Hala, un post cortito, para que
luego no digan. No pensaba subir más textos en este final de año, pero me ha
venido al pelo la noticia cuyo link les pongo más abajo. Resulta que las
principales cadenas de televisión privadas han decidido introducir una
innovación este año en el tradicional brindis de Nochevieja tras las campanadas.
Hasta ahora, ese brindis se hacía siempre con cava catalán, es decir,
Freixenet, Codorniú, Brut Nature, Blanc de Blancs o similar. Pues este año,
nada de cava. Este año se va a brindar con otra cosa. ¿Adivinan con qué? ¡¡¡¡¡SI!!!!!
Con cerveza Estrella de Galicia. Así se hará en Antena 3, Cuatro, Telecinco y
La Sexta, además de un montón de cadenas menores asociadas: Divinity, Energy,
FDF y no sé cuantas más. ¿Qué no se lo creen? Aquí el link de la noticia.
Ya les he contado alguna vez que
la cerveza Estrella de Galicia es una de las señas de identidad que conservo de
la adolescencia; que ninguna otra cerveza que haya probado jamás (y he probado
muchas) tiene ese sabor recio, un poco amargo, derivado de su mayor
concentración de lúpulo según una antigua receta británica importada a las
tierras gallegas, donde el lúpulo se cultiva en condiciones únicas. Cuando yo tenía dieciséis, mis amigos
y yo solíamos dedicar alguna mañana de domingo, ya fuera invierno o verano, a
jugar un partido de fútbol en la playa de Santa Cristina. Al volver, el autobús
nos dejaba en la puerta de la fábrica de cerveza, y allí nos obsequiábamos con
unas jarras y algo de comer, para abrir el apetito.
Recuerdo un camarero grandote con
el pelo rizado y apretado como el del borrego del anuncio del Norit. Solíamos
gastarle bromas hasta que le irritaban al borde del juramento. Por ejemplo, en
la entrada había unos grandes carteles que especificaban: “Bock-barra 20
pesetas, Bock-mesa 25 pesetas”. Los precios exactos no los recuerdo. Pero cada
vez nos sentábamos ruidosamente en una mesa y, cuando venía el camarero, le
pedíamos muy serios “Cinco Bock-barras”. Las primeras veces se tomaba la
molestia de explicárnoslo, pero a medida que le íbamos repitiendo la broma
conseguíamos que se pusiera más frenético y atronara el local cajándose na cona, y nos rapaces do carallo
y más na nai c’os pareu. Otras veces le pedíamos, por ejemplo, unas patatas
fritas. Y el tipo voceaba a la cocina ¡¡Ración de patatas, oído!! Entonces lo
llamábamos y le aclarábamos que sólo queríamos las patatas, que el oído no lo
habíamos pedido. Se pueden imaginar el cabreo del sujeto.
Así que esta Nochevieja, para pedir
un mejor año 14 del siglo XXI de nuestras desdichas, toda España brindará con
cerveza de La Coruña. Lo siento por los catalinos, pero no se puede estar todo
el año dando musho por culo con eso
de que Catalonia is not Spain, y pretender
ahora que sigamos consumiendo sus cavas. Así que: ajo y agua. Este año
seguiremos con atención la deriva de la cuestión catalana. En este blog ya
hemos tratado el tema hasta el aburrimiento. Será curioso ver por donde sigue
la cosa.
Les deseo un estupendo Año Nuevo.
Traten de ser felices. Quieran a los que les quieren y pásenlo bien. Nos vemos
a la vuelta
Genial lo del bock-barra, todavía cada vez que voy a la cervecería pido un bock-barra para sorpresa del camarero. Estuve allí en noviembre y la cerveza sigue siendo exquisita, aunque como en aquellos tiempos en la antigua cervecería....con aquellas patatas fritas...
ResponderEliminarFeliz año amigo.
Pues me tomaré un bock-barra a tu salud, amigo.
EliminarLa estrella que se sigue en Navidad es la de Belén, no la de Galicia. A mí no me han convencido con esa cervecita tuya tan buena. Yo he brindado con champán el día de Reyes y con sidra en Nochevieja; pero también me he comprado unas buenas botellas de cava, es la bebida más deshinbidora que he probado.
ResponderEliminarBueno, cada uno brinda con lo que le da la gana. El objeto de mi texto era chinchar un poco y desear feliz año a todos los que me leen. A ti también, la primera. Y que podamos seguir brindando.
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