Sí, están pesaditos con el
coronavirus de los cojones. No sé ustedes, yo voy cada día en el Metro y no veo
mascarillas, de esas que con la histeria han subido de precio y están más
carillas. Un día vi a una china con una de ellas, imagino que quería llamar la
atención, pero nadie se la prestaba. Vamos allí apretujados como sardinas en
lata, porque el Metro va regular, desde la época en que era consejero el
ínclito Borja Carburante, el rey del asfalto. En el trabajo seguimos a nuestra
bola, en las tiendas también, Jurgen mi peluquero no usa guantes de latex ni
los camareros de los bares. Y ayer, en el Meet Up de Reinventing Cities 2, yo
me harté de dar abrazos a diestro y siniestro, especialmente a las mujeres como
se pueden imaginar, dada mi condición confesa de heterosexual.
Y, ya que estamos con este
asunto, mi post por mi 69 cumpleaños ha tenido muy buena acogida por el lado
masculino de mi auditorio, mientras que apenas he registrado feedbacks por el lado femenino. Ellas
sabrán. No sé si es que les ha parecido mal y no me lo quieren decir para no
quedar de puritanas y pacatas, o, por el contrario, les ha encantado pero no
quieren proclamarlo muy alto, para que no las tachen de putas y viciosas, que
el mundo no está tan avanzado como se creen algunos y hay que ser prudente.
Si no me dicen nada, no puedo saber por dónde van los tiros. Tampoco me
preocupa demasiado. Yo escribí lo que escribí porque me apetecía y me parecía
oportuno dada la fecha. Y la literatura es así. La reacción del lector es
imprevisible. Ahora he aprendido a subir figuras que se mueven y aquí tienen una que me hubiera venido muy bien para el post de marras. Pero el día de mi cumple todavía no sabía hacerlo.
Pero volvamos al virus. Los médicos se han hartado de dar recomendaciones que, por cierto, son las mismas que se les dan a los niños en las guarderías y escuelas cada año: que estornuden y tosan en el hueco del codo, si es que no tienen a mano un kleenex de un solo uso, y lavarse las manos todo el rato con agua y jabón. Y ahora se añade lo de no tocarse la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca. Tal vez esto es lo más difícil, porque algunos tenemos la mala costumbre de tocarnos la cara todo el rato. Con ánimo de contribuir a la información, evitando las fake news y la intoxicación whatsappera, se me ocurrió esta tarde hacer lo que se llama un tutorial, para que la gente entienda cómo se debe estornudar ahora. El resultado, que no fue el esperado, lo pueden ver abajo.
Pero volvamos al virus. Los médicos se han hartado de dar recomendaciones que, por cierto, son las mismas que se les dan a los niños en las guarderías y escuelas cada año: que estornuden y tosan en el hueco del codo, si es que no tienen a mano un kleenex de un solo uso, y lavarse las manos todo el rato con agua y jabón. Y ahora se añade lo de no tocarse la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca. Tal vez esto es lo más difícil, porque algunos tenemos la mala costumbre de tocarnos la cara todo el rato. Con ánimo de contribuir a la información, evitando las fake news y la intoxicación whatsappera, se me ocurrió esta tarde hacer lo que se llama un tutorial, para que la gente entienda cómo se debe estornudar ahora. El resultado, que no fue el esperado, lo pueden ver abajo.
Oigan, que yo lo he hecho con
toda mi buena voluntad. Respecto a esto del coronavirus, se me ha ocurrido una
cosa que nadie ha dicho en la prensa. Veamos. La gran explosión del asunto en
Europa fue en el norte de Italia, como saben, la zona de Milán y Turín. Y algunos
de los primeros casos en España brotaron en la zona de Valencia. Se dijo
entonces que el asunto provenía de los aficionados del Valencia Club de Fútbol,
que se desplazaron a Milán para ver jugar a su equipo en San Siro contra el Atalanta, que por
cierto les metió una paliza regular. El caso es que ese partido se jugó el
19 de febrero, el día de mi 69 cumpleaños. Y ahora se ha descubierto que el
primer muerto por el virus en España fue un valenciano, el 12 de febrero. Y
digo yo: a ver si ahora resulta que todo ha sido al revés. Que el virus surgió
en España y se lo llevaron a Italia los seguidores del Valencia. Nadie lo dice
en la prensa, así que yo me callo.
