En
fin, hablo de pipirrana, porque ya me quedan pocos recursos para nombrar estos
textos en que se habla de muchas cosas cruzadas, en ocasiones relacionadas
entre sí y otras veces ni eso: ya he utilizado Cabos Sueltos, Cajón de
sastre y varios otros, además de algunos refranes como A razón de catorce, siete a la media o, el mejor de todos: Al que nace gordo, tontería que lo fajen.
Hoy inauguro la parte de símiles culinarios que es bastante extensa y
da mucho juego: ensaladas diversas, pisto con huevo, paella de mariscos, arròs
amb fresols y naps, escalibada, esqueixada, ratatouille y algunos más. Así que
este post va a ser una pipirrana y su ingrediente principal serán unas
cuantas fotos seleccionadas, que expresan mucho más que cualquier texto.
Empezaremos
por el caos que se ha montado con los resultados del caucus de Iowa,
en donde están todavía con el recuento, en un estado de poco más de 3 millones
de habitantes. Mira que les insisto continuamente que España es un país
cojonudo, organizado y adelantado. Pero no me creen. Joder, que aquí hacemos
unas elecciones generales, se cierran los colegios a las 20.00 (en Canarias a
las 21.00) y dos horas después empiezan a salir datos fiables, que en tres
horas (a las 23.00) están virtualmente cerrados. Pues en Iowa, pequeño estado
del gigante yanqui que todavía ostenta el primer lugar del ranking económico mundial (aunque
ya siente el aliento chino), llevan 24 horas contando votos, seguramente por los dedos, sin lograr
cuadrar los datos. Y los partidarios de los diferentes candidatos están ya
aburridos y hartos de esperar, con la duda de si van a celebrar una victoria o se van a
venir abajo. Abajo tienen las primeras fotos del caos.
Aquí los partidarios de Elisabeth Warren, intentando descifrar el jeroglífico
Aquí los de Pete Buttigieg, aburridos de la espera
Y aquí los de Amy Klobuchar discutiendo entre ellos.
Hay que decir que un caucus no es lo mismo que unas elecciones primarias. En unas primarias, los candidatos hacen su campaña, con actos públicos en escenarios montados en las plazas de las ciudades y luego la gente acude a votar, como en cualquier elección española. Los caucus son un sistema arcaico, semirrural, consistente en una serie de asambleas en cascada, que se celebran a veces en bibliotecas, a veces en mercados y hasta en graneros. En cada una de estas asambleas se hace una votación a mano alzada y luego se van sumando los diferentes resultados de estas asambleas (que no otra cosa significa la palabra caucus). Yo creo que es un sistema pre-democrático, quizá de estirpe vikinga, o tal vez reminiscencia del sistema de gobierno de la Liga Hanseática, que, tal como ha dicho un comentarista, si se utilizara en algún país africano, sería severamente desautorizado por la ONU.
Aquí los partidarios de Elisabeth Warren, intentando descifrar el jeroglífico
Aquí los de Pete Buttigieg, aburridos de la espera
Y aquí los de Amy Klobuchar discutiendo entre ellos.
Hay que decir que un caucus no es lo mismo que unas elecciones primarias. En unas primarias, los candidatos hacen su campaña, con actos públicos en escenarios montados en las plazas de las ciudades y luego la gente acude a votar, como en cualquier elección española. Los caucus son un sistema arcaico, semirrural, consistente en una serie de asambleas en cascada, que se celebran a veces en bibliotecas, a veces en mercados y hasta en graneros. En cada una de estas asambleas se hace una votación a mano alzada y luego se van sumando los diferentes resultados de estas asambleas (que no otra cosa significa la palabra caucus). Yo creo que es un sistema pre-democrático, quizá de estirpe vikinga, o tal vez reminiscencia del sistema de gobierno de la Liga Hanseática, que, tal como ha dicho un comentarista, si se utilizara en algún país africano, sería severamente desautorizado por la ONU.
