Decíamos en el post anterior que
la situación mundial mejora, al menos en las grandes cifras de la economía
global, aunque eso no garantice un reparto igualitario de la riqueza. Eso es bueno
a nivel nacional, pero no se engañen: la economía de nuestro país no es ningún
modelo. Se crea trabajo, sí, pero en condiciones chinas o eslovacas:
precariedad total y sueldos de mierda. Y, si las cosas están mejorando
finalmente, no se lo podemos atribuir al señor Rajoy que, como sabemos, no hace
nada. La economía mejora o empeora debido a variables supranacionales que no
tienen nada que ver con la actividad presidencial. Desde que el actual titular
se encontró sin mayoría absoluta, esa actividad tiende a cero. Qué se puede
esperar de un presidente que no lee nada, salvo el Marca, que abre cada noche
en la cama, para conjurar el sueño.
La vagancia de este sujeto está
alcanzando niveles nunca vistos. Ahora han nombrado a Guindos para la
vicepresidencia del Banco Europeo, y hay que cesarlo como ministro, pero le han
preguntado que cuándo y ha dicho que tranquilos, que ya se hará, que no hay
prisa por nombrar un sustituto, que su padre le enseñó a proceder despacito y
con buena letra, que no por mucho madrugar amanece más temprano y que ya
nombrará al sustituto cuando convenga. Así que en este, como en otros asuntos,
pasito a pasito, suave-suavesito. Uno puede imaginárselo en la cama, con el
puro apagado en la mesita de noche, el pijama apestando a humo del cigarro,
el Marca desplegado y mascullando entre dientes: y mañana el coñazo del nombramiento.
Y, ya que estamos con Guindos, la
suya me parece una elección muy acertada. Yo creo que este caballero es
consciente de lo costoso que es conseguir un nombramiento para un organismo
internacional, aunque sea, como en este caso, por abandono del contrincante.
Ese fue el error con Rodrigo Rato, que se fue al FMI y se llevó a su flamante
novia, 22 años más joven, y a los tres años va y dimite, porque (sic) a su novia
no le iba bien el clima de Washington. Pero: ¡¡ALMA DE CÁNTARO!! ¿Sabes tú el
esfuerzo que nos costó como país el conseguirte ese puesto? ¿Sabes cuantos
abdominales tuvo que hacer Aznar para poder alcanzar con los zapatos la mesa de despacho
de Bush sin deslomarse?
Y vas tú y te deprimes a los dos
días. Y te dejas barba y dices que a tu chica la perjudica la humedad de
Washington. Que va de sinusitis en sinusitis. Que así no hay quien viva. Joder, a Strauss-Khan le tuvieron que urdir una trampa saducea, porque no lo
despegaban del sillón ni con agua caliente. Y a su sucesora Lagarde la están
atacando por todos los flancos (aquí al lado tienen una imagen que sintetiza
toda la maldad de esta señora). Y va el pánfilo de Rato y dimite él, sin que lo
eche nadie, dizque por motivos
personales. Lo nunca visto. Con Guindos al menos sabemos que eso no va a pasar. Es un tío muy
feo, con una calva reluciente y no parece muy proclive a enamorarse de periodistas y becarias. Y encima dicen que es del OPUS, así que miel sobre
hojuelas. Por cierto, nos quejamos de Rajoy pero, viendo los nombres de la
terna que tenía Aznar en el famoso cuaderno azul, uno se echa a temblar. Rato, Rajoy y Mayor Oreja. Al menos por comparación, hemos de pensar que, por
una vez, el dedo de Dios acertó.
Disculpen que use una imagen que
ya ha salido en el blog, pero es que me parece cojonuda. La cosa es que echo un
ojo a la prensa de estos días y descubro una serie de síntomas inequívocos de que estamos
todos como cabras. Las portadas vienen llenas de noticias que parecen sacadas de
El Mundo Today, pero son reales. Ya contábamos con que el prusés siguiera dando
titulares, pero no hasta estos extremos. Vean la última novedad: dada la
imposibilidad de encontrar una solución a la investidura de Puigdemont, la cupaire Anna Gabriel ha adoptado dos
decisiones. La primera, tomar las de Villadiego, renombrado cantón suizo donde
supongo que habrá llegado bien provista de salchichón de Vich y butifarra para
cocinar las mungetas, aunque no me
extrañaría que fuera vegetariana. La segunda y más trascendente, cambiarse de
imagen, desterrando definitivamente el corte de pelo a tazón, para peinarse
hacia atrás, en una solución estética que la favorece bastante, como ven en
esta imagen comparativa.
El juez ha decidido no reclamar su
extradición a Suiza y me parece muy bien, aparte de que tampoco se la iban a
conceder. Yo prefiero que viva feliz en Suiza y se gaste su dinero en un país
tan caro, que no que la metamos entre rejas y haya que pagarle la comida entre
todos los contribuyentes. Quita, quita. Comida carcelaria que fue calificada
como muy flatulenta por Rull/Turull, una dupla cuyo nombre suena a estribillo
de Lou Reed, formada por dos tipos tan compenetrados que los nombran consellers
a la vez, entran al trullo de la mano y los liberan al unísono. Esta pareja,
que ha dejado pequeña a la de Hernández y Fernández (Dupont y Dupond), está tan
coordinada que no me extrañaría que hayan entretenido sus largas horas carcelarias tirándose pedos armónicos; quiero decir, que
si Rull se tira uno en Do mayor, su compañero puede desde su celda hacerle terceras con un Mi, o terceras menores con un Mi bemol. Combinaciones ambas muy vistosas, salvo que terciara Prometeo Junqueras con su
bordón de sonoridades legendarias y rompiera la construcción armónica.
