Por fin ha dado un paso al frente
Pedro Sánchez, hoy 2 de febrero, en su camino no se sabe a dónde. A mí me
cuesta creer que llegue a algún puerto, porque necesita poner de acuerdo a
Rivera e Iglesias, algo que a priori parece imposible y que tampoco le vale de
mucho. Pero cosas más raras se han visto. Por ejemplo, la espantá del unurabla Mas. Este maestro de malabaristas, se presentó en el número cuatro de su lista y así como medio de
perfil detrás de la calva de Romeva a ver si los votantes no lo descubrían. Cuando vio
que el truco no le funcionaba, aguantó el envite lo que pudo, pero al final tuvo que recurrir a un sujeto que pasaba
por allí, también camuflado, aunque éste con melena de beatle,
para no tener que repetir las elecciones. Unas elecciones que, seguramente, habrían
marcado el otro lado del pico del independentismo, por lo que, si querían
salvar el prusés, no les quedaba otra que recurrir al sacrificio de dama. Después
de semejante alarde de funambulismo, nos podemos esperar cualquier cosa.
De todas formas, menos mal que por
fin se mueve algo, porque esto del impasse postelectoral se estaba volviendo
más insoportable que un dolor de huevos, con perdón de la expresión. Rajoy está a punto de
batir varias marcas. No sólo será el primer presidente que no revalida su
mandato, sino que con su pasotismo ha conseguido poner nervioso al rey, algo
que tiene verdadero mérito. Nos lo podemos imaginar anoche murmurando entre
dientes y mañana el coñazo de la audiencia
real. Tanto ha mareado la perdiz, que el bueno del rey ha llamado a Sánchez y
le ha dicho: anda, porfa, Pedro, jo, da un pasito adelante, aunque sea a ninguna parte, cualquier
cosa con tal de librarnos del plasta este de la barba, es que no lo soporto.
Rajoy ha llevado a este país a bajar diez puestos en el índice de percepción de
la corrupción que elabora la organización Transparencia Internacional, algo sólo
igualado por Gambia, Libia y Guinea-Bissau. Y ha situado al país en el segundo
puesto de Europa en tasa de pobreza, sólo superado por Letonia.
Su obsesión por el inmovilismo le
ha llevado a la situación actual. Esa norma que lleva a rajatabla (mantener la
cara de cartón) sólo le ha sido de utilidad en una ocasión: cuando apareció un
bigardo de dos metros y le arreó una hostia en plena calle de su Pontevedra natal. Su
respuesta a la agresión fue debidamente valorada en este blog, Post# 457,
escrito en la jornada de reflexión. A este incidente le habría podido sacar
mucha punta y rédito electoral, si el agresor hubiera sido de Podemos y con
rastas, pero tuvo la mala suerte de que el tipo resultó ser un familiar de su señora, por lo
que hubo que tapar el asunto bajo un manto de silencio. Un manto del que lo han
rescatado, como no podía ser menos, las chirigotas del Carnaval de Cádiz. Ya
saben que los gaditanos no dejan de chotearse de todo lo sucedido en el año.
Hay incluso una chirigota sobre el prusés, que se llama La pela es la pela. Pero, la verdad es que tiene bastante poca
gracia. La que es buena es la de la hostia de Rajoy que pueden ver AQUÍ.
Así que, como Rajoy seguía parado
como siempre, Pedro ha dado el paso al frente. Ha elegido para hacerlo el 2 de
febrero, el Día de la Marmota. Supongo que ya conocen la tradición. En muchos
pueblos de USA y Canadá, ese día hacen una fiesta en cuyo momento cumbre sacan
a una pobre marmota de su hibernación y la ponen sobre una superficie plana
para comprobar si ve su propia sombra. Hoy, la marmota más famosa, la del
pueblo de Punxsutawney (Pensilvania), no vio sombra alguna, lo que quiere decir
que ya se acaba el invierno y viene la primavera. Será en Estados Unidos. Aquí en España,
a finales de septiembre, empezó el veranillo de San Miguel y hasta ahora. Llevamos
más de cuatro meses de veranillo. Por si quedaba algún negacionista del cambio
climático. Yo ni siquiera he sacado el abrigo de mi armario. Cada mañana, antes de salir de casa, consulto el tiempo en mi móvil superinteligente.
Toco sobre un icono que representa a un micrófono y le digo a gritos: QUÉ
TIEMPO HACE EN MADRID. Inmediatamente, una voz femenina, cantarina y juguetona
me informa: En Madrid hay seis grados con
tiempo despejado… Con una chaquetita de punto y un pañuelo al cuello para
el relente, estoy listo para caminar hasta el Metro.