Pero
lugares como Iowa son fuertemente rurales y agrícolas y a los rednecks de estas
zonas les encanta mantener sus tradiciones. Iowa es una especie de paraíso blanco,
en donde apenas hay inmigrantes ni población negra o latina. Hace ya dos años y
medio que viajé a Portland, Seattle y Vancouver, cómo pasa el tiempo. Tal vez
mis lectores más fieles recuerden que en la tercera de estas ciudades entré en
un bar al azar en donde tocaban rock en directo y allí confraternicé con un
oriundo de Iowa, que trabajaba como guardabosques y con quien me acabé tomando
una cerveza. Estaba de viaje de novios por la zona, viaje que culminaría
después visitando Minneapolis. Se llamaba Mike y su mujer Emily. Y me los gané
diciéndoles que mi grupo favorito era Creedence Clearwater Revival. Tal vez les
refresque la memoria el selfie que me hice con la pareja.
Está
claro que una imagen vale más que mil palabras. Pero siguiendo el guión de
apoyar este texto en las imágenes, pues les voy a mostrar ahora una muy
significativa: los partidarios del Brexit celebrando su éxito en las calles. No
quiero ofender a nadie, tengo seguidores muy queridos que leen mis textos desde
Inglaterra y me consta que en su día votaron a favor del Brexit, pero no me los
imagino saliendo a la calle a cantar esta triste victoria de la cerrazón. En
todo caso, si les he ofendido, les pido disculpas. Mi sensación es que el
Brexit ha salido adelante gracias al apoyo de hooligans como estos. El auténtico Frente de Juventudes.
Este
tipo de movimientos que dividen a los pueblos por cuestiones lingüísticas o
étnicas, o por historias antiguas que se remontan al Medievo, suelen nutrirse
de apoyos muy similares a los de los equipos de fútbol, un deporte, no lo
olvidemos, que nació precisamente en Gran Bretaña. Una de las satisfacciones
que me está dando el fútbol este año, además de la milagrosa resurrección del
Depor cuando ya todo el mundo lo daba por muerto y enterrado, es asistir
alborozado a la decadencia de los señores Mourinho y Guardiola, que están
haciendo el ridículo a conciencia. El domingo pasado se enfrentaron los equipos
que dirigen, que luchan por no quedar fuera de los puestos altos, porque la Liga
la tiene perdida. En ese partido se dieron este abrazo protocolario,
encarnación viviente del chiste del Roto tras el abrazo Sánchez-Iglesias, en el
que el rótulo del genial caricaturista decía más o menos: La gente creía que se
abrazaban por afecto, pero en realidad se estaban apoyando uno a otro para no
caerse.
Estos
dos personajes me resultan odiosos, desde que se dedicaron a cebar la rivalidad
Madrid-Barça poniendo en peligro el ambiente de la Selección Nacional. Mourinho
es un impresentable, que se definió como persona metiéndole el dedo en un ojo
al entrenador rival. Y encima es un mal entrenador, que sólo sirve para dirigir equipos malos, que salen al campo
conscientes de su inferioridad y tratando de ganar con malas artes. El caso de
Guardiola es diferente. No creo que pueda discutirse que es un buen entrenador,
de los mejores. Pero a nivel personal, a mí me resulta odioso. Creo que esta
foto lo retrata perfectamente.
¿Cómo
dicen? ¿Que le tengo manía porque es independentista? Pues, si ustedes lo
dicen, será por eso. La verdad es que el tema catalán está en un momento
bastante peligroso. Desde las filas independentistas se han dado cuenta de que en
el contexto político actual, la vía unilateral es imposible, porque España es
un país respetado internacionalmente y no van a conseguir que nadie les apoye,
salvo algunos fachas, como los flamencos del N-VA, que forman grupo europeo con
Vox (a ese partido pertenecía la diputada negra que se hizo fotos a diestro y
siniestro con Puigdemont, cuando éste accedió al Parlamento Europeo). Por si
acaso, el tipo se tapaba la boca, para que no pudiéramos descifrar lo que le estaba diciendo a esta atractiva mujer. ¿Tal vez le estaba pidiendo el número de móvil?
Tras constatar la imposibilidad de la vía unilateral, la estrategia de los más radicales es, como ya se
ha dicho en el blog, dar por culo. Pero no dar por culo como un simple pataleo,
sino hacer que la imagen de España se deteriore para que desde fuera entiendan
que está justificado querer marcharse de un estado tan tercermundista y putrefacto. Les salió
perfecto el día en que Rajoy mandó a la policía a dar porrazos a los pacíficos
votantes (por cierto, a más de un pagés le encantaría el sistema de caucus).
Pero Sánchez que, como saben, es un gitano (con perdón) y un tipo muy poco de fiar,
ha logrado ya ganar una primera baza: introducir la discordia entre las dos fuerzas
principales del independentismo. Y ahora les voy a pedir que vean otra foto
más, que es cojonuda.
