Abducido como estoy por el Reinventing
Cities, no tengo ya mucho tiempo para asistir a conferencias de las que antes
frecuentaba, pero tengo amigos que lo hacen por mí y me resumen su contenido.
Hace poco, en el marco de la IESE Business School, acudió desde Londres el coordinador
del informe anual que cada año hace la revista The Economist sobre las
perspectivas macroeconómicas mundiales. El informe de este año acaba de
publicarse y contiene algunas señales que apoyan mi optimismo fundamental
frente a los agoreros de todo tipo. El futuro puede ser bueno pero, desde
luego, hay que peleárselo, hay que seguir luchando, si no queremos que las
cosas vayan a peor. AQUÍ
pueden ver el informe. ¿Lo han abierto? ¡Ja! ¡Qué ingenuos! Habrán comprobado que lo
único que ofrece la revista de gratis
es la portada y el índice. Para todo lo demás hay que pagar. Lo cual no deja de
ser otro indicativo claro de los tiempos que vienen.
Pero vayamos con las tendencias
que observa el informe, que es de lo más fiable entre los estudios de este
tipo. En primer lugar, por primera vez en la Historia, todas las grandes regiones
económicas están en cifras de crecimiento positivo del PIB. Nunca había pasado
esto y parece ser una consecuencia, por una vez positiva, de la globalización.
De qué regiones estamos hablando. Pues se lo voy a detallar. Asía, excepto
Japón y la Rusia asiática, tiene la previsión de crecimiento más alta, como en
años anteriores, el 5,1%. Lo novedoso aquí es que el crecimiento chino se está
ralentizando, como consecuencia de su entrada en el universo del capitalismo,
de la población saliendo masivamente de la pobreza, del aumento del nivel
cultural y la mejora de las condiciones laborales. Es un fenómeno inevitable. Pero
esta desaceleración china, se compensa sobradamente con el impulso formidable
del gigante indio.
A continuación vienen las dos
mitades de África, la situada al norte del Sahara, con una previsión de
crecimiento del PIB de un 3,3% y la subsahariana con un 3,0%. África lleva ya
un tiempo en cifras similares, sobre lo mísero y depauperado de su situación de
partida. La explotación masiva de sus minerales, las guerras endémicas y las
tiranías postcoloniales lastran su despegue, pero poco a poco el continente
negro empieza a emerger de las tinieblas. La Europa del Este, que incluye a
toda Rusia, sus países satélites asiáticos, algunos de los antiguos regímenes
soviéticos europeos y Turquía, le sigue con una previsión de crecimiento del
PIB del 2,5%. En números parecidos están Australia/Nueva Zelanda (2,4),
Norteamérica (2,2) y Sudamérica (2,0). Los patitos feos somos la Europa del Oeste
(1,9) y Japón (1,0). Pero, les repito lo más importante: es la primera vez en
la historia que todo el PIB mundial crecerá.
Un segundo dato muy significativo.
Por primera vez, el número de nacimientos está decreciendo. Las personas que nacen
aun superan a las que se mueren y por eso la población mundial absoluta sigue creciendo. Pero en unos años empezará a decrecer y dejaremos de estar aterrorizados
por el fenómeno de la superpoblación. Y las sectas antinatalistas, como el VHEMT,
Movimiento por la Extinción Voluntaria de la Humanidad sobre el que pueden leer
AQUÍ,
habrán hecho el ridículo. Por supuesto, cada uno es libre de esterilizarse
voluntariamente si eso es lo que le apetece, pero yo también soy libre de
decirles que han hecho el gilipollas y se han creído un cuento.
La población china está también
ralentizando su crecimiento y muy pronto será superada por la india. En estos
momentos, China tiene cerca de 1.400 millones de habitantes. La India algo más
de 1.300. Se prevé que la población india pase al primer lugar en torno a 2022.
Esto tiene una incidencia crucial en la economía. La India es un estado mucho
menos hermético que China; allí no hay un Partido Único que controle todas las
facetas de la vida cotidiana de sus habitantes. A medio plazo, la India puede
disputar el primer lugar en la economía mundial que China ya casi tiene en su
mano. China basa su potencial en el comercio, pero la India lo hará en los
servicios. Y esa superpoblación hará que empiece a haber tantos indios como
chinos por todas partes. No en los supermercados, sino en la informática y la industria
tecnológica avanzada.