El supermartes no sufrió ninguna
interferencia con esto del coronavirus y ha resultado una verdadera escabechina
de candidatos. Tal como yo lo veo, la cosa fue como sigue. Sanders iba
destacadísimo y encima se vino arriba y se descolgó con unas declaraciones alabando
la política sanitaria y educativa de Fidel Castro (justo lo contrario de lo que
le pedía Paul Krugman en el artículo que les di a leer en el post anterior).
Entonces el establishment del Partido Demócrata dijo: hasta aquí hemos llegado.
Se puso en marcha y movilizó a sus fontaneros, influencers y barones diversos.
La primera consecuencia: Buttigieg tiró la toalla, como ya se contó en el post
anterior. Lo mismo hizo Amy Klobuchar, que anunció su retirada pidiendo el voto
para Biden. Entonces se dieron cuenta de que Buttigieg no había pedido lo mismo a sus
seguidores, y le presionaron de todas las formas. Ahora se ha sabido
que el propio Obama en persona le telefoneó para pedirle que rectificara sus
declaraciones, a lo que el bueno de Pete se negó.
La cosa era que se retiraran
todos los candidatos del sector moderado ANTES del supermartes, para forzar un
golpe de efecto importante para Biden. La jugada les salió redonda. Biden se ha
llevado 10 de los 14 estados en liza, entre ellos Texas, Virginia, Massachusetts
y Minnesota, en donde era favorito Sanders. Y ahora es Biden el que encabeza los
sondeos y la lista de delegados confirmados. Sanders se mantiene segundo gracias a su victoria
en California y otros tres estados. Hay una cosa clara: a Buttigieg, Klobuchar
y algunos de los candidatos zombies que quedaban, los presionaron para que se
retiraran antes del supermartes. En cambio, a Elisabeth Warren nadie le dijo
nada en ese sentido. Interesaba a los cuadros del partido que esta señora
siguiera todo lo que pudiera, incluso hasta el final, por ver si le hacía un
sanchezmato a Sanders.
En cuanto a Bloomberg, pues ha
sido un bluff. Un Bluffmberg. Ya me lo temía yo. En los debates se le vio
dubitativo y bastante flojo. Yo creo que lo de este señor no son los debates
con mucha gente. Tiene una voz de volumen muy bajo y, a los que nos pasa eso,
nos desempeñamos muy mal en ese tipo de foros. Yo me vengo arriba cuando tengo
una audiencia escuchándome y me dan un micrófono. Ahí saco mi vena de showman. A
Blomberg lo vi yo sobre un estrado en la fiesta del congreso de Nueva York y
era el rey del cotarro. Sin embargo, en los debates no daba la talla y todo el
país lo vio. Resultado: consiguió ganar en el territorio asociado de Samoa. Un
lugar donde seguramente no se enteraron mucho, porque están todo el día dándole
al ron y meneando el culo al ritmo de los ukeleles. No pasa nada, se ha gastado 500
millones de dólares en su minicampaña, pero eso es calderilla para él.
También este fracaso demuestra que la sociedad americana no es tan tonta como se creen algunos. Que no puede llegar un millonetis a última hora tratando de venderles la burra. En su anuncio de retirada, estuvo claro y preciso: yo me apunté a esta carrera para ayudar a que Trump no fuera reelegido y ahora me retiro para ayudar a que Trump no sea reelegido. Y pidió el voto para Biden. Si lo hubiera hecho antes del supermartes, el efecto hubiera sido aun mayor. Pero a este nadie le presiona. Por último, la senadora Warren se ha retirado por fin esta mañana y ya sólo quedan Biden y Sanders. La siguiente cita, el martes que viene, con otros seis estados. Entre ellos el de Washington, en el Pacífico norte, donde está Seattle. Allí Sanders puede reducir algo su desventaja. De cara a la Convención que elegirá al contrincante de Trump lo tiene crudo, pero él va a seguir luchando: lo lleva en el ADN. Vean una foto de Biden celebrando su victoria.
