Por diversas circunstancias he
tenido ocasión estos días de hablar con diversos amigos de allende los mares o
los Pirineos y preguntarles sus opiniones acerca de la convulsa actualidad
mundial. Están los tiempos revueltos y siempre es interesante escuchar a los de
fuera, aunque aquí sigamos enfrascados en el ejercicio de mirarnos el ombligo
patrio, desarrollado estos días con motivo de la moción de censura, que apenas
nos ha dejado dos imágenes: la de Rajoy bajando torero al ruedo a ejercer de
parlamentario lenguaraz y la irrupción en escena de Irene Montero, 29 años, figura
emergente, con un discurso bien enhebrado, pero que se fue a más de dos horas
por la tontuna esa de la duplicación de género. Si todo el rato tienes que decir
“los ciudadanos y las ciudadanas”, el discurso se te duplica y puedes alcanzar tiempos
dignos de Fidel Castro. Por cierto, ya sé que es una ucronía, pero me
encantaría haber escuchado la opinión del Comandante en Jefe acerca de esa
gilipollez. La señora Montero se refiere ya a su propio partido como Unidos y Unidas Podemos y yo desde esta
humilde tribuna quiero advertirle de que se está quedando antigua porque,
dentro de poco habrán de llamarse Unidas
y Unidos Podemos, las señoras delante igual que en el movimiento LGTB.
Pero volvamos a los amigos
transnacionales. En primer lugar, el bueno de Luis Suarez. Tras ese nombre
aparentemente familiar y doméstico, se esconde nada menos que un catedrático
emérito de Planeamiento Urbano y Economía de la universidad de Irvine
(California), un campus a medio camino entre San Diego y Los Ángeles. Nuestro
hombre, de padres asturianos, desarrolló allí muchos años de docencia. Ahora
anda por España y le escribió una carta a la señora Carmena pidiéndole una cita
para hablar de sus ideas sobre el desarrollo sostenible, que entiende
aplicables a Madrid. Ya saben que estos embolaos acaban cayéndome a mí.
Me puse en contacto telefónico
con él y le propuse dar una vuelta por Madrid Río, pensando que, con la que
está cayendo, se me cansaría enseguida: alguien que ostenta la categoría de
catedrático emérito ha de tener al menos 70 años. Error absoluto. El hombre
aceptó el envite y resultó ser un caminante resistente, que aguantó hasta el
final y no se quejó ni una sola vez del bochorno. En un bar de Legazpi, nos
tomamos un doble de cerveza y saqué mi ordenador Lenovo, cargado en mi mochila
las 4 horas de paseo, para mostrarle mi presentación en power point. Me contó que él había estudiado arquitectura, que
luego había descubierto que no le gustaba nada eso de hacer chalets para los
pijos y que el urbanismo le había salvado de su crisis de identidad, hasta el
punto de que luego estudió la carrera de Económicas a la vez que daba clases de
urbanismo. Ya ven: un alma gemela mía. A
soul brother, por decirlo en yanqui.
Inevitablemente le pregunté por
Donald Trump. Arrugando el rostro me dijo que no me podía imaginar qué grado de
crispación e irritación estaba sufriendo su país. Que la opinión negativa sobre
el presidente era prácticamente unánime en los medios más cultos y que una
buena parte de los que le habían votado estaban horrorizados viendo que sus
prometidas medidas de regeneración del tejido laboral en Estados en declive, no
iban a llegar nunca. Suárez está seguro de que este señor no acabará su mandato
y pronostica un impeachment no muy
lejano. Apunta que en 2018 habrá elecciones legislativas para el congreso y
senado y que, si las cosas no cambian, los demócratas coparán ambas cámaras y
promoverán ese impeachment.
Este miércoles, mi amigo Ed,
neoyorkino que dirige con mano de hierro nuestro taller de conversación
inglesa, acortó incluso el plazo del impeachment:
él está seguro de que este señor no se come el turrón como presidente y quiso
apostarse algo conmigo, pero no entré al trapo porque no soy muy amigo de
apostar. Y en cuanto a la crispación y el cabreo de los norteamericanos, esta
semana ya hemos tenido una primera muestra: un jubilado de Washington ha
disparado con su rifle a los congresistas que se disponían a jugar un partido
de beisbol, hiriendo de gravedad a la tercera autoridad del país. El cabreo
ciudadano es un ingrediente muy peligroso en un lugar en donde todo el mundo va
armado.
Una apuesta similar me propuso mi
amigo británico Ian, seguidor esforzado de este blog que le está sirviendo para
perfeccionar su dominio del español. Ian pasó unos días por aquí con su mujer
Louise y tuvimos ocasión de comer en un restaurante indio, bien resguardados
del calor. En su caso, la apuesta es sobre cuánto va a durar en el puesto la bruja May de la torva mirada (me dijo
que le encanta el mote). Según Ian, el sentimiento que prima ahora mismo en
Gran Bretaña no es tanto la irritación como una especie de confusión desolada.
La señora May se ha desfondado al ver que le salía el tiro por la culata.
Encima, su única posibilidad de gobernar es aliándose con los unionistas
norirlandeses, un partido filofascista heredero de los postulados del reverendo
Ian Paisley, el tipo que se quería comer crudos a todos los del IRA.