El conferenciante citó una
tercera tendencia novedosa. Por primera vez, examinando las previsiones de
crecimiento del PIB por países, no hay ninguna cifra de dos dígitos. En los
últimos tiempos, siempre había algún país saliendo de la miseria con previsiones de crecimiento
del 12% o del 15%. Para este año, la cifra mayor de crecimiento previsto es la
de Buthan, que anda en torno al 9%. Por cierto, entre los diez países con
cifras más altas, sólo hay uno grande: precisamente la India. Otro indicativo de
que la economía mundial está ya definitivamente interconectada. Es imposible
aislarse del entorno. Todo va acompasado y hay que estar vigilantes sobre el desarrollo de ese proceso global. La ONU dedica ingentes capitales a
la lucha contra la pobreza, el hambre, los refugiados y otras lacras mundiales.
Líneas que van dando resultados tangibles.
Pero a la vez, se acrecienta la
desigualdad dentro de los países más desarrollados y ese es el siguiente reto,
la lucha contra la desigualdad. Es un asunto íntimamente ligado al fenómeno
urbano, cada vez más gente se va a las ciudades, pronto el 75% de la población
mundial vivirá en grandes aglomeraciones urbanas y es necesario un impulso
decidido para acabar con la exclusión y la marginalidad. Y, disculpen que sea
tan pesado, pero los problemas globales requieren soluciones globales. Es
absurdo pensar que aislándonos, metiéndonos dentro de nosotros mismos vayamos a arreglar
nada. Esto va tanto por la República Catalana, como por el Brexit. Me cuentan
que los bancos japoneses más grandes han abandonado sus sedes en Londres a primeros de
año, para trasladarse a Frankfurt y otros centros de mercado.
Y algo que yo no sabía: parece
que en los momentos álgidos del separatismo quebecquoise, hubo una salida
masiva de empresas de Montreal, que trasladaron sus sedes a Vancouver, Toronto y
otras ciudades. Ahora, ese separatismo está en horas bajas. Pero las empresas
no han vuelto. Me cuenta mi amigo que el conferenciante de The Economist
admitió que existían posibilidades de reversión del Brexit. Es complicado, las
negociaciones con Europa habrán de cerrarse en 2019. Pero luego, el acuerdo, si
se alcanza, deberá ser ratificado por los parlamentos europeo y británico. Y,
si el británico no lo aprueba, habría nuevas elecciones, que desembocarían en
un parlamento distinto y podrían dar pie a un nuevo referéndum. Que un
conferenciante inglés hable de esa posibilidad, ya es bastante significativo.
Pero la fuga de población a las
ciudades tiene un corolario inevitable: el abandono del campo. Ya sé que a
veces les pongo demasiados deberes, pero les voy a pedir que lean el último
artículo del extraordinario Jaume Reixach. Incide sobre este tema: la despoblación del medio rural y cómo las ideas nacionalistas prenden
precisamente en ese entorno. Lo que este señor hace es periodismo de primer
nivel: él observa su entorno con mirada crítica y cuenta exactamente lo que ve.
Ojo también a los comentarios al pie, como ese que dice que es imposible razonar
con los cazurros del entorno rural de Vic. AQUÍ
el enlace.
Ya saben que yo soy urbano hasta
la médula, mi medio es el asfalto y no me extraña que todo el mundo se quiera
venir a las ciudades, a pesar de las penurias y la contaminación. A mí me
gustaría ser tan ecuánime y comprensivo como Reixach, de quien todo lo que leo
me parece extraordinario. Pero yo soy carne de futbolín y de taberna y no estoy
cualificado para hablar del medio rural. Así que les dejaré con un vídeo que
retrata muy bien esos ambientes. Hace más de quince años que murió
repentinamente Joe Strummer, el líder del grupo punk The Clash. Hacía tiempo
que había dejado esa línea musical y exploraba otros caminos, con su grupo The
Mezcaleros. Sus amigos dejaron en la red este hermoso homenaje en recuerdo de su trayectoria
de luchador urbano, sobre las notas de su interpretación de una canción
emblemática: el Redemption Song, que mucho antes escribiera el gran Bob Marley. Pónganselo en pantalla grande. Merece la pena. Han de pinchar AQUÍ para verlo. Sean
buenos.
Estarás muy de acuerdo con el derecho a la ciudad del que habla Jordi Borja, verdad?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Pero no lo inventó él, sino Henry Lefebvre: la lucha por el espacio urbano. Hay un derecho a la ciudad, pero hay que pelear por que se le reconozca a todo el mundo.
EliminarEl descenso en la natalidad china se debe a la política de un solo hijo, cuyos efectos se empiezan a notar, aunque ya la han quitado.
ResponderEliminarSin duda ha influido también.
EliminarCasi lloro al ver a Joe Strummer
ResponderEliminarUna penita. Voy a ampliar la información sobre este tema, pero tienes que prometerme no llorar.
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