También este fracaso demuestra que la sociedad americana no es tan tonta como se creen algunos. Que no puede llegar un millonetis a última hora tratando de venderles la burra. En su anuncio de retirada, estuvo claro y preciso: yo me apunté a esta carrera para ayudar a que Trump no fuera reelegido y ahora me retiro para ayudar a que Trump no sea reelegido. Y pidió el voto para Biden. Si lo hubiera hecho antes del supermartes, el efecto hubiera sido aun mayor. Pero a este nadie le presiona. Por último, la senadora Warren se ha retirado por fin esta mañana y ya sólo quedan Biden y Sanders. La siguiente cita, el martes que viene, con otros seis estados. Entre ellos el de Washington, en el Pacífico norte, donde está Seattle. Allí Sanders puede reducir algo su desventaja. De cara a la Convención que elegirá al contrincante de Trump lo tiene crudo, pero él va a seguir luchando: lo lleva en el ADN. Vean una foto de Biden celebrando su victoria.
En cuanto al supermiércoles, pues
fue bastante exitoso. Reunimos unas 60 personas para los viajes en autobús y unos
110 en la sala para el evento principal. Entre los oradores, una chica italiana
que se llama Costanza y que es la emisaria del grupo C40 en todos los Meet Ups
que se celebran por Europa. Nos dijo que, por ahora, es el mejor de todos los
que ha presenciado. La verdad es que, en los tiempos que corren, con el
coronavirus por ahí pululando y lo ocupada y apresurada que está la gente todo
el día, conseguir tener a 110 personas en día laborable entretenidas de 9 de la
mañana a 16.30, es algo bastante meritorio. Me tocó hacer de presentador y una
de las cosas que dije es que hay que reivindicar la ternura, tal como dijo la
premio Nobel de Literatura de este año, Olga Tokarczuk, en su discurso de
aceptación del premio. Que no nos engañen con eso de que no nos podemos besar
ni abrazar por el virus. Yo prediqué con el ejemplo y me harté de dar abrazos durante todo el día.
Hay que recuperar la ternura, pero no sólo con los familiares, amigos y conocidos, sino también con los desconocidos. Sólo eso puede salvarnos de las diversas crisis que nos afligen. Y, por supuesto, también el amor. El artista Ramsés Morales Izquierdo, ha publicado en
Facebook el dibujo que ven abajo, El amor
en los tiempos del coronavirus, un homenaje al cuadro Les amants de Magritte de 1928. Con él y su mensaje les dejo.
Lo suyo con los vídeoselfies es ya de auténtico virtuoso. Y, no sé si ya se lo han dicho, pero con un cierto aire a Sánchez Pollack (Tip)
ResponderEliminarGracias. Lo de Tip no lo había pensado. Y, tal como va evolucionando la cosa, tal vez no sea muy adecuado este videoselfie. En cualquier caso, el sentido del humor no se debe perder ni en los peores escenarios.
EliminarLo de Sanders es inexplicable. Se ha pegado un tiro en el pie, para consternación de su equipo. Increíble en un tipo tan listo y tan carismático. Unas declaraciones tan inoportunas se explican de alguna de estas maneras: 1ª) Bernie está cansado de la interminable campaña y se encuentra mayor para el desafío. 2ª) Más probable: Está feliz en su papel de conciencia de América y deja en la estacada a la progresía que lo venera. Es desolador, es un error y es un horror: Van a dejar que el payaso repita en la Casa Blanca.
ResponderEliminarComparto la opinión de tu anónimo seguidor sobre tus videoselfies. Bien traída la similitud con Tip, a mí no se me había ocurrido, tal vez porque físicamente no hay parecido, pero sí, el estilo evoca los absurdos y divertidos chascarrillos de Pollack.
Te veo muy frívolo con el CoVip19, fíjate, los riojanos están pensando en prohibir los funerales... Pero está bien que tú mantengas los abrazos contra viento y marea, guárdame uno bien grande para la primera ocasión.
Ese abrazo está garantizado. Lo de Sanders es un síntoma de una cierta rigidez y de la pérdida de frescura de sus propuestas, en relación con las de su irrupción hace cuatro años. Lo importante es que todos los sectores que ahora se están enfrentando entre ellos, hagan tabla rasa cuando quede un solo candidato demócrata, y lo apoyen sin reservas. Veremos qué va sucediendo.
EliminarLo del virus es una ruina, tocaremos madera para salir indemnes.
El zapato con el tacón es muy bonito. Resulta hipnótico. Ya que ha aprendido a subir cosas como esta, a ver si lo mantiene.
ResponderEliminarEn realidad, yo ya sabía cómo subir estos gadgets animados. El problema es que no hay muchos que te salgan al camino y vengan a cuento con un tema determinado. En cambio, fotos y vídeos hay para elegir.
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