No deja de resultar simbólico
esto del Día de la Marmota. A lo mejor los del PSOE han recurrido al mismo
sistema de predicción. Han sacado de su hibernación a Alfonso Guerra y lo han
puesto en la acera enfrente de Ferraz. Pero aquí, con la solana que hay, no
cabe duda de que habrá visto perfectamente su sombra. Eso quiere decir que el
invierno postelectoral no se ha terminado todavía, que nos quedan semanas de
seguir dando vueltas al corro de la patata, Iglesias tras de Sánchez, Sanchez
tras de Rivera y todos girando alrededor de un Rajoy que permanece inmutable,
con su gobierno en funciones. En el propio PP están también haciendo malabares
para ver cómo se lo quitan de en medio, pero le han llegado a atribuir la autoría de la
conocida frase Chufla, chufla, como no te apartes tú…
Como, supongo, saben, la
popularidad del pueblo ese de nombre impronunciable, viene de la película El Día de la Marmota, que aquí se
rebautizó como Atrapado en el tiempo.
Por cierto es una película cojonuda. El protagonista es un hombre del tiempo de
la tele, al que le toca viajar al pueblo citado, para cubrir el evento para su cadena. Allí se ve atrapado en un bucle del tiempo que le hace repetir
una y otra vez el mismo día. Pues eso es lo que están haciendo los políticos
desde que se supieron los resultados electorales, hace más de un mes. Todos se
dedican a dar vueltas proclamando sus líneas rojas, como si los sufridos
espectadores no supiéramos el nulo valor que tiene la palabra de un político.
Los políticos son especialistas en decir Diego donde dijeron digo, y proclamar de este agua no beberé antes de beberse la jarra entera. Así que, a
ver si es verdad que se mueve algo esta vez y se acaba el sainete.
Mientras los políticos juegan a
este parchís insufrible, la vida sigue, los carnavales están en marcha y el
próximo día 8 se celebrará la fiesta del Año Nuevo Chino. Ese día entraremos en el Año del
Mono y la comunidad china del barrio de Usera prepara grandes celebraciones. El año pasado, el inicio del Año de la
Cabra coincidió con mi cumpleaños y la verdad es que no me puedo quejar de sus
resultados, aunque la milagrosa permanencia del Dépor en Primera hay que
atribuírsela a San Benitiño de Lérez y a las rogativas que se le elevaron desde
este blog. El Dépor es este año el rey del empate. Es el equipo que lleva más
empates de Europa. ¿Cómo lo consigue? Pues con un doble procedimiento. Cuando
se adelanta en el marcador es incapaz de cerrar el partido. Y cuando va por
detrás es cuando mejor juega. Hasta que empata. Luego, su juego se vuelve a
espesar. Nosotros, en vez de partido a partido, vamos puntito a puntito.
En fin, he parado para cenar y he
vuelto a ver la rueda de prensa de Sánchez. Si realmente consigue formar
gobierno habrá que darle un margen de confianza. A mí, así de entrada, no me
gusta demasiado, aunque eso de que tenga en contra a los barones, el Buda Feliz y la Susana, es un punto a su favor. Veremos. Una cosa que no soporto es su insistencia en
dirigirse a los españoles y españolas, preocuparse por los niños y niñas y los
trabajadores y trabajadoras. Mira que nos reíamos del lehendakari Ibarreche con
los vascos y vascas. Pues ahora lo dicen todos. Les dejo de propina un divertido
artículo al respecto de un profesor de lingüística y miembro de la Real
Academia de la Lengua. Han de pinchar AQUÍ
Que tengan ustedes y ustedas buenas noches y buenos nochos.
No des por muerto a Rajoy. Es un hombre que maneja los tiempos con astucia, a base de no moverse. Que no se mueva no significa que no esté ojo avizor. Él cree que, si se queda quieto, los demás se estrellarán y la gente acabará por rogarle que no se vaya de la Moncloa.
ResponderEliminarYo creo que le va a pasar lo contrario, que nadie le va a llamar y que tendrá que volverse a Santa Pola a seguir con lo suyo. Su paso por la presidencia será pronto un mal recuerdo. ¿Quién se acuerda ya de Gallardón y su ley del aborto? ¿De Ana Mato? ¿hasta de Wert, de luna de miel en París? El tiempo es implacable.
EliminarMuy acertada la comparación con el día de la marmota. Por lo que se va viendo, la cosa tiene visos de eternizarse, como en la película esa que, por cierto, a mí me resultó bastante tostón.
ResponderEliminarBueno, para gustos cinematográficos, se pintan colores. Lo de las negociaciones se va a eternizar como usted dice. A este paso, voy a tener que eliminar la disculpa por la expresión "dolor de huevos".
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