este vídeo. Es un viejo blues perfecto, de libro, compuesto según los cánones, que Samantha estira y exprime hasta lo indecible. La chica ya demuestra tener un
chorro de voz, mucha personalidad y una forma apasionada de interpretar. Observarán que gesticula más que
ahora, se ve que últimamente se ha ido conteniendo. En este vídeo abre la boca a veces como si estuviera en el dentista. Pero el punteo de la guitarra
es sensacional, de una precisión y una nitidez abrumadoras. Esta mujer se conoce a B.B. King y a Stevie Ray Vaughan al dedillo. No es de extrañar que diga que la
guitarra es como una parte de su propio cuerpo. Impresiona que una chica de 24
años sea capaz de hacer esto en directo. Es casi una niña. Observen también que, al principio de la actuación,
un espectador se acerca y le regala una chocolatina (creo que un Mars).
Ella la coge, da las gracias y la muestra al público. Y al final es maravillosa
la alegría que le entra por lo bien que le ha salido el tema, y como la comparte con sus músicos.
En fin, apabullante, supongo que
estarán de acuerdo. Yo salgo del confinamiento totalmente enganchado a esta
mujer, de cuya existencia no tenía noticia antes, porque en España es una
auténtica desconocida que no ha venido nunca a tocar. Un seguidor malévolo escribió en un comentario del blog que lo mío era una evolución lógica, que abandonaba a
Sheryl Crow por una más joven. Le respondí que yo soy partidario del poliamor
(así se llama ahora), y que continuaba siendo fiel a Crow. La verdad es que a
mi admirada Sheryl no le está sentando nada bien esto del confinamiento. Debe
de estar hasta la coronilla de no poder salir de su casa, aunque tenga dos
hijos y un caballo. Empezó grabando canciones por el sistema de videollamada
múltiple, que salían llenas de energía y sentimientos positivos. Pero, en las últimas, es impresionante
la cara de mala hostia que se le ha puesto. Sus músicos tampoco se ríen nada: con
la jefa con semejante careto, cualquiera se atreve. Además, ya ha perdido el rubio, como pronosticamos al principio. Su pelo está pidiendo a gritos peluquería y tinte. Véanla y comprobarán que no
exagero.
Bien, yo estaba encantado con el
encierro y voy a seguir confinado mientras pueda. Creo que lo llaman síndrome
de la cabaña. Hombre, desde luego que echo de menos poderle dar un achuchón
a alguna amiga con la que quede, o a algún colega que me encuentre por la
calle. También añoro tomarme un vermú de grifo en una barra. Y coger mi coche y
salir carretera adelante. Mientras esas actividades estén prohibidas o resulten
peligrosas o imprudentes, no tengo ningún interés en salir de mi casa. Puedo
teletrabajar, puedo escribir en el blog y sólo salgo para hacer compras de
alimentación y correr por El Retiro. Lo demás ya llegará. Pero los tiempos
están cambiando y, el otro día, de pronto, me di cuenta de que se habían
acabado las cacerolas. ¡Qué alivio! Ya debe de hacer unos días. Yo cerraba las
ventanas después de aplaudir para poder estar tranquilo y no me había dado
cuenta.
La verdad es que a Sánchez le va
saliendo bien la jugada. Abascal y el fraCasado habían urdido una estrategia
para desplazarlo del poder, para poder estar al frente del país durante la
reconstrucción y hacerse con los fondos que nos va a dar Europa, que la derecha piensa siempre que va a gestionar mejor. Pero
Sánchez es un trilero y los otros se han dado con un muro. La última sesión de
tortura para prorrogar el estado de alarma, debió de ser el programa de
televisión menos visto de lo que va de siglo. Yo no conozco a nadie que lo
viera. Seguramente fue como el día de la marmota. Abascal sigue una estrategia
común con Le Pene, Meloni y otros. Pero el fraCasado va sin rumbo y no tiene
discurso propio, sólo imita al otro. Ha quedado en evidencia y toda esta
energía que ha desperdiciado en una guerra absurda le va a pasar factura. Acabará
quedándose solo con el campeón de lanzamiento de güitos de aceituna, la
marquesa ácida, IDA y el del bigote. Por cierto, ese récord de lanzar huesos de aceituna más lejos que nadie, no está recogido en el Libro Guiness.
Algunos salimos del confinamiento
diferentes pero, cuando vamos volviendo al mundo, nos encontramos cosas que, como el dinosaurio de Monterroso,
todavía siguen ahí. Y me refiero ahora a los racistas americanos. La
protesta por la muerte de George Floyd se extiende ya por todo el mundo. Las camisetas
con el lema I can’t breath o las cifras 8,46 se ven por todas partes. No sé
si lo saben, pero Bruce Springsteen conduce un programa de radio semanal, desde su encierro en su casa de Ashbury Park (New Jersey). Cosas
del confinamiento. Suele poner música de otros artistas, pero hace unos días, abrió el programa con una canción propia: 41 shouts, un himno antirracista de hace más de 20 años. Y, al acabar, se largó la parrafada que pueden escuchar en el audio que les pongo abajo. Si son
mañosos, pueden encontrar la forma de ponerle unos subtítulos en español.
Bueno, no, déjenlo, mejor se lo traduzco yo. Pero escúchenlo en inglés mientras leen la traducción. La voz del Boss es siempre una maravilla. Sean buenos y cuídense. Aquí la
traducción y el audio prometido.
