Agobiados como estamos por el
calor asfixiante, la sequía, los incendios y otras manifestaciones del cambio
climático, ni un solo periódico o medio nacional, ha hecho la más mínima
referencia a lo que les voy a contar. Pueden buscar en Internet y verán que no
exagero. No fue así en Francia. Ayer sábado, la TF1, que es como decir La 1 en
España, interrumpió todas sus programaciones habituales de los sábados, para
conectar a las 21.30 y transmitir en directo el concierto entero de los Viejos Bribones en París. He de empezar
diciendo que he elegido la traducción bribón
para el vocablo francés canaille, porque
me parece más ajustado al significado en el idioma de Víctor Hugo, que no tiene
nada que ver con el canalla español (un
insulto, una especie de malnacido), ni siquiera con el sinvergüenza, que apuntan los diccionarios francés-español. Tal vez
podríamos decir también los tres viejos
cabrones, que tiene ya un matiz más cariñoso.
Hablamos pues de La Tournée des Vieilles Canailles, ya ven
que el término es, en francés, femenino, aunque se refiera a tres auténticos
cabrones del rock. La Tournée des Vieilles Canailles empezó el día 11 de este
mes en Lille, Francia, donde vive ahora mi hijo Lucas. Pero no fue por él que
supe del evento, sino por mi amigo Philippe, que también podría entrar en la
categoría de viejo cabrón, aunque es una bellísima persona. Phillipe cumplió
hace menos de un mes 76 tacos y, en su reciente visita a Madrid, me avisó de la
gira de sus coetáneos. Tres viejos rockeros franceses. A saber: Johnny Halliday
(74), Jacques Dutronc (74) y Eddy Mitchel (75). La tournée ha reunido a estos
tres dinosaurios en bastante buena forma (al menos mental) para una serie de 17
conciertos por toda Francia. Ayer tocaron en París-Bercy y hoy repiten. La gira
termina en Carcassonne el 5 de julio.
¿Tal vez no saben quiénes son
estos tres señores? Pues para eso está este blog. Eddy Mitchel, el más viejo de
los tres fue el cantante del primer grupo de rock francés, Les Chaussettes noirs,
los zapatos negros, que triunfaron nada menos que en 1961. En 1962, empezó su
carrera en solitario, y hasta ahora. Por supuesto, no se llama Eddy Mitchel,
pero en esos tiempos cualquiera que quisiera ganarse la vida como rockero tenía
que ponerse un nombre artístico inglés, y si no que se lo pregunten a Mike
Ríos. Aquí les voy a poner una foto de los viejos tiempos, otra actual y el vídeo de uno de sus éxitos más sonados.
En fin, como muchos de ustedes,
queridos lectores, no habían nacido, o como mucho andaban en pañales cuando
estas cosas sucedían, les voy a contar algo que seguramente tampoco sepan.
Johnny, Eddy y Jacques formaron parte de la primera generación de rockeros
franceses, ya han visto sus fotos: estética motera, cazadoras de cuero, tupé de
teddy-boys. Pero muy pronto llegó una segunda hornada, y aquí sobresale el gran
Antoine. Era este un chaval de gran melena, más próximo al folk, con letras
complejas y poéticas, a quien rápidamente se bautizó como el Bob Dylan francés. Antoine era un joven universitario de París al que el enorme éxito de sus canciones le abocó a dejar la carrera. Y el tipo, se dedicó minuciosamente a tocarle las pelotas a los rockers
locales, especialmente a Halliday, a quien ridiculizaba en la letra de sus
canciones. Vean aquí su mayor éxito Les elucubrations d’Antoine, con algunos
fragmentos de la letra. Ya ven que entre otras maldades se dirige al presidente
francés reclamando que la píldora se venda en el Monoprix y dice que Johnnny
Halliday habría que exhibirlo en una jaula en el Circo Medrano.
Naturalmente, Johnny Halliday no dejó pasar de largo los ataques de ese jovencito presuntuoso que provenía de los medios cultos de la universidad, que hacía unas letras enrevesadas para presumir y que se creía superior al mundo de los rockers, criados en la calle, en los bares y en el motociclismo. Y se esforzó en componer una canción de respuesta. Esta canción se llamó Cheveux longs, idées courtes, Cabellos largos ideas cortas. Y fue también un bombazo. O sea, que todsos hicieron caja con esta pugna artística. Escuchen la canción y vean qué buena era. De lo mejor que grabó el gran Johnny Halliday.
