domingo, 8 de marzo de 2020

918. En el día de la mujer

Parece obligado referirse a la efeméride del día, que lleva años celebrándose, pero que fue en la conmemoración de 2018 cuando definitivamente explotó y dio un salto de dimensión y de repercusión del que ya no hay vuelta atrás. Ese día yo me infiltré en la mani un poco por ver cómo era, incluso con un cierto prejuicio previo, y salí encantado después de estar un buen rato con las chicas proclamando a voz en grito: ME APRIETA EL CHOCHO, LA TALLA 38, un mensaje cojonudo, que ya no escuché en la concentración del año pasado, más sosa y comedida, a la que también acudí, aunque ni siquiera hice referencia a ella en el blog. Respecto al feliz 8 de marzo de 2018, lo reseñé debidamente en el Post #711, La lavadora, que si quieren pueden repasar pinchando en el enlace anterior.

Este año, voy a hacer mi pequeña contribución a este día insistiendo en una idea que ya he repetido hasta la saciedad: las mujeres van progresivamente ganando territorios hasta ahora exclusivos de los hombres, y lo hacen sin perder un ápice de su femineidad, imponiendo su estilo, su personalidad, sus criterios y su sello a las dinámicas laborales, empresariales o políticas. Y muchas de las que consiguen estas metas tienen un atractivo personal innegable. A mí me parecen súper interesantes las mujeres que se implican en una misión o en un trabajo al que se dedican en cuerpo y alma, empezando por todas las que me rodean en mi entorno laboral. Así que vamos a hacer un ejercicio. Yo les voy poniendo fotos de mujeres que han estado recientemente de actualidad y, debajo de cada una, les cuento quién es la doña. Obviamente, no se trata de mujeres que se pudieran ganar la vida como modelos, imagino que para empezar les falta estatura física, pero todas están rodeadas de un aura, una suerte de sex-appeal, que las hace muy atractivas, al menos para mí. Aquí la primera.



La mujer de la izquierda, según miran, es nada menos que Tatiana Tibuleac, la escritora de moda, la autora del libro más premiado de los últimos meses: El año en que mi madre tuvo los ojos verdes, del que les reproduje en el blog sus dos párrafos iniciales, ciertamente brutales, en los que el narrador, una especie de animal de pezuña, agresivo y despiadado, hace una descripción somera de su madre. Tatiana es moldava, 42 años, se gana la vida como periodista y vive en París. La mujer que aparece a su lado con el pelo blanco es su traductora al español, Marian Ochoa de Eribe y la foto está tomada en San Sebastián, adonde ambas acudieron a recibir alguno de los premios que han conseguido en el último año. Siguiente foto.


Esta hermosa joven, es desde hace dos meses la primera ministra de Finlandia (la foto corresponde a la ceremonia de su toma de posesión). Se llama Sanna Marin, tiene 34 años y ostenta algunas marcas. Es la persona más joven que ha ocupado ese cargo en toda la historia de Finlandia. Se trata de la tercera mujer que llega a ese puesto en su país (la primera lo hizo por unos meses en 2003 y la segunda apenas un año en 2010-2011). Además, ahora mismo, es la segunda persona más joven que gobierna un país de la ONU (la primera entre las mujeres), sólo por detrás del austriaco Sebastian Kurz, que tiene 33. Por el camino ha sido ya alcaldesa de Tampere y Ministra de Transportes y Comunicaciones en el anterior gobierno. De familia muy modesta, estudió Empresariales con beca en la Universidad de Tampere y es militante del Partido Socialdemócrata Finés, en el que lidera su rama más a la izquierda, partidaria entre otras políticas de acoger al mayor número de emigrantes posible. Su perfil recuerda al de Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, de la que ya ha aparecido foto y breve perfil en el blog. Seguimos.


Esta joven se llama Elena Schlein, italiana de padre estadounidense y madre italiana. Elly, como se la conoce, tiene 34 años y pertenece al partido político Possibile, un pequeño grupo de izquierda esencialista. Con su grupo, encabezó una coalición de partidos minoritarios de izquierda, que en diciembre se presentó a las elecciones al parlamento de la región de Emilia Romaña, en las que dio la gran sorpresa al derrotar al favorito, el facha Matteo Salvini. Antes de eso estuvo una temporada en la tierra de su padre en donde se curtió en tareas políticas participando como voluntaria en las dos campañas de Obama. Ya de vuelta, se convirtió por cuatro años en europarlamentaria en Bruselas representando también a una coalición de pequeños grupos de izquierda. Tal vez piensen ustedes que no es una mujer guapa, pero a mí me parece muy atractiva, cierto que tiene una nariz importante (por eso he buscado una imagen suya frontal, que la favorece) pero, qué quieren que les diga, a mí las narigonas siempre me han resultado particularmente sexis. Vamos con la siguiente.