La
foto está tomada hace unos días, cuando Torra está a punto de hacer una
declaración convocando elecciones, sí pero no, igual que cuando Puigdemont
proclamó la independencia, sí pero no. La estrategia de Torra es clara: echar
el balón para adelante, a ver qué pasa. Porque no tiene ningún sentido esperar
a aprobar unos presupuestos que el gobierno que entre puede cambiar en cuanto
la aritmética no sea la misma que la del
actual Parlament. Pero yo quiero que se fijen en las posturas y la expresión
corporal de estos dos señores, que acaban de formalizar su ruptura. La
disposición gestual de las personas es un lenguaje a veces meridiano. Tenemos a
la derecha a Torra colocando sus papeles con cara de fastidio, como pensando:
hay que joderse, que tenga uno que compartir mesa con un inútil como este y encima
botifler que, a las primeras presiones, agacha como un manso y cede ante el
PSOE. No sé cómo he podido aguantar siendo socio de semejante imbécil.
Pero
peor es aún lo de Aragoneses, en el lado izquierdo. Este señor, ya no es que
rumie resignado para sus adentros su reproche hacia su compañero de coalición recién rota (como Torra). Es que su gesto bordea el asco físico, es que trata de sentarse
lo más alejado posible de Torra; vean la diferente inclinación de sus brazos,
el más extremo tirando de todo el cuerpo hacia afuera y el otro dejándose
llevar. Y, para colmo, la mirada sesgada, como no queriéndole ver de frente.
Vamos, que si no tuvieran las cámaras de fotos y de la tele delante, se podrían
tirar a la cabeza las jarras de agua que tienen a mano y hasta agarrarse del pelo y todo.
Qué
le vamos a hacer, a pesar de los esfuerzos de estos señores, España es un país
muy respetado y con motivo y nadie en el extranjero entiende el anhelo centrífugo de los
catalanes. Mi amigo Werner, con quien estuve unos días en Asturias, me contó
que los grupos de extranjeros que trae a visitar nuestra tierra, se quedan impresionados con
el gran salto que España ha dado en los últimos 50 años. Por ejemplo, los
alemanes alucinan nada más llegar, al ver la Terminal 4. Ellos saben que el
aeropuerto de Berlín empezó la construcción de su nueva terminal al mismo
tiempo que nosotros y no la ha terminado todavía. Pero no sólo los plazos se
han disparado; también el presupuesto, que ya se ha triplicado. Y algunos expertos sostienen que lo mejor en este momento sería demoler todo lo construido. Los alemanes son gente un poco rígida en sus planteamientos técnicos y a veces
se requiere una mayor flexibilidad, como la que tenemos aquí.
Y
además de todo eso, a los españoles nos caracteriza la tolerancia, la
integración de los diferentes y las políticas sociales avanzadas y les voy a
poner un ejemplo. Hace unos meses, el juez titular del Juzgado número 3 de
Teruel, abrió una investigación sobre una red de extorsionadores sexuales que,
entre otros, ha afectado a varios futbolistas y entrenadores conocidos. Parece
que los tipos entraban en los ordenadores de los afectados, cuando estos trataban
de establecer contacto con algunas prostitutas o escorts. Los grababan en situaciones comprometidas y luego
les sacaban una pasta gansa, bajo la amenaza de enviar las grabaciones a sus
familiares y conocidos. Los detenidos son marroquíes y españoles de Valencia.
Pero, a lo que voy. La foto que ilustra la noticia es la que les pongo abajo.
No
es malo el personaje. Seguramente ustedes piensan que se trata de uno de los acusados
saliendo de declarar. O, en el mejor de los casos, alguno de los extorsionados.
Pues no. Están ustedes errados. El joven que ven en la foto es nada menos que
el propio juez titular. Sorprendente ¿no? Este señor es ya famoso en toda
España, en donde se le ha bautizado como El Juez Heavy. Con detalles como este,
los catalanes van de culo si quieren que desde fuera nos vean como un país de
pordioseros y tramposos. Una tierra en la que un señor como este puede ejercer de
juez sin mayores trabas, es un lugar cojonudo. Así que, como esto iba de fotos,
les voy a dejar con otras dos imágenes de este peculiar caballero, que se llama Jerónimo
Blanco. En la primera ven a su ilustrísima dirigiéndose a pie al juzgado
acompañado por una ayudante. La otra, de 2015, corresponde al acto en que se le impuso la medalla al mérito policial, que no es la única que le ha concedido la Policía, entre cuyos agentes es muy querido y valorado. Sean buenos.