Si los tres viejos bribones han continuado su carrera como músicos en estos cincuenta años y no han dejado de hacer galas por toda la geografía francesa, el caso de Antoine es radicalmente diferente. Después de unos cuantos éxitos arrolladores, desapareció del mapa musical francés. Mi amigo Philippe me contó su historia más reciente. Con sus éxitos de los 60, recogió unas ganancias sustanciosas y decidió parar su carrera. Se compró un barco de vela y se largó a una isla tropical remota, donde sigue viviendo. De tarde en tarde, regresa a la metrópoli, cuando necesita algo más de dinero, o simplemente por divertirse y cambiar un poco. Le contratan para un par de apariciones televisivas, en las que se limita a cantar las canciones más conocidas de su época dorada, con una banda de músicos que le pone la propia cadena de TV (se pelean entre ellas para tener la exclusiva), recoge beneficios y se va con viento fresco a su refugio del trópico. O sea, que está en plena forma mental como sus tres colegas. Les dejo con una foto reciente del tipo, en la que se evidencia su buen estado de forma.
Si los tres viejos bribones han continuado su carrera como músicos en estos cincuenta años y no han dejado de hacer galas por toda la geografía francesa, el caso de Antoine es radicalmente diferente. Después de unos cuantos éxitos arrolladores, desapareció del mapa musical francés. Mi amigo Philippe me contó su historia más reciente. Con sus éxitos de los 60, recogió unas ganancias sustanciosas y decidió parar su carrera. Se compró un barco de vela y se largó a una isla tropical remota, donde sigue viviendo. De tarde en tarde, regresa a la metrópoli, cuando necesita algo más de dinero, o simplemente por divertirse y cambiar un poco. Le contratan para un par de apariciones televisivas, en las que se limita a cantar las canciones más conocidas de su época dorada, con una banda de músicos que le pone la propia cadena de TV (se pelean entre ellas para tener la exclusiva), recoge beneficios y se va con viento fresco a su refugio del trópico. O sea, que está en plena forma mental como sus tres colegas. Les dejo con una foto reciente del tipo, en la que se evidencia su buen estado de forma.
El 26.06.17, Anónimo escribió:
ResponderEliminarMilu, este es uno de esos textos que me hacen pensar que merece la pena seguir peleando. Si estos tipos siguen al pie del cañón, los demás no tenemos derecho a estarnos quejando todo el día. Gracias.
Mi respuesta del 27.06.17:
EliminarEso mismo digo yo. Una abrazo, amigo mío.
El 26.06.17, Anónimo escribió:
ResponderEliminarLo mejor, el juego de piernas del batería de los Calcetines Negros
Mi respuesta del 27.06.17:
EliminarSí, es una especie de baile de San Vito compulsivo, muy de la época.
El 27.06.17, Anónimo escribió:
ResponderEliminarEn primer lugar, gracias por darle visibilidad a la música francesa, a la que por aquí se le presta poca atención. Dos matices. Moustaki tenía unos diez años más. Tendría ahora ochenta y tantos. La otra. Halliday ya vivía en LA desde antes, desde que le diagnosticaron cáncer de colon. Sufrió dos operaciones, una tercera por una hernia discal y un tiempo en coma inducido. Ahora sé vigila, le han visto una mancha en los pulmones y le están tratando por si acaso. Un abrazo fuerte.
Mi respuesta del 27.06.17:
EliminarGracias. Son dos aclaraciones oportunas. No te conozco, pero te imagino bien informado acerca del mundo de los viejos cabrones del rock franchute. Un abrazo.
El 3.07.17, Anónimo escribió:
ResponderEliminarEmilio, los cuatro cabrones se conservan estupendamente, pero es que además tienen un pelo de puta madre. No sé si se habrán hecho implantes, pero esto del pelo es básico para parecer más joven.
Mi respuesta el 4.07.17:
ResponderEliminarSí, es una pena que yo no haya conservado el pelo como estos. Pero no me pienso hacer ningún implante. Ni "jarto'vino".