Para que no me digan que las busco a todas jovencitas. Aquí tienen a la nueva y flamante presidenta del Senado de España, Pilar Llop. A pesar de su apellido catalán, es madrileña, 46 años, del barrio de Bellas Vistas. Estudió derecho, es juez especialista en cooperación internacional y en violencia de género, militante del PSOE, casada, con una hija, ha sido parlamentaria de la Asamblea de Madrid y fue propuesta como senadora por dicha Asamblea. Se muestra dispuesta a aguantar el tipo en el Senado, en donde ha declarado estar preparada para gobernar la nave por entre el mar agitado de una legislatura previsiblemente convulsa. Veremos lo que dura. Superado el tema de la edad, pasamos a una mujer decididamente mayor, que ya ha aparecido en el blog.


La han reconocido, supongo. Se trata de Nancy Pelosi, 79 años, fotografiada con el mazo que la identifica como presidenta del Congreso de los USA. Licenciada en ciencias políticas, lleva muchos años en primera línea, se significó como una de las personas públicas más airadamente críticas con la guerra de Irak, desde antes de que comenzase, desde los tiempos en que nos vendieron aquella proto-fake-news de las armas de destrucción + IVA. En las elecciones USA de media legislatura, su partido el Demócrata recuperó el control del Congreso y fue elegida para presidirlo. Desde ese puesto ha desarrollado una tarea implacable de control sobre el presidente, si bien se opuso hasta el último momento a que se votara su impeachment, por considerar (como así ha sido) que nunca triunfaría y que Trump saldría de él reforzado.

Siguiendo este recorrido un poco aleatorio, aquí les he puesto una foto de Raquel Roca. Es la autora de un libro que ahora mismo se vende como rosquillas, titulado Silver Surfers. Así es como llama esta señora a los mayores que siguen en plena forma mental y laboral, surfeando la situación, activos y divirtiéndose: surfistas de plata. Me identifico bastante con esta definición, aunque yo, por edad, más bien debería ser Golden Surfer, lo mío es un caso aparte. Esta mujer, cuya edad no conozco, aunque le calculo unos 40, es periodista, experta en comunicación, dirige un máster de Gestión del Talento y destaca sobre todo como conferenciante (cuenta con varias TED Talks que pueden encontrar por ahí). Su tesis es que, en un mundo cada vez más envejecido por la tendencia demográfica dominante, los mayores que permanezcamos activos vamos a ser los que cortaremos el bacalao. Si quieren saber algo más de esta señora, les pongo el link a un artículo muy largo sobre ella, que publicó la revista digital Ethic en octubre pasado. Yo supe de su existencia por este artículo en el que me vi bastante reflejado, y que pueden leer entero, en diagonal, a trozos o hasta que se cansen. El link está AQUÍ.


Y he dejado para el final el plato fuerte. ¿A que no saben quién es esta guapísima mujer? Ya se lo cuento. Se trata de Marilyn Mosby, 40 años, nada menos que la Fiscal del Estado de Maryland, en ejercicio en la ciudad de Baltimore, una urbe de tradición gangsteril, cuyo mundo criminal se describe en detalle en la serie de TV The Wire, considerada por muchos como la mejor de todas las series. Marilyn desempeña ese cargo desde 2015 y lleva desde entonces empeñada en investigar casos de procesos penales amañados, que resultaron en condenas firmes a personas inocentes. Ha logrado ya sacar a la calle a unos cuantos ciudadanos injustamente presos, pero su nombre saltó definitivamente a la prensa en noviembre pasado, cuando logró que se revisara el caso de tres adolescentes negros condenados en 1983 a cadena perpetua por un crimen del que siempre se proclamaron inocentes. Los adolescentes son ahora cincuentones que tendrán que adaptarse a vivir en libertad.

AQUÍ pueden leer la información de la BBC sobre la puesta en libertad de estos tres señores tras ser declarados inocentes a petición de la Fiscalía del Estado. La última noticia del caso: Mosby ha conseguido que el gobierno del Estado de Maryland apruebe la concesión de una indemnización a cada uno de los tres de 2,9 millones de dólares, que se les irán dando en forma de sueldo a lo largo de 30 años. Y ha declarado que, aunque eso nunca pueda compensar el daño que se les ha hecho, algo ayudará. Abajo una foto de la salida de prisión de estos estupefactos caballeros, cuya vida, tras 36 años entre rejas, ha dado un vuelco espectacular gracias a Marilyn Mosby, esta espectacular fiscal, casada y con dos hijas, que se ha tomado su cargo en serio y está haciendo justicia con una entrega y una diligencia imbatibles.