Ocho minutos… Esta canción que les he
puesto dura casi 8 minutos… Es lo que tardó en morir George Floyd, bajo la
rodilla de un oficial de policía de Minneapolis, que le oprimía el cuello… Es
mucho tiempo el que estuvo suplicando ayuda… Dijo que no podía respirar, pero
la respuesta del policía fue el silencio y la espera… Hasta que su pulso se
paró… Y aún siguió… Esto va para Seattle… para Nueva York… para Miami, Atlanta,
Chicago, Dallas, Philadelphia, Washington, Los Ángeles, Ashbury Park, Minneapolis…
Y por la memoria de George Floyd… Que en paz descanse… Como ya hemos dicho, 40
millones de personas se encuentran sin empleo, más de 100.000 ciudadanos han
muerto por la Covid-19 con la más tibia e insensible respuesta posible de
nuestra Casa Blanca… Todavía hoy, a nuestros ciudadanos negros los mata sin
razón nuestra policía en las calles de los Estados Unidos, por lo que, al empezar este programa, el país estaba en llamas y en medio del caos…
"Todas las noches de un día", se llamaba la función de Carmelo Gómez y Ana Torrent, de la que tu amigo X, un superhéroe de la Covid, hizo una de las críticas más lúcidas que se pueda imaginar: "Una obra muy bien iluminada y muy bien actuada". El racismo es una de las mayores tragedias de la historia de la humanidad y muchos blancos, republicanos incluidos, están negros con su violenta policía y con su espantoso presidente, encerrado en su búnker, según él, para revisar si está todo en orden... A ver si hay suerte y no sale.
ResponderEliminar¡Que tiempos! No me acordaba de la anécdota. La obra transcurría casi toda en penumbra y por eso la opinión del bueno de X cobraba toda su ironía. Parece que haya pasado un siglo y sin embargo hace sólo cuatro meses desde ese día en que nos vimos todos en el teatro.
EliminarLo de la policía USA es tremendo, con los negros, los latinos, los pobres. Mi experiencia es que, si te para un policía, tienes que relajarte y quedarte en stand by. Como noten que estás un poco nervioso o te estás mosqueando con él, entonces estás apañado. Y en cuanto a Trump, yo estoy haciendo fervorosas rogativas a los dos San Benitiños, el de Lérez y el de Rabiño, para que pierda en noviembre. Es lo que se merece y lo que nos merecemos todos.
Lo de Heráclito y Parménides, me supera un poco... Menos mal que luego viene Samantha. Y el Boss, como siempre certero y demoledor.
ResponderEliminarLo de Heráclito y Parménides, lo tiene usted perfectamente explicado en un viejo post mío, que se titulaba "Más sobre el tiempo que fluye". Podría ponerle aquí el link, pero le voy a explicar un camino seguro y, de paso, aprende usted a moverse por mi blog.
EliminarVeamos. Abre usted el blog. A la derecha está el Mapa de Etiquetas. Pincha usted en "Filosofía". Y le abre todos mis posts que tiene esa etiqueta, en orden inverso a su publicación. Verá usted en primer plano uno titulado "Más sobre la nueva soledad". Va bajando usted con la flechita inferior derecha y encontrará estos otros: "Sobre la nueva soledad", "Un decálogo", "Sapiens y el helicobacter", "Cool, calm and collected" y "En una realidad líquida". Al pie de este último, hay una pestaña que dice "Entradas antiguas". Pinche ahí. Encontrará usted otra serie de posts, que empiezan por uno llamado "Los animales también conceptualizan". Debajo está "A Dios para ser bueno le falta una O" y, más abajo, "Más sobre el tiempo que fluye". Ahí tiene todo lo de Heráclito. Está publicado en diciembre de 2014. Impresionado le he dejado ¿no?
No sé donde estaba guardada Samantha Fish, pero a mis años no debería haber perdido tanto tiempo sin saber de ella. En configuración de power trio no he visto cosa semejante desde Steve Ray Vaughan, Taste de Rory Gallagher, Cream y hasta la Jimmy Hendrix Experience. ¡Y además una mujer! Me he pasado ya bastantes horas con sus yutubes recuperando el tiempo perdido.
ResponderEliminarDel Paul Married pienso que no durará dos asaltos. Va a hacerse realidad la respuesta que le dan al que se quejaba a un gallego de que habíamos exportado dirigentes derechistas que no habían dejado hueco desde la guerra: Franco, Fraga, Calvo Sotelo (casi, tres abuelos gallegos), Rajoy. La respuesta fue que teníamos banquillo y a Feijoo ya calentando. Pues sí, para mi pesar parece que va a arrasar en las autonómicas con lo que quedará muy bien colocado para dar el salto a Madrid en cuanto vea posibilidades de triunfo. Lo siento porque está a sus políticas y así tiene la Sanidad y la Educación Públicas bajo mínimos en Galicia. Pero si tienen que gobernar las derechas, que tendrán que hacerlo en algún momento, prefiero primero al PP que a otra opción y dentro del PP prefiero a Feijoo antes que al Married.
Del Boss sólo tenemos que escuchar sus palabras en la Isla de Ellis para ver su categoría humana. Lo he revisado en tu página.
De Samantha no tengo palabras, es de lo mejor que he oído en tiempo.
ResponderEliminarOjalá que el Married dure poco, es un idiota, una marioneta de El del Bigote. Yo sería feliz si el propio PP lo cesara. Y que acabara de concursante en la Isla de los Famosos o en Masterchef Celebrities.
Un abrazo.