Dice mi amigo que la gente ya no
sabe lo que quiere, que los jóvenes siguen nutriendo el abstencionismo
electoral, que Corbyn es un político de la vieja escuela que promete cosas muy
bonitas, lo que todo el mundo quiere oír, pero no explica cómo las va a
conseguir. May tiene una gran contestación interna y no es descartable que el
propio partido tory dé un golpe de
estado palaciego, como hizo en su día con Tatcher. No acepté la apuesta de mi
amigo, porque creo que la bruja resistirá como Rajoy y se recuperará. Pero su
país está confuso. Mucha gente sigue en contra de Europa por la ineficacia de
la burocracia sobredimensionada de Bruselas, pero ahora dudan de si no hubiera
sido mejor para el país quedarse y luchar desde dentro.
En Francia estarían ahora igual
de irritados y confusos si hubiera ganado la señora Le Pene. Mi amigo Philippe
ha pasado también por Madrid, camino del sur y la otra noche nos dimos una
vuelta por el centro, rematando con unas pizzas y unos mojitos. Dice Philippe
que Macron es un político de diseño, al que apoyan grandes poderes financieros.
Un equivalente a Rivera, aunque yo creo que más listo y más brillante. Philippe
lo relaciona también con la masonería internacional. Estas fuerzas que lo
apoyan se movilizaron para frenar el camino de Le Pene, y les salió la jugada
redonda. Parece que un elemento clave fue el debate entre ambos candidatos, en
el que Macrón desarrolló una energía como la de Irene Montero, mientras su
contrincante se mostraba fastidiada, displicente, mal preparada y perezosa,
como si fuera un incordio para ella tener que pasar por semejante trago. En
Francia estos debates suelen tener un alto nivel. Los votantes los siguen enteros
y les dan mucha importancia para decidir su voto.
Finalmente, Francia con Macron
vive una sensación de alivio y de recuperación de un cierto orgullo patrio.
Pero dice Philippe que eso puede ser transitorio y que como este señor no tenga
éxito en la consecución de las políticas que propone, para las próximas
elecciones los votantes se inclinarán por la ultraderecha. Macrón es un
representante de los nuevos partidos, como lo fue Renzi en Italia, mientras los
viejos se van a la mierda. En Francia, el caso más aparatoso es el del Partido
Socialista, al que ha hundido del todo Hollande. Dice Philippe que Hollande es
el más tonto de Europa (yo creo que le superó Cameron), pero a mí me sigue
sorprendiendo que un tipo tan tonto como él y tan feo, se lo haya hecho con tres mujeres tan extraordinarias como las que
han sido sucesivamente sus compañeras (Segolène es mi favorita). Ya recuerdan
que en este blog se formuló la pregunta: ¿qué las das François?
En fin, mientras en Cataluña
siguen a lo suyo y en Madrid también (ni una sola alusión en la moción de
censura a los poderes transnacionales que gobiernan el mundo. ¡Por Dios! Si
Rajoy es sólo un mandao), pues aquí hemos
sabido de un país aliviado, otro muy confuso y otro cabreado como una mona. Lo
de USA es lo más grave. Trump es un psicótico que duerme mal y solo, en una
desierta Casa Blanca; que se despierta por las mañanas ya cabreado, descarga su
ira en Twitter y luego va a la deriva en sus decisiones en función de su genio.
Yo no descartaría que antes de que le hagan un impeachment se vaya él solo, en un rapto de despecho. Estos egos
inflados funcionan así, y si no vean al Cretino Ronaldo, qué berrinche se ha
pillado.
Pero de momento USA ya se ha
salido del Acuerdo de París contra el cambio climático, algo muy grave ya que
se trata del segundo país más contaminante después de China y al paso que vamos
nos vamos a asfixiar de calor y el mar se va a tragar ciudades de Venecia a
Nueva York. Conscientes de la barbaridad que supone la decisión de Trump, un
numeroso grupo de ciudades y Estados americanos han montado una alianza que
promete seguir cumpliendo en sus territorios las condiciones del Acuerdo de
París. Coordina esta red el millonario ex alcalde de New York Michael Bloomberg
(ya les hablaré otro día de él) y es una reacción importante, que afecta por
ejemplo a toda California. AQUÍ
pueden ver los detalles de esta iniciativa. Les recomiendo que lo lean.
Mientras tanto, en Madrid nos
estamos cociendo a fuego lento, cuando ni siquiera ha llegado el verano. Decía
Sartre que el infierno eran los otros, pero es que este señor no llegó a
conocer los tiempos actuales. Esto es ciertamente insufrible. Una tortura. Como
estar en las famosas calderas de Perico Botero. Se resecan los árboles, se caen
muertos los pájaros y los moscones, se petan los aires acondicionados, se
resquebrajan los abanicos, jadean las neveras por el esfuerzo. Ayer en un cole
de Valdemoro, un escolar se puso malo por el calor y el resto de los críos
empezaron a sentirse enfermos todos a una, a ver si colaba y organizaban unas
pellas colegiadas. Cuando llegaron los sanitarios, los chavales se habían
refugiado en el tanatorio de enfrente que tiene aire acondicionado. Todo un
símbolo.
Hagan por disfrutar a pesar del
bochorno. La semana que viene alivia un poquito, dicen.
El 17.06.17, Mariano F. Sánchez escribió:
ResponderEliminarSi Donald Trump tomara su medicació...
Mi respuesta el 19.06.17:
EliminarYo creo que no tiene arreglo ni con medicación. Tal vez unos electroshocks...
El 18.06.17, Inmaculada de la Vega escribió:
ResponderEliminarAlguna alusión a la impresionante abstención en Francia?
Mi respuesta el 19.06.17:
EliminarAl final creo que fue un 43% el porcentaje de votos. Unos números habituales en USA. Es otro signo de los tiempos que corren. El personal desconfía del sistema y de los políticos. Prefieren abstenerse.