No hay mucho más que decir. Ustedes pensarán lo que quieran, pero yo tengo claro que las mujeres están llegando a puestos de poder y que las que lo logran tienen un atractivo especial, puesto que siempre he sostenido en el blog que el físico está muy relacionado con el interior de las personas, que cada uno es responsable de su imagen y que todos llevamos en la cara lo que somos. Y este es mi particular homenaje a unas mujeres que están logrando grandes avances en su lucha. Una lucha que debe continuar, para afianzar lo conseguido y para acercarse aun más a una igualdad que aun esta lejos de ser completa. Hablo, desde luego, de igualdad de derechos, de sueldos, de oportunidades, de consideración social. Y, por supuesto, de seguridad en el espacio público y frente a las agresiones de los machos despechados y violentos. En otros aspectos vitales, por fortuna, los hombres y las mujeres seremos siempre diferentes, menudo aburrimiento si no lo fuéramos. 

Las mujeres tienen una serie de condicionantes físicos que influyen poderosamente en su idiosincrasia: la menstruación, con esa descarga periódica de hormonas que te dejan devastada por unos días, el parto, que es algo tremendo. Y la propia maternidad. Y la capacidad de cuidar, de empatizar, de poner en primer plano las emociones y los sentimientos. Y su sexualidad, tan diferente de la del hombre. Ser mujer es algo duro, que puede resultar extenuante. En ese sentido, les dejo de propina una actuación en directo de Lady Gaga en la que se expresa en toda su crudeza el desgarro de ser mujer. Esta señora, pequeña y no muy agraciada, con historia anterior de anorexia y otros trastornos, cuenta sin embargo con una voz de mezzo muy poderosa y una sólida formación musical. Y una personalidad y una energía admirables.

A pesar de ello, ha debido disfrazarse de puta (con perdón), enseñar el culo, adaptar su cuerpo a la maldita talla 38, ponerse unos tacones imposibles para bailar de la forma exagerada que está tan de moda y hacer una música un tanto desagradable en mi opinión, para llegar a triunfar como estrella del pop (como está haciendo ahora Rosalía, por ejemplo). Pero hace tiempo que Lady Gaga ha llegado a la cumbre y ahora ya hace lo que le da la gana, como demostró en la excelente película Ha nacido una estrella, en donde se destapa como una actriz talentosa y convincente. En esta ocasión, se marca una versión del único éxito (one hit wonder) del grupo Four Non Blondes, What´s up, cuya versión original a cargo de ese efímero grupo hemos traído ya al blog. Esta canción es un himno, con visos feministas, pero en mi opinión de mensaje más amplio y más profundo. Es un verdadero grito existencial, una pregunta al viento: qué coño está pasando, porque están tan mal las cosas.

Es un tema que mucha gente ha versioneado, pero creo que nadie lo ha sentido con la emotividad con que lo desgrana a voces Lady Gaga. Una mujer que ha llegado a donde quería llegar, pero no olvida lo mal que lo ha tenido que pasar. Para interpretar este himno, este grito de rebelión contra las estructuras viciadas del mundo, Lady Gaga no duda en ponerse sobre su atrezzo habitual de diva una vieja chaqueta militar usada y vandalizada. Al final se la quita, le dedica una discreta peineta, la arroja al suelo y le da una patada. Sólo entonces, tras haberse desahogado a gusto, lanza un beso al público, un gesto amable como punto y seguido para seguir con su concierto. Pónganselo en pantalla grande y disfrútenlo. Pone los pelos de punta. Es mi regalo final para ustedes en el día de la mujer. Que tengan una buena semana, a pesar de la presión del virus. Y recuerden: reivindiquemos la ternura. Dejémonos de precauciones higiénicas, de miedos y de profilaxis. Abracémonos y besémonos sin parar. 

  

2 comentarios:

  1. Con la que está cayendo, en primer lugar es de agradecer un texto en el que apenas se menciona el coronavirus. Como mujer, le agradezco su punto de vista, que no es demasiado frecuente entre el personal masculino, y voy un punto más allá. No se si usted es consciente de que todas esas triunfadoras que incluye en su lista, han tenido que hacer un esfuerzo grandísimo para alcanzar sus metas. Para que una mujer llegue a una posición como esas, tiene que ser súper brillante y trabajar como una mula. Habremos alcanzado la igualdad cuando las mujeres, igual que ahora los hombres, puedan tener un camino laboral o profesional o artístico, con un esfuerzo más discreto, sin ser tan brillantes y tan excepcionales. Siendo mediocres, como ahora lo son muchos hombres que se ganan la vida adecuadamente sin agobios. Ser así de brillante toda la vida (y encima tener que ocuparse de la casa y de los niños, y defenderte de los acosadores en el trabajo) es algo verdaderamente agotador. Yo, como mujer, reivindico la mediocridad y la tranquilidad de ser una más en el mundo, sin tener que dejarse la piel en cada empeño, para estar en una buena posición en la sociedad.
    Es lo que pienso.

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    1. Gracias por su comentario. Entiendo su indignación y comparto su opinión de que la mujer necesita esforzarse mucho más que el hombre para llegar a determinados puestos. Pero lo que habría que hacer es exigir a los hombres que se esforzaran lo mismo. Los mediocres y los torpes son muy dañinos para la sociedad, sea cual sea su sexo (yo le sigo llamando sexo, como en las instancias, y no género).

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