En cambio, Puigdemont puede
tirarse todos los pedos que quiera en su nueva casa de Waterloo, 550 metros
cuadrados , donde está divinamente, a
pesar de que sólo tiene tres baños, y no catorce como Isabel Preysler. A él le
llega con uno. Lo necesita para recolocarse el pelucón por las mañanas, mirarse al espejo y
pensar: cómo molo, nen. La prensa de estos
días se ha hecho eco de que este buen hombre ha pixelado la imagen de la casa en
el Google Maps. Una precaución innecesaria: los cazurros del Ampurdán que le
siguen no creo que sepan ni encender el ordenador. Y además eso se ha hecho
cuando la foto de la mansión ya ha circulado urbi et orbi. Aquí la tienen, sin ir más lejos.
Pero Puigdemont ha construido su
reino imaginario sobre su dominio de las redes sociales, en donde se camuflaba
como @KRLS. Y debe cuidar ese entorno. Aunque los que le rodean son un poco descuidados, como se evidenció
cuando le sacaron fotos a los whatsapps bíblicos en que se quejaba de que
todos le habían abandonado. Le faltó añadir: ¿Tú también, Toni? El que es un
verdadero chapuzas es el becario que se encarga del Photoshop. Supongo que
conocen la historia, pero por si no. Resulta que, antes de la desbandada, dejó
el grupo la última rata sensata, que se apresuró a abandonar el barco a la deriva del
independentismo: el consejero Santi Vila. Llegado a Bruselas, Puigdemont quiso
colgar en Twitter una foto de su gobierno, con el letrero de El guvern legitim. Pero había que
eliminar a Santi Vila. Es algo sencillo y mucho más antiguo que el Photoshop. Por ejemplo, Stalin, cada vez que se cargaba a
un miembro del Politburó, lo eliminaba enseguida de las fotos.
Pero se lo encargaron al becario
y le quedó como ven abajo. Primero vean la foto original. Debajo está la
retocada, la que colgó @KRLS en Bruselas. Como pueden ver, se han olvidado de
quitar la pierna izquierda de Vila, que asoma ominosamente entre Puigdemont y
Junqueras, lo mismo que la punta de su zapato derecho, que amaga con mostrarse
entre las piernas rotundas del Prometeo catalán.
Pero la noticia más inquietante
de todas nos llega desde la Semana de la Moda en Nueva York, recién clausurada.
En fin, disculpen este inesperado giro argumental, pero supongo que no ignoran
que la moda de rasurarse las mujeres por todas partes, está convirtiendo a las
féminas más deseadas en seres de piel bruñida y reluciente, cual huevo duro recién
pelado. Tradicionalmente se hacía en los sobacos, el bigote (la que lo tiene),
las piernas. Aunque las nórdicas gustan de dejarse su pelusa pelirroja por las
pantorrillas, lo que las hace aun más deseadas. También supongo que conocen la jota
tradicional: como los melocotones/ tienes el culo, mañica/ como los
melocotones/ redondico y colorao/ y también con pelusica.
A lo que íbamos. Esa moda de
erradicación de todos los pelos corporales, esa especie de deforestación
lamentable, ese genocidio piloso masivo, alcanza, como no podía ser de otra manera, a la zona púbica. Me
dice una amiga que en las duchas del gimnasio al que acude con regularidad, las
chicas van cada vez más rasuradas. Que llevan el pubis liso y brillante, como
la calva de Guindos. Y que es bastante frecuente que se dejen la llamada corbatilla, especie de pasapiollos
vertical, que es a la vez vestigio de selvas frondosas definitivamente
arruinadas y flecha que señaliza la posición exacta de las deseadas regiones meridionales,
para la mano del amante desorientado o inexperto. O tal vez es que se ven con la rasuradora
asesina en la mano y les da pena perpetrar una tala completa, como me pasó a mí el día que
decidí afeitarme la barba: que me dio pena, indulté al bigote y hasta ahora.
Pues en esa deriva del asunto no
es de extrañar que haya aparecido un corolario absolutamente lógico: las
pelucas de coños. Un adminículo que haría las delicias del Marqués de Leguineche,
el inefable personaje de La Escopeta
Nacional, que interpretaba Luis Escobar, actor que, por cierto, era también
marqués, en este caso, nada menos que de las Marismas del Guadalquivir.
Leguineche coleccionaba pelos de coño y, ahora, la firma coreana de moda Kaimin
ha presentado su gran invento en la pasarela neoyorkina. Dicen los de la marca
que, con esta colección, pretenden lanzar un mensaje de diversidad y
tolerancia. Para mí es más bien una nueva muestra de la locura en la que
estamos instalados: las mujeres se afeitan sus partes, para luego ponerse una
peluca. Y se desnudan, para luego tapar su desnudez. Les dejo un par de fotos del desfile.
Y el encargo de que le asignen un título a este post. En realidad este es un
ejemplo de algo que me sucede a veces: que empiezo a escribir sin rumbo y dejo
que mi barca arribe a las playas más inesperadas. Sean felices.
No se lee bien por el color de fondo y la foto del principio. Debe ser una aportaciona rusa no autorizada
ResponderEliminar¿Te habías tomado algo?
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