Estupendas fotos, de la primera a la última. La mirada del juez peludo mientras le ponen la medalla, y las caras de circunstancias de los presentes son impagables. La foto de Guardiola parece ser en un banquillo del Bernabeu, por eso su cara de asco.
ResponderEliminarPor último, entiendo el mensaje de su cruzada por la recuperación de la autoestima patria. Me parece bien, solamente le digo que tenga cuidado de no caer en la autocomplacencia. Por lo demás, un texto súper-divertido como todos los suyos. Enhorabuena.
Gracias por sus elogios, amigo, y procuraré no caer en la autocmplacencia. aunque ciertamente pienso que vivimos en un país estupendo, visto lo que hay alrededor. No me había fijado en los escudos del Real Madrid en la foto de marras, ahora me explico la cara de asco de Guardiola. Pero para repelús, el que exterioriza en su postura el señor Aragoneses. Me alegro de que se divierta con mis textos.
EliminarMuy bueno tu análisis de los caucus del pleistoceno y sus problemas para hacer un recuento de segundo de primaria. Pero en lo del Brexit, creo que no aciertas del todo, ya me gustaría, ya: La realidad es que el extravagante Boris Johnson ha arrollado en las elecciones simplemente porque ha prometido ejecutarlo. Y creo que no había alternativa, sería prevaricación no cumplir un mandato salido de un referéndum; otra cosa es que el idiota que lo convocó debería estar en el frenopático. Ante la mayoría demoledora del caballero de pelo amarillo, no hay más remedio que aceptar que no sólo los catetos han votado Brexit. En cuanto al juez, menudo hallazgo, es difícil imaginarlo con los faldones y las puntillas que lucen sus señorías en el estrado. Pero hay muy pocos jueces así y el embrollo catalán no mejora precisamente con jueces cerriles, incompetentes e impresentables como Llarena, una pena que el asunto no pueda ir a parar a las manos de Jerónimo. Me he divertido un montón leyendo tu artículo y con tu renovada inquina hacia don Pepito y don José, anda y que les den.
ResponderEliminarQuerida amiga, ya sabes cuánto te he echado de menos mientras estabas en las antípodas y que alegría me he llevado de verte por aquí de nuevo, entre los terrícolas celtíberos. De acuerdo con tus explicaciones y valoraciones del Brexit. Sólo discrepo en una cosa: que le llames análisis a lo que yo he escrito en este post, una simple piedra en el agua para pasar del tema del caucus al fútbol.
EliminarDonde se contaba algo más de fondo era en alguno de los textos anteriores, en los que coincidía bastante con tus ideas: que los británicos habían votado masivamente a Johnson por salir de una vez del atolladero en el que llevaban tres años, porque era el único que proponía un discurso claro al respecto, y todo ello sumado a que Corbyn es infumable.
Lo de los catalanes, me parece que es un tema al que hay que darle tiempo y recorrido, y creo que Sánchez lo tiene claro.
Abrazos sin cuento.
¡Hola Emilio! Un post muy entretenido. Como siempre que comento, siempre hay un pero. Hace cuatro años se hizo famosa esta campaña del colectivo gitano para que quitaran del diccionario de la RAE la palabra trapacero (persona que engaña o hace trampas para conseguir algo) como sinónimo de gitano. Como dicen al final del vídeo, una definición discriminatoria genera discriminación: https://m.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=ZeexUKau0tc#menu
ResponderEliminarCreo que estaría bien que todos dejáramos de usar la palabra gitano en este sentido.
Hola Elena. ¿Qué te puedo contestar? pues simplemente: TOUCHÉ. Tienes toda la razón. Ya era yo consciente de que no era un adjetivo muy pertinente (por eso le puse detrás "con perdón"). Pero es que no encontraba el término alternativo que expresase lo que quería decir. "Trapacero" no es todo el significado que yo buscaba. Tal vez "trilero". En cualquier caso, mis disculpas a quien haya podido ofender y mi promesa de no decirlo más.
EliminarGracias por tu comentario, tus aportaciones son siempre recibidas con interés, porque hacen mejor este blog.